EL PODER DE LA RISA

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Una de las emociones experimentadas con mayor frecuencia entre los seres humanos es
la alegría. Ésta puede manifestarse exteriormente gracias a la risa, que se considera como 
un reflejo y un sentimiento innato del ser humano, desarrollado por primera vez a la sexta 
semana de nuestra vida.
El papel que ejerce la risa es incidir en el sistema endocrino para que éste ordene al cerebro 
la secreción de una serie de hormonas tales como las endorfinas; en 1975 se descubrió esta sustancia que es la responsable de la sensación satisfactoria, a las que debido  su parecido con la morfina se le nombro Endorfina (morfina endógena), pero coloquialmente se le conoce como hormona del bienestar o de la felicidad, esta sustancia controlan el dolor, la adrenalina,  y que ayuda a estimular la imaginación, la dopamina, que actúa favoreciendo la actividad mental, y la serotonina que, además de poseer efectos calmantes, se encarga de disminuir tanto la ansiedad como el hambre.
Todo este complejo proceso puede traducirse en una larga lista de efectos beneficiosos que 
nos puede aportar el acto de reír, tales como el descenso de la tensión arterial, la liberación 
de la tensión acumulada en la columna vertebral, la reducción del estrés, la estimulación de nuestra inteligencia, o incluso el retraso del envejecimiento de nuestra piel pues, al reír, oxigenamos nuestras células y nuestros tejidos, afirmación que contradice a la falsa creencia 
de todos aquellos que opinan que la risa acentúa las arrugas de nuestro rostro. Además, bajo el estímulo de la risa se liberan sustancias que facilitan la digestión y que estimulan nuestro metabolismo, por lo que la risa debería comenzar incluirse en las dietas de adelgazamiento de todas aquellas personas que deseen quitarse "esos kilos de más" sin renunciar a lo que más les gusta.
Tampoco hay que olvidarse de que, al aumentar nuestra inmunidad ante el ataque de infecciones, la risa puede convertirse en la mejor medicina, ya que existe una estrecha relación entre nuestra salud y nuestro estado anímico, pues si bien las personas alegres y risueñas sufren menos patologías, otras situaciones psicológicas relacionadas con el sistema nervioso contrarias tales como el estrés, el mal humor, el miedo o la inseguridad, producen la disminución de las defensas del sistema inmunológico, que es el encargado de protegernos contra los múltiples organismos agresores que nos rodean y, por lo tanto, las personas estresadas e inseguras tienen muchas más probabilidades de contraer enfermedades que las que afrontan las situaciones incómodas y los problemas de la vida cotidiana con buen humor.
Así pues, la risoterapia, que consiste en una serie de técnicas que sirven como estimulantes del sentido del humor y de la risa, cada vez está teniendo un mayor éxito y aceptación en nuestra sociedad, e incluso se está empezando a considerar en los tratamientos médicos, ya que un minuto de risa equivale a 45 de relajación y a 70 minutos de ejercicio ligero, y, además, no hay ningún peligro si se supera la dosis.
La verdad es que a mayor edad, cada vez nos reímos con menor frecuencia, pues mientras la mayor parte de los niños ríen una media de 300 y 400 veces al día, esta cifra va descendiendo conforme vamos cumpliendo años, hasta tal punto que los adultos solamente se ríen unas 10 veces al día. Otros datos de interés son que los efectos a nivel fisiológico de la risa son muy similares a los que pueden obtenerse con un ejercicio aeróbico moderado, de manera que en tan solo veinte segundos de carcajadas se realiza un ejercicio equiparable a remar enérgicamente durante tres minutos, mientras que diez minutos equivaldrían a 45 minutos de ejercicio en una bicicleta estática, y esto puede deberse a que risas explosivas hacen mover 400 músculos en todo el cuerpo y son capaces, por tanto, de aumentar nuestra flexibilidad muscular.
Si la risa rejuvenece, relaja, elimina el estrés y las tensiones, adelgaza, eleva la autoestima, mejora nuestra salud, nuestro estado de ánimo y nuestra calidad de vida en general, entonces… ¿ qué es lo que nos impide reírnos más a menudo y por qué no decidimos comenzar a afrontar la vida con un mayor sentido del humor?