miércoles, 13 de febrero de 2013

Emprender no es sólo crear empresas

http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/lapurezaestaenlamezcla/2010/10/19/emprender-no-es-solo-crear-empresas.html
Un comentarista llamado Enhiro sacó el tema en mi blog del emprendimiento en otros campos, como el de la ciencia, en su caso la astronomía. Este comentario me tocó de cerca porque justamente soy hijo de un astrónomo, Carlos Varsavsky, pero un astrónomo-emprendedor.


No hace falta hacer empresas para ser emprendedor. Se puede ser un emprendedor social, es decir, un creador de una ONG. Mi amigo Ken Roth, por ejemplo, el fundador de Human Rights Watch, es un emprendedor social. Su organización es especialmente eficaz defendiendo los derechos humanos en el mundo. Su contribución creando Human Rights Watch es enorme. Su poder es social, no jurídico, pero los gobiernos le escuchan. Pero Ken Roth cobra un sueldo normal por dirigir HRW. Su motivación, que es tan grande como la de un emprendedor empresarial, es dejar al mundo mejor que como lo encontró.

Lo mismo pasaba con mi padre. Mi padre era un emprendedor de la astronomía. Después de doctorarse en astrofísica en Harvard, logró conseguir financiación en Estados Unidos para construir el primer radiotelescopio en Argentina, argumentando que la Argentina era uno de los pocos sitios del mundo donde se podía poner un radiotelescopio para “observar” la parte del cielo que solo se ve desde el hemisferio sur. Así como a mí me toca viajar por Estados Unidos para financiar mis empresas en España (porque en España casi nunca consigo gente dispuesta a invertir en temas realmente novedosos), a mi padre le pasaba lo mismo con la astronomía. En la Argentina nunca le hubieran financiado el radiotelescopio, pero él se fue a Estados Unidos y consiguió los fondos.
La falta de este tipo de emprendedores es otro problema en España, donde no solo faltan los emprendedores creadores de empresa y casi todo es vieja empresa o empresa extranjera, sino que aquí hay muy pocos emprendedores sociales y científicos. La mayoría de las ONGs que actúan en España son de otros países. También hay emprendedores científicos, pero los mejores se van.
Pensemos, por ejemplo, qué tipo de vida tendríamos en España si sólo nos dejaran usar cosas inventadas o desarrolladas en este país. No digo que estaríamos en la edad de piedra, pero no mucho más avanzados. Esto me sorprende, porque la capacidad creativa y organizativa del español es muy grande y las ganas de colaborar también. Un gran ejemplo fue la increíble movilización para ir a limpiar el chapapote en Galicia luego del desastre del Prestige. Pero así como en España no se le da el rol que se merece al emprendedor, y la gente mira con enorme desconfianza, por ejemplo, a un Amancio Ortega de Zara (que en mi opinión es un héroe nacional), también la gente desconfía de los líderes no gubernamentales.
Lamentablemente, muchos españoles idolatran al gobierno y prefieren que se ocupe de muchas cosas que yo creo que está menos capacitado para hacer. Los países más exitosos saben mezclar lo público y lo privado. Aquí esto se hace menos, la división es enorme y las prácticas también. El sistema público de oposiciones español es muy rígido y gente muy talentosa no puede acceder al gobierno en momentos claves. Pero el español parece contento con delegar en su gobierno temas claves de innovación social y científica. Es como si la gente creyera que porque paga impuestos el gobierno va a encontrar la mejor manera de avanzar en los campos científicos y sociales. Pero yo creo que el progreso científico y social son temas demasiado importantes para dejarlo sólo en manos de funcionarios. El resultado es que el progreso en España… es importado, y los trabajos aquí mal pagados y aburridos. ¿No será hora de moverse de la periferia al centro de la innovación y la creatividad?



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