miércoles, 30 de noviembre de 2016
¡¡Tu niño interior, Evolución y Felicidad!!
https://principiodeuncomienzo.wordpress.com/2016/11/30/tu-nino-interior-evolucion-y-felicidad/
“El que no hace todo, no hace nada”. Paul Bocuse
No lo sacaba, porque si lo hacía, los demás, lo tildarían de “raro”. Y eso provocaba una lucha interna dentro de él.
Pero todos tenemos un día, en el que gritamos “BASTA YA”. Ese día, se dio cuenta que para emprender el camino con el que siempre había soñado, tenía que cambiar de ACTITUD.
Había ido por la vida sediento. Pidiendo el agua de los demás, para sentirse aceptado. Pero ese tiempo ya había pasado, era el momento de beber su propia agua, su propia ACTITUD.
Beber de la nueva actitud con la que afrontaba el mundo, le hacía darse cuenta, que era esencial, afrontar la vida, su sueño con INTEGRIDAD, algo que no había sucedido hasta la fecha. Se daba cuenta, que siendo íntegros con lo que sentimos, con lo que queremos, con quienes sabemos que somos, hacía que el Universo estuviera a su lado, para que alcanzara todo aquello que se propusiera.
Sabía que la integridad es la afirmación de que somos únicos, y que no tiene que importarnos tanto lo que digan los demás, ni el pasado, porque solo tenemos el presente, el ahora.
Bebía más y más de esa nueva actitud que tenía en sus manos. Y con ella, se daba cuenta, que el verdadero éxito era darse a los demás. Le habían enseñado que el éxito era alcanzar unas metas, unas rutinas que si no cumplías, te tildarían de “extraño”, con un futuro no muy esclarecedor.
Pero se daba cuenta, que cuanto más se daba a los demás, cuanto más CONTRIBUÍA al bienestar de los mismos, a través de sus talentos, de sus acciones, más realizado se sentía. Ése era para él, el verdadero éxito, la verdadera felicidad.
Hasta la fecha, el SACRIFICIO no estaba en su vocabulario. ¿Por qué? Porque realmente no le importaba nada. Lo que hacía era llevarse por la rutina que tenía todos los días. ¿Para qué iba a esforzarse en algo que sabía que no le aportaba nada?
Sin embargo ahora la situación había dado un cambio radical, y con ello su actitud. Se sacrificaba lo que hiciera falta y más, por dar siempre lo mejor de si por y para el propósito para el cual sabía que había venido a este mundo
Antes la PRIORIDAD, siempre era los demás. Ahora habían cambiado, era él, la prioridad. No era egoísta, sino que ahora daba importancia a sus emociones, a sus asuntos, a lo que él quería y sentía. Y todo aquello que no estuviera acorde con sus valores , con sus metas, lo dejaba atrás.. Ya no era tan importante para él.
Porque lo que realmente le importaba, era darse a los demás. No importaba si ayudabas a personas, si servías un café o repartías el correo. Eso no importaba el cómo, pero si el QUÉ hacías por los demás. Estabas alSERVICIO de los mismos.
Y eso era la mayor RESPONSABILIDAD que todo ser humano puede tener. Saber que todos estamos para ayudar, alentar, comprender a los demás. No solo somos responsables de lo que nos pasa o no, sino también de quienes nos rodean a través de nuestro trabajo o actitudes.
Y si tenemos una responsabilidad, no podemos reclamarla cuando nos venga en gana. Él sabía que tenía que ser LEAL consigo mismo. Si realmente quería ser feliz, si quería dejar un legado, tenía que ser leal con lo que sentía, con lo que quería en la vida.
Pero dudaba que la vida, le reporte todo ese esfuerzo, servicio que daba a los demás. Porque siempre le habían enseñado que antes de dar, teníamos que recibir. Pero así no va la vida, la vida se basa en la RECIPROCIDAD.
Cuanto más daba, cuanto más se daba a los demás, más recibía. No cuando a él le hubiera gustado, pero siempre la vida, le recompensaba de una manera, por todo los esfuerzos realizados.
Creía que la vida, era sólo él. Pero se daba cuenta que había DIVERSIDAD rica de la que no había bebido ni aprendido.
Diversidad de ideas, que hacían que su mente se abriera. De personas que les enseñaba un mundo que tenía oculto hasta entonces para él o de libros que tenía miedo a leer, y le transportaban a un mundo de ilusión, fe y motivación.
Así era como aprendía. A través de las experiencias que el presente le daba. Porque sabía que la vida solo eran 3 cosas, el pasado era ya pasado, pasando ya solo un segundo, lo que dijeran los demás no tenía que afectarle y que tenía que recorrer la vida, cada segundo sonriendo… la vida era eso, APRENDIZAJE, y es lo que hacía en todo momento.
Todos quienes lo veían decían que le pasaba. Le notaban RENOVADO, Y eso había hecho, renovaba constantemente sus pensamientos, sus acciones, sus sueños. Porque aunque muchos los habías conseguido, sabía que no podía quedarse viviendo de las rentas. Que la vida es cambio y que siempre te pide, que des más de ti.
Llegaron los últimos días de esta persona que aún siendo adulto sabía que tenía un dentro de él.
¿Qué sintió que aprendió de su transformación?
La mayor ENSEÑANZA que un ser humano puede sentir que ha recibido de la vida, es que la presencia, el darlo todo de uno mismo es lo primodial,
La coherencia entre sus sentimientos y acciones, es el mayor legado que podemos dejar a quienes nos preceden.
Es el mayor éxito que un ser humano puede sentir durante su vida. Y sólo tenemos una vida, así que no esperes
¿Cómo es el cuento de tu vida? ¿Cómo te gustaría que fuera?
Las experiencias religiosas activan los circuitos de recompensa del cerebro
http://noticiasdelaciencia.com/not/22079/las-experiencias-religiosas-activan-los-circuitos-de-recompensa-del-cerebro/
Al igual que el amor, el sexo, el juego, las drogas y la música encienden el circuito de recompensa del cerebro, las experiencias religiosas también lo pueden activar, según señala el estudio que científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Utah, en Salt Lake City (EE UU), publican esta semana en la revista Social Neuroscience. El circuito de recompensa es un grupo de estructuras neuronales de nuestro cerebro, relacionado con el deseo, el placer y el refuerzo positivo.
“Apenas estamos empezando a comprender cómo el cerebro participa en las experiencias que los creyentes interpretan como espirituales, divinas o trascendentes”, explica Jeff Anderson, coautor del trabajo, quien destaca que en los últimos años “las tecnologías de imagen cerebral han avanzado de tal forma que nos podemos acercar a interrogantes que existen desde hace milenios”.
En concreto, los investigadores se propusieron determinar qué redes neuronales intervienen en la representación de los sentimientos espirituales, y para ello eligieron a un grupo de devotos mormones a los que sometió a una serie de estímulos religiosos.
“Cada sujeto había sido entrenado entre 1,5 y 2 años para poder identificar su ‘sentimiento del Espiritu’ en sí mismos y enseñar esto a otros”, explica Anderson a Sinc. “En la práctica y la teología mormonas, esos sentimientos tienen gran importancia, ya que son el medio primario para comunicarse con Dios, una parte fundamental en la toma de decisiones vitales y un refuerzo para su fe”.
Se seleccionó un total de 19 sujetos –siete mujeres y 12 hombres–, cuyo cerebro fue monitorizado mientras realizaban diversas tareas, como visualizar vídeos sobre su iglesia, escuchar las citas de diversos líderes religiosos, rezar, leer pasajes bíblicos o recibir otros estímulos audiovisuales.
Diversas áreas del cerebro, activas durante la experiencia religiosa de los participantes. (Foto: Jeffrey Anderson)
El método aplicado para el análisis fue la técnica de imagen por resonancia magnética funcional (IRMf), un procedimiento clínico y de investigación que permite visualizar las regiones cerebrales que ejecutan una determinada tarea.
Durante las pruebas, los participantes eran interrogados para ver si ‘sentían el espíritu’. Podían responder a través de una escala que iba desde ‘no sentirlo’ hasta ‘sentirlo fuertemente’, e incluso tenían un botón para marcar cuando sentían un pico de intensidad espiritual.
Los investigadores recopilaron las evaluaciones detalladas de los sentimientos manifestados por los participantes, que identificaron estas emociones como similares a las que sentían durante una sesión del culto. Describían sensaciones de paz, de calor e incluso llegaban a llorar de emoción en algunos casos.
“Cuando se les indicó que pensaran en un salvador, en estar con sus familias eternamente y las recompensas celestiales, sus cerebros y cuerpos dieron una respuesta física”, explica el doctor Michael Ferguson, bioingeniero que dirigió el estudio en la Universidad de Utah.
Basándose en las imágenes del IRMf , los científicos descubrieron que los sentimientos espirituales intensos se asocian con la activación del núcleo accumbens, un grupo de neuronas del encéfalo a las que se atribuye una función importante en el placer y el sistema de recompensa.
El pico de intensidad, acompañado de un mayor ritmo cardíaco y respiratorio, ocurría entre uno y tres segundos antes de apretar el botón y este patrón se repetía para las diversas tareas.
Basándose en las exploraciones, los científicos descubrieron que los sentimientos espirituales intensos se asocian con la activación del núcleo accumbens. Conformado por un grupo de neuronas y componente del denominado estriado ventral, dicho núcleo forma parte del cuerpo estriado y es fundamental para el sistema de recompensa.
Aparte de las redes neuronales ligadas al sistema de recompensa, también se descubrió que los sentimientos espirituales se asocian a la corteza prefrontal media (una zona cerebral que se activa por acciones relacionadas con valoraciones, juicios y razonamiento moral) y otras regiones del cerebro asociadas a la atención focalizada.
“La experiencia religiosa es quizá la parte que más influye sobre cómo la gente toma decisiones que nos afectan a todos, para bien y para mal. Entender lo que sucede en el cerebro para contribuir a estas decisiones es realmente importante", destaca Anderson, aunque reconoce que todavía no sabemos si los creyentes de otras religiones responderían de la misma manera.
Investigaciones realizadas por otros expertos muestran que el cerebro responde de manera diferente ante prácticas contemplativas y de meditación, características de algunas religiones orientales, pero hasta ahora se tenía pocos conocimientos neurocientíficos sobre la espiritualidad en Occidente.
“Hay diferencias y similitudes entre nuestros resultados y los estudios sobre meditación, pero en ambos casos muestran el papel que tienen las las regiones cerebrales asociadas con la atención”, señala Anderson, “aunque la activación del sistema de recompensa es mucho más destacado en nuestro trabajo”. Puede que este circuito tenga una función en la meditación, pero podría ser más difícil y laborioso de identificar, añade.
Este estudio es la primera iniciativa del Religious Brain Project, un proyecto impulsado desde la Universidad de Utah orientado a entender cómo funciona el cerebro en personas con creencias religiosas o espirituales profundas. (Fuente: SINC)
¿Realmente usamos solo el 10% de nuestro cerebro?
http://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia/20161130/412223699418/realmente-usamos-solo-un-10-del-cerebro.html
- Muchos atribuyen erróneamente este mito a Albert Einstein y otros a William James, el padre de la psicología en Estados Unidos. Ninguno de ellos dijo tal cosa
Siempre ha habido y habrá grandes misterios en torno a la medicina y cómo funciona nuestro organismo. Pero algunas partes siempre han suscitado mayor número de leyendas o misticismo que otras.
El cerebro parece ser el órgano que más dudas y rumores suscita. De hecho, ¿quién no ha escuchado aquello de que el ser humano solo usa el 10% de su capacidad cerebral?
Con el estreno de la película Lucy (2014), el tema volvió a subir a la palestra porque su protagonista, interpretada por Scarlett Johansson, conseguía -tomando una droga- alcanzar ese deseado 100% y desarrollaba poderes sobrenaturales.
El origen del mito
Muchos atribuyen erróneamente este mito a Albert Einstein, mientras que otros consideran que se tergiversaron las palabras de William James, padre de la psicología en Estados Unidos.
James escribió en su libro The energies of men (1907) que hacemos “uso solamente de una pequeña parte de nuestros posibles recursos mentales y físicos”, lo que dio lugar a que autores posteriores redujesen esta frase a la leyenda de que tan solo usamos un pequeño porcentaje.
Entre ellos figura Dale Carnegie, autor de uno de los primeros best-sellers deautoayuda How to Win Friends and Influence People (1936) y en cuyo prólogo aparece mencionada la cifra.
Para el Dr. Pablo Irimia, neurólogo vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN), podría venir de un mal entendido respecto al número de células.
“No todo el cerebro está formado por neuronas, que representan aproximadamente un 10%, también tenemos otros tipos de células que sirven de soporte para el buen funcionamiento de las neuronas y el cerebro.De ahí, que el porcentaje de neuronas haya podido ser confundido con la capacidad cerebral empleada”, afirma el experto.
No todo el cerebro está formado por neuronas, que representan aproximadamente un 105, también tenemos otros tipos de células que sirven de soporte para el buen funcionamiento de las neuronas y el cerebro”
PABLO IRIMIA
Neurólogo vocal de la Sociedad Española de Neurología
Sin embargo, a día de hoy no hay un claro culpable de este falso axioma.
La maquinaria a pleno rendimiento
Gracias a la resonancia magnética funcional los neurocientíficos han podido tirar por tierra este mito y ver qué zonas del cerebro se activan en función de qué actividad realicemos.
Sin embargo, este tipo de métodos como la resonancia magnética también podrían haber alimentado más este mito, tal y como indica el Dr. Irimia.
“Con los estudios de imagen de personas que están realizando tareas, se ve que unas áreas están más activadas que otras, pero eso no quiere decir que las que no aparezcan iluminadas no estén funcionando. Solo que, para determinadas tareas, hay áreas del cerebro que funcionan de una forma más activa”, señala el especialista.
Según la revista Nature, acciones tan simples como abrir y cerrar el puño consumen más de la décima parte. Incluso cuando estamos en reposo y “sin hacer nada”, el cerebro regula funciones vitales tales como respirar o la frecuencia cardíaca. El cerebro siempre está activo.
Un gran gasto energético
En este vídeo de TED también se explica tanto el posible origen de esta creencia popular, que incluso ha llegado hasta el ámbito científico, como su escaso fundamento.
Hay áreas del cerebro que funcionan de una forma más activa”
PABLO IRIMIA
Neurólogo vocal de la Sociedad Española de Neurología
En él se explica cómo los científicos no entendieron durante mucho tiempo el propósito del abultado lóbulo frontal o de las amplias zonas del lóbulo parietal. Si se dañaban no había déficits motores o sensoriales por ello, concluyeron que no eran de utilidad.
Durante décadas estas partes se denominaron “zonas silenciosas” y su función era desconocida. Luego se supo que cumplen funciones ejecutivas y de integración, sin las cuales apenas seríamos humanos. Son cruciales para el razonamiento abstracto, la planificación, para la toma de decisiones y adaptarnos a las circunstancias.
La idea de que el 90% restante está ocioso resulta absurda, si calculamos el uso de energía del cerebro. Los cerebros de roedores y perros consumen el 5% de la energía total del cuerpo, mientras que el de un mono consume el 10% y el cerebro de un humano, que en un adulto representa solo el 2% de su masa corporal, consume el 20% de la glucosa diaria.
En el caso de los niños, la cifra es el 50% y en el de los bebés un 60%. Esto es mucho más de lo esperado para el tamaño relativo de sus cerebros.
El cerebro humano pesa 1.5 kilos, en comparación con uno de un elefante que llega a los 5 kilos. No obstante los humanos condensamos mayor número de neuronas que cualquier otra especie (un 40% más que los simios). Esta densidad es la que nos hace inteligentes.
Gracias a que comenzamos a cocinar los alimentos pudimos absorber de forma más fácil los nutrientes y aportar más energía a nuestros cerebros que terminaron por adaptarse y ser más eficientes.
Aún así a través de un proceso denominado “escasa codificación”, el cerebro utiliza la menor cantidad de energía posible para obtener la mayor información.
En la salud y la enfermedad
Si la creencia de que usamos solo el 10% fuese cierta, nos podrían extirpar el 90% que “no funciona” y podríamos quedarnos “tan anchos”.
“Desde el punto de vista de las personas que presentan una lesión o problema cerebral, también es muy atractivo porque quiere decir que tenemos una gran capacidad de recuperación, pero por desgracia eso no es verdad”, asegura Irimia.
De hecho, hay enfermedades que provocan daños menores al 10% y según el doctor “ya son suficientes para provocar una incapacidad a la persona”.
Aunque el doctor explica que hay zonas del cerebro que pueden suplir la función de otras áreas que han sufrido una lesión, en especial durante la infancia: “A este mecanismo se le conoce como “plasticidad cerebral”, un grupo de células pueden asumir otra función que en principio no les correspondía. En el cerebro adulto hay un cierto grado de plasticidad, pero es muy escaso”.
“Si no estuviésemos usando el 90% restante del cerebro, la capacidad de recuperación o de plasticidad sería muchísimo mayor”, continúa el experto.
Si potenciamos la actividad del cerebro mediante una actividad intelectual podemos incrementar el número de conexiones que tenemos en el cerebro”
PABLO IRIMIA
Neurólogo vocal de la Sociedad Española de Neurología
Además asegura que todas las evidencias que existen “es de que el cerebro está funcionando en su totalidad para el correcto funcionamiento de los mecanismos de pensamiento o de movilidad… y por tanto, pensar que tenemos unas capacidades ocultas que podríamos potenciar para mejorar, no es real”.
“Es verdad, que como cualquier otro órgano, si potenciamos la actividad del cerebro mediante una actividad intelectual como la lectura, podemos incrementar el número de conexiones que tenemos en el cerebro y facilitar que nuestra capacidad para pensar cosas o el pensamiento lógico esté mucho más desarrollado”, concluye Irimia.
Por tanto, no es que aún queden “poderes y capacidades ocultas” del ser humano por descubrir, sino que todavía no se conoce del todo los secretos que entraña este fascinante órgano.
martes, 29 de noviembre de 2016
Inteligencia artificial: el camino a la vida eterna y la liberación del trabajo
http://www.lavanguardia.com/economia/20161129/412262227187/inteligencia-artificial-jose-luis-cordeiro-la-vanguardia.html
- El profesor José Luis Cordeiro desgrana en el ciclo de conferencias “La vida en el futuro”, organizado por La Vanguardia, el devenir de la humanidad
LUIS FEDERICO FLORIO, Barcelona
“En las próximas dos décadas veremos más transformaciones para la humanidad que en los últimos dos milenios. Todavía no hemos visto nada de lo que viene”. Categórico, José Luis Cordeiro, de la Singularity University de Silicon Valley, transmite un futuro próspero de la mano de lainteligencia artificial. Un buen porvenir para la humanidad que ha analizado en el ciclo de conferencias “La vida en el futuro” organizada porLa Vanguardia, con la colaboración de Seat e ICL.
Los exponenciales avances tecnológicos, la robotización, la propia inteligencia artificial. Son los grandes cambios que se presentan en el horizonte. “El futuro es realmente increíble”, afirma Cordeiro. “Vamos a ver el fin de la especie humana y todo lo que conocemos. Viene la edad posthumana”, asegura. No sólo conviviremos con los robots, sino que nosotros también seremos robots. ¿De qué forma? “Nos vamos a fusionar con la tecnología”, repite más de una vez, decidido. A modo de ejemplo, prevé que los niños nazcan conectados a la red en unos cinco años o que creemos un “cerebro internacional” compartido en el que se descarguen los conocimientos de cada uno, pudiendo a su vez acceder a ellos.
Mute
Aprovechar la inteligencia artificial
En cualquier caso, Cordeiro huye de visiones catastrofistas. No imagina que los robots, cada vez más avanzados, destruyan nuestros puestos de trabajo. Por un lado, porque la vida podría girar en torno a laautorrealización personal y no al trabajo, con una renta básica universal que nos libere del mismo. Por otro, porque en cualquier crisis hay dos factores: el peligro y la oportunidad.
Con la oportunidad en mente, llama a aprovechar al máximo los avances en investigación para mejorar nuestras vidas. Su visión a medio plazo sorprende. De entrada, plantea la desaparición de la muerte. “Ya podemos visualizar la muerte de la muerte”. Es una frase que siempre lo acompaña. “Yo no pienso morir”, confiesa. Y pide que los demás sigan su ejemplo: “la vida es tan apasionante, tan maravillosa… Quien no quiere vivirla es un burro”.
¿Cómo cambiaremos el ahora ineludible destino de morir? Cordeiro habla del transhumanismo, utilizar la inteligencia artificial y la tecnología para trascender nuestros límites. Investigación de por medio, “somos la última generación humana mortal o la primera inmortal”, asevera. La medicina del futuro “no va a curar, va a prevenir”, dice.
Con ella “vamos a vencer al envejecimiento”. Silicon Valley tiene mucho que decir en esto. Google quiere acabar con la muerte y Facebook con todas las enfermedades. Hay fijarse en las células cancerígenas, que no envejecen, o en las bacterias, que tampoco lo hacen. En ellas puede estar la clave de la inmortalidad.
Vivir mil años
En evitar la muerte también entra en juego una opción como lacriopreservación. Es “el plan B” si falla el “plan A”, la inmortalidad. Congelarnos hasta encontrar la cura a esa enfermedad que nos mata. Lejos de ser algo impensable, ya se está haciendo.
Influirá asimismo la clonación de órganos y la selección genómica. “Vamos a diseñar a nuestros hijos, somos la última generación humana no diseñada”, sostiene.
Como resultado, la inteligencia artificial y la ciencia abren la posibilidad de vivir no solo cientos, sino miles de años. “La ciencia ficción de hoy es la realidad del mañana: lo que vamos a ver en tecnología en veinte años va a ser magia”, vaticina.
Sin miedo al futuro
Si vivimos más, seremos más y consumiremos más. Pero apuesta por ser positivos. Habrá recursos suficientes, puesto que se crearán. “Gracias a la nanotecnología no habrá basura, sólo materia prima en el lugar equivocado”. Y si no, a mirar al cielo: la minería espacial tiene gran potencial.
Asimismo, más gente supone más cerebros. Más mentes pensantes que generan conocimiento. “El desarrollo es cada vez más rápido. Nunca imaginamos crecer a esta velocidad. Ya no hay excusa para seguir siendo un país pobre”, advierte, ya que son los que más rápido están creciendo y tienen todas las herramientas para salir de la pobreza.
Tampoco habrá excusa para decir “no sé”. De la mano de la inteligencia artificial toda la información estará a nuestro alcance.