domingo, 14 de agosto de 2016

¡¡Seamos precisos!!

https://principiodeuncomienzo.wordpress.com/2016/08/14/seamos-precisos/ 

” El talento y la elegancia no significan nada sin rigor y precisión”.
PRECISION“¿Es que no me entiendes? Te lo he explicado todo muy bien y clarito…Dime alguna manera para que lo entiendas más fácilmente”.
Le decía una madre a su hijo, para que no se subiera de nuevo a la mesa, mientras esperaba a que le dieran su pan.
Muchas problemas, discusiones, vienen precedidas por problemas de falta de precisión en el mensaje envidado.
Partamos que para conseguir algo en la vida, tenemos que saber QUÉ queremos, y para ello, tenemos que ser precisos en definir esa meta o propósito.
Mucha gente grita que quiere el éxito, que quiere conseguir cosas en su vida, que quiere dejar un legado cuando se vaya de este mundo, que quiere emprender… Pero cuando les preguntas: ¿Concepto tienes del éxito? ¿En qué quieres emprender? ¿Qué legado te gustaría dejar?…La única respuesta que recibes es:
“No sé”.
A lo largo de la experiencia entre libros, entrevistas, sesiones de coaching, he detectado, entre las personas de éxito, que tienen una característica en común, SON PRECISOS AL MILIMETRO.
Expresaban, escribían lo que querían decir, no lo que no sentían. Van a lo importante para ellos, a lo esencial, no al postureo, a creer que dicen mucho cuando realmente no han dicho nada.
Las palabras que escribimos o pronunciamos, transmiten lo que deseamos. ¿Y si las transmitimos con exactitud y concisión? ¿Qué crees que pasará? Que los receptores del mensaje, sabrán con EXACTITUD, que queremos en todo momento. Sabrán por donde queremos ir y qué necesitamos.
No nos darán gato por liebre, como dicen las madres,
Son personas que están seguras de lo que quieren. Están enfocadas en ese propósito, y no paran hasta conseguirlo.
¿Cuándo fracasas? Cuando no sabes que quieres o no lo expresas de forma correcta.
¿Qué pasa cuando estas delante de la chica que te gusta y no te salen las palabras? Que se irá con otro, perdiendo una oportunidades de expresarle lo que sientes.¿Qué pasa cuando quieres pan y te sale por tu boca, una palmera de chocolate? Que no tendrás lo que realmente querías.
¿Pero qué pasa? Que tenemos MIEDO a decir de verdad lo que realmente sentimos.
Preferimos hablar de suposiciones que de deseos reales.
“Supongo que me gustaría, Supongo que estaría bien…Supongo que sí…”.
¿Qué supones? ¿Qué quizá querrías? ¿O lo quieres o no lo quieres? Nada de suponer.
PRECISIONNuestro vocabulario es muy “generalista”, por miedo a mostrar quiénes somos y que queremos de verdad. Tenemos miedo a destacar, a qué escuchen algo a lo que no están acostumbrados. Para ello utilizamos palabras como “Todo”, “Siempre” o “Nunca”.
¿NUNCA has conseguido nada en la vida? NO ME LO CREO ¿TODO lo que sueñas se ha ido al garete? ¿NUNCA has tenido suerte con las chicas? IMPOSIBLE.
Y como tenemos ese miedo, nos acabamos metiendo en callejones sin salida, que acaban en frases como:” Es que no me entienden” o “Con lo bien que me he explicado, ¿Cómo no me ha entendido a la primera?”. O nuestro miedo lo pagamos con el receptor exigiéndole que nos entienda, cuando ni nosotros lo hacemos.
Partamos que nuestra cabeza es un rompecabezas, y tenemos miedo a tenerlo terminado a través de lo que expresamos.
Me explico.
Nuestra cabeza es como un puzle. Y aunque queremos que todas piezas encajen, el miedo, la vergüenzas, las experiencias pasadas, juegan una “Mala pasada” al expresar, enfrentarnos a situaciones en la vida.
Cuando expresamos lo que queremos y lo que recibimos es “no te entiendo qué quieres decir”… Acabamos tirando la toalla a la 1º de cambio. Pasamos del tema, y a uno nuevo.
Si de verdad es lo que quieres, ¿Por qué no lo intentas de nuevo? Pero antes, hazte esta pregunta: ¿Has dicho lo que realmente querías decir? O ¿Has sido ambiguo?
Por no saber, de verdad, QUÉ queremos, provocamos muchos problemas de comunicación.
Cuando realmente sabemos que queremos, la energía no se nos dispersa, sino que se enfoca en lo que queremos. Pero lo que pasa, es que nos gusta limitarnos, no vaya a ser que se haga realidad.
Como bien dice una persona importante para mí: “Parece que no queremos conseguir el éxito”. Y es así. Por eso no expresamos lo que REALMENTE queremos en la vida.
En algún proceso de consultoría y coaching he preguntado: “¿Qué harías si supieras que vas a alcanzar el éxito sin esfuerzo ni sudores? “. Todo el mundo se le ilumina la mirada, hasta alguno se pone a saltar sintiendo que así fuera… Pero a la hora de que expresarán QUÉ harían… empiezan los titubeos, los ES QUÉ….sería bueno en… en vez de decir, sería excelente en…”
Tenemos miedo a ser, y es esencial para empezar a serlo, saber qué queremos con precisión.
Para hablar con precisión, tienes que:
.- Lo que expresas, moldea tu devenir. Así que antes de hablar, piensa muy bien qué vas a decir.
.-Tienes que saber QUÉ deseas de verdad. Descríbelo antes de decirlo, en una frase. Se lo más detallado que puedas.
.- Transmite a la persona indicada lo que quieres. Si le pide a un policía un  bocata de jamón, seguro que el resultado no será dicho bocadillo sino alguna multa
.- Quizá a la 1º no te entiendan, no tires la toalla. Reformula tu petición, se empático con el receptor. Vuélvelo a intentar. Y siempre como base lo que tú deseas con la máxima precisión posible.
.- La vida es más fácil y sencilla, si expresamos con precisión lo que sentimos y queremos. Nadie sabrá que quieres, sino lo expresas claramente.
¿Qué pasaría si fuéramos más precisos con nuestros deseos y cómo nos comunicamos con los demás?

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