miércoles, 17 de octubre de 2012

La comunicación neuronal

http://www.emprendedoresnews.com/tips/la-comunicacion-neuronal.html 

Lo que nos hace humanos es una telaraña de 100.000 millones de neuronas preparadas para interconectarse y conversar en puntos de encuentro llamados sinapsis, mientras los impulsos eléctricos provocan el diálogo. El cerebro al nacer es una página en blanco a completar con la experiencia y la educación. Posee un cuarto del tamaño que tendrá.
Se me prendió la lamparita. La neuroplasticidad le permite modificar el guión de las redes que lo conectan y crear rutas nuevas que lo comunican. Piaget descubrió la evolución del psiquismo. La novedad no es absoluta, lo nuevo se aprende con lo viejo. La acomodación es acomodar la memoria al asimilar el contenido que se incorpora. Aprender modifica al cerebro, cuya maduración es evolutiva e influenciada por todo lo que aprende.
Lo último en madurar es la zona frontal que inhibe los impulsos, decide y planifica. La biología estudia las funciones claves de la comunicación, el feedback con la realidad impide que un erro se convierta en hábito. Las neuronas echan chispas eléctricas que llevan la información al cerebro y del cerebro a los músculos.  Los circuitos neuronales artificiales son una rama de la neuroingeniería. Antes se estudiaba la  neurona, hoy se privilegia la red.
Te guiñó un ojo. La necesidad de diálogo es un lugar común, el contexto ayuda a descifrar claves culturales. El tic es involuntario, el guiño comunica. En el guiño hay signos de cultura, en el tic compulsión a  la repetición. Siendo iguales su significado es distinto.
En el contexto educativo hay más tics que guiños. No se pretende comunicar ni intercambiar, se repiten contenidos con la pretensión de tener razón y desacreditar al otro.. El guiño entraña sorna o complicidad; el tic es instintivo, maquinal, propio de la máquina.
Sin diálogo una sociedad se vuelve anómica y violenta. El que no dialoga intenta anular al diferente. El tic es repetir que rendimos el 10% de nuestro potencial y no hacer nada. En los países donde la educación es política de Estado la sociedad progresa. Un guiño al progreso es el gesto ideal para enfrentar dificultades, egoísmos y  contramarchas.
Trinos: son guiños o tics. Twitter permite informarse en tiempo real. Con sólo dejar de seguir al que disgusta, el disgusto desaparece. La depuración, la cronología de los tweets de las personas a las que uno sigue, es una de las claves para que esta red se vuelva genial.
La tweetesfera es un caos sin centro, con fines múltiples y comunicadores que no paran. Facebook rescata amigos del pasado, Twitter es el contacto con los afines del presente.
Pero el cerebro es propenso a lo superficial. Así como de noche se elige el programa frívolo y no un programa periodístico, las redes sociales son más adictivas que las noticias. Las vidas ajenas, chismes y juegos informales son distracciones en dosis homeopática.
Twitter machaca sin pausa sobre  la gratificación instantánea, la adicción a la felicidad vacua y efímera. Concentrada en algo la mente pide distracción: la herramienta más poderosa que tiene. Se pierde la capacidad de concentrarse por el uso habitual de un mecanismo de adaptación del cerebro a la estimulación a la que estamos sometidos. El multitasking destruye la atención. Twitter es una inagotable fuente de distracciones pero la educación debe desarrollar las habilidades que hacen falta para vivir en el mundo que viene. Mejorar el uso del Twitter y no de habilidades que van en camino hacia el museo.
Lo instantáneo y la velocidad son atributos valorados, una manifestación de la época en que vivimos. Twitter o es la causa de la falta concentración, retroalimenta el problema que le da origen, es a la vez causa y consecuencia. Es un medio de comunicación que es a la vez un prodigio y un ejemplo. Queda por ver cómo será el futuro de la red de los trinos.
Asambleas de neuronas. La neuronas viajan en red por el cerebro generando secuencias y coordinadas con una sintaxis que forma patrones entre las entradas.  la memoria de trabajo y los programas. Así como las palabras arman frases y las frases párrafos, el cerebro crea programas: cómo subir a un árbol, lanzar una piedra, montar una bicicleta o tocar el piano. Las secuencias repetidas generan hábitos difíciles de  modificar una vez automatizados.
El ensamble neuronal que almacena el concepto “silla”, se activa combinando sus rasgos: las cuatro patas y un lugar para sentarse.  Los circuitos también generan procedimientos a partir de módulos simples. Con los mismos elementos pueden formarse diversos ensambles, y las mismas neuronas pueden ser partes en diversas tareas.
Con las 27 letras del alfabeto y los signos de puntuación se puede escribir un infinito número de novelas. Con las 7 notas musicales obtener infinitas piezas musicales.  Los estados  del cerebro también pueden combinarse. Es el secreto del gran poder de cómputo del cerebro, que lo convierte en un órgano más complejo que la computadora más moderna.
El medio es el mensaje. Un organismo obtiene información del contexto y de su mundo interior. Luz, olores, sabores, hormonas, emociones, son interpretados por las neuronas. Una membrana las protege y las vincula. Sus proteínas son capaces de ir al exterior e ingresar a su interior. Hormonas, transmisores y fármacos llegan a receptores que los reconocen, se modifican y responden al activarse. El receptor es un intérprete de la señal.
Los estudios abren el futuro al desarrollo de fármacos específicos y potentes. Manipular receptores es una herramienta terapéutica muy utilizada. Los estudios de Lefkowitz y de Kobilka, permiten caracterizar la naturaleza de su mecanismo. En 2011, el grupo de Kobilka consiguió “ver” el receptor en el momento que transfería la señal del exterior de la célula a la proteína-G interior. Para la Academia Sueca es una “obra maestra molecular”, un logro impresionante que tendrá consecuencias decisivas en el diseño de nuevos fármacos.
A Lefkowitz se le preguntó acerca del secreto del éxito: “Si lo supiera, sería un hombre rico.  Quienes trabajan conmigo son inteligentes pero, ¿qué es lo que eleva a algunos sobre el resto? La imaginación, el conocimiento, la capacidad de síntesis, de conectar lo conocido, de diseñar el experimento adecuado, la habilidad para realizarlo, la ambición y la motivación. Lo más importante es la capacidad de concentrarse en lograr un objetivo”.
Programar de nuevo la vida. Cada ser proviene de la célula huevo, de la unión de un óvulo y un espermatozoide. En el núcleo están  las instrucciones para generar un individuo completo. Todas se originan en una única célula huevo que contiene las instrucciones para producirlas y residen en sus genes, que son segmentos de ADN. Puede imaginarse a la célula huevo como un libro de instrucciones de 30.000 páginas. Esa célula es pluripotente, porque al multiplicarse da origen a tipos diferentes que se especializan en ciertas funciones.
La ciencia es un proceso que permite descorrer los múltiples velos que cubren la verdad. Cuando se levanta uno, se encuentra uno nuevo. Cuando uno es afortunado, al quitar un velo a veces halla la verdad, pero cada velo es  importante, por lo que no es justo que sólo el afortunado sea reconocido. La curiosidad por la curiosidad misma, que define al ser humano, genera avances de una trascendencia práctica insospechada.
El premio Nobel de Química fue concedido a Robert Lefkowitz y Brian Kobilka por sus estudios sobre los receptores acoplados a las proteínas G, unas células que permiten al hombre adaptarse a su entorno y que permitirán la producción de nuevas medicinas.
Nuestro cuerpo es un sistema regulado por interacciones entre miles de millones de células. Cada célula está integrada por minúsculos receptores que le permiten sentir su entorno y, adaptarse a nuevas situaciones. Reconstruyeron el mapa de los receptores de la proteína G, que ayudan a las células a reaccionar a estímulos y sustancias que regulan el humor.
El cerebro de la iguana, el de Kant y el del hombre común funcionan parecido. Para comunicarse las neuronas casi nunca se tocan. Esta zona de interacción se le llama sinapsis. Hay áreas de la corteza cerebral que se conectan con los músculos. La diferencia que se aprecia entre un individuo colérico y otro apacible puede ser que estén controlados por acciones inhibidoras de otras neuronas, o activados por  neuronas excitadoras.
La química del cerebro. Un neurotransmisor cambia la fuerza de las sinapsis. Cada estado químico del cerebro corresponde a ensambles que empujan al circuito a actuar de cierta forma. El estrés afecta la producción de serotonina y rebaja la capacidad cognitiva.
El estrés consume neurotransmisores del alto rendimiento y del bienestar, como la mala alimentación. Vivimos la era de adicción a las drogas recreativas, agentes químicos que empujan a la red a estados alterados de conciencia. Cuando vemos la botella medio llena generamos endorfinas. La medio vacía  produce  toxinas que producen estados negativos. Drogas y remedios se precisan más si el cerebro no produce sus nutrientes. El cerebro se sorprende con imágenes, significados y con la poesía. A la persona educada  la poesía le producen gran satisfacción. La enseñanza artística podría vencer a la drogadicción.
PNL. La conducta y el lenguaje son un reflejo de la programación neurolingüística en la comunicación de las neuronas. Estos mensajes cambian la distribución  las cargas eléctricas porque su membrana se hizo permeable a los iones y el cambio se debe a la acción de sustancias químicas o neurotransmisoresque son los comunicadores de la relación.
El investigador alemán Otto Loewi,  estudió como las neuronas transmiten su mensaje al corazón de la rana, creyó que una sustancia química liberada, transmitía señales a las fibras musculares, tal como una neurona se comunica con otra. Una noche, en la semiconsciencia del sueño, vio la potencialidad del experimento. No esperó, se vistió, fue al laboratorio, tomó sus ranas y realizó el experimento que dio inicio a toda la moderna bioquímica del cerebro. El mensaje es llevado por mensajero químico, que conducirá a un cambio en la neurona a la que fue enviado, y puede genera cambios en la conducta.
Podría hablarse de una conversación directa. En otros casos la interacción crea reacciones químicas que culminan con la apertura de muchos canales. Los receptores son claves en la fisiología de la conducta. La variedad de receptores permite que puedan ejercerse acciones con fármacos, permitiendo una manipulación más eficiente y selectiva.
Amplificar la conversación: segundos y terceros mensajeros. A veces los receptores son canales donde cada receptor abre una sola puerta. Esta es una comunicación rapidísima que dura milésimas de segundo. Otras veces, los receptores, cuando la llave abrió la cerradura, desencadenan reacciones químicas, mediadas por segundos mensajeros que llevan a que en vez de abrir una sola puerta abren muchas al mismo tiempo.
Interferencias en la comunicación. En cada etapa  puede  haber interrupción. Muchos venenos producen daño, porque interrumpen la comunicación. El veneno de la viuda negra, incrementa extraordinaria e indiscriminadamente  la salida de neurotransmisores de la vesícula, alteran el mecanismo de comunicación con los músculos y la muerte por parálisis respiratoria. Muchas drogas que alteran la conducta alteran la comunicación neuronal.
Los inhibidores pueden evitar el daño  por accidentes vasculares cerebrales.
Neuróbica. Sin estimulación los circuitos neuronales que tienen que eliminarse no se eliminan, y los que deben quedar desaparecen. El cerebro es hábil y flexible para adaptarse a un destino mejor si la estimulación favorece la predisposición genética ¿Qué otra inversión pública es más prioritaria que educar a un cerebro en desarrollo? La materia prima principal del cerebro es su materia gris, que no crece como la lechuga, sino con educación. Educar al cerebro es la industria pesada de un país, es la que fabrica ciudadanos.
Para el cerebro el pensamiento es algo real, la imaginación le permite prepararse y responder. Ansiedad, desórdenes obsesivos, insomnio, depresión, son creados por el estrés que activa esos genes. Cargando la energía en el sistema externo, no hay energía para el  interno, para los proyectos de reparación, crecimiento y regeneración.
Procesar el cambio  Lo que se piensa representa al ser neurológico. Para la física cuántica el ambiente es una extensión de la mente. Si dices “mañana empiezo”,  el cuerpo no recibe la señal. Cuando  te decides el cuerpo lo sabe, surge un sentimiento de entusiasmo.
Al pensar en eso, analizarlo, reflexionar y a meditar, se lo mapea. Si lo personalizamos, modificamos la conducta, y esa experiencia crea emociones,  y tendremos dos cerebros funcionando juntos, el pensante y el que siente, mente y cuerpo comenzando a unificarse.
El conocimiento es el precursor de la experiencia. Cuando hacemos lo nuevo una y otra vez, activamos este sistema subconsciente de memoria implícito, que el cuerpo practica tantas veces, que sabe más que el cerebro y hasta se ha convertido en él.
Si lo puedes soñar lo puedes hacer. Walt Disney refuerza la idea de Einstein de que la imaginación importa más que el conocimiento. 100 mil neuronas caben en un grano de arena. Aprender significa crear conexiones que cambian el alambre cerebral, mantener un estado de ser en construcción y evolucionar. Neurorigidez es usar conexiones precableadas. Rigidez es procesar el mismo pensamiento, las mismas acciones y esperar que ocurra algo distinto. Einstein definió la locura como querer progresar pero seguir haciendo lo mismo.
Cuando el lóbulo frontal se concentra, eso que piensa es más real que todo,  porque tiene conexiones a todas partes, puede callar al resto y crear ideas. Esta práctica empieza por saber lo qué se pretende, practica una acción antes de hacerla, imagina una habilidad como adquirida, reproduce algo a voluntad y al hacerlo diariamente, fábrica nuevos circuitos.
El proceso repetido con férrea intención, se convertirá en una señal  y el circuito va a cablearse de manera permanente. Hay una sola orden dirigida hacia el cuerpo. Podemos crear el futuro. El cerebro ya no es un registro del pasado, sino una ruta hacia el porvenir.
Lo innato y lo adquirido. Los genes son responsables del 10 %, el 90% se forma. El poder de planear es el pilar de la neuromodelación, una vía de escape al condicionamiento que los genes imponen. El cerebro se modela con lo que se hace. Los ejercicios físicos preservan la salud cardiovascular, los cognitivos la mental. Si por rutina o comodidad perdemos la curiosidad el cerebro se detiene. Desarrollo no es cuánto crecimos, sino lo que hacemos con eso. La gimnasia mental neuróbica relaciona conocimiento, imaginación y actividad.
Concentrar la energía en el cambio.  Para evitar la rutina e incentivar el cambio hay que llamar la atención con propuestas sugestivas, que el cerebro cree soluciones y descorrer el velo que comunica con la vocación, lo que los griegos llamaban “conócete a ti mismo”.
Ir contra natura afecta la salud física y mental. Cada persona tiene una inteligencia dominante, el error es desviarla, no ser auténtico, acomodarse. Aparece el estrés por no atender la ley de Pareto: el 20 % es el factor, el 80 % cómo se percibe. Usar la brújula interior es 100 veces más productivo  que entrenarse para hacer bien lo que disgusta.
Lo ideal es asociarse con cerebros complementarios. Es la esencia del trabajo en equipo. Descubrirse es una tarea compleja, el sistema educativo da prioridad a la socialización y hace perder potencia. Un sujeto insatisfecho perjudica al tejido social. La educación al tratar a todos por igual no desarrolla al genio que llevamos dentro. Los equipos de alta performance nuclean diversidad y competencia. Reúnen al inventor de las ideas, al innovador que las produce, al estabilizador que genera la rutina y al armonizador que las conecta con el mercado. El neuroliderazgo aplica las dos caras de la inteligencia emocional, la inteligencia personal y la social. Como el futuro no existe, podemos inventarlo. Para crear redes neuronales de comunicación y rutas efectivas hacia el éxito conviene recordar a Séneca: “No existen vientos favorables para el que no sabe a dónde quiere llegar”.
*El doctor Horacio Krell es el CEO Ilvem. Dicta conferencias gratuitas sobre métodos para optimizar la inteligencia. Su mail de contacto eshoraciokrell@ilvem.com

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