Estaba dictando un taller de innovación y creatividad a
un grupo de estudiantes, entonces mientras ellos realizaban las tareas que les
había indicado, aproveché para ir al baño.
A mi regreso al salón, del salón contiguo sale un niño
más pequeño que mis alumnos, con una escoba en una mano y en la otra mano una
pala de basura cargada con polvo y papeles...
En ese encuentro, ¡¡cuál habrá sido la cara que puse,
que el niño se me acercó y me dio un beso!!
Ingresé a mi salón y continué con el dictado del taller.
Cuando el dictado llegó a su fin, todos los alumnos vinieron a saludarme y se iban
retirando, menos un grupo que corrió las sillas trajeron una escoba y una pala y
se pusieron a limpiar la sala.
rr
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