"Tenemos la capacidad de imaginar cómo será nuestro futuro dentro de varios siglos. Y, aunque sepamos que nuestra tarea no concluirá en esta vida, debemos ponernos ya manos a la obra. Esta generación tiene la responsabilidad de remodelar el mundo. Si nos aprestamos a ello, es posible y, por más difícil que parezca, nunca debemos desfallecer". Dalái Lama
La empatía ocurre cuando somos capaces de suspender nuestro foco atencional “único” (nuestra propia mente), para adoptar un foco “doble” al tener en cuenta también la mente del otro.
Jack Dorsey aconseja a los emprendedores jóvenes que no se esperen a tener al inversionista adecuado o al equipo ideal. Empieza a trabajar en tu proyecto y lo demás se irá dando por sí solo.
Quedan apenas 24 horas para que acabe el 2015 y comience el 2016... y como diría el grupo musical Mecano en su clásica canción por estas fechas: Otro año más.
Las fechas clave suelen ser época de análisis, ajustes y buenos propósitos aunque luego, en la mayoría de los casos, todo quede en agua de borrajas, porque nuestra vida es el resultado de nuestros hábitos, y los hábitos —bueno (virtudes) o malos (vicios)— sólo se construyen a base de disciplina. Por eso Jim Rohn, incluido en Aprendiendo de los mejores (Alienta, 9ª edición) decía que el éxito no era otra cosa que la aplicación diaria de la disciplina, es decir, de hacer lo que se tenga que hacer aunque no apatezca. Y eso es un tema de compromiso, como todo en esta vida, y el compromiso se tiene o no se tiene. De todo ello hay un capítulo específico en Tu futuro es HOY(Alienta, 2ª edición).
Para aquellos que tengan el compromiso de hacer de la disciplina su modus vivendi, aquí os dejo 50 posts que me han gustado junto a otros artículos míos en diferentes plataformas y que he ido dejando en redes sociales a lo largo del año y que os pueden servir de inspiración y orientación en el camino hacia el éxito.
http://emprendedoresnews.com/tips/neuroceguera-de-la-conciencia.html La conciencia es información compartida por todo el cerebro. Es un dispositivo que selecciona algo, le presta atención, y lo mantiene activo dentro de un sistema de transmisión, con el objetivo de planear el logro de metas.
La conciencia es uno de los problemas más complejos de la ciencia. En charlas de café todos tienen su teoría para diferenciar la mente del cerebro, pero desde la década del cerebro (1990-2000), las neuroimágenes permitieron ver qué ocurre en el cerebro mientras piensa, y hoy, en los laboratorios, con estimulación controlada por imágenes, las neurociencias investigan experimentalmente los eventos cerebrales.
El 2 de abril de 2013, Barack Obama, presidente de EEUU, al anunciar el plan BRAIN dijo: “Podemos identificar galaxias que están a años luz, estudiar partículas más pequeñas que un átomo, pero no hemos desentrañado el misterio de ese kilo y medio de materia situada entre las orejas”.
Los experimentos de manipulación de la mente facilitaron una mejor visión de la conciencia gracias a la mayor relevancia otorgada a la subjetividad del hombre. Así el tema de la conciencia, salió de la agenda exclusiva del metafísico. Hoy se sabe que sus elementos principales son: el estado de vigilia, la focalización de la atención y el acceso consciente a la información mediante su selección, almacenamiento y comunicación.
El cerebro posee una zona central donde simplifica, amplia y propaga los pensamientos relevantes. Al tomar conciencia, retiene y reflexiona sobre un tema en función de planes y metas. Las neurotecnologías le aportan un significado científico al legado de Sócrates: “Conócete a ti mismo”
Ilusiones ópticas. Los conductistas tenían razón en dudar de la introspección, porque engaña, pero eso es sólo la mitad de la ecuación, lo importante es conocer por qué sucede. Los experimentos demuestran que la conciencia puede ser fácilmente engañada. Fije la vista en el signo + y verá que los círculos desaparecen y aparecen aleatoriamente. El estímulo es objetivo pero algo subjetivo hace cambiar la percepción.
Imágenes rivales. En condiciones habituales, si bien cada ojo capta algo diferente, no experimentamos la visión doble. Pero hay imágenes que se disputan la atención del cerebro, sin que pueda decidirse por una de las dos. En el ejemplo es inevitable pasar del pato al conejo y viceversa.
El gorila invisible: Esta prueba muestra que pasa al concentramos en algo. Es un partido entre jugadores vestidos de blanco y de negro. La misión es contar el número de pases de balón entre los del equipo blanco. Vea el video:
Si lo vio concentrado seguramente no pudo ver a un gorila negro que pasaba sin prisa por allí. Véala de nuevo.
¿Es el cerebro manipulable? Hay un spot producido en el año 2000 por el Partido Republicano con el que George Bush critica a Al Gore, su rival en las elecciones presidenciales. Hacia el final hay una frase: “En el plan Gore para medicamentos los burócratas deciden”. En el film aparece por un instante la palabra ratas, mientras una voz en off repite: “Los burócratas deciden”. Bush sostuvo que el productor se equivocó poniendo buroc en un cuadro y ratas en otro”, pero su creador, confesó que fue un recurso para que los televidentes tomaran conciencia de la palabra “burócratas”, pero que, a nivel subliminal (por debajo de la conciencia) quedará asociado Al Gore con ratas (rats en inglés).
Somos el agente de nuestra conciencia, pero no podemos dirigirla. El estudio de la conciencia fue el territorio de los filósofos durante siglos y llevó a los fundadores de la ciencia cognitiva, a pedir una moratoria en su uso hasta que se pudieran desarrollar términos precisos para definirla.
Recién hace 20 años se descubrieron formas de investigación con imágenes subliminales que los sujetos experimentales no podían ver. La imagen está allí, atraviesa su retina, llega al córtex cerebral, pero no ingresa a su conciencia. Preguntando al sujeto si hubo o no conciencia de la imagen, se puede analizar lo qué pasó. Antes se decía que no podía haber un estudio científico de la conciencia porque es un fenómeno subjetivo y la ciencia debe ser objetiva. Pero ahora se puede preguntar si ve la imagen y correlacionar la respuesta con la foto. Así se entra en el terreno de la ciencia normal: la respuesta es un hecho objetivo y la imagen del cerebro, también. Esto ha creado un sólido cuerpo de evidencias.
Estilo de procesamiento. Una información se hace consciente cuando es compartida por múltiples circuitos cerebrales. Cuando se puede hablar de algo es porque llegó a un estado de representación estable, que puede transmitirse a las áreas del lenguaje. La conciencia es un sistema que comparte información, es como la lengua del cerebro. Hay quien plantea que la conciencia es un epifenómeno, como el silbato de la máquina a vapor. Los experimentos muestran procesos que sólo se pueden realizar conscientemente. Todo proceso que dure más de un segundo exige mantener información en la memoria. Y para eso hay que estar consciente. La conciencia permite la reflexión a largo plazo. Podemos dejarle al inconsciente lo automático (como aprender dactilografía al tacto). Pero para lo que requiere reflexión, debe activarse la conciencia.
La actividad consciente es espontánea. Aunque no ingrese información, las neuronas, que son excitables, se activan, incluso en la oscuridad absoluta. Hay un “flujo de la conciencia”. La mente puede evocar espontáneamente recuerdos, generar sus propias metas. Pero detrás del escenario de la conciencia hay un gran procesamiento inconsciente. Eres el sujeto de tu conciencia, pero no puedes dirigirla totalmente, no eres su amo.
La atención. Es uno de los sistemas que trae información a la conciencia. Usualmente, en una escena compleja, aquello a lo que se presta atención es lo que ingresa a la conciencia. Si no, está en la visión, pero sin hacerse consciente. La paradoja es que el inconsciente selecciona lo que entra en la conciencia. Los experimentos prueban la atención inconsciente: ante un pequeño ruido, la atención va allí, aunque no ingrese en la conciencia.
La memoria. Existe la memoria episódica (permite recordar momentos específicos de la vida] y otras formas de memoria. Sólo almacenamos memorias episódicas que ingresaron en la conciencia. Pero la memoria comprende miles de episodios que en este momento son inconscientes. La conciencia es el proceso por el cual se seleccionan y se recuperan recuerdos. Los recuerdos están dormidos, la conciencia los reactiva.
Las huellas de conciencia permiten detectar si una persona está consciente, aunque padezca síndrome de enclaustramiento. Entre los pacientes que sufren ese cuadro, algunos pueden mover los ojos, pestañear o hacer un movimiento. Esas personas todavía son capaces de comunicar. El descubrimiento es que hay signos de conciencia en algunos pacientes en estado vegetativo. Si se les habla y se miran sus imágenes cerebrales, se advierte que reaccionan al lenguaje de la misma forma que un ser humano normal. Ahora podemos mejorar el diagnóstico, pero además, con estos sellos de la conciencia, se intenta predecir si la persona podrá recuperarse. Se hace con un simple electroencefalograma.
Preguntas que quedan sin responder. La primera es cuál es la naturaleza del código neural. Sería saber cómo computan las neuronas individuales, el código preciso para que cada estado individual del cerebro esté codificado en circuitos neurales. Todavía no se entiende. La segunda es si es posible reproducir la conciencia en las máquinas. Podría no ser tan difícil. Se necesita inventar un sistema para romper la modularidad e intercambiar información a través de diferentes aplicaciones. El ejemplo es el teléfono. Hoy el celular no es consciente porque la información está siendo canalizada por circuitos muy específicos. Así, el GPS sabe dónde uno está, pero la aplicación de correo electrónico, no. Si hubiera un modo de compartir información, y el teléfono en sí mismo pudiera decidir lo que es relevante, sería consciente.
Las máquinas se vuelvan inteligentes y conscientes.Podemos llegar a tener relaciones razonables con las máquinas. El temor es que las tecnologías que mejoran nuestros cerebros y la inteligencia de las máquinas, como los drones con capacidad de reconocimiento, ya están siendo usadas (no en el futuro, ahora mismo) para hacer el mal.
La conciencia es selectiva, elige entre opciones. La pregunta del millón es si ciertas drogas o dispositivos podrían ampliarla. Pero hay una limitación: la conciencia no puede atender a dos cosas a la vez, y eso no cambiará. Es una propiedad central del sistema que para compartir información no puede mezclarla porque está en diferentes sitios. El multitasking (hacer varias tareas a la vez) es una ilusión. Uno no puede estar consciente de lo que no está consciente. Cuando uno cree estar haciendo multitasking, en realidad no advierte que hay una tarea en espera. Es un punto negro de la conciencia, el cerebro está poniendo información en espera. Por eso es tan peligroso hablar por celular mientras se maneja.
Ceguera al cambio. Un actor pide instrucciones a otro, un estudiante de Harvard. Pasan por el lugar unos trabajadores que impiden ver a los actores. Se aprovecha eso para cambiar al personaje por otro distinto, sin embargo los espectadores no pueden detectar el cambio.
Ceguera de la opción. Una persona debe optar entre dos rostros. Elige uno y sin que lo advierta se los reemplaza por el otro. Al ver de nuevo la fotografía no se da cuenta y en la entrevista termina dando explicaciones sobre por qué hizo la elección que en realidad no eligió.
Miopía del futuro. En un experimento se ofreció una golosina a niños que podían elegir esperar y recibir dos. El experimento continuó en la adolescencia y se comprobó que los que difirieron la gratificación lograron un mayor bienestar que los otros. En otro caso, Phineas Gage, un americano que lesionó su lóbulo frontal, empezó a actuar en forma desinhibida y desventajosa: perdió el trabajo, a su familia y se fundió.
El lóbulo frontal del cerebro toma de decisiones y planifica. Derrochar arruina el bienestar futuro. Privilegiar en exceso lo inmediato hipoteca el destino. Donde no hay miopía del futuro es en la educación, un esfuerzo de hoy que mira hacia el porvenir propio y el de la comunidad. Para evitarla se precisa aprender a gestionarlo. Para despertar el entusiasmo e iniciar un círculo virtuoso hay que comenzar por concentrarse en algo: Cualquier cosa que se observa detenidamente se vuelve maravillosa y se hace consciente.
La conciencia es información compartida por todo el cerebro. Es un dispositivo que selecciona algo, le presta atención, y lo mantiene activo dentro de un sistema de transmisión, con el objetivo de planear el logro de metas. La conciencia lucha para hallar una interpretación coherente que ensamble el bullicio que provocan los sistemas que le brindan información. Busca evidencias para dar una respuesta adecuada a sus prioridades.
El flujo del pensamiento consciente nunca se detiene. El estado de flujo es un entrenamiento de la atención y de la energía psíquica para ser productivos sin tanto esfuerzo. Es un control emocional donde la conciencia se une con el hacer que se experimenta como recompensa. El 20% de lo que se hace produce el 80% de los resultados, por eso conviene reflexionar y centrar la atención en ese 20%. Si la mente se atasca lo mejor es alinear el foco de atención con la asignación de importancia. Administrar el tiempo es administrar la mente, es hacer consciente lo inconsciente.
Sobrediagnosticarse es una de les formas más habituales de resistencia al cambio. El exceso de diagnóstico siempre fue una enfermedad infantil de la planificación estratégica y ahora lo es de la innovación. El diagnóstico excesivo no es refugio de prudentes sino de pusilánimes.
Lo he comprobado en multitud de ocasiones. Lo he visto en profesores de universidad que quieren crear una start up pero a los que siempre les falta un ensayo más para dar el paso. Lo he visto en planes estratégicos de universidad que hacen diagnósticos que, de tan lentos, son verdaderos ensayos históricos cuando ven la luz. Lo he visto en directivos que siempre piden un estudio más de mercado para evitar el abismo que sienten ante la innovación. Lo he visto en política, dónde los comités de estudio son puras tácticas de dilación y mareo de la perdiz. A toda esta gente, la llegada del Big Data los va a instalar directamente en la parálisis por análisis. Son ese tipo e gente que en vez de empezar a utilizar el análisis de datos en serio, pedirá veinte informes sobre el impacto del Big Data.
Pensemos por ejemplo en el mundo de las políticas de educación superior, cada gobierno ha pedido un libro blanco sobre la universidad (desde el informe Bricall del 2000) a cual más reiterativo. El problema de la universidad no es añadir diagnósticos, es de liderazgo, de volumen de recursos, de gestión de talento y de eficacia en algunas áreas, véase por ejemplo la valorización del conocimiento nacido de la investigación. Decir veinte veces que hay que cambiar la gobernanza universitaria para luego no hacer nada es para nota.
Los expertos en sobrediagnosticar siempre tienen un último as en la manga: el benchmarking. Cuando ya genera un poco de vergüenza pedir más estudios, entonces siempre queda el benchmarking. Adornar los análisis con un ramillete de buenas prácticas permite alargar más el momento de tomar decisiones. El benchmarking en innovación hay que hacerlo siempre después de generar un nuevo concepto, nunca antes. Y en estrategia, el benchmarking, puede ser relevante si no olvidamos que las prácticas de otros son protagonizadas por personas que no necesariamente tienen el mismo perfil de quién quiere emularlas.
La última bala en la recámara es la prueba piloto. Si no hemos estado suficientemente entretenidos con sobredosis de diagnóstico y con un benchmarking compulsivo, siempre podemos eternizar las pruebas piloto. No es que no haya que hacer pruebas, es que hay que hacerlas con agilidad y tocando cliente/usuario final. El Lean Start Up básicamente es un método que eliminó de un plumazo esas pruebas piloto que eran sobretodo excusas para no enfrentar decisiones clave respecto de una propuesta innovadora.A partir de prototipos imperfectos pero suficientes, se propone pivotar entorno a las reacciones de los clientes.
Ustedes creen seriamente que con tanto sobrediagnóstico, benchmarking y pruebas piloto por doquier, hubiera nacido Facebook, o Apple hubiera sacado el iPod, o Amazon estaría ofreciendo espacio en el Cloud ? No me gustaría que se me interpretase mal. Las cosas hay que estudiarlas. No puede haber ni precipitación tecnológica ni de mercado. Pero hay algo evidente, debemos tener claro cuando pedimos más conocimiento si realmente lo necesitamos para tomar un decisión responsable o cuando simplemente lo pedimos para darnos una prórroga tras otra que nos evite tomar decisiones. Los líderes innovadores saben que no van a poder eliminar el riesgo ni con cien estudios más. Saben que factores no menores en innovación como el sentido emprendedor, la empatía con el cliente, la agilidad en desarrollar soluciones, no se solucionan solamente con informes, si no fundamentalmente con actitud y liderazgo.
Tenemos una tendencia natural al sobrediagnóstico que va a chocar con la gestión de la complejidad que va a condicionar la dirección de las organizaciones. En el muevo paradigma de la gestión de la complejidad, será evidente que más que pedir más datos, lo fundamental será ser capaz de generar síntesis estratégicas y propuestas de valor innovadoras con mucha fluidez. Los que se instalen en el sobreanálisis nunca llegarán a síntesis operativas.
Necesitamos diagnósticos rápidos, en los que manejar datos muy diversos no nos haga perder la agilidad. Es mejor un diagnóstico rápido y útil que un diagnóstico perfecto pero fuera de tiempo, por tanto, inútil. La realización de diagnósticos ágiles y de síntesis estratégicas fluidas será una característica del nuevo management que deberá abordar el reto de la gestión de la complejidad.
Al hablar deInnovación, Innovadores y Empresa Innovadora aparecen dos conceptos que pueden darse conjuntamente, cual es el del Emprendedor Innovador o, más concretamente, Empresario Innovador.
Es por tanto una entrada en la que me refiero al binomio Emprendedor-Innovador o Innovador-Emprendedor.
La influencia del entorno en los innovadores es un factor estudiado para el caso de España.
Vemos una serie de características de las empresas y de los empresarios/emprendedores/innovadores en España:
Movilidad y tamaño empresarial en España
Para observar la evolución y adaptación de las empresas españolas al entorno que las rodea se dispone en la actualidad de un material estadístico relativamente apropiado recogido en la base de datos SABI.
Con carácter general, los procesos de ajuste del tamaño de las empresas entrantes respecto a las ya establecidas duran más de cinco años, en consonancia con la evidencia aportada en las investigaciones para otros países, que señalan incluso procesos más largos de ajuste (por encima de diez años).
El crecimiento del tamaño de las empresas establecidas (más de tres años de actividad) adopta un comportamiento similar al del ciclo de vida de la empresa, lo que concuerda con algunas teorías del crecimiento empresarial.
Por otro lado, el efecto de la edad sobre el crecimiento es mayor cuanto mayor es el tamaño.
Esto implica que aquellas empresas que deciden iniciar la actividad con tamaños menores al eficiente podrían verse influenciadas por un factor de desventaja competitiva inicial importante. Este es el punto cardinal que afrontan los emprendedores/innovadores a la hora de iniciar la actividad. Tienen que realizar un recorrido rápido de adaptación del tamaño.
Caracterización del empresario/emprendedor/innovador español
Se diseñó una encuesta dirigida a empresarios seleccionados a partir de una muestra de empresas procedente de la base de datos SABI para el año 2002 (A. García, J. de Jorge, F. Pablo Ed. Fundación Rafael del Pino. 2004). Del análisis de la encuesta se extraen las siguientes conclusiones:
– Género y edad. La práctica totalidad —más del 90 por ciento— de los empresarios españoles son hombres, especialmente entre las empresas grandes y medianas. La mayor parte tienen entre 40 y 50 años, aunque la edad media con la que suelen comenzar la actividad empresarial es de 25 años.
– Entorno familiar. El entorno familiar es uno de los principales determinantes de la oferta de empresarios. Casi el 60 por ciento de los empresarios pertenece a una familia con cierta tradición empresarial. Es más, este entorno, además de incidir en la decisión de hacerse empresario porque facilita el éxito, determina en gran medida el sector de actividad en que se desarrollará.
– Formación.Más del 40 por ciento de los empresarios tienen únicamente estudios primarios pero un porcentaje similar tiene estudios universitarios, lo que es indicativo de una polarización en la formación. El 20 por ciento restante tiene estudios de formación profesional, manifestación de las deficiencias de este nivel formativo en España.
– Idiomas. Casi la mitad de los empresarios es incapaz de negociar en otros idiomas distintos del español.
– Actividad profesional anterior. Algo más de la cuarta parte de los empresarios no han desempeñado previamente ninguna actividad profesional, fundamentalmente porque se encontraban en su etapa de formación universitaria. Un porcentaje similar ha estado empleado en pequeñas o medianas empresas. A cierta distancia, en menos del 20 por ciento de los casos, se encuentran los empresarios que en su actividad anterior eran empleados de una gran empresa y autónomos. Los empresarios que anteriormente eran directivos de pequeñas y medianas empresas suponen el 8 por ciento. Las mujeres empresarias tienen una menor experiencia profesional previa que los hombres, especialmente en la dirección de empresas.
– Motivaciones.Las motivaciones para ser empresario pueden clasificarse en tres grandes grupos: las que afectan a la satisfacción que produce el trabajo realizado, las que afectan a la renta obtenida y las relacionadas con la calidad de vida.
Toma de decisiones en la empresa
La mayor parte de los empresarios, casi el 60 por ciento, toman todas las decisiones importantes en su empresa, indicativo de una escasa delegación de funciones. Este resultado se refuerza por el hecho de que, aun entre los que delegan funciones, la mayoría mantiene bajo su control directo las decisiones estratégicas, en especial las de orden financiero (65 por ciento), las de recursos humanos (59 por ciento) y las de producción (52 por ciento).
Estructura de la propiedad.En la mayor parte de las empresas españolas el capital propio está aportado por el empresario o su familia más cercana. La participación en el capital de personas ajenas al entorno del emprendedor tiende a darse entre las empresas de mayor dimensión.
Estructura financiera.La estructura financiera media de las empresas en el momento de su constitución está claramente dominada por el capital propio aportado por el empresario (78 por ciento), y en escasa medida por los préstamos y créditos bancarios, que apenas llegan al 14 por ciento.
Estructura de la plantilla.La estructura media de las plantillas es bastante homogénea por tamaños de empresas. La mayor parte del personal, casi un 60 por ciento, es asalariado fijo a tiempo completo. Siguen en importancia, con un14 por ciento, los propietarios y familiares que ocupan puestos de gerencia, mientras que los asalariados eventuales suponen un 10 por ciento.
Ayudas públicas.Casi un tercio de los emprendedores que se encuentran en la fase de gestación de su empresa espera obtener algún tipo de ayuda financiera pública, pero solamente el 6 por ciento de los empresarios con empresas en marcha ha obtenido estas ayudas.
Causas explicativas del carácter emprendedor
A partir del análisis descriptivo de la encuesta se ha realizado un análisis multinivel de las causas explicativas del carácter emprendedor. Los siguientes once factores caracterizarían el espíritu emprendedor/innovador en España en los albores del siglo XXI:
Visión de las políticas públicas de ayuda al emprendedor. Este factor es el de mayor poder explicativo. Tal como se ha expuesto en la parte descriptiva de la encuesta, los empresarios consideran que la instrumentación de las políticas públicas es insatisfactoria.
Necesidad de logros. Este factor se relaciona con la “consecución de mayores rentas”, de “rentas obtenidas en consonancia con el esfuerzo” y de “mayor autonomía e independencia” en la realización de la actividad empresarial. El estímulo económico ejerce un efecto complejo sobre las personas que persiguen altas metas. Por lo general, valoran mucho su trabajo, al que asignan un alto precio.
Orientación hacia la calidad de vida. Este factor se caracteriza por la elevada opinión sobre “tener tiempo libre”, “priorizar la vida familiar” y “elegir la localización del trabajo”. Supone por parte del emprendedor el reconocimiento de que la aventura empresarial requiere tenacidad, constancia y dedicación y que, por tanto, conlleva un alto coste personal.
El factor de supervivencia se explica por “tener un producto/servicio adecuado”, “realizar esfuerzo tecnológico” y “contar con buenas expectativas de mercado”. Sin embargo, los empresarios consideran que las razones principales de la supervivencia empresarial son la “dedicación y constancia en el trabajo”, “la calidad del producto” y “el servicio al cliente”.
Origen familiar y profesional del emprendedor. Este factor pone de manifiesto la influencia positiva del entorno, familiar o profesional, en el éxito del emprendedor.
Satisfacción laboral. Este factor significa que el desafío que supone el proyecto empresarial se convierte en el principal medio para la consecución de su autorrealización personal.
Reconocimiento social. Valora la pertenencia a un determinado grupo social que se caracteriza por su notoriedad y porque permite exhibir sus habilidades y estatus económico.
Experiencia acumulada. Se refiere al capital humano específico adquirido en términos de experiencia y edad.
Complejidad organizativa.Este factor pone de manifiesto las mayores necesidades de formación de los empresarios en empresas con estructuras organizativas menos complejas.
Capital humano y control de la toma de decisiones.Este factor caracteriza a la estructura organizacional de la empresa y a las mayores necesidades de educación formal.
Mercado y estructura de propiedad. Este factor asocia el nivel de concentración de clientes con la concentración de la propiedad, lo que es indicativo de las dificultades de las pequeñas empresas para relacionarse con sus clientes en mercados en los que éstos tienen alta capacidad de negociación.
Estas características no se pueden obviar cuando, además, el proyecto emprendedor está basado en una idea innovadora que, muy probablemente, tendrá un recorrido temporal corto. La influencia del entorno en los innovadores es una realidad siempre presente.
¿Te sientes representado por esta colección de características?
¿Qué característica consideras que afecta más en tu proyecto innovador/emprendedor?
Paco Corma es Director de QPT S.L. desde 1994, trabajando previamente 14 años como directivo de empresas industriales y asesorando a más de 300 organizaciones en todos los sectores. Corma apoya en el tránsito del qué al cómo, desde una óptica práctica y aplicativa, fruto de su dilatada labor de campo en Innovación, Management (EFQM) y Gestión del Conocimiento. Entre otros cargos, Paco Corma ejerce como Vicepresidente de la Asociación de Empresas del Terciario Avanzado (AECTA), Vicepresidente de la Sociedad Española de Cerámica y Vidrio, y es Codirector del Máster Integrado de Calidad, Medio Ambiente y Prevención de la Fundación Universidad Empresa/Universidad Jaume I, recibiendo varios premios como al Equipo Evaluador Mejor Valorado en el Premio Iberoamericano de Calidad 2010.