martes, 31 de julio de 2012
PLASTICIDAD MENTAL: LOS SUEÑOS, SUS CONSECUENCIAS Y SUS REVELACIONES
http://pijamasurf.com/2012/07/plasticidad-mental-los-suenos-sus-consecuencias-y-sus-revelaciones/
La mente crea mecanismos de supervivencia, se desdobla para resolver conflictos y refleja el inconsciente de las personas. Son los sueños, actividad que más allá de lo científico, también revela arte por sí misma.
Cuando colocas tu cabeza en la almohada para disponerte a dormir, tu mundo consciente se apaga, pero el umbral del inconsciente se abre: escenarios reales y oníricos donde lo invisible pero presente se resuelve, un exorcismo mental que salvaguarda la sanidad mental —“la actividad estética más antigua”, diría Jorge Luis Borges.
La ciencia, con el paso del tiempo, ha ahondado más en materia onírica para conocer nuevos hitos que ayuden a estudiar la actividad mental durante este bello trance. Desde tiempos añejísimos los sueños han sido considerados la revelación de la esencia de nuestros pensamientos (y quizá también de nuestra existencia).
¿Por qué algunas personas tienen pesadillas mientras otras sueñan diametralmente opuesto? Aún la ciencia no ha logrado penetrar en el misterio que son los sueños, solo existen interpretaciones, pautas que suponen el porqué de estos, pero una interpretación exacta resulta una mera utopía.
Aquí está una pequeña síntesis de lo que científicos y psicólogos han logrado deducir acerca de la actividad onírica.
• Como si las pesadillas no fueran suficientemente desastrosas, las personas que llegan a tenerlas de manera constante, pueden estar desarrollando demencia senil o Parkinson, según reveló un estudio publicado en la revista Neurology.
• Los noctámbulos tienden a desarrollar más trastornos del sueño, principalmente el insomnio, pero desvelarse también produce la hormona del estrés, cortisol, misma que desencadena, casi invariablemente, una serie de sueños desagradables.
• A diferencia de los hombres, que de manera reiterada tienen sueños con notas sexuales, las mujeres suelen tener experiencias más confusas, que se pueden dividir en 3 partes: los sueños atemorizantes, los que implican la muerte de un ser querido y sueños totalmente dispares e indescifrables.
• Las personas que comúnmente recurren a los videojuegos como distracción, de cierta forma también tienen el control de sus sueños y poseen la capacidad de alternar la realidad, dijo Jayne Gackenbach, psicóloga de la Universidad MacEwan en Canadá. Según Jayne estas personas son capaces de trasladar el control del juego a la vida real, también poseen cierta capacidad que les permite tener sueños más lúcidos en comparación a aquellos que no usan videojuegos.
• Infinidad de científicos se han preguntado por qué soñamos. Freud afirmó que se trataban de insatisfacciones, mientras otros especulan que se trata de simples y sucesivos movimientos oculares, pero Deirdre Barret, psicólogo de Harvard, plantea una teoría que propone que los sueños son una manera de resolver conflictos que en el día resultan imposibles de lograr. Es como un “reset” que ayuda a restablecer el control mental.
ds[MNN]
The Social Box, una aplicación que cuida tu salud social
http://dibujariointeligente.blogspot.com/2012/07/the-social-box-una-aplicacion-que-cuida.html
Una Aplicación móvil que no es una red social, pero tiene sus mismos ingredientes. El reto era explicar en una sola imagen todas las cualidades y funciones de esta aplicación. Cuando tienes variables y opciones diferentes que ofrecer, o sobre las que estar pendiente, es importante el impacto de la imagen con la que lo expresas. En este caso l a presentación de la aplicación tenía que mostrar varias opciones. Partimos de una aplicacion móvil para gente que quiere tener un sistema de alertas totalmente personalizado sobre sus conocidos o amigos. Este sistema te permite generar avisos automáticos para cuidar esas relaciones. Puedes tener varios avisos y saber que paso en cada reunión. Cuidando todos los detalles.
Lo más importante de este panel es mostrar los difernetes servicios, targets y actividad qeu puede hacer la aplicación
Una Aplicación móvil que no es una red social, pero tiene sus mismos ingredientes. El reto era explicar en una sola imagen todas las cualidades y funciones de esta aplicación. Cuando tienes variables y opciones diferentes que ofrecer, o sobre las que estar pendiente, es importante el impacto de la imagen con la que lo expresas. En este caso l a presentación de la aplicación tenía que mostrar varias opciones. Partimos de una aplicacion móvil para gente que quiere tener un sistema de alertas totalmente personalizado sobre sus conocidos o amigos. Este sistema te permite generar avisos automáticos para cuidar esas relaciones. Puedes tener varios avisos y saber que paso en cada reunión. Cuidando todos los detalles.
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En este caso los responsables de The Social Box han querido hacer un vídeo y este es el resultado del mismo.
Toda la información de esta aventura con la App en la web The Social Box App
LA NEUROCIENCIA DEL VOTO
http://pijamasurf.com/2012/06/la-neurociencia-del-voto-lo-irracional-de-una-eleccion/
Recorriendo los procesos neurológicos que intervienen en la toma de una decisión, descubrimos que pese a que nos gusta pensar lo contrario, nuestras decisiones son en gran medida irracionales y están siendo manipuladas por una serie de factores que apelan a recompensar ciertas áreas de nuestro cerebro para acallar otras y tomar control de nuestro centro de mando.
Recorriendo los procesos neurológicos que intervienen en la toma de una decisión, descubrimos que pese a que nos gusta pensar lo contrario, nuestras decisiones son en gran medida irracionales y están siendo manipuladas por una serie de factores que apelan a recompensar ciertas áreas de nuestro cerebro para acallar otras y tomar control de nuestro centro de mando.
Pensamos que nuestra decisión de otorgarle un voto un candidato en una elección política es el resultado de un proceso razonado, minucioso, en el que sopesamos una serie de factores –propuestas, personalidad, proficiencia, etc.—para llegar a una conclusión que admite un riguroso escrutinio intelectual. Solamente las personas radicales o ignorantes toman decisiones irracionales, víctimas de la manipulación emocional. Y, claro, nosotros no somos esas personas, nosotros ejercemos control de nuestro cerebro, somos conscientes de las estratagemas de los medios de comunicación, las agencias de marketing y la propaganda política. Esto es lo que creemos, justamente porque el diseño de nuestro cerebro nos recompensa cuando logramos encontrar evidencia de nuestros razonamientos; que lo que creemos sea “verdad”, en el cerebro, no tiene precio y en comparación con recibir los neurotransmisores de placer que surgen de esta supuesta congruencia entre el mundo interno y el mundo externo se diluye el argumento de un posible autoengaño.
Tomar una decisión es un fenómeno altamente complejo, en el que intervienen numerosas áreas del cerebro, muchas de las cuales se oponen entre sí. Históricamente consideramos que la razón es la función cerebral más valiosa y efectiva, especialmente en lo que concierne a tomar una decisión: el frío y preciso análisis de la información y sus variables. Heredamos de Platón la idea de que debemos de regular nuestras emociones –esos caballos desbocados—y aplicar el mesurado rigor de la razón –el calculador auriga que no compromete su visión ante los forcejeos de la pasión. En apariencia incluso la neurociencia parece confirmar esta preponderancia de la razón: la corteza frontal cerebral, el asiento de la razón y el pensamiento analítico, es un rasgo distintivo entre el cerebro humano y el cerebro de otros animales, la punta de lanza de la evolución dirían algunos. Sin embargo, como diría Pascal, “el corazón tiene razones que la razón no conoce”. Como veremos, las emociones, aparentemente más primitivas, en muchos casos detentan una potestad sobre la razón no sólo en su influencia en la toma de una decisión sino también en su capacidad de penetrar, por así decirlo, “el corazón” de un fenómeno.
En su libro “How We Decide”, Jonah Lehrer, explora el fascinante proceso cerebral que supone tomar una decisión. Desde escoger a qué receptor lanzar el ovoide cuando quedan pocos segundos en el reloj en el Superbowl, decidir qué hacer cuando un avión está al borde de estrellarse, definirse por un cereal en el pasillo de un supermercado inundado de coloridas opciones o decantarse por un candidato para la presidencia de un país, en todas estas decisiones intervienen una polifonía de regiones cerebrales que luchan por apoderarse, momentáneamente, de la cabina de piloto –como si trabajaran para su propia agencia (o al menos su propio efímero placer).
Neuropolítica: la mente es su propio partido
Veamos primero una serie de estudios electorales que revelan el trasfondo mental que motiva un voto. Los electores con una afiliación política marcada difícilmente cambian de opinión, saben lo que creen. Entre 500 electores con una fuerte afiliación partidista a los que se les intentó persuadir en Estados Unidos en 1976 sólo 16 cambiaron de opinión y votaron por el otro partido. Otro estudio registró el comportamiento electoral de votantes entre 1965 y 1982, midiendo el flujo de oscilación en la afiliación entre uno u otro partido. Aunque fue una época muy tumultuosa en la política estadounidense, sólo el 10% de las personas que se identificaron como republicanos en 1965 dieron su voto a los demócratas en 1980.
Lo interesante es dilucidar el por qué de esta persistencia partisana. El psicólogo de la Universidad de Emory, Drew Westen, realizó un estudio con resonancias magnéticas en la elección del 2004 en Estados Unidos en el que mostró a los votantes declaraciones contradictorias de cada candidato, George W. Bush y John Kerry. Bush aparecía alabando la labor de los soldados en Irak y prometía servicios de salud gratuitos para los veteranos y luego se le informaba al sujeto del experimento que ese mismo día había suspendido el beneficio médico a 164 mil veteranos. Kerry caía en flagrantes contradicciones sobre su posición sobre la guerra de Irak, votando a favor como senador y luego dando a entender una posición radicalmente opuesta en la retórica de su campaña. Los sujetos del experimento tenían que evaluar el nivel de contradicción de los dos candidatos en una escala del 1-4. No debería de sorprendernos saber que los demócratas consistentemente consideraron las contradicciones de Bush lo más alto en la escala (las de Kerry les parecieron poco preocupantes). Los republicanos disculparon las contradicciones de Bush pero hallaron intolerables los deslices de Kerry.
Midiendo las zonas cerebrales que se activaban mientras los sujetos escuchaban las declaraciones de los candidatos, Wester descubrió que al ser expuestos a las contradicciones de su candidato preferido, los fieles partisanos empleaban áreas del cerebro relacionadas con el control de las emociones, como la corteza frontal. Pero los sujetos no estaban analizando calmadamente los hechos, estaban usando la razón para preservar la certidumbre de su preferencia política. Y una vez que lograban una interpretación favorable de la evidencia, sin importar las contradicciones, se encendían los circuitos de recompensa y experimentaban descargas de apacible emoción. “Esencialmente, parece que los partisanos alteran el caleidoscopio cognitivo hasta que logran arribar a la conclusión que desean, y son masivamente reforzados con una eliminación de estado negativos emocionales y con la activación de estados positivos”, concluye Westen.
Reforcemos esto con otro estudio, el científico político de Princeton, Larry Bartels, realizó una investigación en la década de los 90 que apunta en la misma dirección. Durante la presidencia de Bill Clinton, el déficit del presupuesto disminuyó en más del 90%; sin embargo, cuando se le preguntó a electores republicanos en 1996 que había sucedido con el presupuesto en la presidencia de Clinton, más del 55% dijeron que el déficit se había incrementado. Lo interesante es que los republicanos dentro del grupo de los “muy informados” –que ven las noticias por cable, leen el diario y pueden identificar a sus congresistas—no respondieron con mayor precisión que los “poco informados”. Bartels infiere que saber más de política no borra los sesgos partidistas y los electores solo asimilan datos que confirman lo que ya creen. Si la información no se ajusta a su visión política de la realidad, entonces es convenientemente ignorada.
La naturaleza de nuestro cerebro hace que sólo escuchemos lo que queremos, lo demás nos parece ruido. Literalmente, como sugiere un estudio realizado por el psicólogo Timothy Brock y Balloun. Brock y Balloun sometieron a un grupo de fieles cristianos y a un grupo de ateos a un mensaje radiofónico en el que se atacaban la enseñanzas de la Iglesia; para hacerlo más interesante, añadieron una molesta estática a la grabación –un poco de ruido blanco. El escucha podía reducir la estática simplemente apretando un botón para aclarar el contenido del mensaje. Los no-creyentes siempre intentaban reducir la estática para escuchar bien el mensaje; los creyentes en cambio preferían el mensaje tal cual, con una dosis de ruido que lo hacía más difícil de oír. Dice Jonah Lehrer “Todos silenciamos la disonancia cognitiva a través de la ignorancia autoimpuesta”.
Este tipo de mecanismo de defensa para salvaguardar nuestra estructura cognitiva –para no ponerla a prueba—no sólo afecta a personas que se mueven en los extremos de la política y la religión. Las personas que supuestamente deberían de saber separar el ruido de la señal, expertos y especialistas entrenados para evaluar las evidencias y con mplios marcos referenciales para sopesar diversos elementos dentro de una proceso cognitivo, también son sujetos a la distorsión de sus prejuicios, “a la prisión de los preconceptos”. El profesor de la Universidad de California en Berkeley, Phillip Tetlock inició un proceso de investigación en 1984 estudiando las predicciones de expertos políticos –los llamados “pundits”— de facciones opuestas (los “doves” y los “hawks”). Años después, al revisar el material que recavo, Tetlock concluyó que ambos se equivocaron consistentemente en sus predicciones. Los “doves” predijeron que la actitud beligerante Reagan provocaría una escalada de alta tensión diplomática, incluso un punto de quiebre; lo opuesto ocurrió: Gorbachev llegó al poder y con él la transformación del glasnost. Los “hawks”, incluso con la llegada de Gorbachev, predijeron que el “imperio maligno” soviético seguía en acción y nunca imaginaron que sus reformas eran sinceras.
El pésimo performance de los expertos inspiró a Tetlock a ampliar su estudio. Seleccionó a 284 expertos que se ganaban la vida comentando en temas políticos y financieros y les preguntó sobre sus predicciones a futuro en temas cómo “¿Será reelegido George Bush?”, “¿Se separará Quebec de Canadá?”, “¿Reventará la burbuja del dotcom?”. Tetlock midió 82, 361 predicciones y determinó que el desempeño de los expertos fue inferior al mero azar. Es decir, un chimpancé apretando un botón habría superado a la mayoría de los especialistas.
Analizando sus datos, Tetlock formuló la hipótesis de que la certidumbre era un poderosa debilidad en el caso de los expertos –aquellos considerados como las más eminentes probaron ser los que más se equivocaron. “Cuando los expertos estaban convencidos de estar en lo correcto, ignoraron otras partes del cerebro que sugerían que podían estar equivocados”, dice Lehrer en su comentario a este estudio. Los verdaderos expertos son aquellos que no desechan datos disonantes, los incorporan a su proceso cognitivo, son capaces de aceptar y aprender de sus errores en tiempo real. La certidumbre nos permite actuar con celeridad y confianza –algo que puede ser muy útil cuando nos estamos defendiendo de una depredador o nos queremos acercar a una mujer o a un hombre que nos atrae sexualmente– pero cuando se trata de una decisión compleja en la que intervienen factores contradictorios nos impide discernir con claridad entre aquello que queremos que suceda y entre aquello que va a suceder.
Regresemos al proceso de elegir –esa discusión electroquímica entre la mente y la mente. Antoine Bechara, un neurocientífico de la Universidad del Sur de California, compara, explica Lehrer, ”esta frenética competencia neural con la selección natural, con las emociones más fuertes (‘¡realmente quiero Honey Nut Cherrios!’) y los pensamientos más convincentes (“debería de comer más fibra”) ganando terreno sobre los más débiles (‘me gusta el personaje de caricatura en la caja de los Fruit Loops’). El ensamble de neuronas que logre apuntalarse determinará lo que desayunes. “El punto es que la mayoría de la computación se hace a un nivel emocional, inconsciente y no a un nivel lógico”, dice Bechara.
Estudios muestran que cuand una persona es expuesta a un producto se enciende su núcleo accumbens, una región cerebral asociada con el placer y la recompensa que genera descargas de dopamina –el nivel de activación de esta zona corresponde al nivel de deseo que se tiene por un objeto. Cuando una persona observa un producto que desea esta zona predomina, exceptuando que ocurra un contrargumento. Por ejemplo, el producto que desea es muy caro o se le avisa que es muy malo para la salud, entonces puede entrar en juego la ínsula, parte del cerebro racional. Midiendo la cantidad de activación de estas dos zonas, científicos han logrado predecir el comportamiento de un posible comprador –sabiendo antes que el mismo consumidor qué producto van a adquirir. Las tiendas deliberadamente manipulan nuestro cerebro excitando primero nuestro núcleo accumbens, por ejemplo, exponiéndonos a relumbrantes artículos de lujo en los pasillos preferenciales o a ricos y gratuitos bocadillos para que una vez que lleguemos a lo que estábamos buscando nuestro cerebro ya esté inundado de hormonas de recompensa. Esto es complementado truqueando a nuestra ínsula a mantenerse fuera de la escena diciéndonos que un producto tiene un descuento o que es un precio especial de temporada o que se le acaba de añadir un tanto por ciento más sin un cargo extra –esto la relaja e impide su tiránico reprendimiento.
México 2012: El neuromarketing de un candidato (un producto de consumo político)
¿Qué tiene que ver esto con la política y la decisión de votar? Para quienes no ha quedado evidenciado hasta aquí, quizás sea acertado enfatizar en las similitudes entre el marketing tradicional, el de un mercado, y el de una elección. Noam Chomsky reiteradamente hace hincapié en cómo las elecciones en Estados Unidos son en realidad batallas de agencias de relaciones públicas, en las que el candidato es el producto y, como sucedió entre Wal Mart y las tiendas locales que ha desplazado en todo el mundo, aquel que tiene mayor presupuesto generalmente gana (el Center for Responsive Politics tiene estadísticas que señalan que 9 de 10 veces el candidato con mayores fondos gana la elección). Es altamente significativo que la campaña de Obama en el 2008 incluso ganó el premio a la mejor campaña de publicidad, el “Advertising Age’s marketer of the year for 2008”.
En México los ciudadanos están a unos días de hacer una decisión de relevancia histórica. Algunos se sorprenden, por ejemplo, de cómo es posible que un candidato como Enrique Peña Nieto pueda encabezar las encuestas cuando supuestamente un riguroso proceso racional indica que representa a la vieja guardia del poder (el PRI) corrupto que por décadas ha sumido al país en un lacerante abismo de desigualdad. ¿Cómo es que se puede olvidar tan fácilmente setenta años de una especie de dictadura encubierta? Quizás las compraciones son excesivas, pero en la redes sociales se preguntan, ¿votarían los chilenos por Pinochet otra vez?
La casi increíble popularidad de Peña Nieto –a la par del encono qu genera—tiene que ser entendida desde la perspectiva del marketing emocional que lo propulsa. No es casualidad que su apariencia sea la de un galán de telenovela, que cuente con el aparato mediático de la gran televisora nacional (que incluso esté casado con una de sus actrices) y que sea manejado por un copioso equipo de marketing. Peña Nieto es como ese producto en el supermercado que activa el núcleo accumbens de millones de personas (uno dirá que “ciertamente no el mío” o que “yo sí me doy cuenta de la simulación, la ignorancia y la corrupción que significa”, pero no se puede negar que muchos mexicanos estarán recibiendo recompensas de dopamina al observarlo y preferirlo). Poco importa el contenido de su mensaje o del mensaje de los expertos y la oposición –ya hemos visto que al inundarse las zona de placer cerebro, la parte racional pasa a segundo término o que cuando se nos expone a un argumento que contradice nuestra creencia, la razón interviene para desechar rápidamente esa versión contradictoria y afirmarse, aunque sea con un acto profundamente “irracional”. En este sentido, podemos sentir cierta impotencia argumentativa, y toda la información que se apila, en apariencia contundente, señalando que lo único que se renueva en el PRI es su capacidad de incurrir en prácticas fraudulentas o que existe una clara colusión entre su candidatura y la empresa que monopoliza la televisión en el país, todo esto palidece ante el poder bruto de la imagen que apela a centros de recompensa en nuestro cerebro (o en el caso de algunos electores, a recompensas directamente en sus bolsillos).
Podría sonar paradójico, pero quienes buscan cambiar el resultado de la elección presidencial quizás deberían de recurrir más a las emoción que a los argumentos racionales. Aquella emoción que en el 2006 contribuyó a la derrota de Andrés Manuel López Obrador (más allá del probable fraude que padeció), con la llamada guerra sucia, en la que se le vinculó, un tanto irracionalmente y apelando a mecanismos inconscientes, con personajes dictatoriales y supuestamente peligrosos para la estabilidad de un país. Después de lo expuesto aquí podría parecer contradictorio, pero es que el cerebro en su complejidad tiene que admitir contradicciones para potenciar su funcionamiento, decir que es el cerebro emocional el que mayor capacidad tiene para tomar una decisión. Aclaremos que no es la emoción irrefrenable– el caballo salvaje– solamente la que tiene esta facultad, sino aquella que brota de la razón -para trascenderla– y que conserva el análisis sin perder los bríos que nacen de la la profundidad. Para algunos podría ser una sorpresa pero es el cerebro límbico, asociado con las emociones, el que puede manejar una mayor cantidad de información, más que la razón encumbrada en la corteza frontal.
El cerebro emocional vs el cerebro racional
El psicólogo holandés Ap Dijksterhuis descubrió que cuando se trata de decisiones complejas las emociones conocen razones que exceden las facultades de la razón. En un experimento se evaluó una serie de autos conforme a un conjunto de variables para determinar cuáles eran los mejores autos para un consumidor. Luego se les informó a un grupo de personas sobre las cualidades de cada auto (evidentemente sin decirles cuales eran los mejores evaluados). Posteriormente se les pidió que eligieran cuál era auto ideal para realizar una compra. Dijksterhuis descubrió que las personas que tuvieron tiempo para pensar de manera racional –cuidadosamente contemplar los datos duros y sopesar cada alternativa—escogieron el auto ideal menos del 25% de las veces –una menor efectividad que una selección aleatoria. En cambio, personas que recibieron la información pero que luego se les distrajo realizando otra actividad –“aquellos que fueron forzados a decidir con sus emociones”, explica Lehrer—eligieron el mejor auto un 60% de las veces. Otro estudio similar en el que expertos evaluaron las mejores mermeladas del mercado demostró que cuando a un grupo de sujetos experimentales se les pidió de botepronto que evaluaran las mismas mermeladas según su calidad, estos realizaron una evaluación a la par de los expertos, pero cuando se les pidió que realizaran esta evaluación pero explicando por qué habían hecho tales elecciones su evaluación fue completamente distinta, sin lograr ajustarse al canon de la calidad de estos productos. Otro caso sobresaliente en este sentido es el del físico y jugador de poker profesional Michael Binger, quien sólo empezó a ganar cientos de miles de dólares cuando descubrió que saber contar las cartas no era suficiente para llevarse una mano de este deporte mental, que a veces había dejar de considerar las probabilidades matemáticas para apostarle a lo que sientes. “Como físico, es difícil admitir que simplemente no pueden razonar tu camino hacia una partida ganadora. Pero esa es la realidad del poker. No puedes construir un modelo perfecto para él. Esta basado en una aparentemente infinita cantidad de información. En ese sentido, el poker es cómo la vida reaLehrer incluye otros estudios en su libro “How We Decide” que parecen indicar que cuando existe mucha información el cerebro racional entra en una especie de estado de pánico y no logra manejar los datos. El cerebro emocional, en cambio, al hacer uso de la mente subconsciente, que integra una mayor cantidad de información, resuelve con mayor soltura ante tal complejidad. A los indecisos, Ap Dijksterhuis recomienda: “Usa tu mente consciente para adquirir toda la información que necesitas para tomar una decisión. Pero no trates de analizar la información con tu mente consciente. Mejor toma un descanso mientras tu mente inconsciente la digiere. Lo que sea que tu intuición entonces te diga seguramente será la mejor elección”. Y Jonah Lehrer agrega, “las decisiones más difíciles son las que requieren de más sentimiento”.
Tal vez esta exploración de los procesos neurológicos que intervienen en la toma de una decisión tenga una aplicación práctica, quizás pueda ayudar a los indecisos a elegir a un candidato de una manera un tanto más consciente –aunque ser verdaderamente conscientes muchas veces veces significa dar rienda suelta a nuestra mente subconsciente. O tal vez a entender, entre la posible frustración, porque una persona elige lo que elige, cuando esto nos parece totalmente irracional. Sobre todo a darnos cuenta de que nosotros mismos, aunque nos gusta autoexcluirnos de las masas pastoreadas de las sociedad de consumo, constantemente tomamos decisiones en las que nuestro cerebro es manipulado por una serie de factores externos e internos (y es que somos muchos dentro de uno). Tal vez a aprender a sentir al menos tanto como a pensar. Porque empezamos a sospechar que la tajante división del racionalismo, esa dualidad cartesiana entre el cuerpo y la mente, es solo una ilusión.
Nuestro inconsciente decide por nosotros...
http://www.rinconpsicologia.com/2012/07/nuestro-inconsciente-decide-por.html
La impresión de que somos capaces de elegir libremente entre diferentes opciones es una de las certezas más firmes que tenemos. Sin embargo, cada vez más experimentos nos demuestran que realmente esta sensación de libertad no es sino una ilusión ya que muchas de nuestras decisiones están determinadas por los estímulos que nos llegan constantemente del medio ambiente y, sobre todo, por el procesamiento inconsciente.
Ahora John-Dylan Haynes, investigador de la Universidad de Leipzig, afirma que nuestras decisiones son codificadas por el inconsciente mucho antes de que nos demos cuenta de nuestra intención. En otras palabras, que nuestro incosciente ya conoce cuál es la decisión que tomaremos aún si nosotros mismos no lo sabemos de forma consciente.
Para llegar a estas conclusiones, en un experimento Haynes registró la actividad eléctrica del cerebro mientras sometía a las personas a una prueba muy sencilla: simplemente debían presionar uno de dos botones. Cuando se les daba la orden de actuar, las personas debían elegir libremente si deseaban presionar el botón derecho o el izquierdo.
Lo curioso es que la decisión consciente de pulsar el botón estaba precedida (en unos cientos de milisegundos) por un potencial negativo del cerebro denominado "preparación potencial”, que se origina desde el área motora complementaria (una región del cerebro involucrada en la preparación del acto motriz).
En otras palabras, nuestro cerebro se preparaba para la acción mucho antes de que la persona tomase conscientemente la decisión, lo cual ha llevado a Haynes a hipotetizar que nuestro inconsciente toma por nosotros algunas decisiones, quizás muchas más de las que estaríamos dispuestos a aceptar.
Obviamente, este experimento ha despertado muchas interrogantes. Por eso los investigadores han continuado adelante desarrollando otros estudios que pretenden arrojar nuevas luces sobre este fenómeno.
Predecir las decisiones ya no es un sueño inalcanzable
Haynes realizó otro experimento cuyo objetivo era determinar qué regiones del cerebro están involucradas en las decisiones conscientes y en qué momento específico se desata la respuesta motora.
A los sujetos se les pidió que se relajaran mientras se fijaban en una pantalla sobre la cual se proyectaban una serie de letras. En cualquier momento, justo cuando lo desearan, podían pulsar uno de los dos botones (la decisión de qué botón pulsar era completamente libre). A la vez, las personas debían recordar la letra que estaba en la pantalla cuando habían tomado la decisión de qué botón iban a pulsar. Obviamente, a continuación se le pedía a los sujetos que indicasen cuál era la letra y luego se repetía una vez más el ejercicio, dejando el tiempo correspondiente entre una prueba y la otra. Lo curioso fue que casi el 90% de las decisiones conscientes fueron reportadas tan solo 1 milisegundo antes de que se presionase el botón. Es decir, las personas decidían y tan solo necesitaban 1 milisegundo para actuar en consecuencia.
Sin embargo, los investigadores detectaron otra realidad. En práctica, hallaron dos áreas cerebrales que podían “decirles” con gran precisión si las personas presionarían el botón de su derecha o su izquierda, incluso antes de que la propia persona anunciase que había tomado su decisión. La primera región era la corteza frontopolar que avisó hasta con 10 segundos de antelación, mucho antes de que la persona tomase su decisión consciente. La segunda región se encuentra en la corteza parietal y es como una franja que se extiende desde el precuneus hasta la corteza cingulada posterior. Además, estas zonas se activaron mucho antes del área motora complementaria.
Pero... ¿qué significa todo esto?
Estos resultados nos indican que detrás de las decisiones conscientes, existe un procesamiento cerebral que podríamos denominar "inconsciente" y que anticipa la respuesta hasta 10 segundos antes de que nosotros mismos lo sepamos. Además, los investigadores están seguros de que esta activación cerebral no se corresponde a un periodo de preparación para la actividad o la respuesta sino que se trata de una verdadera y propia toma de decisiones (o al menos una suerte de codificación de la decisión ya tomada).
En resumen, que quizás nuestras decisiones no son tan conscientes y probablemente deberemos revalorar el legado de Freud.
Fuente:
Haynes, J. D. et. Al. (2008) Unconscious determinants of free decisions in the human brain. Natura Neuroscience; 11(5): 543-545.
Escrito por Jennifer Temática: Curiosidades Neuropsicología
4D, Dream, Soñar el futuro:
"Las cosas no se dicen, se hacen, porque al hacerlas se dicen solas". Woody Allen
lunes, 30 de julio de 2012
www.PaulMcCartney.com
Photo of Paul taken after his performance at the Olympics Opening Ceremony on Friday night courtesy of www.PaulMcCartney.com
Picasso's Studio (Bateau Lavoir, 1908)
138 x 216 cm
Damian Elwes
owned by Antonio Banderas and Melanie Griffith
Damian Elwes
owned by Antonio Banderas and Melanie Griffith
Cómo Obtener lo que Deseas
"Por muchos que sean los deseos de tu corazón,
si crees en ellos, tus sueños se convertirán en realidad".
-Walt Disney
Si has estado en el grupo por algún tiempo, estoy seguro que ha habido transformaciones en tú vida, sin embargo no sobra revisar cómo obtener lo que deseamos.
Hemos estudiado los mecanismos de por qué uno no obtiene lo que pide y cómo el universo crea para ti la situación de querer y no la de tener. A muchos ha sucedido que han hecho visualizaciones del resultado que desean lograr, y lo han OBTENIDO. Pero luego también ha habido ocasiones en que NO HAS OBTENIDO lo que has pedido. Aclaremos esta confusión.
Primero, tengo que decirte que no creo que exista una garantía en el universo que diga que lo que sea que elijas, lo obtengas. Creo que sería ingenuo pensar así – y tal vez, incluso peligroso. Esto es lo que me imagino saber acerca de todo esto: CON MÁS FRECUENCIA QUE NO, lo que creemos, creamos; lo que pensamos, experimentamos; lo que decimos, producimos. Pero NO SIEMPRE. Esto se debe a que hay, desde mi punto de vista, demasiados factores en juego en el delicado Proceso de Creación Personal, analicemos algunos de ellos:
Ley de los Opuestos.
Esta ley establece que el momento en que declaras algo, todo lo que sea diferente vendrá a la habitación. Esto es necesario a fin de crear un contexto dentro del cual lo que eliges experimentar se vuelve posible. Esa es la única forma en que puede funcionar en el Reino de lo Relativo, en donde una cosa existe en relación a la otra.
Debido a los múltiples factores que tienen efecto sobre el Proceso de Creación, uno tendría que ser un Maestro Perfecto para … bueno, para dominar todos estos efectos y factores, alineando cada una de las energías multitudinarias arremolinándose alrededor de los movimientos centrales de la Vida y creando nuestras realidades tanto individuales como colectivas.
Tu poder de cocrear.
Otro punto que quiero que hagas conciencia es que el poder de creación que tenemos todos, está funcionando en automático las 24 horas del día, de manera conciente e inconciente. A muchos les duele esta afirmación, porque lo que han creado de su vida, no les agrada, les parece que no es posible que estén en una situación que no desearían concientemente tener, es preferible creer que es mala suerte, ó que no son elegidos para lograr sus deseos positivos. Esto tiene una explicación simple: No han aceptado que son responsable de su vida, pero te tengo una buena noticia si éste fuera tú caso: “Si no te gusta lo que has creado, ¡cámbialo!, ¡decídete ahora! concientemente empata tu pensamiento, emoción y acción y dirígelo a crear lo que deseas; deja de quejarte, todos somos elegidos. “La diferencia es que unos ya nos dimos cuenta y otros no”.
Ahora si todos tenemos el poder de creación, entonces es un factor impactante que todos estamos creando simultáneamente en este planeta. Estamos co-creando nuestra realidad colectiva. Esto significa que, como individuos, estamos trabajando constantemente, no sólo con nuestras propias energías (creadas por nuestro Pensamiento, Palabra, y Obra – las tres Herramientas de la Creación), sino también con las energías de los demás: aquellos que nos rodean inmediatamente, aquellos en nuestro medio ambiente mayor, y, de hecho, aquellos en todo el mundo. De tal manera que algebraicamente las energías de la creación se suman ó se restan.
Hay tres factores importantes a considerar: la intensidad, la distancia y el tipo de energía de creación.
El tipo de energía.
Hemos estudiado que nuestras emociones son energía, y que como si fuéramos una estación de radio, emitimos al Universo la frecuencia vibratoria de estas emociones impregnando el lugar y el Universo de este tipo de energía. Por lo anterior si te juntas con gente pesimista, negativa, enfermiza, de los que se quejan de todo y de todos, corres el grave riesgo de que te impregnes de ésta energía, ó si no comulgas con ellos, de todas maneras te dejarán su carga energética negativa. Más vale evitarlos, desearles lo mejor, envolverlos en luz blanca y dejarlos ir.
La Distancia.
Ahora, es cierto que mientras más lejos esté la otra persona, menos efecto puede tener sobre nuestra propia creación personal, sin embargo, sí tienen algún efecto. Y, por supuesto, mientras más cerca de nosotros esté una persona, mayor efecto tendrá. Así que quienes estén justo a nuestro lado – miembros de nuestra familia inmediata, aquellos con quienes estamos asociados directamente en la vida – pueden tener un efecto asombroso en nuestra realidad momento a momento.
La Intensidad.
Mientras más profunda y fuerte sean nuestros pensamientos y emociones respecto a una situación, más intensos serán. La vida es pasión, por favor recuérdalo.
Por lo tanto, es muy beneficioso buscar una alineación de visión con quienes nos rodean inmediatamente para crear una sinergia de creación. Me encanta esta declaración, atribuida a la fuerza del amor y vida personalizada en el Cristo: “Donde dos o más estén reunidos, allí estoy Yo”.
El punto de esa declaración – y el punto que estoy haciendo aquí: La creación colectiva puede ser más poderosa que la creación individual, al menos hasta alcanzar el nivel de maestría personal, donde nuestro poder creativo es suficiente para superar la Conciencia Colectiva. Este es el lugar adonde todos los grandes Maestros de la historia habían llegado y residían.
Conciencia Personal.
Además de estos factores (la Ley de Opuestos y la Conciencia Colectiva), está la parte de nuestra propia conciencia personal, y el nivel que ha alcanzado. Por ejemplo, decíamos al inicio del escrito…
“Pero luego también ha habido ocasiones en que NO HAS OBTENIDO lo que has pedido.”
Yo sé que posiblemente sólo estabas usando una frase común… ¿o no? ¿Es posible que así sea, de hecho, como lo estabas pensando? Es decir, ¿has estado “pidiendo” cosas? ¿Resultados o condiciones o experiencias que deseas crear? Pero ¿tus peticiones son congruentes con tu emoción por pedirlo?,
ó lo clásico: Pides lo que NO quieres en lugar de ser asertivo y pedir lo que SI quieres. Porque si es así, justamente ahí podría estar tu problema.
ó lo clásico: Pides lo que NO quieres en lugar de ser asertivo y pedir lo que SI quieres. Porque si es así, justamente ahí podría estar tu problema.
Podrías no conseguir nada de lo que pidas. ¿Por qué? Porque el mismo acto de pedirlo es tu anuncio al universo de que no lo tienes ahora. Y ese anuncio es una declaración al universo desde tu perspectiva.
Obviamente, tu perspectiva es que ahora no tienes lo que estás “pidiendo”, o no lo estarías pidiendo. Ahora, este punto de vista, James, crea tu percepción. Es decir, tiendes a ver las cosas de una determinada manera, según el lugar desde donde las estás viendo. La perspectiva crea la percepción. Recuérdalo siempre.
Pero va más allá. La percepción crea la creencia. Resulta que ver ES CREER, para la mayoría de las personas. Así pues, ves lo que ves debido a la forma en que lo estás viendo, y lo que ves es lo que crees. Pero espera, que va más allá…
La creencia entonces crea la conducta. Todas las conductas resultan de nuestras creencias acerca de algo. Cada conducta, sin excepción, es una demostración en forma física de algo que crees. Es la puesta en acción de tu pensamiento acerca de algo – o es una reacción a ese pensamiento. Pero espera, que va más allá…
La conducta crea la experiencia. Toda experiencia es un producto de nuestra conducta. Si actuamos de una determinada manera creamos una cierta experiencia. Es tan simple como eso. Pero espera, no termina allí… porque…
… la experiencia crea la realidad. Lo que experimentamos, asumimos que es verdad. Lo hacemos nuestra realidad. Pero espera, TODAVÍA no ha terminado… porque…
… ¡nuestra experiencia crea nuestra próxima perspectiva!!!
Es un círculo.
Aquí está otra vez, por si te lo perdiste:
La perspectiva crea percepción, la percepción crea creencia, la creencia crea conducta, la conducta crea experiencia, la experiencia crea realidad, la realidad crea perspectiva.
¿Lo ves ahora? Así que… si tu perspectiva es que ahora no tienes algo – cualquier cosa, lo que sea que quieras – si tu perspectiva es que careces de ello, crearás esa realidad, porque así es como funciona el Círculo de la Creación.
¿Cómo romper este círculo vicioso? Cambia tu perspectiva. Pasa de “no tengo esto ahora”, a “siempre he tenido esto, y tengo esto ahora”. Luego, ACTÚA COMO ASÍ FUERA.
HABLA como si así fuera.
PIENSA como si así fuera.
COMPÓRTATE como si lo fueras.
COMPÓRTATE como si lo fueras.
Por tanto, no “pidas” nada. Más bien, llámalo. Tú ya tienes lo que estás “pidiendo”. Basta con traerlo a tu experiencia actual. El Universo no te da lo que mereces sino lo que SIENTES MERECER. El Universo no se compadece de tus males, ni de tus desgracias, no actúa por lástima. Necesitas pedirlo con emoción,
con energía con decisión.
con energía con decisión.
Por cierto, la manera más rápida de hacer esto es traerlo a la experiencia presente de otro. Esto se debe a que es más fácil para ti creer que otro puede tener esta experiencia que creer que TÚ puedes. (Esto es así prácticamente para cualquier experiencia buena.)
Y ESTO se debe a que la mayoría de nosotros ve a los demás como más MERECEDORES de la experiencia que nosotros.
Todo cambia, entonces, cuando cambiamos nuestra perspectiva. Cristo, te darás cuenta, no pedía nada. Lo LLAMABA. Él hablaba con autoridad absoluta. “Levántate y camina”, dijo a Lázaro. Y al leproso, “Levántate y vete. Por tu fe has sido sanado”.
Así que, ¿qué te parece todo eso en tu propia vida? A mí me parece así…
Nunca pidas nada, sino más bien, da gracias a Dios de antemano porque ya está allí (“Incluso antes de que pidan, habré respondido”) y agradece a Dios por darte, ahora, la capacidad de ver que es verdad, tanto ahora como por siempre.
Mi oración preferida es la siguiente: Gracias, Dios, por ayudarme a comprender que este problema ya ha sido resuelto para mí.
Tú ves, el propósito de toda la vida es que anunciemos y declaremos, expresemos y cumplamos, y nos convirtamos y experimentemos Quienes Realmente Somos.
No hay nada más sucediendo aquí, nada más está pasando. Todo lo demás que está ocurriendo es en relación a eso. Hemos venido al Reino de lo Físico para poder experimentar lo que conocemos en el Reino de lo Espiritual que es verdad.
Todo esto es explicado maravillosamente en EN CASA CON DIOS en Una Vida Que Nunca Termina, el texto final en la serie de 9 libros Conversaciones con Dios.
Así que esto es lo que quiero decir por “llamarlo”, sólo para darte un ejemplo práctico. Si lo que deseo ahora experimentar es mi relación perfecta y correcta, pasaría de inmediato al agradecimiento alrededor de eso. Recuerda siempre, el agradecimiento es la actitud. Yo diría, “Gracias, Dios, por el hecho de que mi relación perfecta está viniendo a mí ahora”. O bien, si yo ya estuviera dentro de una relación que quisiera hacer funcionar, llamaría a ese resultado con gratitud: “Gracias, Dios, por la experiencia, pasando a través de mí COMO yo, de mi relación perfecta, aquí mismo, ahora mismo”.
Lo llamaría en los momentos de estrés, no sólo en momentos de paz; en los momentos de ira, no sólo en los momentos de amor.
Entonces pasaría de inmediato a la DEMOSTRACIÓN de ello. Yo ACTUARÍA COMO SI mi relación fuera perfecta, justo allí y entonces (aunque pueda no haberse sentido así un momento antes, por algo que se dijo o sucedió). Así es cómo sana tu relación en cinco segundos.
Lo mismo podría ser cierto en el caso de, por ejemplo, la abundancia. Si yo deseara experimentar más dinero en mi vida, pasaría inmediatamente al agradecimiento por ello. “Gracias, Dios, por traerme todo el dinero que necesito, aquí mismo, ahora mismo”.
Entonces pasaría de inmediato a la DEMOSTRACIÓN de ello. Yo ACTUARÍA COMO SI mis fondos fueran suficientes, y haría esto compartiéndolos con los demás, con quienes son incluso menos afortunados que lo que yo imagino ser. De inmediato encontraría a alguien que tenga menos que yo, y les daría a ellos, para que tengan más.
En todas las cosas, haría a otros lo que quisiera que me hicieran a mí. De esta manera demuestro que aquello que deseo experimentar, lo puedo experimentar en cualquier momento que elija.
Una vez que me he dado a mí mismo la experiencia que he anhelado al dar a OTROS la experiencia que he anhelado, descubrirás una clave extraordinaria para la felicidad.
Armonía.
Estoy convencido que el ser humano fue diseñado para ser feliz y próspero, en armonía en las áreas de vida emocional, pensamiento ó mental, espiritual, física, material, afectiva, social y familiar.
Pareciera ser que es una utopía este planteamiento. Pero en realidad lo que sucede es que nosotros bloqueamos está armonía por alguna forma de pensamiento, creencia ó emoción. Si tuviéramos congruencia, entendiéndose como: “Pensar, Sentir, Decir y Hacer LO MISMO”, nuestra vida funcionaria más armónicamente. Te invito a pensar cuantas veces decimos una cosa y hacemos otra, ó cuantas veces sentimos algo y decimos algo diferente. Actuar así en la vida va contra nosotros mismos, NO HAY JUSTIFICACION ALGUNA PARA PROCEDER DE ESTA MANERA.
Entonces, aquellos que buscan solo la acumulación de bienes, dejan a un lado su crecimiento personal; pueden llegar a tener muchos bienes, pero no tienen una vida familiar, ó tienen problemas de salud. Solo tienen mucho dinero nada más.
Conocí a un extraordinario psicólogo Luigi Martinolli, dedicado a ayudar a los demás, daba conferencias gratuitas en Alcohólicos Anónimos, dirigía un grupo de autoayuda a gente sin recursos, etc… era un tipazo, fortaleció su área emocional y espiritual a niveles muy altos; falleció hace pocas semanas dejando a su esposa y a su hija en una condición económica sumamente difícil, prácticamente en extrema pobreza. Se le olvido trabajar la parte material.
Nos dedicamos a cultivar las áreas que nos dan satisfacción, descuidando aquellas que nos implican responsabilidad, trabajo, estudio ó un cambio. Esto se conoce como terapia ocupacional: Siempre hay tiempo para lo que nos gusta ó facilita y dejamos al final aquello que nos implica esfuerzo, estudio, etc…
Así como hemos aprendido que una enfermedad es resultado de una forma inadecuada de manejar emociones y pensamientos. La falta de amor en tu vida, una pareja, paz interior, trabajo, dinero, vida social ó familiar, espiritualidad, también deben considerarse enfermedades, porque su manifestación tiene un origen, así como puede tratarse para revertirlo encontrando las causas.
Pre-Requisito.
Llegamos al último punto de la conclusión del capítulo:
Todos deseamos que se manifiesten muchas cosas en nuestra vida, ya sea cuestiones materiales ó intangibles. Sin embargo a pesar del conocimiento de la Ley de Atracción, técnicas de visualización, agradecimiento, oración, etc… no parecen funcionar para todos, ó a veces sí y otras no, como cuestión de suerte. Hay personas que no han visto la película de “El Secreto” y la abundancia es una constante en su vida. Déjame decirte que hay pre-requisitos para que obtengas lo que deseas.
El Universo está atento a tus deseos para cumplirlos, pero también espera que hagas algo congruente para obtenerlos.
Una mente con pensamientos negativos, creencias limitantes, temores de carencia es difícil que sea tierra fértil para recibir y mantener prosperidad. Muchos suelen decir: “Si yo me sacara la lotería, mi vida cambiaría, sería otra”, déjame decirte conozco 3 personas que eso sucedió en sus vidas, se sacaron la lotería, las 3 al paso del tiempo, cuando se acabo el dinero regresaron a la situación que vivían antes de recibir el dinero y uno de ellos más abajo. ¿Qué sucedió? Que lo único que había cambiado en su vida era tener más dinero, pero con la misma forma de pensar, las mismas creencias, los mismos temores, entonces todo tiende a regresar al punto de partida.
“La mejor definición de locura que conozco es tratar de
Lograr resultados distintos, ….haciendo lo mismo”.
Albert Einstein
Conozco personas que trabajan por su cuenta y se quejan de que no les va bien, pero ¡se levantan a las 10 de la mañana!. Otros que desean amor en su vida, pero no están dispuestos a darlo ellos, solo a recibirlo. Unos más desean salud y estar libre de enfermedades y no hacen algo de ejercicio ni cuidan su alimentación. Otros desean progresar en sus empleos ó carrera profesional pero no han leído nada para actualizarse en años. Unos más no tienen amigos ni vida social pero no dejan de criticar y juzgar de todo y por todo a los demás. No puede haber en estos ejemplos por más que pidan, que hagan visualizaciones que se manifieste en su vida lo que desean. NO HAY CONGRUENCIA.
Tu eres parte de este mágico Universo que esta amorosamente deseando satisfacer tus deseos pero tienes que mandar la señal correcta: Pensamiento emoción palabra y acción alineado a tus deseos. De seguro no te parecerá sencillo, pero ¿acaso tienes otra opción?
Celebremos la vida !!!