"Las pasiones y los caprichos de los deseos nos conducen a una vida sin sentido, nos colocan a la espera de que alguien o algo apague nuestra sed. Lejos de ser libres y poderosos, somos entonces esclavos y dependientes. Inteligente, en consecuencia, es el hombre libre, el que se gobierna y solo él, por lo tanto, puede gobernar a los demás. Es decir, educarlos y hacerlos inteligentes en ese autogobierno que produce verdadera libertad". Sócrates
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