domingo, 12 de diciembre de 2010
LA RAZÓN, EL INSTINTO Y LA INTUICIÓN
LA RAZÓN, EL INSTINTO Y LA INTUICIÓN
Muchos de nosotros en algunos momentos de nuestra vida hemos tenido todo aquello que hoy desearíamos tener:
• Un sueño personal sin límites.
• La sensación de que las puertas del mundo se abrían a nuestro paso.
• Un muy buen sueldo o ingreso que crecía.
• Una potencia inmensa para alcanzar metas
• Una situación social, de amigos y familiar que añoramos.
• Una sensación de paz y bienestar que hoy no sentimos.
Muchas veces aparece grabada la imagen de esos momentos, con la impresión de que es imposible volver a vivirlos.
Sentimos que la magia y el carisma que teníamos se han perdido, que nos ha abandonado.
Sentimos que hemos tomado las decisiones, sin embargo, el resultado en el que estamos no era el que esperábamos.
Una sensación de vacío y del deber no cumplido nos embarga.
Los grandes sueños que teníamos fueron tomando una forma mucho más modesta y nos hemos ido conformando.
Vamos perdiendo velocidad y paulatinamente nos vamos deteniendo poco a poco, y esto parece inexorable, fuera de nuestro control o por lo menos así lo dicta la razón, nuestro intelecto.
Pero hoy quiero expresar que hay algo más profundo.
Esta semana he leído un libro en el que Osho hacía una diferencia fundamental entre el instinto, el intelecto y la intuición.
No es textual pero resumiendo y rearmando Osho expresa:
“El instinto es la inteligencia del pasado. Es casi infalible porque es algo muy antiguo, muy maduro, muy desarrollado. El instinto nunca crea ningún problema ni necesita ninguna solución, actúa naturalmente. El instinto siempre es noble y te muestra el camino natural. El instinto es físico, tu pasado, basado en experiencias de miles de años.
La intuición es el futuro, es pura solución, no genera problemas. Es tu ser más profundo, tu conciencia.
El intelecto es tu mente, es el hoy, convierte todo en problemas y no tiene ninguna solución. Vive a base de prejuicios, nunca es noble.
El instinto es natural, la intuición, existencial. El intelecto se mueve palpando en la oscuridad.
El intelecto pasa a ser una barrera para aquello que piensan que no hay nada más allá. El intelecto se convierte en una molestia ya que lo utiliza mucha gente para reprimir su instinto pero depende de nosotros en usarlo bien y convertirlo en un apoyo.
Cuando el instinto y la intuición trabajan juntos, también podemos utilizar el intelecto para buenos propósitos.”
Cuanto más intelectualizamos nuestro presente más nos aferramos a la idea de lo imposible. Nos encerramos en nuestro círculo de probabilidades de acuerdo a nuestro pensamiento limitado, y nos vamos apagando.
El Instinto, la fe, el creer, la inspiración, entre otras formas de nombrarlas, expanden nuestro destino, nos abren nuevas posibilidades, ensancha nuestros modos de pensar, multiplican las soluciones.
A través de allí nuestra actitud cambia, nuestra manera de relacionarnos, de ver la vida, de mirar nuestro futuro, de imaginar nuestras estrategias, de multiplicar nuestros contactos, de contagiar nuestro entusiasmo, y cambiamos nuestra marcha a través del combustible llamado pasión.
Y la magia y el carisma florecen, y también vuelven a vivir los sueños.
Debemos dejar de usar tanto la razón que sólo nos achata. Debemos hacer crecer nuevamente nuestro instinto, nuestra fe, nuestro creer, nuestra inspiración, que es lo que siempre le dio alas a los grandes sueños.
A eso debemos aferrarnos, a aquello que le da aire nuevo a nuestra vida. Y así lo imposible se vuelve posible.
Gracias por publicar mi nota de "viaje hacia el éxito" en tu blog. Es un gran gusto que puedas compartirla. Aprovecho para invitar a los lectores al grupo de facebook "viaje hacia el éxito" o que puedan ingresar a "viajehaciaelexito.blogspot.com". Muchas gracias Rafael !! y el mejor de los éxitos
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