Según Elías Tefarikis, gerente de desarrollo de Momento Cero, empresa formadora de emprendedores en Chile, la región necesita un ecosistema que apoye la innovación y el riesgo para crear nuevos negocios.
por María Paz Órdenes B. Elías Tefarikis, Co fundador y gerente de desarrollo de Momento Cero.Santiago.
Cómo formar emprendedores es el tema central de Elías Tefarikis, co fundador y gerente de desarrollo de Momento Cero, una empresa chilena que desea formar empresarios y hacerlos surgir en una región donde según él, falta este tipo de cultura.
En entrevista con AméricaEconomía.com, el empresario se refirió a las herramientas necesarias para este tipo de actitud, asegurando que “un buen emprendedor es el que administra riesgo y vive día a día en función del riesgo”.
En su opinión, los empresarios del mundo no poseen grandes diferencias en sus energías y ánimos de lograr objetivos, el único contraste existente “es que hay un ecosistema que apoya el emprendimiento, instrumentos específicos de financiamiento, facilidades para que las cosas salgan adelante…Cultura del emprendimiento”.
¿Cómo definiría el espíritu emprendedor?
Su definición se relaciona dependiendo del paradigma que se tenga de emprendimiento. El más general es un poco la sal que le da sabor a una serie de cosas, el objetivo y la sensación que tienes de sacar un proyecto adelante. Es una especie de energía que te va alimentando la satisfacción de poder hacer cosas tanto para beneficio personal como para otras personas. Es una fuerza constante que te empuja a llegar más allá, a innovar y a ser un poco rupturista en lo que se puede efectuar en distintas actividades.
¿Cómo se puede fomentar este espíritu?
Se relaciona con este impulso que te lleva a hacer cosas, “el intangible”, con un emprendimiento más tangible en el área que sea. El aspecto fundamental es un tema motivacional. Por más que se tenga dinero y elementos claros, uno de lo más importantes para emprender es tener claro quién soy, qué quiero y hacia dónde voy. O sea, el emprendedor se debe alimentar de una vertiente conceptual y psicológica.
También se debe tener en cuenta que se deben establecer ofertas comunicacionales, ciertos productos y servicios concretos para fomentar el espíritu. Hay que tener un elemento tangible para poder desarrollarlo.
¿Cómo pueden perdurar los emprendedores en el largo plazo?
La empresa y la energía van atadas. El empresario se forma como emprendedor no sólo en ambientes empresariales, por lo que la fuerza que tiene este, la cohesión que del equipo de socios que ha sacado adelante un proyecto, la incorporación de equipos a ese trabajo en particular y tener la fuerza suficiente para enfrentar los desafíos que se vienen, son lo esencial.
Un buen emprendedor sabe, y esa es la gran distinción, administra riesgo y vive día a día en función del riesgo. Un no emprendedor no, ya que decide conciente o inconcientemente no tomar riesgo, porque eso es lo que le produce incertidumbre e insatisfacción en su vida.
Oportunidades y posibilidades. Según Tefarikis, el emprendedor cuando vive como tal cree completamente en su posición. “Está alerta y hace ejercicios mentales que le permiten ver qué oportunidades hay o no hay en el mercado y está atento de forma constante”, dice.
En su opinión, los emprendedores alrededor del mundo son similares, tanto psicológicamente como en liderazgo “No diría que un emprendedor latino u europeo es más líder que otro, potencialmente los dos son muy buenos y cumplen con las mismas competencias”. La gran diferencia que termina por sacar el emprendimiento a flote es el ecosistema que apoya: instrumentos específicos de financiamiento, facilidades para que las cosa salgan adelante…cultura del emprendimiento.
Tefarikis recalca que la diferencia entre las culturas es que unos están más educados para emprender, porque desde pequeños se les ha fomentado un poco más y se está más cercano a tomar ese riego; y cuando esas competencias están más desarrolladas las estructuras sociales están más preparadas para sacar esos proyectos adelante. "En Latinoamérica todavía no nos creemos el cuento que de verdad que el emprendimiento y la innovación son las dos llaves para saltar al desarrollo", sostiene.
Rol de los gobiernos. Para el empresario, lo primero que todo es establecer una política clara y precisa de apoyo al emprendimiento que tenga un cierto nivel de inversión encima de la mesa, que tenga profesionales preparados para acceder a este tipo de proyectos y sacarlos adelante en distintas instancias.
"Hay que generar estructuras específicas en temas educativos de apoyo, donde un estudiante en el colegio ya sepa lo que es emprender, donde las municipalidades tengan programas específicos en esta área y que se conecten con otras fuentes de financiamiento", opina. Tefarikis concluye que se debe pasar por una claridad conceptual de saber quién debe de una u otra manera hacerse cargo de este tema.
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