martes, 22 de enero de 2013

“No existe una receta general para promover el emprendimiento”

http://www.prodem.ungs.edu.ar/blog/2013/01/%E2%80%9Cno-existe-una-receta-general-para-promover-el-emprendimiento%E2%80%9D/ 

Al frente de la División de Competitividad, Tecnología e Innovación (CTI) en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y con larga experiencia en la materia, la experta nos ofrece un panorama sobre los diferentes tipos de barreras que enfrentan las nuevas empresas en América Latina, con eje especial en los emprendimientos de alto impacto. Asimismo, explica los principales instrumentos para promover las nuevas firmas dinámicas en la región.
Prodem: El BID, a través de la División de Competitividad Tecnología e Innovación (CTI), está contribuyendo a promover el emprendimiento en la región, en el marco de las políticas de los países que financia. ¿Cuáles son los problemas que buscan atacar mediante el emprendimiento?
Flora Montealegre Painter: La importancia de promover el emprendimiento viene del impacto que tiene sobre la prosperidad nacional. Los emprendedores construyen nuevas empresas, que a su vez crean nuevos puestos de trabajo y aumentan la demanda en otros sectores con los que se vinculan, además mejoran la productividad de las firmas promoviendo cambios tecnológicos e innovaciones. Y, en términos agregados, contribuyen a elevar el nivel de competitividad de los países. Especialmente en tiempos de crisis económica, el emprendimiento gana importancia: es clave para facilitar los procesos de reestructuración productiva y de creación de empleo en nuevos sectores.
P: ¿Hay diferencias entre países, u observan panoramas similares?
FMP: No existe una receta general para promover el emprendimiento. Todo depende de las condiciones de cada país en cuanto al clima de negocios, el grado de diversificación de la estructura productiva, la disponibilidad de capital humano y el nivel de desarrollo de los mercados financieros y de servicios empresariales y tecnológicos especializados, entre otros factores. Los emprendedores enfrentan fallas de mercado que, según el país, pueden tener efectos más o menos acentuados. Estas fallas suelen impedir el acceso de los emprendimientos a recursos clave -como el financiamiento- y por tanto es importante el apoyo público, para que la sociedad no pierda el potencial valor económico y social de las nuevas empresas.
P: ¿Sobre cuáles emprendimientos centran sus principales esfuerzos, y por qué?
FMP: Los esfuerzos de la CTI están enfocados a la promoción de los emprendimientos de alto impacto, es decir aquellos que generan innovaciones y empleos de alto valor agregado. En este sentido destaco que hay otras áreas del BID, en particular el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), que también apoyan el emprendimiento dinámico, además de su apoyo a emprendimientos de carácter más social.
La justificación detrás del enfoque hacia el emprendimiento de alto impacto proviene de la existencia de abundante evidencia en la literatura que indica que este tipo de emprendimientos son los que más impactan el nivel de desarrollo económico, especialmente a través de la creación de los sectores más modernos de las economías, como por ejemplo los de las tecnologías de información y comunicación, y la bio y nanotecnología.
P: ¿Cuáles son las áreas de actuación de la CTI y los principales instrumentos para realizar la promoción de los emprendimientos dinámicos?
FMP: Las áreas de acción para la promoción del emprendimiento vienen determinadas por las causas de la baja creación de empresas dinámicas. Estas razones varían entre países, pero las más comunes son: (i) la falta de una estrategia nacional y de una política pública coherente de apoyo al emprendimiento; (ii) la falta de una cultura que estimule la vocación emprendedora; y (iii) fallas de mercado que afectan el acceso de los emprendimientos a factores clave como el financiamiento y los servicios especializados, especialmente en etapas tempranas de concepción y puesta en marcha.
Para enfrentar estas dificultades, algunos de los instrumentos utilizados son: (a) la construcción de una estrategia nacional de promoción del emprendimiento; (b) la promoción de una cultura emprendedora a través de concursos de ideas, competencias de modelos de negocios y otros; (c) la introducción de contenidos de emprendimiento en la educación básica y media; (d) la mejora del ecosistema emprendedor a través de asistencia técnica, financiamiento, incubadoras, coaching, entre otros.
P: ¿Qué diferencias establecen desde la CTI entre las políticas para pymes y las que fomentan el emprendimiento?
FMP: La clasificación de pymes se basa en el tamaño de la empresa, según el número de trabajadores, y no tiene relación alguna con la antigüedad de la firma. En cambio, un emprendimiento es definido según la edad del proyecto, y no por el número de personas involucradas. Esto no significa que ambas definiciones sean mutuamente excluyentes. Por el contrario, muchas pymes son emprendimientos y muchos emprendimientos son pymes, pero esto no ocurre en todos los casos.
Aún más, debido a la manera en que definimos emprendimiento en la CTI, existe otro componente diferenciador: la innovación. Los emprendimientos de alto impacto, a los que se enfoca el trabajo de nuestra División, siempre poseen un elemento innovador, ya sea por las características innovadoras del producto o servicio a ofrecer, o por el modelo de negocios en el que se basa las operaciones de la empresa.
P: Uno de los desafíos asociados a la promoción del emprendimiento es la construcción de un tejido institucional capaz de brindar apoyo efectivo a los emprendedores y de gobiernos capaces de definir incentivos y sistemas de aprendizaje. ¿De qué manera enfocan este desafío desde el BID?
FMP: Efectivamente, la institucionalidad de un país es un elemento clave para el buen funcionamiento de las políticas, y no sólo en el caso de políticas de emprendimiento.
Es por esto que el objetivo central del trabajo de la CTI es fortalecer las capacidades institucionales de los países de la región para diseñar e implementar políticas de innovación, desarrollo productivo y emprendimiento. Cada una de nuestras operaciones atiende la parte institucional, a través de componentes enfocados en apoyar los modelos de gestión, la coordinación de políticas, y las capacidades de evaluación. En el caso del emprendimiento, nos preocupa especialmente el apoyar la generación de redes densas de instituciones que trabajen a nivel local o territorial proveyendo distintos tipos de servicios a los emprendedores. Estas organizaciones son una de las piezas clave para que los ecosistemas emprendedores sean exitosos.

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