¿Sabías que el mejor banco es el banco de favores? Es un banco de
redes sociales ¿Quieres asociarte? Haz tu primer depósito: conecta a
dos personas, facilita su diálogo y sus negociaciones. Ambos te
deberán algo que quizás nunca cobres. Pero un día necesitarás algo de
ellos. Al que cumpla lo ayudarás y todos sabrán que es una persona
leal y recibirá nuevos depósitos, aumentando su capital social.
Este mundo esta hecho de relaciones, el que las respeta y las
construye tendrá su red extendida por el mundo, conocerá a quien
necesite conocer y su influencia crecerá.
El banco de favores es una inversión de riesgo. Siempre habrá quien no
devuelva tu favor, que se crea superior y que piense que todos deben
reconocer su talento. Pero no será una persona confiable, progresará
un poco pero no lo que podría, empezará a declinar, se sentirá a
medias, no estará frustrado ni realizado, será uno más que es ser uno
menos. Tú no serás como él y seguirás regalando la Rosa blanca de José
Martí:
Cultivo una rosa blanca, en junio como enero, para el amigo sincero,
que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca el corazón
con que vivo, cardo ni ortiga cultivo; cultivo la rosa blanca.
Conquistar el capital social. Nada surge de la nada Es imposible
tener éxito sin relaciones. Estudiaremos los principios de la riqueza
social que en letras de oro afirman que “los conocidos son tan
importantes como los conocimientos”:
1- Crea confianza. Toma las alegrías y tristezas del otro como si fuesen tuyas.
2- Cuida las reacciones. Mantén la calma sin alterar el buen juicio.
3- Sonríe. La sonrisa es un imán que anima a estar con nosotros e
inspira seguridad.
4- Sé amable. Da las “Gracias” y pide “Disculpas”
5- Tienes dos orejas y una sola lengua, es para escuchar el doble de
lo que dices.
6- Recuerda el nombre del otro es la más dulce melodía que escuchan sus oídos.
7- Los mejores oyentes se ganan a la gente mediante el replanteo.
“Veamos si comprendí lo que dijiste”. Luego transmite tu mensaje
con un gran valor agregado.
6- Empatiza. Ponte en el lugar del otro al hacerle una propuesta.
7- Elogia. Alimenta sinceramente el ego de los demás.
8- Que se sienta importante. Salúdalos siempre con entusiasmo. Para
poder influir en los demás debes interesarte en ellos para que se
interesen en ti.
9- Administra por valores. Compartir valores comunes es la mejor forma
de lograr compromiso. Honestidad, integridad, prudencia, reflexión,
paciencia, justicia, amor, imaginación invocan a fuerzas poderosas
que nos acompañan desde la infancia.
10- Autoconocimiento. Deja que descubran algo por sí mismos sin darles órdenes.
11- Pídeles ideas. Permite que los demás se lleven el crédito, podrás
conseguir todo lo que te propongas en la vida.
11- Da lugar al desafío. Lanza un reto amable: “Estoy seguro que lo
conseguirás”. La gente progresa más cuando se le brinda feedback a su
rendimiento.
12- Haz favores. Depositando en muchas personas siempre podrás realizar un retiro.
13- Reconoce el mérito. De otra manera descubrirá que sólo intentas adularlo.
14- No te alejes del rebaño. Las personas se comportan como manada.
“Si todos lo hacen… yo también”, “Si varios clientes piensan bien de
esa empresa, debe se buena”.
15- Una imagen vale más que mil palabras. Una demostración provoca
imitación. Una historia llega más que una teoría y su mensaje también
administra por valores.
Cuenta corriente emocional. Sube con amabilidad, honestidad, respeto,
cumplimiento y baja con el mal trato, la traición y los reproches. El
saldo refleja el estado de la relación. Es más fácil decir lo que
separa que lo que une. Las palmadas en la espalda brindan energía y
confianza. Reconocer el mérito es signo de valoración.
Pensar que se “sobreentiende” es la excusa para no advertir que te
cuesta reconocer. Un halago pesa menos que un reproche, un retiro de
confianza equivale a cuatro depósitos. El reproche pone al otro a la
defensiva y lo lleva a tratar de justificarse.
La persona solitaria o la que desaparece te hace olvidar el saldo de
su cuenta: lo que no se usa se pierde. Cuando abres cuentas corrientes
emocionales creas subcuentas de simpatía, coherencia, inteligencia,
amistad; hay valores que suman o que restan.
Cuando escasean valores importantes la cuenta llega a cero o está en rojo.
La emoción es subjetiva, vale menos la realidad que la percepción.
Modificando la forma se produce el cambio, confiarán más en lo que
haces que en lo que dices.
La inteligencia espiritual crea la energía, la inteligencia emocional
la convierte en ideas y planes, la inteligencia social se nutre de las
cuentas emocionales con saldo positivo. Rodearte de gente negativa lo
rebaja. “Dime con quien andas y te diré quien eres”.
Hacer depósitos en las relaciones, realizar favores sin que te los
pidan, comentar lo bien que ves a alguien, ofrecer ayuda, son regalos
emocionales. El capital social florece en los que aprendieron a
construir su éxito en el tejido social.
Warren Buffet es un millonario que donó su dinero a la fundación de
Bill Gates. Para él la verdadera riqueza es saber quiénes serían
capaces de arriesgar su vida por él. Se siente rico por sus
relaciones, no por su dinero.
Otros ricos no devuelven a la sociedad ni siquiera parte de lo que
reciben de ella. El capitalismo es un sistema en el que los ganadores
se quedan con todo. Las donaciones deben ser retribuciones. El
capital social es el saldo de la cuenta corriente emocional y el
dinero no sirve para nada en soledad. Para crear tu mina de oro no
trates a los demás como te gustaría que te traten, trátalos como ellos
querrían ser tratados.
John Davison Rockefeller -uno de los hombres más adinerados de todos
los tiempos- dijo: “Estoy dispuesto a pagar más por la capacidad de
tratar con las personas, que por cualquier otra capacidad que exista
en este mundo”.
Lo importante es que sepas que lo que tú eres como persona resuena en
tan fuerte en los oídos de tus relaciones que nunca pueden escuchar lo
que les dices.
El Dr. Horacio Krell
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