Alguien dijo que no podía hacerse,
pero él con una sonrisa respondió
que quizá no se podía, pero que él
no sería el que lo diría hasta que probara.
Así que lo trató de hacer.
Con el esbozo de una sonrisa en su rostro.
Si estaba preocupado, lo ocultó.
Comenzó a cantar mientras enfrentaba la cosa
que no podía hacerse y que él hizo.
Alguien se burló: Ah, nunca lo harás;
al menos nadie lo ha hecho jamás;
pero él se quitó el saco y se quitó el sombrero,
y lo único que sabía era que comenzó.
Con el mentón levantado y una ligera sonrisa,
sin duda ni equivocación,
comenzó a cantar mientras enfrentaba la cosa
que no podía hacerse y qué el hizo.
Hay miles que te dicen que no lo puedes hacer,
hay miles que profetizan el fracaso,
hay miles que te señalarán, uno por uno.
los peligros que te esperan al acecho,
pero solo enfréntalos con una ligera sonrisa.
gracias Monica
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