yace helado sobre la hierba
con los ojos abiertos
Los mendigos le quitaron la ropa
las hormigas le mordieron la lengua
los amantes le arrancaron el corazón
Pero nadie pudo robarle las palabras
Entonces el poeta cerró los ojos y sonrió
Mario Meléndez
Los mendigos le quitaron la ropa
las hormigas le mordieron la lengua
los amantes le arrancaron el corazón
Pero nadie pudo robarle las palabras
Entonces el poeta cerró los ojos y sonrió
Mario Meléndez
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