miércoles, 19 de diciembre de 2012

¡¡Lo que sientes y quieres!!

http://principiodeuncomienzo.wordpress.com/2012/12/19/lo-que-sientes-y-quieres/ 

El que teme sufrir, ya sufre el temor”. Proverbio chino.
lo que siento y quiero.El principio de un comienzoDecir Gracias o lo que sentía, me hacía sentirme vulnerable, me daba vergüenza, lo reconozco. Me sentía cohibido.
Pero cierto día, me tope con una historia que me llegó al corazón. Alguien llegado a mí, me dijo que siempre estaría arrepentido de no haberle dicho a su padre, gracias por todo lo que había hecho por él. Nunca se lo perdonaría. No había podido decirselo.
Yo no quería que me pasara a mí. No podría vivir con ese remordimiento.
A la vez se juntaba, con que yo necesitaba que me dijeran gracias, que me dijeran lo orgullosos que se sentían de mí por todo lo que estaba consiguiendo en esos momentos.
¿Por qué no sabía pedir lo que necesitaba? Seguro que habría otra persona que necesitaba que le dijera yo un gracias o reconociera su trabajo. Y entre una cosa y otra, como se dice,”la casa sin barrer”.
Algo tenía que hacer.
El necesitar un enhorabuena por las notas que estaba sacando, me hacía sentirme vulnerable en ese campo. A pesar de mis excelentes resultados, me sentía totalmente indefenso en lo personal. Sentía que si decía como me sentía de verdad, lo utilizarían en mi contra: “Mira, el excelente alumno, en su casa no lo tienen en cuenta”. Ese era mi temor.
Rompí con mis miedos y dije lo que necesitaba. “Por favor, necesito que me digáis enhorabuenas por lo que estoy sacando, por todo lo que estoy haciendo, está suponiendo un gran esfuerzo para mí y sólo necesito eso”.
Lo hice, lo conseguí. Recibí un enhorabuena de corazón, verdadero.
¿Y tú le preguntas a tu pareja, a tu familia que necesitan de verdad? ¿Necesitan que les des las gracias por como cuidan a tus hijos?¿ O por todo lo que hacen por ti?¿Necesistas un gracias, que reconozcan algo que estás haciendo?
Uno de los grandes aprendizajes que aprendí con esta situación, es decir siempre lo que realmente uno quiere y para ello tenía que saber quién era de verdad.
No lo que pienso que debería querer, sino lo que realmente quiero en cada momento, lo que conecta con mi esencia.
Siempre había estado dependiendo de las opiniones, sugerencias de los demás. Y ahora me doy cuenta que me sentía totalmente “usado”.
¿Quién se preocupaba por lo que yo sentía y quería? NADIE.
Con el comienzo de mi reinvención que se iba desarrollando con ayuda de los libros de desarrollo personal, estaba descubriendo lo que realmente quería, mis verdaderos sentimientos.
Por fin empezaba a llegar al sitio donde se unía aquello que me gustaba hacer, (escribir) y lo que se me daba bien (ayudar a los demás).
Empezaba a sentirme yo mismo, nunca me había sentido así. Y todo el mundo a mi alrededor también cambiaba.
La frase que dice: “Si queremos cambiar el mundo, cada uno tiene que empezar por él mismo”, es pura verdad en mi caso.
El conocerme, me estaba ayudando a decir claramente lo que me hacía sentirme vivo.
Mi visión empezaba a clarearse.
Había estado toda mi vida, intentado entender al mundo, a los demás, hacerles la vida lo más fácil posible.
¿Y el conocerme a mí mismo, el saber qué quería de verdad? LO HABÍA DEJADO DE LADO.
Empezaba a saber quién era ese David que llevaba tanto tiempo conmigo. Expresaba mis necesidades a los demás de una forma mejor, no a gritos o inventándome excusas para decir que no, a sus exigencias. Y sobre todo si sentía que tenía que elogiar a alguien por algo que había hecho, o dar un gracias por un motivo en concreto, lo hacía el primero.
Me empezaba a escuchar, a oír las conversaciones que tenía conmigo mismo, qué me decía, que empezaba a querer de verdad. La relación que tenemos más larga durante todo el día es con nosotros mismos, tenemos unas buenas conversaciones y si no nos escuchamos de verdad, oímos nuestros pensamientos y dependemos de los demás, mal vamos a ir.
Si yo necesitaba expresar mis sentimientos, sentía que otra gente también querría oír lo que yo quería que me dijeran, así que empecé a hacerlo. “Gracias papas por ayudarme en este período de mi vida, gracias hermanas por ayudarme tanto, gracias amigos y enhorabuena por vuestros éxitos,..” eran frases que empezaba a decir habitualmente, pero sobre todo, lo decía y digo con corazón, entusiasmo y de verdad, de corazón.
El proceso de conocerse uno mismo, es largo, duro y con muchos obstáculos, tortuoso, pero esencial. Gracias a ello, cuando me veo reflejado en el agua de cualquier rio, no veo una imagen distorsionada, sino al verdadero David.
Una vez que empiezas a saber quién eres de verdad, qué sientes, qué quieres, te sientes mejor al decirlo al mundo, te sientes exultante, único, expresaras más emociones positivas que antes y sobre todo esos miedos, esos temores al qué dirán si digo no voy a hacerlo, a expresar tus sentimientos, tus gracias, habrán desaparecido.
Todo porque empiezas a saber quién eres, que quieres y que sientes.
Así que empieza a conocerte ya, dí lo que quieres de verdad en tu vida, lo que sientes, quita esas gafas negras que nublan tu vista y mírate en el espejo, y consigue ese armonía en tu vida que tanto anhelas.
Siento que sí de verdad, dijeramos nuestros sentimientos, lo que queremos en cada momento o un gracias de corazón, muchos males de esta sociedad se esfumarían.
¿Dices siempre lo que quieres?¿Te cuesta halagar a la gente o decirle gracias?¿Te conoces realmente bien?¿A quién has dicho hoy Gracias o has elogiado su trabajo? ¿Lo has dicho de corazón?

No hay comentarios:

Publicar un comentario