La neuroplasticidad, la capacidad que tiene 
el cerebro de transformar sus componentes,
sigue sorprendiendo a los científicos.
Muchos de nosotros crecimos con el prejuicio 
de que los procesos neuronales eran 
irreversibles, o que las neuronas eran 
irrecuperables, pero la neuroplasticidad
 y la neurogénesis muestran lo contrario.
Un nuevo descubrimento realizado por biólogos
de la Universidad de Harvard ha alterado los supuestos de la neurobiología –demostrando que 
es posible transformar un tipo de neurona ya diferenciada en otro tipo de neurona dentro del cerebro.
El descubrimiento encabezado por Paola Arlotta y Caroline Rouaux “nos dice que tal vez el 
cerebro no es tan inmutable como siempre habíamos creído, ya que por lo menos
durante una ventana temprana de tiempo se puede reprogramar una clase neuronal  en 
otra”, dijo Arlotta.
Anteriormente Doug Melton, también de la Universidad de Harvard, había descubierto el 
principio de  la reprogramación de células diferenciadas dentro del cuerpo, luego de que el 
Harvard Stem Cell Institute logrará reprogramar células exócrinas del páncreas
 directamente en células beta productoras de insulina.
Ahora Arolotta y Rouaux han probado que las neuronas también pueden “cambiar su mente”. 
En el experimento se atacó neuronas de proyección callosas, que conectan los dos 
hemisferios del cerebro, y se logró convertirlas en neuronas similares a las 
corticoespinales motrices, una de los dos tipos de nueronas destruidas  por la Esclerosis
Lateral Amiotrófica, o Enfermedad de Lou Gehrig. Para lograr esta reprogramación de
identidad neuronal, los investigadores usaron un factor de transcripción llamado Fezf2, 
el cual se sabe juega un papel importante en el desarrollo de neuronas corticoespinales
en un embrión.
La reprogramación fue lograda dentro del cerebro vivo de un ratón, y no en células
aisladas en el laboratorio. Los retos ahora son ver si el experimento es replicable en
ratones más viejos y luego en personas. Si se logra reproducir, las implicaciones son
 enormes, para empezar en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas.
Estas enfermedades afectan generalmente sólo un tipo de población neuronal, dejando 
a las otras indemnes: uno podría convertir las neuronas ilesas en aquellas que la 
enfermedad mata, algo que sería suficiente para mantener el funcionamiento básico.
Este trabajo no sólo tiene implicaciones para la cura de enfermedades sino revela 
una nueva dimensión de enorme potencial en el aumento y perfeccionamiento de las
capacidades mentales de una persona, especialmente orientada al desarrollo de tareas 
específicas. Aunque habría que modular para no caer en un desequilibro, es emocionante
 pensar en lo que podría suceder si por ejemplo aumentaramos en cierto momento la
 cantidad de neuronas espejo en un cerebro, desarrollando estados de hiperempatía,
 por citar solamente un ejemplo. De la mano de la reprogramación celular, la transformación 
neuronal es el heraldo de una era en la que el hombre dejará de tener una identidad 
fija y se convertirá en un proceso de información mutante, que podrá quizás convertirse en 
cualquier cosa.