La razón contra la emoción ¿o viceversa?

http://www.canalceo.com/la-razon-contra-la-emocion-%C2%BFo-viceversa/ 
Leo Farache

Acudimos al tercer Congreso de Neurociencia que organizó Ainace (Asoc. Iberoamericana de Neurociencia Comunicación y Economía) que además tuve la suerte y honor de presentar.
Que somos seres emocionales es el descubrimiento (resumido) más importante que los neurocientíficos han realizado durante las últimas décadas. Desde que Antonio Damasio escribiera “El error de Descartes” supimos y pudimos entender que la arquitectura de nuestro cerebro está debidamente estructurada y que permite saber dónde se alojan nuestros sentimientos, nuestras emociones. Sabemos ahora que, como dice Eduardo Punset, que una de las características que diferencia al ser humano de otros seres vivos no es la inteligencia en tanto en cuanto no seamos flexibles. Y sabemos que podemos adquirir esa flexibilidad gracias a la elasticidad que tiene el cerebro…es cuestión de saber más de nosotros mismos y ejercitarnos.
¡Es apasionante!
Estas reflexiones se pueden aplicar a todos los terrenos en la que se establece una relación entre personas. Podemos ser capaces de ayudar a aprovechar la elasticidad del cerebro en la educación de nuestros hijos, podemos conseguir la ansiada felicidad, podemos conseguir influir en aquellos que nos rodean en el ámbito empresarial – compañeros, subordinados, clientes, proveedores -, podemos dialogar más eficazmente con nosotros mismos. El cerebro contiene la solución.
El CEO y fundador de Unobrain, José Ignacio Bescós sugirió que el entendimiento del carácter emocional de parte de nuestro cerebro no debería suponer el “enterramiento” de la razón. Nos costó siglos desligarnos de la fe como única conductora de los actos, incorporamos la razón como eje vital y no se trata ahora de “matar” ni a la fe (que bien aplicada ayuda a tantas personas), ni la razón (que nos permite objetivizar), ni por supuesto la emoción (que nos permite, entre otras cosas, empatizar)
La ciencia aplicada a los negocios encuentra su expresión más transversal en el conocimiento del cerebro. Motivar, segmentar, comunicar, entender son verbos, acciones sin las cuales las empresas no pueden progresar verdaderamente. Cada uno de esos verbos requiere de interacciones con el cerebro y solo el conocimiento científico (que no significa absoluto) de nuestro órgano más importante nos puede conducir por la senda del verdadero florecimiento.

La muerte de la privacidad

http://www.xaviermarcet.com/2013/10/la-muerte-de-la-privacidad.html





Uno de los signos de nuestra era es la pérdida de la privacidad. Se agotó la ingenuidad. Lo que viene por delante, el Big Data y la Internet de las cosas, promete grandes avances, pero no precisamente en privacidad. Al menos, la privacidad como la entendimos hasta la revolución de las TIC. Esa privacidad que Philippe Ariès y George Duby relataron en su gran obra “Historie de la vie privée” (1987). ¿De qué sirve en un país tener leyes muy restrictivas en protección de datos si luego los servicios secretos cambian cromos con nuestros datos sin ningún rubor? La privacidad clásica ha muerto. Con la privacidad pasará como con el tiempo, será algo que los solamente los muy ricos o los más irrelevantes pueden disfrutarlo. Mientras nos acostumbramos a vivir en transparencia deberemos ser conscientes de algunas cosas:

1. La comunicación privada será peripatética. No irá mucho más allá que la conversación con amigos paseando sin aparatos conectados. Los bares, restaurantes y despachos estáticos me dicen los entendidos son de muy fácil escucha. El teléfono, por lo visto, es un medio de comunicación semi – público.

2. Nuestro Gmail, Hotmail o correo Apple no son cerrados. Sobre los criterios que van a usar para abrirlo los funcionarios en  USA no creo que nadie pueda hacerse ilusiones sobre el respeto que tendrán.

3. Las redes sociales son un campo abierto. La privacidad es una ilusión. Es cierto que determinadas prácticas o imprudencias fomentan una exposición más arriesgada, pero la exposición es consustancial a las redes sociales.

4. Se acabó el consenso y el silencio. Por honesta discrepancia o por insidias o difamaciones interesadas, deberemos aprender a vivir sin consenso sobre las personas y deberemos construir criterio sobre las mismas más allá de lo que alguien pueda llegar a decir de alguien. No hay control sobre la comunicación sobre nadie ni desde nadie.

5. La privacidad, de momento, es un espacio interior, con el permiso de la biotecnología entrante. Quizás un día Google Maps cartografiará el alma de cada uno.

6. Los secretos, la propiedad intelectual y la confidencialidad serán una heroicidad o una casualidad.

¿Será un drama vivir sin privacidad? Será distinto. Habrá que aprender a forjar identidades más permeables.  Deberemos desaprender algunas de las cosas que aprendimos recientemente. Construir una nueva privacidad es uno de los grandes retos de innovación que tenemos por delante. La privacidad clásica será un gran negocio, un lujo. 

(la imagen pertenece a una obra de Giovanni Bellini)

decisiones empresariales

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-10-31/las-10-razones-por-las-que-bezos-suele-acertar-en-sus-decisiones-empresariales_45031
El CEO de Amazon, durante una conferencia en Las Vegas. (Richard Brian / Reuters)Comprar uno de los grandes medios de comunicación de papel en pleno 2013, cuando todos los caminos de futuro apuntan a la red, puede parecer un suicidio. Pero también lo era apostar tan fuerte por la venta por internet a comienzos de los años noventa, y es lo que ha conseguido que Jeff Bezos,director ejecutivo de Amazon, sea el empresario de moda, el hombre llamado a sustituir a Steve Jobs en el altar del mundo de los negocios.
Aprovechando su auge y su creciente presencia en los medios de comunicación, el periodista de Bloomberg Brad Stone ha publicado The Everything Store: Jeff Bezos and the Age of Amazon (Bantam Press), un recorrido por la vida y milagros del que fue para la revista Time la persona más importante del año 1999. Stone ha tenido acceso a Bezos y a su familia para relatar una historia que, sin ser completamente complaciente, define de manera acertada cuáles han sido las claves que han conducido a Bezos al éxito.
La mejor verdad para cada momento
Bezos, señala su biógrafo, es un relativista, pero con un fuerte punto de vista. No existen verdades absolutas, sino verdades que se adaptan a cada momento y lugar, y encontrarlas es la misión de la empresa y sus dirigentes. Una vez se han identificado, hay que seguirlas allá donde nos lleven.
Rechazar la sabiduría popular
Si Bezos hubiese pensado como los demás, nunca habría fundado una de las compañías pioneras del siglo XXI. Las viejas fórmulas no tienen por qué funcionar siempre, especialmente en un contexto empresarial muy diferente al que conocíamos. Por eso, es necesario “reinventar cómo se hacen las cosas” en cada uno de los asuntos que conciernen a la empresa.
Ser siempre “el más listo de la habitación”
Una de las críticas más fuertes que se ha planteado al modus operandi de Bezos es que siempre se sale con la suya, incluso cuando no tiene razón. Ello le ha llevado en ocasiones a ignorar a algunos de sus empleados, incluso cuando disponían de más información que él sobre determinadas cuestiones, pero también ha sido ese fuerte personalismo lo que ha permitido que la firma llegue más lejos que ninguna otra.
Todos actúan como él, pero no siempre le dan la razón
Stone habla en el libro de los “Jeff bots”, es decir, “robots Jeff”, que son todos esos hombres de confianza de Bezos que terminan comportándose como él. No obstante, no se trata de esos famosos “yes men” cuyo principal rol dentro de la empresa es darle la razón al jefe, sino que simplemente y llanamente se mueven, hablan y se comportan como Bezos. Stone señala que el estilo del CEO es tan contagioso que, por una parte, termina haciendo que todas las figuras de mando se comporten como él y, por otra, favorece que aquellos que llegan más lejos son los que comparten su visión y su entusiasmo.
Seguir el instinto
“Siempre marcha hacia adelante sin la menor duda”, señala Brad Stone en una entrevista. Bezos toma riesgos y ello le ha llevado a cometer errores –como cuando en los noventa pasó cinco años siendo perseguido por los inversores tras sobrevalorar las posibilidades de su plan de negocio–, pero también a adelantarse a muchos otros.
La importancia de revisar cada eslabón de la cadena
Si quieres, puedes escribir a Jeff. Es tan sencillo como enviar un correo electrónico a jeff@amazon.com. Por supuesto, Bezos tiene cosas bastante mejores que hacer que leer todas las quejas de los clientes, pero la leyenda cuenta que, de cuando en cuando, suele revisar los correos que llegan a dicha cuenta y, si resulta que uno de ellos es una queja sobre algún aspecto que Bezos desconocía, es probable que alguien reciba un e-mail con una interrogación en el asunto. Mala suerte: en apenas unas horas estás obligado a resolver el problema y, por supuesto, a dar explicaciones al amo.
Una cultura de la confrontación
Stone no tiene ningún reparo en definir la cultura empresarial de Amazon como “de la confrontación”, en concreto, entre trabajadores y clientes, que siempre son lo más importante. Bezos considera que la verdad sale a la luz cuando se confrontan ideas opuestas, o cuando se actúa con dureza. Los testimonios de antiguos trabajadores que nunca volverían a la firma abundan, como es el caso de la emprendedora Jenny Dible, que ha confesado en alguna ocasión que se trata de una “cultura de gladiadores”.
Amazon funciona como el cerebro de Bezos
En una entrevista, Stone señala que la forma de manejar la información en una jerarquía tan compleja funciona de manera muy semejante a la manera en la que Bezos comprende el mundo. “Está montada de manera que se le presenten una serie de tableros de ajedrez a Bezos, posicionados de manera que pueda jugar todas las partidas al mismo tiempo”.
No tolera la estupidez
En un episodio rememorado en el libro, Bezos le pregunta a un ingeniero después de una presentación por qué ha malgastado su tiempo. A pesar de episodios de tal dureza, Stone cree que no se trata de una persona cruel, sino que simplemente le gusta extraer el máximo de sus empleados. Y si ello no es posible, no los necesita. Como explica el autor, si no tienes su misma mentalidad de “vamos a conquistar el mundo”, estás condenado.
Exprimir hasta el máximo el último centavo
La historia presenta a Bezos como un empresario bastante agarrado, a pesar de que la buena marcha de la compañía ha hecho que sus empleados puedan permitirse algún lujo más. Stone explica que, en los comienzos de la compañía, Bezos no daba abonos de transporte a sus empleados “para que no corrieran a salir del trabajo para coger el autobús”.

Creatividad: Roba como un genio

http://www.yorokobu.es/roba-como-un-genio/ by  

Picasso en Brasil
Shakespeare, Da Vinci, Picasso, Orson Welles, todos genios, todos ladrones. El arte de estos hombres no aparece de la nada, sino de “robar” a los artistas muertos, a los coetáneos, a sus maestros. Cada uno de ellos es un ejemplo de una cita del pintor malagueño:
Los grandes artistas copian, los genios roban.
De esto se habla en el post, de genios ladrones y qué pueden enseñarnos.

Tu idea vs. la originalidad

Acabas de tener una gran idea. Estás eufórico y piensas:
“Esta tarde empiezo y no paro. Y la próxima semana la acabo”.
Y se lo cuentas a tu madre, a tu pareja, a tus amigos… quieres que el mundo se entere de tu gran idea. Y llega la tarde, y te sientas a trabajar en la idea, y nada… La idea está en la cabeza, hasta da patadas para salir, pero has puesto un freno:
“Bueno, igual no es tan original…”
Y la idea muere prematuramente, sin balbucear, sin haber dado sus primeros pasitos. Manda a paseo a la señora originalidad y piensa que los genios no se paran a pensar en la originalidad: roban.

Recicla, tunea

Hay películas, novelas, pinturas que recuerdan a otras películas, novelas, pinturas… Imitaciones vulgares cuyo objetivo es el lucro inmediato. Lo curioso es que genios como Shakespeare‘roban’ argumentos y personajes ajenos, y el mundo aplaude.
¿Por qué?
Shakespeare ‘tunea’ una obra ajena; convierte un vehículo corriente en una pieza única.
Shakespeare toma material ajeno como punto de partida, no como fin; aporta lo que falta al original: pasión, el detalle psicológico, el lenguaje elaborado. Piénsalo así: Shakespeare ‘tunea’ una obra ajena; convierte un vehículo corriente en una pieza única.
Shakespeare - Influencias

El genio es el estilo

Cuando hablamos de una obra, sea una pintura, una novela o una película, decimos que tiene “el toque de…” o “el estilo de…”. Rara vez decimos que nos ha sorprendido el tema. Una chica que busca a una chica desaparecida puede ser una película de domingo por la tarde o un vehículo para los ‘desvaríos’ de David Lynch. Un hombre maduro que se enamora de una jovencita puede ser una excusa para desnudos gratuitos o una obra de Woody Allen.

No rompas con la tradición, entra más en el bosque

“Quiero romper con la tradición”, puede conducir a la frustración. El arte es un camino que llega hasta el bosque: unos se adentran un poco, otros un poco más y otros atraviesan el bosque…Piensa en Leonardo: alumno de Verrocchio, adelantó al maestro y asimiló y superó los estudios sobre la pintura de sus coetáneos.
Leonardo escribe en sus notas que hay dos artes: uno es puramente imitativo y solo está destinado al lucro (a lo que gusta en el momento); otro, va unos pasos por delante y está destinado a la gloria.
A veces, el atrevimiento son dos metros. En muchos casos, dos metros es una transgresión.
Leonardo de Vinci - Influencias

Si has atravesado el bosque, toma caminos olvidados

Puede que hayas atravesado el bosque o puede que te llame la atención un pequeño camino antiguo… Tómalo. Piensa en Picasso. Asombró al mundo con Las señoritas de Avignon.
¿La receta?
Un arte extranjero, un arte antiguo, una corriente recién muerta (fauvismo) y dos metros más allá que Cezanne. Mezclar, agitar y no tener miedo a servirla.
Picasso - Influencias tomadas
‘Robar’, mezclar y agitar es también lo que hizo Orson Welles con Ciudadano Kane. Welles tomó la biografía de un personaje real, rehizo a su estilo el guion de Herman J.Mankiewicz, la fotografía de Gregg Toland… Welles ejerce como demiurgo más que como creador: ordena las distintas partes para crear una pieza única.
Orson Wells - Influencias recibidas
Parece que la osadía es la característica principal del genio; la osadía y “algo que contar” porque hay obras osadas pero vacías. El genio es como el niño que pega lentejas en un folio:
MAMÁ TE QUIERO
El niño no repara si otros niños a su alrededor escriben MAMÁ TE QUIERO. El niño hace una pieza única para una madre única. En estas lentejas está el alma del niño y la madre lo sabe.
Picasso en Brasil

"Ser emprendedor no es una decisión irreversible"

http://www.expansion.com/2013/10/30/emprendedores-empleo/emprendimiento/1383160281.html 
Asesor de pequeñas y grandes corporaciones, Bob Dorf ha creado numerosas start up. Asegura que emprender es una de las mejores escuelas para mejorar la carrera profesional. Sin perder ni un ápice de su semblante risueño, Bob Dorf dice que ser inversor es una de las tareas menos satisfactorias que existen. Si no llevara años dedicado a asesorar e apoyar económicamente a empresas, esta afirmación no tendría la menor importancia. Sin embargo, se le perdona. Está claro que este estadounidense, afincado en Stanford, tiene madera de emprendedor: dejó una carrera exitosa como periodista a los 22 años para montar su propia empresa y ya ha creado seis. Y entre las que siguen en pie gracias a su ayuda se encuentra E.pihany, la octava start up que creó su amigo Steve Blank. Con él ha escrito El manual del emprendedor –Gestión 2000–, un best seller que se utiliza en más de 200 universidades en todo el mundo, y cuyos detalles analizaron en una jornada celebrada la semana pasada en el campus madrileño de la EOI. Al contrario de lo que muchos expertos y profanos del emprendimiento puedan pensar, Dorf es consciente de que emprender no es una cuestión irreversible: "Como cualquier tipo de actividad, enriquece la valía de un profesional que, si lo desea, puede volver a trabajar por cuenta ajena con un background que muchas organizaciones demandan para impulsar la innovación y reinventarse en estos momentos tan competitivos". – ¿Qué puede aprender un nuevo empresario de un inversor? Lo que puede aprender tiene que ver con patrones de comportamiento relacionados con el reclutamiento, aspectos comerciales y de márketing. A diferencia del que inicia un negocio, un inversor está expuesto a muchos mercados. Sin embargo, creo que los mejores inversores son aquellos que han tenido la necesidad de tomar decisiones relacionadas con el negocio: han trabajado para tener éxito, han estado expuestos a fracasos y han actuado en consecuencia. – Un mal gestor, ¿puede acabar con una start up que tenga un futuro prometedor? No creo que los emprendedores sean malos gestores. Las habilidades de gestión son innatas en aquellos que deciden poner en marcha una empresa. Lo que sucede es que no todos saben evolucionar. Las habilidades que se necesitan en los inicios o para reinventar un negocio son distintos a los que se requieren cuando la compañía tira para arriba. Alcanzar la madurez empresarial depende en gran parte de la capacidad de aprendizaje del emprendedor, ambos tienen que ir en paralelo. – Y en esta cuestión, ¿predica con el ejemplo? Reconozco que me aburro más en una empresa de 400 empleados que en una que que no supera la decena. En el primer caso hay que dedicar mucho más tiempo a gestionar personas que al negocio. – Entonces, ¿qué se necesita para ser emprendedor? Cuando alguien toma la decisión de ser su propio jefe debe estar seguro de que existe una buena razón para ello, de que es creativo, es capaz de controlar su destino y confía en las oportunidades. Es un trabajo muy duro que no todo el mundo soporta. En mi clase de máster, sólo cuatro o cinco de los cincuenta alumnos se convertirán en emprendedores. El resto mirarán para otro lado y se volverán a la empresa privada. – Es consultor de reconocido prestigio para compañías del Fortune 500. ¿En qué difiere esta asesoría de la que ofrece a una start up? Es como la noche y el día. Las grandes cuentan con millones de clientes y saben cómo funcionan, algo que queda muy lejos a los negocios que empiezan. También poseen retos y competidores que desconocen las start up. Sin embargo, al contrario que las nuevas empresas, tienen aversión al riesgo. Pocos CEO se embarcan en un nuevo proyecto que tiene un 97% de posibilidades de fracasar, un porcentaje que manejan las nuevas ideas. La cultura de las grandes corporaciones está orientada al éxito, de manera, que cualquier proyecto debe tener gloria asegurada. – Entonces innovar resulta prácticamente imposible... Es más complicado. Las grandes ejecutan conforme a una estrategia definida. Los profesionales más innovadores son conscientes de que se juegan el puesto si se salen de ese marco. Y si encuentran a alguien dispuesto a hacerlo está claro que lo pondría en marcha por su cuenta, no se la jugarían por la empresa si no por su proyecto: los profesionales más brillantes abandonnan su empleo por un negocio propio. Las corporaciones están llenas de reglas y procedimientos que minan el coraje que se requiere para impulsar el cambio. – ¿Existe el talento que demandan las start up o son ellas las que tienen que crearlo? Depende del lugar del planeta. En Silicon Valley, Nueva York, Boston o Tel Aviv si estás dipuesto a pagarlo es sencillo encontrarlo. – ¿No está relacionado con el objeto de negocio? La mayoría de las start up demandan conocimientos relacionados con el ámbito tecnológico. Por ejemplo, en Silicon Valley hay cientos de programadores y desarrolladores que encajan con el perfil que ahora necesitan esos nuevos proyectos; en Nueva York decenas y en Colombia probablemente no más de cuatro. Sin embargo, en Barranquilla conozco a un genio de las webs que ha logrado atraer talento de todos los puntos del planeta. Cuenta con una plantilla de ochenta personas. Pero si no es así, en casos muy extremos, contrata a profesionales que desarrolla para que encajen en el proyecto. – ¿Cuál es el mejor país para emprender? Por afinidad diría que Estados Unidos, pero también China. – ¿Tiene que ver con el volumen de inversores o de clientes? No creo que dependa de las posibilidades de financiación. Si tienes una buena idea puedes tener éxito en cualquier parte. Depende en gran parte del número de mentores, asesores y emprendedores en los que los nuevos empresarios puedan apoyarse para lanzar sus proyectos. Las start up necesitan conocimientos especializados que les ayuden a lanzar su idea y la conviertan en un empresa sostenible. 

"Ser emprendedor no es una decisión irreversible",Emprendedores&Empleo, expansion.com

tips para aprender lo que sea con el tiempo que tenés

http://www.quelapaseslindo.com.ar/2013/10/30/como-aprender-cualquier-cosa/?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+quelapaseslindo+%28Que+la+pases+lindo%21%29 
5 tips para aprender con poco tiempo
¿Qué cosas te gustaría saber hacer? Y de esas… ¿Cuántas estarías dispuesto a aprenderlas invirtiendo el tiempo, esfuerzo, y a veces hasta dinero necesario? Si ya lo tenés claro, acá tenés 5 tips para aprender lo que sea que quieras en ese poco tiempo que decís que tenés al día.

http://www.redbull.com/ar/es/posts/1331618382814/c%C3%B3mo-aprender-en-5-pasos-y-poco-tiempo
5 tips para aprender con poco tiempo
¿Querés saber kung-fu? Listo. ¿Querés saber dibujar? Listo. ¿Finanzas? ¿Fotografía? ¿Inglés? ¿Chino mandarín? ¿Ciencias alternas de la floricultura? LISTO EL POLLO.
Seríamos todos expertos en todo (porque ahora, aunque Twitter nos haga creer lo contrario: ¡NO, NO LO SOMOS!). ¡Pero al mismo tiempo sería un lío! Sería tan poco el esfuerzo, tiempo, y dinero que se gastaría en aprender esas cosas, que todos sabríamos todo y nadie contrataría a nadie para construir su casa, ni para las fotos de su casamiento, ni traductores, ni contadores que lleven sus impuestos, ni nada.
Pero como el mundo todavía no funciona así, a las cosas que querés saber hay que aprenderlas de la “forma tradicional”: Hay que sentarse, invertir tiempo, esfuerzo, y a veces también dinero. ¿Pero cómo hacerlo de la mejor manera en un mundo en el que “tenemos cada vez menos tiempo“?
Ya sea que quieras aprender fotografía, programación, edición de video, idiomas, dibujo, manejo, o hasta un deporte, se puede sacar un patrón de aprendizaje general para organizarte mejor y aprender lo que quieras en menos tiempo.
Leyendo varios artículos y algunos libros publicados sobre el tema del aprendizaje en los últimos días, llegué a una lista de 5 consejos que pueden servir para aprender lo que sea con el “poco tiempo con el que contamos” hoy en día (se notan las comillas, ¿no?):
1) Comprometerse con la causa. ¿Realmente queremos aprender esto? Todos queremos saber todo, pero no queremos hacer el esfuerzo de aprenderlo. La pregunta ahora es si lo queremos tanto como para ponernos a aprenderlo. ¿Estás seguro? ¿No es sólo un calorcito de hoy que se te va a ir literalmente mañana? ¿Por qué lo querés? ¿Te imaginás haciéndolo? ¿Por qué lo pondrías como prioridad cuando sea necesario ponerse manos a la obra?
2) Dividir el aprendizaje en pequeños aprendizajes. Pasa con todo: Vas a ver a un gran guitarrista, a decidir que querés aprender a tocar la guitarra, y después a morir ahogado en el gran mar del aprendizaje guitarrero. Dividilo en partes. Empezá con una nota, aprendé a tocar una canción, primero sacá alguna técnica. No intentes correr la maratón de 42 km apenas largás, empezá paso por paso. Y que cada paso cuente.
3) Tené un plan. Ya seleccionaste lo que querés aprender, decidiste que lo querés en serio, y lo dividiste en pequeños aprendizajes. Ahora comprometete a seguir un plan. Una hora por día, tantos días por semana, a tal horario, en tal lugar, de tal manera…hasta que consigas el objetivo que buscabas.
Ponete un mínimo de días o de horas invertidas en aprender y comprometete a cumplirlas. Si no llegás NUNCA a conseguir el objetivo que buscabas (porque supongamos que te diste cuenta que no es lo tuyo de ninguna manera, o que “te está dejando de gustar”), cumplí por lo menos el objetivo de tiempo que te planteaste. Eso te va a ayudar a no abandonar simplemente cuando la cosa se pone difícil. X cantidad de horas o cumplir un objetivo, lo que suceda primero. Pero no dejarlo antes.
4) No te compares. Por lo menos no al principio. Si te comparás con un profesional, un usuario avanzado, o hasta con ese amigo que lo hace tan bien, estás siendo injusto con vos mismo. No dejes que el cerebro compare (si lo dejás lo hace automáticamente), ni te dejes frustrar por no ser un genio al principio. Cada uno tiene sus tiempos de aprendizaje y TODOS en algún momento vamos a ser horribles en eso que hacemos (mejor que lo sepas de antemano :P ). Si por la comparación pasa a ser un sufrimiento cada vez que lo hacés, dificilmente siga valiendo la pena. Así que no te compares.
5) Practicá. Pero mucho. Sí: investigá, leé, preguntá a alguno que ya lo esté haciendo, estudiá, mirá videos, y demás. PERO HACÉ. Practicá, probá, aplicá eso que leés. Dejá de estirar el tiempo en el que “estás investigando” y ponete manos a la obra. Muchas veces ese tiempo se convierte en una excusa. Cuando empieces a HACER vas a aprender y fijar mejor todo lo que leíste. AHÍ estás aprendiendo.
Así que dejá por un rato las excusas, dejá de dar vueltas (“procrastinar” como le dicen ahora), y empezá a aprender. Quemá todos los botes de excusas (en los que sabés que te vas a subir apenas la cosa se ponga difícil), y comprometete en serio. Si pasó el primer punto es porque realmente vale la pena. ¡Así que manos a la obra! :)

EL AMOR: LA GRAN MEDICINA

http://www.alexrovira.com/soluciones/articulo/el-amor-la-gran-medicina


“El amor todo lo vence.”
 PUBLIO VIRGILIO MARÓN


Leo Buscaglia, en su bello libro “Amor. Ser persona” afirma: “A pesar de que el niño no conoce ni comprende la dinámica sutil del amor, siente desde muy temprano una gran necesidad de amar y la falta de amor puede afectar a su crecimiento y desarrollo e incluso provocarle la muerte”. También hoy sabemos que la falta de amor es la causa principal de una buena parte de las enfermedades psicológicas que no paran de ir en aumento en Occidente: desde la angustia, pasando por la depresión, hasta la neurosis e incluso la psicosis nacen, en mayor o menor medida, de esta carencia. Sin el trato amable, no se satisface una necesidad fundamental que nos permite seguir sintiéndonos bien, experimentar la alegría, desarrollarnos: sin amor es más difícil crecer.
Pero yendo más allá, las ideas que Claude Steiner refleja en su libro “Los guiones que vivimos” apuntan a direcciones muy interesantes: “las caricias son imprescindibles para sobrevivir”, concluye este especialista; si no las recibimos, se pone en marcha un mecanismo de supervivencia instintivo que nos lleva a demandarlas —a menudo de manera inconsciente— a cualquier precio. Bajo esta premisa, estamos dispuestos incluso a recibir caricias negativas antes que no recibir ninguna caricia, o parafraseando a Faulkner, preferimos el dolor a la nada, la bofetada a la ignorancia, la pena al vacío, el desprecio a la indiferencia, el grito a la apatía. Es a partir de este mecanismo que se pueden comprender determinados comportamientos humanos, que van desde el masoquismo hasta la rebelión gratuita. Por ejemplo, el niño que se rebela reiteradamente y sin motivo objetivoaparente quizás lo que hace es buscar con desesperación la atención de unos padres ausentes. Quizás el pequeño, con su comportamiento agresivo, rebelde, transgresor hace una llamada exasperada a la atención de sus padres para que éstos le marquen un límite o aún mejor, para que estén por él de verdad.
Cuando es positiva, sincera y deseada, la caricia transforma. En el juego amoroso y en la lujuria desatadanos transporta al movimiento, al ardor, al entrelazamiento, al clímax y a la relajación dichosa. En la ternura, nos conmueve y emociona. En la amistad, el abrazo nos une y nos hace cómplices. Incluso la paz y la buena voluntad se manifiestan en el encuentro de dos manos que se enlazan firmemente en el tacto de la caricia. También en el dolor y durante el duelo, el mimo y el abrazo del ser amado hacen soportable la pérdida porque apuntalan el alma herida.
Las caricias abren además la puerta a la conciencia de nuestro cuerpo. ¿Conocemos los matices y el infinito espectro de sensaciones que pueden despertar las caricias del ser amado? ¿Conocemos en detalle la piel de nuestra pareja, del ser querido o deseado con el que nos sumergimos en contacto íntimo? Más bien no. En general,conocemos poco nuestro cuerpo y aún menos el del ser amado. Le dedicamos poco tiempo y atención. En él existe un universo que jamás acabaremos de explorar, porque el tiempo además aporta nuevas dimensiones y sensaciones que matizan y amplían continuamente la experiencia de reconocimiento del cuerpo de la persona amada.
Frente a la comunicación a distancia y a la sobresaturación de estímulos, disponemos de un recurso sumamente económico pero altamente valioso: caricias y tacto; contacto y ternura. Muestras de afecto en el cuerpo a cuerpo en lugar de tanto teléfono móvil, internet, televisión y demás media. Quizás hoy, buena parte de los problemas de salud psicológica y física que estamos viviendo, en una sociedad cada vez más estresada y bulímica, son gritos desesperados de nuestros cuerpos que llevados por una inteligencia arcaica, esencial y profunda reclaman ver satisfecha su necesidad de encuentro íntimo con el otro. Una intimidad que no es solo o necesariamente encuentro sexual, sino que es, ante todo, necesidad de encuentro sincero, de amor. ¿Y si en lugar de atiborrarnos diariamente de banalidades, historias ajenas o pasatiempos de escaso valor emocional e intelectual nos sumergiéramos en los matices de la caricia con aquellos a quienes deseamos expresar nuestro afecto? Sin duda, el mal humor, la depresión, la angustia e incluso la tristeza descenderían drásticamente. “Haz el amor y no la guerra”, rezaba el eslogan pacifista, y no estaría de más retomarlo hoy.
Porque acariciarnos estimula las endorfinas, aquellas hormonas naturales que segregamos y que nos hacen más soportable el dolor amén de aportarnos una profunda sensación de bienestar. Además, sabemos que en caso de crecer y vivir en ausencia de caricias, de contactos afectuosos, de abrazos, nuestros cerebros tenderán a tolerar poco el estrés, la ansiedad y el dolor. Porque cuando hablamos de caricias estamos hablando de algo más que de una cuestión de puro tacto, calor, o sensaciones. Es el significado que acompaña a la caricia, el mensaje de atención y cuidado, el deseo de abrir la puerta al placer, lo que hace que el vello se erice, que el escalofrío surja y que la emoción se despliegue. El tacto acompañado de ternura y afecto, transmite mensajes que requieren mil palabras para ser descodificados. Una caricia puede llegar a ser el único medio para expresar lo innombrable. Su mensaje es sutil y profundo a la vez. Porque la caricia ya habla incluso antes de manifestarse. Está ya presente en su intención. Como lo expresó Mario Benedetti cuando escribió: “Como aventura y enigma/ la caricia empieza antes/ de convertirse en caricia”.
Luego, la invitación a la que llegamos es simple: podemos incluir en el espectro de nuestro lenguaje, con nuestros afectos, el gesto amable, próximo, conciliador y tierno de las caricias. Podemos elegir incluir en nuestro alfabeto comunicativo y en nuestra dieta emocional una saludable dosis de ternura a través de la piel para construir nuestra Buena Vida y la de los que nos rodean. ¿Cómo realizarlo, entonces? ¿Cómo podemos comunicarnos mejor con aquellos a los que amamos? La respuesta, tal cual, está en nuestras manos.
Palabras para una Buena Vida:
 Informe sobre caricias
 1
La caricia es un lenguaje
si tus caricias me hablan
no quisiera que se callen
2
La caricia no es la copia
de otra caricia lejana
es una nueva versión
casi siempre mejorada
3
Es la fiesta de la piel
la caricia mientras dura
y cuando se aleja deja
sin amparo a la lujuria
4
Las caricias de los sueños
que son prodigio y encanto
adolecen de un defecto
no tienen tacto
5
Como aventura y enigma
la caricia empieza antes
de convertirse en caricia
6
Es claro que lo mejor
no es la caricia en sí misma
sino su continuación
 (Mario Benedetti)

Álex Rovira