lunes, 8 de junio de 2009

Milagros económicos

Josep Burcet
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milagros económicos
Josep Burcet © 2009

La razón de los milagros económicos

Paradigma de las Interacciones



Cuando en una población predomina la sensación generalizada de poder ir a más, se producen crecimientos económicos que por su intensidad parecen milagrosos.

Y contrariamente, cuando la mayor parte de la población tiene la impresión de que no va a poder satisfacer su necesidad de ganar, el tono vital colectivo disminuye y entonces la economía fácilmente se estanca o entra en recesión.

Los 3 mayores milagros económicos registrado en los últimos 80 años demuestran que el despliegue de vigor en la economía no depende de las recetas prescritas por las ideologías políticas, ni de las fórmulas que esgrimen las teorías económicas.

Milagros de crecimiento y brotes de recesión

En los años 50 del siglo XX Alemania hizo uno de los crecimientos más espectaculares de la historia de la economía.

En plena madurez y en posesión de un magnífico tejido industrial, la economía alemana ha permanecido estancada desde el 2001 y ahora acaba de entrar en recesión. ¿Cómo es posible?

PIB aleman

Esta recesión no es únicamente la consecuencia de la crisis financiera de los últimos meses sino que tiene causas más profundas.

La mayor parte de las economías europeas han entrado también en recesión durante el primer trimestre de 2009. Sin embargo, analizaremos el caso alemán porque es el país en donde se registraron dos grandes milagros económicos durante los últimos 80 años.

El primero se produjo durante los años 30 y el segundo en los años 50.

La expansión económica durante el nazismo

A principios de los años 30, la economía alemana estaba muy mal parada. Era la consecuencia de un encadenamiento de condiciones adversas.

  • En primer lugar, el desgarramiento resultante de la pérdida de la guerra de 1914 y las condiciones extremadamente gravosas que impuso el tratado de Versalles de 1919.
  • En segundo lugar, en estrecha relación con lo anterior, la hiperinflación alemana de los años 20 que arruinó a muchísimas personas y representó un severo castigo para toda la economía.
  • Por último, apenas 5 años después, se produjo el crack de 1929 en Wall Street, que tuvo consecuencias muy adversas sobre la economía alemana. Quebraron muchas empresas y en pocos meses se alcanzaron los 6 millones de parados.

El nazismo aparece en este escenario y el día 30 de Enero de 1933 Hitler fue investido canciller.

Lo que más llama la atención de esta parte de la historia es que en seis años, entre 1933 y 1939, la economía alemana pasó del marasmo y la recesión a ser capaz de poner en marcha una tremenda máquina de guerra con el respaldo de una industria potente y eficiente, mientras que en conjunto la economía, la innovación y la tecnología se desplegaron con un gran vigor.

¿Fue un logro de la receta nazi? En gran medida sí. Pero se trataba de una receta envenenada que llevaría al país a la devastación al cabo de unos años.

Lo que me interesa subrayar aquí es que a partir de una situación de desánimo económico extremo y en un tiempo récord, la maquinaria industrial y militar de la Alemania nazi se convirtió en una fuerza extremadamente poderosa y en una amenaza temible para todo el continente europeo.

Desde el punto de vista del despliegue de vigor colectivo, la recuperación de la economía alemana entre 1934 y 1939 tuvo algo de milagroso.

El milagro económico alemán de los años 50

La siguiente cuestión que vamos a revisar es lo que en su momento se llamó el milagro económico alemán. Tuvo lugar durante los años 50 y se mantuvo hasta bien entrados los años 60 del siglo XX.

Conviene recordar cuál era la situación del país inmediatamente antes de este "milagro":

  • fábricas e infraestructuras destruidas o dañadas a lo largo y ancho del territorio,
  • unas directrices de los vencedores para limitar la producción industrial,
  • un déficit de 4 millones de viviendas,
  • diez millones de desplazados de los territorios alemanes del este que al final de la guerra pasaron a formar parte de Polonia y la Unión Soviética,
  • dos millones de refugiados procedentes de la República Democrática, que fueron llegando antes de que se alzara el muro de Berlín en 1961,
  • más de un millón de niños atendidos con dinero público,
  • la práctica totalidad de familias diezmadas o destrozadas.

desplazados de los territorios del este
Desplazados procedentes de los territorios del este

Y, por si fuera poco, el pueblo alemán estaba soportando además el estigma de ser considerado el culpable de la guerra y de haberse dejado arrastrar por el delirio de Hitler y sus seguidores.

Pero solo cinco años después del final de la guerra, la producción industrial empezó a crecer a un ritmo vertiginoso. En 1950, por ejemplo, en un solo año, la economía creció un 25 %. Nadie ha igualado esto todavía.

El prodigioso despegue del crecimiento se ha atribuido a las ayudas del Plan Marshall. Pero los datos no lo corroboran. Entre 1948 y 1951 Alemania solo recibió 1.448 millones de dólares de ayuda, mientras que Francia, en el mismo período, recibió 2.296 millones y el Reino Unido 3.297.

A pesar de haber recibido mucha menos ayuda, la economía alemana se impuso holgadamente sobre la economía de sus vencedores en solo 14 años. El PNB alemán se multiplicó por 3 entre 1950 y 1964 y la producción se multiplicó por 6.

En menos de cinco lustros, el país pasó de ser un territorio devastado a convertirse en el líder económico europeo con una de las divisas más fuertes del mundo.

Satisfacción de la necesidad de ganar

Procedimiento nazi para fabricar artificialmente una sensación de ganancia

La población alemana a principios de los años 30 estaba humillada y derrotada moral y económicamente. Una de las primeras cosas que hizo Hitler al llegar a la Cancillería fue encargar a Joseph Goebbels la puesta en marcha de un ministerio de Educación Popular y Propaganda.

Lo que hizo la propaganda nazi fue crear la ilusión de la superioridad del pueblo alemán. Fue como dar de beber al sediento con una mezcla de nacionalismo inflamado, racismo, mentiras euforizantes, concentraciones de masas de dimensiones wagnerianas, simplicidad de ideas y delirios de grandeza.

Parada nazi
Las sugestiones nazis

Con esta receta el pueblo recuperó su autoestima, se sintió ganador y entró en un estado de revigorización psíquica colectiva y renovación vital.

En ciertos aspectos, la receta funcionó muy bien. Sacó al país del marasmo económico y desencadenó una expansión industrial extraordinaria. Pero se trataba de una vía errónea que terminó en un desastre pavoroso.

Las principales enseñanzas que podemos extraer de la peripecia alemana de entre-guerras son las siguientes:

  1. La puesta en marcha de un proceso colectivo de sensación ganancia produjo una revitalización extraordinaria.
  2. La revigorización se basó en meras apariencias fabricadas por la maquinaria de la propaganda (superioridad aria, teoría del espacio vital, demonización de los judíos y los comunistas, la omnipotencia de la voluntad, la promesa de un Reich que duraría 1000 años, etc.).

Cuando se crea una verdad artificial euforizante se puede obtener un efecto inmediato de revitalización. Pero este repunte está condenado al fracaso de antemano.

En esto se observan grandes analogías con los procesos de formación de las burbujas económicas: la gente cree que se está enriqueciendo, se lanza y está eufórica cuando en realidad está cavando una tumba.

Las "ganancias" durante el milagro económico alemán de los años 50

A partir de los años 50 los alemanes volvieron a sentirse ganadores. Pero esta vez, la sensación de estar ganando estaba mucho más conectada con la realidad.

La explosión económica de los años 50 estuvo presidida por una épica de la reconstrucción. El estímulo no tenía nada que ver con el discurso propagandístico nazi de la pre-guerra sino que procedía de los pequeños logros de cada día que penosamente se iban consiguiendo, mes tras mes, año tras año.

Puesto que la reconstrucción era palpable, la euforia de la población se basaba en hechos y avances reales.

Si la promesa nazi se basaba en la idea de la supremacía aria que se realizaría por medio del uso de la fuerza, en los años 50 el ánimo de la población se fundaba en la perspectiva de la reconstrucción y la formación de una fortaleza económica.

devastación
Consecuencias últimas de las sugestiones nazis

Las expectativas que albergaban los alemanes en los años 50 eran mucho más factibles, no amenazaba a nadie y además proporcionaban la posibilidad de realizar también una reconstrucción moral.

Por supuesto, el éxito económico durante esos años fue posible gracias a una serie de circunstancias favorables:

  • una moneda estable y fuerte,
  • rescate del tejido industrial que salió indemne de la contienda,
  • la llegada masiva de refugiados de distintos territorios del este,
  • la afluencia de trabajadores extranjeros durante la expansión,
  • la reducción de regulaciones administrativas y
  • una actividad sindical beneficiosa para el conjunto de la economía.

Sin embargo, estas circunstancias no pueden explicar por si solas el prodigioso despliegue económico que tuvo lugar.

El hecho más determinante de todos, lo que aportó toda la energía que la población pudo desplegar durante esos años fue que la mayor parte de los ciudadanos pudo satisfacer de forma ininterrumpida durante varios años su necesidad de ir a más, de estar en ganancia.

Se combinaban varios factores determinantes:

  1. Un punto de partida muy bajo marcado por una gran devastación y muchas heridas abiertas.
  2. Una población con un buen nivel de competencia profesional y laboral que volvía a empezar de nuevo.
  3. Una imperiosa y extrema necesidad de recuperar la autoestima.

Para muchos millones de personas desposeídas de todo, la posibilidad de empezar a satisfacer sus necesidades básicas y recuperar su dignidad colmó durante años su necesidad de ganar.

El gran despliegue de energía colectiva no hubiera sido posible sin contar con el efecto euforizante sostenido ligado al hecho de que las familias se reconstruían, la capacidad de producción se ponía en marcha, se recuperaba el acceso a los bienes de consumo y se albergaba la esperanza verosímil de conquistar nuevas cuotas de prosperidad.

El asombroso caso chino

El fulgurante desarrollo económico que se ha producido últimamente en China, es otro ejemplo de milagro económico que debemos tomar en consideración.

Durante 23 años consecutivos China ha estado creciendo con tasas anuales situadas alrededor del 10 % . Las zonas donde el desarrollo tiene lugar están sufriendo una transformación espectacular.

expansión China

También en China, desde que se inició la expansión, muchísimos de millones de personas se han visto espoleadas por la posibilidad de real de ir a más y han tenido la oportunidad de ir lográndolo.

Los milagros de crecimiento no dependen del sistema político

Hemos analizado tres de los ejemplos más destacados de “milagro” económico que han tenido lugar durante los últimos 80 años.

  • El primero tuvo lugar bajo un régimen político nazi.
  • El segundo, en la Alemania democrática de post-guerra.
  • El tercero bajo un régimen de inspiración comunista y en ausencia de libertades e instituciones democráticas.

Podríamos agregar a esta lista el caso del Japón que también hizo un desarrollo espectacular durante la post-guerra, bajo un régimen democrático recién instaurado en un país sin tradición democrática alguna.

Estos ejemplos muestran claramente que la expansión económica no depende del tipo de régimen, ni de las ideologías políticas.

Los milagros económicos dependen de otros factores ajenos a las recetas ideológicas.

Los casos que hemos analizado muestran que el factor fundamental está íntimamente relacionado con el estado psíquico de la población y con la satisfacción de su necesidad de ganar.

Moral de victoria

Cuando una población experimenta la sensación de estar ganando se constituye un estado psíquico colectivo que toma forma de euforia de victoria y que lo impregna todo.

Este efecto puede ser breve y mantenerse solo durante unos días o permanecer activo durante un período de tiempo más largo. Todo depende de si la gente sigue sintiendo que está ganando o que va a obtener ganancias en el futuro inmediato.

La moral de victoria se puede desencadenar de muchas maneras distintas pero depende básicamente de los flujos de información que recibe la ciudadanía. Lo que determina el tipo de desenlace final es la veracidad de esas informaciones.

MORAL DE VICTORIA

MORAL DE VICTORIA

desencadenada por informaciones falsas, espejismos, estereotipos o mentiras

desencadenada por informaciones correctas sobre avances
o perspectivas reales

La esperanza de ganar
es infundada

La esperanza de ganar
está bien fundamentada

ESTADO DE EUFORIA

La energía de la población se orienta hacia el reforzamiento de los espejismos o las falsedades

La energía de la población se orienta hacia la creación de valor nuevo real

Catástrofe, recesión, desencanto

Crecimiento
económico

Ejemplos paradigmáticos

Alemania entre 1933 y 1939
Crisis actual

Alemania entre 1950 y 1964
Crecimiento chino

Retroceso actual de la economía europea

Así como la esperanza reiterada de ir a más tiene un efecto dinamizador, la repetición continuada de malas noticias tiene justamente un efecto contrario.

Las malas noticias económicas favorecen la formación de un nubarrón de amenazas y predispone a la formación de un estado colectivo de moral de derrota.

Los últimos datos de la evolución de la economía en la Unión Europea no son alentadores. En el primer trimestre de 2009, el PIB de los países de la zona euro cayó un 2,5 % de promedio (*).

(*) ver:

La economía europea sufre su mayor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. El PIB de la eurozona y la UE cae el 2,5% en el primer trimestre.- Alemania registra el peor dato en 40 años.- Francia encadena seis meses de bajada continuada. El País, 15 de Mayo de 2009

Ver también: Eurostat. News release

Porcentaje de variación del PIB en el primer trimestre de 2009
comparado con el primer trimestre de 2008 (Unión Europea)

Alemania

-6,9

Austria

-2,9

Bulgaria

-3,5

Bélgica

-3

Chipre

1,6

Dinamarca

:

Eslovenia

:

España

-2,9

Estonia

-15,6

Finlandia

:

Francia

-3,2

Grecia

:

Holanda

-4,5

Hungría

-4,7

Irlanda

:

Italia

-5,9

Letonia

-18,6

Lituania

-10,9

Luxemburgo

:

Malta

:

Polonia

:

Portugal

-3,7

Reino Unido

-4,1

República Checa

-3,4

Rumanía

-6,4

Suecia

:

Para poner en perspectiva este momento de recesión conviene recordar que las principales economías europeas desde el año 2000, varios años antes de la manifestación de la crisis, ya mostraban signos claros de estancamiento.

Este detalle revela que las caídas del primer trimestre del 2009 no son únicamente una consecuencia de la crisis sino que reflejan también un problema de fondo que se viene arrastrando desde hace tiempo.

Aparentemente las economías europeas lo tienen todo para funcionar bien: instituciones políticas y jurídicas bien asentadas, un nivel alto de competencia profesional, una efectiva y moderna red de infraestructuras, un sistema sanitario desarrollado, un sistema educativo denso y maduro, un magnífico capital social y una moneda fuerte.

¿Qué está pasando entonces?

¿Por donde abrir perspectivas de recuperación?

El estancamiento europeo parece estar directamente relacionado con la incapacidad de la economía europea para adaptarse a las nuevas realidades emergentes.

En el nuevo escenario económico, una parte creciente de la producción que hasta ahora se había realizado en Europa, ha empezado en otras regiones en donde los costes de producción son mucho más bajos. Y esto va a seguir así y se va a incrementar.

Europa debería acometer una gran reconversión en la que una parte importante de su tejido industrial debería transformarse profundamente o incluso desmantelarse. Y, al mismo tiempo debería desarrollar rápidamente nuevo tejido económico capaz de producir grandes cantidades de nuevo valor añadido en otros campos.

Es aqui donde las sociedades europeas están fallando y sin que por el momento se vean aparecer signos alentadores por ningún lado.

Sin embargo, la reconversión industrial en sí misma es sólo la parte menos importante de lo que necesitamos acometer. La parte más importante tiene que ver con la plasticidad de las estructuras institucionales y culturales europeas que están muy acartronadas.

Son estos anquilosamientos los que limitan en realidad nuestra capacidad para realizar las transformaciones de gran calado que necesitamos llevar a cabo de ahora en adelante y de forma indefinida.

La potenciación de esta plasticidad es la verdadera y única respuesta para desencallar la economía europea y para devolver a sus ciudadanos su bien más valioso de todos: la ilusión creíble de poder ir a más.

Josep Burcet

Barcelona, 4 de Junio de 2009

Videos relacionados y otras referencias:

Muestras de propaganda nazi

primera parte
segunda parte
tercera parte

Vídeos sobre la Alemania del milagro económico de los años 50

Los años de boom económico
Alemania en los años 50

Evolución reciente de China antes de que empezara su milagro económico

Cisnes Salvajes de Jung Chang (Reseña)

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