Diana Heano
A mediados de los años ochentas, David Cooperrider y Suresh Srivastva plantearon una alternativa para promover el cambio, diferente al modelo tradicional. Introdujeron el término Enfoque Apreciativo (EA), derivado del concepto artístico “ojo apreciativo”, el cual hace referencia a la existencia de belleza en cualquier obra de arte. Al llevar este concepto a los sistemas humanos diríamos que en cualquier organización o sistema humano hay algo que funciona y que resaltar (Cooperrider y Srivastva, 1987). En sus inicios, el EA no fue planteado como un enfoque clínico, por el contrario sus planteamientos florecieron dentro de un ámbito mucho más organizacional. Más aún, este enfoque es una propuesta dialogal la cual permite el desarrollo de competencias conversacionales, que le facilitan fluir en diferentes contextos tales como: educativos, sociales y clínicos.
Según Cooperrider y Watkins (1996) el enfoque apreciativo es una teoría, una actitud y una aproximación al análisis, que orienta hacia el aprendizaje organizacional y la creatividad. El enfoque Apreciativo busca “lo que está bien” en cada sistema, convirtiéndose en un hábito de la mente, del corazón, y la imaginación; que busca el éxito, la fuerza vital, la importancia de la alegría.
Así pues, el Enfoque Apreciativo es una teoría articulada que racionaliza y refuerza el hábito de la mente que se mueve hacia el mundo de forma creativa buscando y encontrando imágenes de lo posible por encima de las escenas de desastre y desesperación (Cooperrider y Watkins, 1996). Así pues, el EA se pregunta todo el tiempo qué es lo que la gente hace, y en esa búsqueda ha encontrado que una de las más grandes acciones del ser humano es el lenguaje; las conversaciones las cuales pueden hacernos llorar o reír, las cuales a partir de su pragmática potencian una realidad particular. Según Lang (2000) vivimos en el lenguaje, construimos el mundo en que vivimos a través del lenguaje; las palabras crean magníficos y misteriosos mundos. En este sentido, El lenguaje Apreciativo crea una visualización de los sueños, crea esperanza, posibilidades y optimismo. El EA cree en la belleza del ser humano, en la magnífica riqueza de sus recursos, en la posibilidad de movimiento del hombre. Este uso del lenguaje, cree en la construcción constante de lo humano, cree en la facultad que tiene el hombre de responsabilizarse de su vida y soñar creando mundos con posibilidades fascinantes. El lenguaje Apreciativo cree, valora y se deleita de manera estética de la robusta fuerza del Ser.
De acuerdo con Cooperrider y Srivastva (1987), el EA se basa en un paradigma socio-racionalista que asume la realidad como una construcción social y como un producto de la imaginación.
Como se menciona en el apartado anterior, el foco tradicional desde el cual se comprende al fenómeno humano está centrado en la óptica del problema: el diagnóstico. Es así como desde esta postura tradicional, el foco primario es advertir "qué está mal", con el fin de "resolver el problema". Desde una perspectiva psicolingüística y construccionista, el colocar demasiada atención en las etiquetas con las cuales describimos los síntomas de una enfermedad, nos lleva finalmente a generalizar los síntomas a toda la entidad, a enfatizar en la importancia de resolver el problema. En contraste, bajo el lente apreciativo predomina un enorme respeto por la capacidad del sistema (llámese empresa, comunidad, familia, sujeto, etc.) para encontrar sus propios recursos y resolver desde su historia de logros el futuro que le espera. Esto es, a diferencia del modelo tradicional de resolución de problemas, el EA trabaja sobre aquello que funciona, y no sobre lo que está mal. La identificación de eso que funciona y el posterior análisis para hacer más de ello, son la base generadora del cambio en el sistema.
Para Hammond (1998), “el ojo apreciativo” asume que en cada pieza de arte habita la belleza, en cada organización hay un misterio de sorpresas y profundas realidades espirituales por ser escuchadas y colocadas a la luz de un contexto. Lang (1999) afirma que nuestra responsabilidad como facilitadores y consultores es apostarle a esa realidad viva y desde allí, construir sus opciones de esperanza y futuro.
El lenguaje apreciativo según Lang y Adam (2000), es un compromiso moral de co- creación del mundo en que vivimos, el cual sienta sus cimientos de construcción en el magnífico poder del lenguaje como creador de realidades y nuevas posibilidades de ser. Searle (citado en Cooperrider 1995) hace un aporte valioso para la terapia, ya que según sus postulados, la forma de hablar de las personas produce realidades particulares; en este sentido a través de los diferentes usos del lenguaje variará la construcción y la narración de las historias personales y colectivas. Este es pues, uno de los postulados más significativos a la hora de hacer terapia y escoger un lenguaje apreciativo, con el objetivo de construir una realidad donde resalten los recursos y las posibilidades como tal. Esto es, el enfoque apreciativo es una postura, la cual a través una serie de preguntas clave, sacude la memoria de los participantes hacia esos momentos energizantes de éxito durante el pasado, creando así una nueva energía positiva y sinérgica para el futuro inmediato de la organización humana.
Según Cooperrider y Srivatsva (1990) el enfoque apreciativo ha sido descrito como una metodología que toma la idea de la construcción social de la realidad hacia su extremo más positivo, especialmente con el énfasis en las metáforas y las narrativas, las formas relacionales del conocimiento, sobre el lenguaje y sobre el potencial como una forma de la teoría generativa (Gergen, 1996). Así pues, en palabras de Thatchenkery (1999) un enfoque generativo apunta hacia potenciales realistas que están latentes en el sistema.
En términos generales, el EA se refiere a la búsqueda co-evolutiva de lo mejor de la gente, sus organizaciones y el mundo relevante que los rodea. En su foco más amplio, involucra el descubrimiento de aquello que da “vida” a un sistema viviente cuando éste es más vivaz, más efectivo y más constructivamente capaz en términos económicos, ecológicos y humanos.
El EA involucra, de forma central, el arte y práctica de hacer preguntas que fortalezcan la capacidad del sistema de aprehender, anticipar y elevar el potencial positivo. Principalmente implica la movilización del enfoque a través del campo de la “pregunta positiva incondicional”. En el EA el trabajo de intervención proporciona un camino a la velocidad de la imaginación e innovación; a cambio de negación, criticismo y diagnósticos espirales, hay un descubrimiento, un sueño y un diseño. El EA pretende hacer una unión constructiva entre lo que la totalidad de la organización humana refiere como fortalezas pasadas y presentes de la misma: cualidades, potenciales inexplorados, innovaciones, fortalezas, pensamientos elevados, oportunidades, valores, tradiciones, competencias estratégicas, historias, expresiones de sabiduría, autorreflexiones profundas hacia un espíritu corporativo, y visiones de un futuro mejor y posible.
Según Hammond, Lang y MacLeod, algunas de las premisas sobre las cuales se sustenta el EA son: 1) En toda organización, sociedad o grupo hay algo que funciona. 2) La manera en como se enfocan las cosas, de entrada aporta la solución y comienza a ser nuestra realidad. Si bien, los problemas no dejan de existir, en el EA lo que cambia es nuestra mirada sobre la gestalt. 3) La realidad es creada en cada momento por tanto existen múltiples realidades. Esta presunción le otorga una enorme responsabilidad a los actores del sistema para construir percepciones saludables de sí mismos y de su entorno. Invita también al sistema en pleno a adoptar posturas equidistantes, así como a nutrirse de todas las miradas que puedan aportar valor agregado al diseño de un futuro esperanzador para la organización. 4) las preguntas acerca de una organización o grupo, movilizan al grupo en alguna forma o hacia algún camino. 5) Las personas tienen más confianza y comodidad en viajar al futuro (desconocido) cuando cargan hacia delante partes del pasado (conocido). Es decir, también somos responsables de cómo honremos ese pasado. 6) Es importante valorar las diferencias. El EA construye su intervención en la red inagotable de recursos existentes en todo el sistema. En el EA no existen "incompatibilidades" o "diferencias irreconciliables", existen tan sólo diferencias, las cuales pueden hacer al sistema más poderoso, sinérgico y viable en el futuro. 7) El lenguaje usado por nosotros, crea nuestras realidades. Sostiene Lang (2000) que el lenguaje es el aire que respiramos. El aire entra y sale, es de todos y es de nadie. Bajo un enfoque apreciativo, el facilitador anima al sistema a desarrollar juegos de lenguaje (Wittgenstein) útiles, metáforas lingüísticas saludables, una gramática de la esperanza. 8) Las palabras representan realidades emocionales, no sólo racionales.
El EA funciona en un ciclo continuo de cuatro procesos (4D`s) postulados por Cooperrider y Srivatsva (1987): Descubrimiento, Deseo/Sueño, Diseño y Destino, cada uno de ellos enfocado al progreso para alcanzar los objetivos que el sistema desea.
La fase del descubrimiento hace referencia al primer acercamiento donde se aprecia el sistema, se descubre aquello que esta funcionando, resaltando lo mejor de las experiencias. La siguiente fase es la del Sueño/Deseo, en la cual se plantea el funcionamiento “ideal” del sistema, lo que el mundo demanda de él, y esto es articulado por medio de tres cosas básicas: la visión de un mundo mejor, un propósito poderoso y la compilación de estatutos de intentos estratégicos. La siguiente fase es la del Diseño, en la cual la atención se centra en la construcción del sistema ideal, la estructura social o el diseño actual del sistema en relación con el mundo del que hace parte; se plantean las habilidades con las cuales es posible alcanzar el sueño, el camino se dibuja en equipo y con experiencias del pasado que resaltan recursos y fortalezas. La fase final del ciclo es el Destino, en la cual se considera la forma de empoderar, aprender y ajustar el funcionamiento de la dinámica que se está llevando a cabo; se complejiza la mirada y se camina desde el cambio hacia el cambio.
En su análisis de la estética y los orígenes de las imágenes creativas Nietzche se preguntó por el poder de la apreciación y unió la valoración (descubrimiento) y la imaginación (sueño): La valoración es la creación. Óyelo, estás creando. La valoración es en sí misma el tesoro y la joya de las cosas valiosas. De la mano con el pensamiento de Nietzche, Cooperrider y Srivatsva (1987) consideran que la apreciación lleva nuestra mirada hacia la vida y mueve los sentimientos, proporcionando un escenario para el movimiento y la curiosidad, donde se da cabida a la inspiración de mentes visionarias.
Principios básicos de la exploración apreciativa
El EA está sujeto a cinco principios principales que lo rigen y determinan su fuerza en la generación de cambio: construccionista, de simultaneidad, positivo, poético y anticipatorio (Cooperrider y Srivatsva, 1987).
1. Principio construccionista: El construccionismo es una aproximación a las ciencias y a las prácticas humanas que reemplaza como locus del conocimiento lo individual por lo relacional. Este principio advierte la valoración del poder del lenguaje y los discursos, para crear nuestro sentido de realidad, de verdad, de lo bueno y de lo posible. Desde el construccionismo se cuestionan incluso las verdades que parecen absolutas, de modo que se abre la posibilidad de buscar alternativas que amplían la generación de nuevo conocimiento. Al respecto, Lang (2000) afirma que lo que construimos ocurre en la interacción, a través del lenguaje. En este sentido, si hablamos negativamente creamos historias negativas y vidas negativas. (Para ampliar este principio ver el capitulo del lenguaje como constructor de la realidad.)
2. Principio de simultaneidad: Del primer principio se deriva que la exploración y el cambio no son momentos separados sino simultáneos. Desde las primeras preguntas explorativas que se realizan durante una entrevista, se encuentran implícitas las “semillas de cambio”, es decir: los pensamientos y expresiones, los descubrimientos y aprendizajes, y los diálogos y fuentes de inspiración para proyectar el futuro. Las preguntas que se hacen son determinantes para los descubrimientos que se encuentran, y de los cuales los datos se convierten en material lingüístico, las historias con las cuales se concebirá y construirá el futuro. A través de este principio, se acepta que una investigación de cualquier tipo es capaz de alterar, en cualquier momento y de forma determinante, nuestra percepción de nosotros mismos, de la realidad y la forma en que afrontamos la vida. Así pues, el cambio en las prácticas lingüísticas, incluyendo la elaboración de preguntas, conlleva cambios determinantes en las prácticas sociales. El hecho de pensar que primero se hace el análisis y luego se plantea la estrategia para el cambio dificulta la evolución de este concepto. Para el construccionismo incluso la pregunta más inocente produce cambio, aunque este sea representado por el diálogo, la risa, el aburrimiento, la atención, etc. Al considerar que la exploración y el cambio son procesos simultáneos se pasa de una inquietud por la calidad de la pregunta a una inquietud por el efecto de la pregunta. Por medio de la utilización de preguntas positivas, es posible generar nuevas imágenes del futuro evocadas por lo mejor del pasado y del presente. Según Lang (2001), las historias que nos contamos determinan la búsqueda y la manera de relacionarse con ella.
3. El principio poético: Esta metáfora se basa en que los sistemas humanos se parecen más a un libro abierto que a una máquina, ya que son susceptibles a múltiples interpretaciones y a ser descritos desde múltiples metáforas. El principio poético hace una invitación a la reconsideración a los objetivos y a la focalización en cualquier exploración en el dominio del manejo del cambio.
4. El principio anticipatorio: La imaginación colectiva y los discursos sobre el futuro, se constituyen en las herramientas más valiosas para generar un cambio constructivo. Uno de los teoremas básicos del punto de vista anticipatorio es que la imagen del futuro es la que realmente guía lo que debería ser llamado la conducta actual de cualquier sistema. Permanentemente los sistemas están proyectando delante de sí, el conjunto de sus expectativas, trayendo el futuro al presente y convirtiéndolo en un agente potencializador. Las imágenes positivas del futuro conducen a acciones positivas, y esto es un postulado fundamental de la exploración apreciativa.
5. El principio positivo: Generar y sostener momentos para el cambio requiere de afecto positivo y unión social. Entre más positiva sea la pregunta que se plantea en el trabajo, más prolongados son los éxitos derivados del esfuerzo de cambio positivo; caso contrario si se plantea el mundo como un problema a ser resuelto. Es claro que se crea una alternativa ante el lenguaje del déficit, ya no se pretende “arreglar el mundo”, sino que aborda con una mirada de interés y curiosidad por aprender y descubrir un mundo siempre novedoso. Para el EA, todo problema es un sueño frustrado, al respecto Lang (2000) afirma que cuando él habla con pacientes muy negativos les dice que es maravilloso evidenciar la cantidad de sueños que esta persona tiene. Siendo coherente con lo anterior, hablar en términos de sueños frustrados conduce a realidades muy diversas a las que se construyen desde la concepción de problema; así, indagar sobre el problema nos hace expertos en lo que no funciona y expande las posibilidades de ello. En este sentido, el EA busca hacerse experto en los sueños de una manera afirmativa, de modo que se centra en las posibilidades para construir una realidad de posibilidades. Según el autor, cuando se habla afirmativamente el emocionar cambia y se construye una realidad particular.
Las dos caras de la moneda: el lenguaje apreciativo y el lenguaje del déficit
Advertir las posibilidades de dos lenguajes para construir, no pretende de ninguna manera descalificar el uno en procura de un beneficio para el otro. Más aún, implica dar cabida a la pregunta de la construcción social que se enmarca para cada lenguaje, de los juegos de poder inmersos en cada posibilidad, de la responsabilidad de construirnos de una u otra manera. Advertir, los diversos lenguajes desde los cuales se puede construir la realidad, es una sugerencia de que existen múltiples lentes para comprenderla y actuar en ella; no se trata de operarse de la “miopía” y limitar la comprensión a una única manera de hacerlo, se trata de aceptar que hay muchas posibilidades y que se debe ser responsable frente a la elección de una u otra.
El EA busca cambiar la relación que se tiene con el lenguaje, las palabras crean mundos aunque sea de forma involuntaria. Así pues, El EA hace una propuesta: cambiar estas narrativas y auto-descripciones basadas en el lenguaje del déficit, por un lenguaje apreciativo basado en el principio del ciclo 4D´s.
Lenguaje del Déficit Lenguaje Apreciativo
Cree en los problemas Cree en las posibilidades
Ve el vaso medio vacío Ve el vaso medio lleno
Se mueve a través de los problemas Se mueve hacia visiones
Habla de la escasez de recursos Habla de la abundancia de recursos
Basado en el pensamiento crítico Basado en el pensamiento generativo
Basado en la resistencia Basado en la energía
Basado en los avances progresivos Basado en cambios insospechados
Basado en promesas asumidas Basado en compromisos con significado
Se habla de “usar” a los otros Se habla de colaborar con los otros
Se habla de “transacciones” Se habla de “relaciones”
Es dirigido por profesionales Es auto-dirigido
El primero es enseñado Es aprendido por medio de ejemplos
Por James Gregory Lord (1998) en Cooperrider (1990)
Elbow (1973 citado en Cooperrider 1990), escribe de una manera poética que podemos elegir jugar “el juego de creer” en oposición al “juego de dudar”. En el juego de dudar, el consultor o el investigador tiene un ojo cauteloso, en el juego de creer los esfuerzos se orientan a entender la dinámica del sistema desde el punto de vista de los participantes (Thatchenkery, 1999). Al escoger uno u otro modo de jugar, vale la pena tener en claro que tanto las explicaciones como las interpretaciones que se hagan con respecto a una “realidad” son afirmaciones que bosquejan un camino para ser actuado. En palabras de Thatchenkery, (1999) primero tenemos que afirmar que existe, para luego descubrir que existe allí.
Para los autores que rescatan el lenguaje apreciativo, la imagen positiva se relaciona de manera íntima con la acción positiva, a modo de profecía de autocumplimiento. Así pues, la tesis de Cooperrider (1990) se dirige a afirmar que las organizaciones humanas exhiben una tendencia observable y automática de evolucionar en la dirección de las imágenes positivas, anticipatorios del futuro. Así como las plantas se inclinan en búsqueda de la luz del sol.
Un activismo mental creador de futuro: La Imagen positiva construye acciones positivas
Según Cooperrider (1990) al reconocer la posibilidad que tiene el hombre de construir su realidad y reconstruirla, descongelando historias ancladas de fracaso, desesperanza y dolor; las ideas aparentemente inmutables acerca de las personas y las organizaciones, están siendo retadas y reformuladas. Esto es, la realidad es permeable, emergente y abierta a la influencia causal de la mente.
Cooperrider (1990), propone que todos los grupos tienen imágenes positivas de sí mismos que subyacen o están por debajo de sus procesos organizacionales, además tienen una tendencia natural a evolucionar hacia esas imágenes más positivas mantenidas por los miembros; sin embargo, estas imágenes se ocultan tras el discurso predominante que usualmente se caracteriza por el déficit. De acuerdo con Cooperrider (1990), el obstáculo más grande para el bienestar de un sistema es la proyección no -afirmativa que usualmente lo guía. Senge, (citado en Cooperrider, 1990) advierte que cuando los sistemas descubren que sus prácticas para solucionar los problemas crean más problemas, o que algunos problemas nunca desaparecen, cesa la búsqueda de nuevas alternativas y el sistema se estanca. Es ahí, cuando la indagación apreciativa surge como un esfuerzo para crear un consenso compartido de un futuro nuevo explorando las competencias básicas que residen en los sistemas.
El gran reto que emerge desde esta contribución, según Cooperrider (1990) esta de manera implícita en los postulados del paradigma socio-construccionista, donde se reconoce que los seres humanos creamos nuestras propias realidades a través de procesos simbólicos y mentales, lo cual propone como opción, la evolución consiente del futuro humano. Esto es, emerge la posibilidad de un activismo mental creador de futuro.
Así pues, la tesis explorada por el autor, es la de la creación estética de un imaginario positivo, sobre una base colectiva. Está, se desarrolla sobre la creencia de que el pensamiento positivo ejerce un poder jalonador en la construcción de realidad (Goleman, 1987 p15 citado en Cooperrider, 1990). Aquí surge la consigna de que los seres humanos son ampliamente heliotrópicos en su carácter, (lo cual se esboza en el apartado anterior) significando con esto que exhiben una tendencia observable y automática a evolucionar en la dirección de las imágenes anticipatorias positivas sobre su futuro. De este modo, la invitación del autor se dirige a reflexionar sobre la relación entre el imaginario positivo y la acción positiva.
Para iniciar el camino de reflexión, vale la pena indagar que es un imaginario, ya que a través de muchos años la imagen ha sido considerada un poderoso agente en la guía y determinación de la acción. Es posible afirmar que todos los seres humanos mantenemos auto- imágenes o imaginarios de nuestra raza, profesión, país, cultura, familia; tenemos imágenes de nuestro propio potencial y del de otros.
De acuerdo con Heidegger (citado en Cooperrider, 1990) nuestra naturaleza no es solamente ser arrojados en la existencia, sino también estar todo el tiempo delante de nosotros mismos en el mundo, estar enganchados en el desenvolvimiento de las realidades proyectadas; todas las acciones, tienen naturaleza de un proyecto. Así como la proyección de una película sobre la pantalla, los sistemas humanos, están por siempre proyectándose adelante de ellos mismos en un horizonte de expectativas que trae al futuro poderosamente en el presente como un agente causal.
Han sido varias las investigaciones desde las ciencias cognitivas, encaminadas a comprender la influencia de la imagen positiva en la acción positiva. Cooperrider (1990) ilustra la característica heliotrópica de los sistemas humanos en los distintos niveles de funcionamiento en las seis áreas de investigación hasta el momento: el placebo, el pigmaleón, la emoción positiva, el diálogo interno, la vitalidad cultural y el desempeño meta- cognitivo.
El placebo: es una respuesta fascinante y compleja, en la cual las imágenes proyectadas, como son reflejadas en una creencia positiva de la eficacia del remedio, propician una respuesta curativa que puede ser tan poderosa como la terapia convencional. Pese a que el placebo ha dado lugar a grandes controversias, la gran mayoría de profesionales médicos aceptan que muchos de los pacientes que muestran una robusta diferencia en cuanto a la sintomatología, lo han logrado por medio de creer que están obteniendo un tratamiento efectivo (Beecher 1955, en Cooperrider 1990). Son numerosos los estudios que indican que el placebo puede proveer un alivio a los síntomas e el dolor de las heridas post-operatorias, el mareo, el asma, las ulceras, los dolores de cabeza, entre otros. De hecho, actualmente, muchos investigadores refieren que ningún sistema del cuerpo está exento del efecto placebo. Sumado a esto, se ha evidenciado de manera sorpresiva, como en muchas ocasiones el efecto del placebo es mayor que el esperado por las drogas de un tratamiento convencional. En palabras de Asjaffe y Bresler (1980) el placebo “ilustra otro uso terapéutico importante del imaginario, llamado, el uso de las imágenes futuras positivas para activar los cambios físicos positivos” (Asjaffe & Bresler, 1980 en Cooperrider, 1990 p. 260-261).
Efecto pigmaleon: Como un caso especial de la profecía autocumplida, el efecto pigmaleon propone como tesis, que desde el momento mismo de nacer, cada uno existe dentro de una área compleja de imágenes y expectativas, la cual es proyectada hacia el sí mismo como un ambiente omnipresente de los otros. En el estudio clásico de pigmaleon, los profesores eran conducidos a creer, sobre la base de información creíble, que algunos de sus estudiantes poseían potenciales excepcionales mientras que otros no. De modo tal, que los profesores eran conducidos a tener una imagen positiva y unas expectativas sobre algunos de sus estudiantes; y una imagen negativa sobre otros. Sin embargo, sin que los profesores supieran, los estudiantes llamados de alto potencial fueron llamados al azar. En términos “objetivos” todos los estudiantes tenían un potencial equivalente entre ellos y por el contrario fueron apodados de alto, medio y bajo potencial. Durante el transcurrir del experimento, emergieron diferencias evidentes entre el desempeño de los alumnos de un potencial alto con respecto a los niños de potenciales bajos y medios. Dichas diferencias, no tenían correspondencia alguna con un factor de inteligencia innato o alguna otra predisposición; las diferencias, se relacionaban más bien, con las expectativas manipuladas de los profesores. Al pasar el tiempo, la diferencia aumentó de un modo significativo, al punto que los estudiantes con una imagen positiva alta opacaron de manera notable a sus compañeros.
Una de las conclusiones más importantes, que emerge de las múltiples investigaciones sobre el efecto pigmaleón, es que los seres humanos estamos en constante movimiento. Esto es, somos altamente modificables en relación con la proyección mental de los otros, no solo a nivel del desempeño como a las más enraizadas autoafirmaciones.
Emoción Positiva: Las metáforas integran pensamientos y emociones, dándole una fuerza catalizadora a su calidad de evocar sentimientos. En varias terapias, por ejemplo, se ha identificado que enfocándose en metáforas, se facilitan fuertes reacciones emocionales; si bien los procesos verbales y mentales son lineales, la imagen proporciona la representación simultánea, lo cual permite emocionarse a través de la emoción del otro y esto es sostenido en la imaginación (Sheikh & Panagiotou, 1975 citado en Cooperrider, 1990). En palabras del autor: la relación existe entra las emociones positivas –deleite, compasión, amor, alegría, felicidad, pasión, etc- y las acciones positivas generan y sustentan los movimientos heliotrópicos tan frecuentes en los sistemas humanos.
A partir de las diferentes investigaciones sobre emoción negativa los investigadores están convencidos de la conexión recíproca entre la emoción altamente negativa y: experiencias de estrés; deficiencias cognitivas; el fenómeno de “desesperanza aprendida”; el desarrollo de la depresión; el deterioro de las relaciones sociales; la activación de posibles respuestas fisiológicas tales como la secreción de catecolamina en el cerebro, descargas de corticoides, la supresión del sistema inmune y el desarrollo de enfermedades. Por ejemplo, se ilustra la relación entre la emoción negativa y la enfermedad, gran variedad de enfermedades, especialmente las múltiples formas de cáncer, son asociadas con crónicas y persistentes imágenes negativas, expresadas e incluidas en los sentimientos de impotencia y desesperación. Como Siegel concluye, “el cáncer es desesperación experimentada al nivel celular” (Siegel, 1986 citado en Cooperrider, 1990). Esto es, mientras se une la afectividad negativa notablemente al fenómeno de desesperanza aprendida, la emoción positiva esta íntimamente conectada con la utilidad social. De algún modo la emoción positiva nos saca de nosotros mismos, nos empuja fuera de la preocupación auto-orientada, expande nuestro enfoque hacía el bien potencial en el mundo, aumenta sentimientos de solidaridad con otros, y nos promueve a actuar de maneras más altruistas y prosociales (Cooperrider, 1990).
Según el trabajo de Alice Isen, citada en Cooperrider, (1990) el humor, la cognición, y la acción forman una tríada inseparable, la cual tiende a crear múltiples retroalimentaciones de intensidad amplificada. La emoción positiva según Cooperrider, (1990) ha sido asociada con (1) aumentó en la capacidad de resolución creativa de problemas (2) toma de decisiones y juicio más eficaces (3) el optimismo e incremento en la capacidad de aprendizaje, una capacidad aguda por percibir y entender las cosas positivas
El Diálogo Interior: Uno de los aspectos más fascinantes de la noción de imagen positiva viene del desarrollo de Robert Schwart (citado en Cooperrider, 1990), en su estudio de la estructura y función del dialogo interno en los sistemas humanos. Aquí la imagen es entendida como un dialogo consigo mismo.
Es importante tener en cuenta, una simple idea o imagen pueden transformar la gestalt entera de muchas otras. Estudios demuestran que muestran que las imágenes de esperanza o desesperanza pueden afectar el sistema curativo innato del cuerpo, su funcionamiento inmunológico, y otros procesos neuroquímicos (Cooperrider, 1990).
Todos los sistemas humanos están condicionados por su diálogo interior. Nuestras mentes están llenas de un sin número de ambientes: la familia, la escuela, la iglesia, los juegos, e incluso los ambientes creados por nuestros métodos de investigación y tecnología. De modo tal, que es todo esto que percibimos lo proporcionan las señales a las maneras en que percibimos, experimentamos, e imaginamos la realidad (Cooperrider, 1990).
Vitalidad Cultural: A través de diferentes estudios se ha resaltado que son las imágenes subyacentes las que sostienen la cultura, y en esta medida tiene una robusta influencia en su destino. Los valores éticos como “bueno” o “malo” ejercen poca fuerza. No obstante, si esos valores surgen en la forma de una imagen, ellos se vuelven un poder que forma la conciencia de masas de las personas de repente (Broms y Gahmberg, 1983 en Cooperrider 1990).
Para Polak, la pregunta primaria no es entonces cómo explicar el crecimiento y decaimiento de culturas, sino cómo explicar la emergencia exitosa o decaimiento de imágenes positivas. Sus conclusiones, entre otros, incluyen:
1. Las imágenes positivas surgen en los contextos de “optimismo” y una atmósfera que valore la creatividad, sumando además una vida emocional rica, donde haya libertad de discurso y fantasía.
2. La fuerza que maneja la imagen es parte cognoscitiva o intelectual; y en su mayoría es emocional, estético, y espiritual.
3. La fuerza potencial de una cultura podría ser medida por la intensidad, energía, y creencia en sus imágenes del futuro.
4. La imagen del futuro no sólo actúa como un barómetro, sino que promueve de manera activa pensamientos y oportunidades. De modo tal, que el efecto se vuelve intención, acto.
5. Cuando las aspiraciones utópicas de una cultura se mueren, la cultura se muere: “donde no hay visión, las personas perecen” (Proverbios 29:18).
Tras sus investigaciones, Polak citado en Cooperrider, 1990, afirma que en su mayoría, todo lo que la sociedad ha considerado lo que adelanto social se ha prefigurado primero en alguna escritura utópica. En palabras del autor, a pesar de que la palabra utopía tenga, en nuestra sociedad, un carácter peyorativo; el análisis histórico muestra la utopía como el timón de la creación científica.
Desempeño Metacognitivo: Según Cooperrider, 1990 todos los sistemas humanos tienen una tendencia notable a evolucionar en la dirección de aquéllas imágenes positivas (hipótesis heliotrópica). La mayoría de la evidencia disponible al respecto, sugiere que es posible aprender la competencia de afirmarse. Recientes estudios sugieren que es posible que los mejores atletas sean tan exitosos debido a una capacidad del meta- observarse favorablemente, desarrollada de una capacidad diferencial de auto supervisión (Cooperrider, 1990). Esta capacidad involucra la habilidad de observarse sistemáticamente y analizar las actuaciones exitosas o las actuaciones infructuosas; para poder escoger entre los dos procesos cognoscitivos cuando se desee. Paradójicamente, la mayoría de las personas en nuestra cultura parecen operar en la búsqueda del fracaso para eliminarlo, con la intención de mejorar de este modo la actuación; el proceso inverso pareciera ser la dinámica más exitosa, al menos en el aprendizaje de nuevas tareas.
Conversaciones apreciativas dentro del ambiente escolar
Para Lang, (2000) los colegios y la familia son el corazón del futuro de las sociedades. Esto es, la escuela es un espacio para repensar y crear posibilidades para el futuro. Una de las inquietudes del autor se ha dirigido hacia la creación de contextos educativos que promuevan sociedades donde sea posible crecer, mejorar, soñar. Así, en aras de conseguir este objetivo, Lang ha investigado sobre el cambio en las realidades futuras, a través del lenguaje Apreciativo.
A través de su experiencia, este autor (2000) ha encontrado que en los colegios donde los niños son creativos y continuamente están mejorando, los maestros son optimistas, con esperanzas puestas sobre sus alumnos. Y en aquellos colegios donde los niños no mejoran y son más necios, curiosamente los profesores son pesimistas y sin esperanza.
Según Lang, (2000) su trabajo con los colegios se ha enfatizado en contar historias positivas, las cuales creen realidades positivas, de manera que se integren a circulo positivo que se retroalimenta. Por tanto, el trabajo de este autor en los colegios, se ha dirigido no solo a promover historias positivas, sino a mantener esas historias de manera que se movilicen dentro de la dinámica de la institución de manera continua. En un Colegio de Suecia, donde Lang desarrollo uno de sus trabajos, los profesores decían que el salón más negativo del colegio, era el salón de profesores. Según el relato de los maestros cada vez que entraban al salón de profesores se extendían en críticas y quejas de sus estudiantes, así mismo cuando salían a dictar sus clases, se mostraban inconformes con sus alumnos y hacían pública esta queja e inconformidad. Después de iniciar el trabajo apreciativo en esta institución, la regla que puso Lang a los maestros era: “cada vez que lleguen al salón de profesores se debe decir algo positivo del salón en el que se dio clase. Del mismo modo, cuando se dirigían a un salón a dictar sus lecciones, deberían decir algo positivo del salón al que iban.” Un mes después, los docentes referían un cambio dramático en el salón de clase, referían que con el ejercicio había cambiado su manera de mirar y relacionarse con los alumnos, y expresaban, que aún cuando al principio hacían el ejercicio de manera artificial, rápidamente cambio la percepción y efectivamente tenían varios aspectos positivos que resaltar.
Como conclusión de esa experiencia, es posible afirmar que las historias que nos contamos, determinan la manera de relacionarse y la búsqueda de significados. Según Lang, (2000) cuando se inicia a conversar desde lo positivo y lo poético, todos quieren escuchar esas historias, se buscan acciones que nutran esas historias y esto posibilita que tales narraciones se mantengan y se enriquezcan. “las historias tienen alas, y van de un lugar a otro”.
Otro caso de intervención apreciativa en el ambiente escolar, sucedió en uno de los Colegios de Suecia, donde Lang (2000) trabaja implementando este enfoque. Allí, un grupo de profesores resalto que se sentían insatisfechos con los resultados de un proyecto de educación para los niños de bajos recursos, con el cual, se pretendía promover la escritura y la lectura en niños de clase baja que tenían difícil accesibilidad a la educación. La dinámica de la investigación consistía en demandarles a los niños escribir una lista de palabras de manera correcta, en compañía de sus padres. Una vez se cumplía esta primera etapa, los niños hacían un examen en el colegio. La insatisfacción de los profesores radicaba en como estaban corrigendo los exámenes, ellos resaltaban estar enfocados en lo que esta mal (las palabras incorrectamente escritas) y no sabían como salir de ahí.
Así pues, según Lang (2000), lo que estos docentes estaban haciendo era focalizarse efectivamente en el déficit, de manera que de una lista de 40 palabras que tenían que aprender, los niños tenían por ejemplo, 26 bien y 24 incorrectas, ellos resaltaban en rojo las palabras mal escritas y decían: todavía hay 24 por corregir. Tras reflexionar sobre el asunto, crearon un experimento donde remarcaban con rojo las palabras bien escritas, mientras que a las palabras erradas las dejaban quietas y escribían en una columna al lado la escritura correcta.Sumado a esto, hacían una nota donde referían, por ejemplo: ayer tuviste 26 bien hoy tienes 28, ¿Cómo lo hiciste? Felicitaciones. Después de un par de semanas en el experimento, los profesores compartían cambios dramáticos en el aprendizaje de los alumnos, tanto así que a los pocos días de implementar esa nueva dinámica, todas las palabras estaban siendo escritas por la mayoría de los niños correctamente. Lang (2000) afirma entonces, que se aprende más de los logros que de los errores.
En el mismo orden de estas intervenciones, a continuación se presenta una simulación realizada en un seminario taller, dirigido por Lang, el 18 y 19 de febrero del 2000 en Bogota, Colombia. El juego de roles, es la reproducción de un caso real en Suecia La siguiente trascripción es una entrevista Apreciativa realizada por Lang La entrevista tiene lugar en un Colegio, entre Lang (T), Rita alumna de 15 años, sus padres Juan (J) y Gloria (G), Maria (M) la docente de Inglés y Ana (a) la docente de matemáticas.
El consultor saluda a cada uno de los participantes, agradece por asistir y pregunta si esta bien que los llame por su nombre.
T: Yo soy Peter Lang, fui invitado por Sistemas Humanos para venir a ver si puedo construir con ustedes la mejor forma de poder seguir adelante. O sea que el objetivo de esta reunión es ver como podemos construir la mejor forma de seguir adelante hacia el futuro. ¿Maria, fue usted la primera persona que se preocupo?
M: Sí, porque ella pone muchos problemas en clase, se burla de la gente, hace ruidos.
G: Permítame decirle una cosa, yo no entiendo qué es lo que está pasando aquí, Rita es una hija excelente y respetuosa, no entiendo y no estoy de acuerdo con lo que la profesora dice. (habla con tono de irritación).
T: De tal manera que uno de tus deseos sería poder encontrar una forma de comprender lo que está pasando para ver cómo podemos seguir hacia delante juntos. (se dirige a Maria) Me gustaría saber cuáles son sus esperanzas para esta reunión.
M: A mí me gustaría que ella fuera una niña juiciosa en clase y fuera amable con sus compañeros. Una profesora dice que querría que ella pusiera atención en clase y otros profesores dicen también que es necesario que mejore sus calificaciones.
T: ¿Usted tiene unas esperanzas muy importantes para el futuro al sentirla como una persona capaz de relacionarse bien con sus compañeros y que le puede ir mejor en el colegio?
M: Sí
T: ¿Cuáles son sus deseos para su hija?
G: Me preocupa mucho una cosa, la semana pasada vinimos al colegio para hablar con los profesores de Biología y Gimnasia y ellos dicen que Rita es una persona encantadora, entonces quiero averiguar que pasa. (continúa en tono irritado)
T: ¿Ustedes vienen mucho al Colegio? ¿Con qué profesor dijeron ustedes que habían hablado?
G: Con la de Gimnasia y Biología.
T: ¿Y hablaron un buen rato de cómo es Rita en el Colegio?
G: Sí.
T: O sea que se sintieron muy orgullosos de Rita la semana pasada (se dirige a Rita) ¿Tu dirías que las cosas de la clase de Biología y Gimnasia son buenas para ti?
R: Las cosas van bien en estas clases
T: ¿Son clases de tu gusto?
R: Sí
T: O sea que es bien importante para ti que tengamos esta reunión para que puedas comprender algunas cosas.
T: Ana, entonces tengo curiosidad de saber cuáles son tus preocupaciones o tus deseos para Rita.
A: Lo que estamos diciendo es que Rita es bien Inteligente y es por esto que estamos bien preocupados por ella.
T: Yo quisiera preguntarte ¿Qué es una estudiante bien inteligente, qué cosas has notado que te lleva a decir que Rita es muy inteligente?
A: Cuando ella quiere hacer las cosas bien las hace divinamente. Pero la mayor parte del tiempo es irrespetuosa y habla con los compañeros.
T: O sea que usted piensa que como ella es tan inteligente, esas cosas le están interfiriendo de alguna manera su potencial ¿Cuáles son sus esperanzas, o sus expectativas de lo que pudiéramos lograr?
T: ¿Qué es lo que más te gusta de las clases en las que te va bien?
R: Que hacemos cosas
T: Entonces eres muy activa
A: Entonces, ¿Por qué no participa en clase?
T: Veo que te encanta la vida activa
R: Sí, me gusta estar ocupada.
T: Si vives ocupada, debes tener sueños del futuro.
R: Sí, quiero crear cosas diferentes.
T: Cuéntame más
R: Quiero hacer cambios, ser presidente. La primera mujer presidente.
T: ¿Cómo crees que ser Presidente crearía un cambio en cuanto a la forma de vivir? ¿Cuál es tu primera idea que pudieras emplear para generar cambio?
R: Creo que se puede generar cambio en cuanto a la forma como la gente se trata y se relaciona.
T: ¿Cuál es tu sueño? ¿Cómo piensas que uno le ayuda a la gente a que se trate distinto, a que pueda relacionarse de una manera diferente? (....) Trata de imaginarte cómo crees que lo hace la gente.
R: Dándole a la gente la oportunidad.
T: O sea que una de las cosas que te interesa mucho es cómo darle a la gente una oportunidad. Estoy fascinado, quisiera entenderlo un poco más. ¿Qué clase de cosas le dan a la gente una nueva oportunidad?
R: Al escucharlo, al dejar que las otras personas puedan expresar sus ideas, o respetando estas ideas como importantes.
T: O sea, dándole voz a las cosas que son importantes para las personas. Me pregunto, si nos imaginamos tu vida como Presidenta ¿Qué otras cosas estarán pasando en tu vida que te ayudarán a hacer tu labor de presidente?
R: No sé.
T: ¿Qué otras cosas estás haciendo que te dan esa oportunidad? ¿En que otras cosas anda tu vida?
R: No sé.
T: Yo estaba tratando Rita de pensar en algo.
R: Yo creo que la gente debe poder expresar sus sentimientos de una manera más organizada. Que tuviéramos más fiestas.
T: Así que eres la Presidenta de las Fiestas
T: Entonces, ser presidente es como darle a la gente la oportunidad de expresarse auténticamente y no estar tan controlado con reglas. O sea que de verdad estás pensando en estar en una posición donde puedas crear cambios interesantes e importantes para la gente. Si nos imaginamos ahora que tú eres Presidente, ¿Cómo llegaste a ser presidente?
R: Trabajé mucho para ser honesta y para que la gente te quiera
T: O sea, ser honesta y hacer que la gente te quiera. Esto es bien interesante, esto es un poco difícil porque a veces cuando uno es honesto a veces a la gente no le gusta. Y cuando uno quiere que la gente lo quiera, uno hace cosas que a veces no son muy auténticas. ¿Cómo haces tú para combinar estas dos cosas?
R: Simplemente lo haces
T: ¿Cuál de las dos es más importante para ti?
R: Ser Honesta
T: Y la segunda cosa más importante para ti es hacer que la gente te quiera, hacer cosas para que te quieran. Si la una contradice la otra, ¿Cómo haces para resolver la diferencia?
R: Pues si uno es verdaderamente honesto la gente acaba por respetarlo
T: Entonces acabas de producir una idea bastante importante: La gente te respeta por ser honesta. Las cosas que Mará esta diciendo, que a veces eres un poco irrespetuosa... ¿Tú crees que en el colegio estás actuando honestamente?
R: Probablemente
T: Si pudiéramos pensar en uno de esos momentos.... ¿Pudiéramos compartir uno?
R: El otro día en clase ella puso una tarea donde quería que hiciéramos un párrafo escrito, como un ensayo donde dábamos nuestra opinión sobre algo. Y yo escribí lo que verdaderamente pienso y ella se puso brava conmigo porque dijo que yo estaba siendo irrespetuosa.
T: O sea que ella estaba siendo honesta en cuanto a sus opiniones sobre lo que tu escribiste, pero a ti te parecía que ella no estaba respetando lo que tu dijiste
R: Sí.
T: O sea que en algún sentido cada una estaba siendo honesta con la otra. Es interesante porque acabaron peleando ahí. María ¿Para usted también es importante ser honesta?
M: Claro, pero hay formas de decir las cosas, pero....
T: Quiero resaltar que ambas están de acuerdo sobre algo, sobre la importancia de ser honesto. ¿Tú te habías dado cuenta que tu profesora esta de acuerdo en este tema tan importante?
R: No
T: Pero lo que usted dice Maria es que hay otras formas de decir las cosas, ¿Qué piensas tú sobre la forma de decir las cosas?
M: Tal vez si ella hubiese dicho antes que no está contenta en mi clase, en vez de empezar a actuar de una manera irrespetuosa al molestar a los compañeros.
T: (se dirige a Maria) O sea, lo que usted está diciendo ahora, es que usted está interesada en saber como Rita puede ser honesta de una manera que usted pueda apreciarla o quererla. (Se Dirige a Rita) Es fascinante porque es lo que tú dices que es importante para ti también. Es casi como si ustedes pudieran tener clases sobre como ser honestos y quererse al mismo tiempo. Porque tengo la sensación de que tú quieres que la profesora también diga las cosas de una manera que tú también puedas quererla a ella. Si pudiéramos imaginarnos cómo las dos lo estuvieran haciendo de una manera distinta ¿Cómo sería? Rita ¿Qué te imaginas tu? Si la profesora te dijera de una manera que fuera honesta pero que también se mostrara que ella te estima, que te quiere ¿cómo lo mostraría? ¿Cómo lo mostraría ella, que te haría a ti sentir que eres querida?
R: No me gritaría
T: ¿Cómo lo haría distinto?
R: Ella podría hablar conmigo a solas y no al frente de todos mis compañeros donde me siento humillada
T: O sea, compartirlo contigo de una manera privada, particular. Maria, si Rita lo hiciera de una manera que usted se sintiera respetada y querida, ¿Qué haría Rita diferente?
M: Ella podría talvez alzar su mano y luego expresar su opinión en vez de estar haciendo ruidos en la parte de atrás del salón.
T: Antes de empezar a hacer estas cosas que ustedes piensan que serían diferentes, ¿Qué creen ustedes que esto generaría, que desarrollaría? ¿Qué efecto tendría sobre lo que tú sientes sobre la clase de inglés?
R: Que ella actuara como que ella de verdad me respeta, entonces yo no sería como tan atacada, tan necia y no trataría como de crear revancha. Trabajaría duro.
T: O sea que en vez de ser molesta simplemente ¿Qué harías? ¿Cómo se vería lo que tú haces?
R: Haría lo mejor que puedo y no crearía problemas en la parte de atrás del salón.
T: Pero ya hablamos de una cosa que a ti te gustaría, y es que tu profesora te hablara en privado, en una situación de respeto donde no te haga pasar vergüenzas frente a toda la clase ¿Qué otras cosas te gustarían de tus dos profesoras, tanto de María como de Ana? ¿Qué podrían hacer para que tú te sintieras mejor?
R: Me podrían decir cuando hago las cosas bien en vez de simplemente señalarme cuando las hago mal.
T: Yo les pregunto a ustedes dos, si se empezaran a relacionar de una manera diferente ¿Qué efecto creen que puede tener en la clase?
M: Yo creo que si ella se comportara bien, si no fuera irrespetuosa, las cosas serían mucho mejores.
T: Una de las razones por las cuales decidí tener esta reunión es que me pareció que ustedes dos, de verdad, quieren ayudar a Rita. De las ideas que ella nos está dando sobre cómo ella podría sentirse respetada, ¿Cómo creen ustedes que podrían hacer eso?
M: En cuanto a la clase de inglés, yo creo que yo debo escuchar con más frecuencia sus opiniones dándole la oportunidad que nos muestre todas las cosas que sabe.
A: En cambio yo en la clase de matemáticas puedo incluir más actividad
T: ¿Te gustaría esto?
R: Sí.
T: Y para poder integrar todo esto, y pensando que ustedes (los padres) vienen al colegio y que les gusta estar conversando, ¿Habría alguna forma de facilitar que ustedes puedan reunirse para ver como están progresando las cosas?
G: Sí, yo creo que podemos venir cuando las profesoras nos pidan que lo hagamos.
T: Rita, ¿Te gustaría solucionar esto sola con tus profesoras, o quieres que tus padres intervengan?
R: Yo quiero intentar solucionar esto sola con los profesores y si no funciona entonces que vengan mis papas.
T: Gracias
A: Yo quisiera poderle decir a Rita que quiero darle la bienvenida de nuevo a mi clase y que me va a encantar tenerla en clase como a los demás. (se dan un beso)
T: O sea, esto te da una verdadera oportunidad para empezar a crear estos cambios.
La pregunta como herramienta fundamental para co-construir
Las intervenciones terapéuticas, desde esta postura, se movilizan básicamente hacia co-construir alrededor de preguntas, las cuales se enmarcan dentro de un acto conversacional, creativo y dialogal. Las preguntas son el nódulo de la terapia y estimulan el proceso terapéutico. Éstas, como dice Bateson (1994), son una diferencia que crea una diferencia, las cuales abren el acceso a la problemática, pero sobre todo a los recursos de los consultantes, y en este sentido a la nueva construcción.
Este enfoque espera que a través de preguntas se pueda crear una nueva narrativa, y que en esa nueva construcción quede representado el cambio. Según Anderson y Goolishian (1992), las preguntas terapéuticas o conversacionales son la herramienta más importante del terapeuta dentro de esta postura, ya que es a través de ellas que se crea y mantiene el camino hacia la comprensión de lo humano. Estas preguntas surgen desde la curiosidad del terapeuta, donde es posible cuestionar la gama de comprensión que se tiene hasta el momento, construyendo y deconstruyendo hipótesis, a fin de perturbar la historia del paciente y renovar su discurso. “Al preguntar desde esta posición, el terapeuta puede avanzar junto con lo aún no dicho (...), la conversación es el despliegue de estas posibilidades todavía inexpresadas, de esos relatos aún no relatados. Este proceso acelera la evolución de las nuevas realidades personales y de la nueva mediación que surge del desarrollo de las nuevas narraciones” (Anderson y Goolishian, 1992 p. 54). Así pues, la mejor manera de lograr la apertura de la mirada del paciente, y por tanto la oportunidad de una nueva narración, es a través de preguntas nacidas de una auténtica curiosidad, la cual se relaciona con la postura de no saber.
Tomm (1988) justifica el uso de preguntas, en la capacidad que tienen para involucrar al sistema familiar en la co- construcción del proceso terapéutico y en esa medida, de su propio cambio. Esto debido a que las preguntas estimulan la reflexión y fomentan la autonomía de los pacientes a la vez que generan un mayor sentimiento de logra cuando se produce el cambio terapéutico.
La pregunta apreciativa se hace en referencia a los sueños, los cuales indudablemente conllevan hacia unos juegos particulares del lenguaje el cual propicia una construcción diferente orientada hacia el futuro mucho más que en el pasado. Así pues, el nuevo juego del lenguaje que surge a partir del uso del lenguaje apreciativo es en términos de Lang (2000) mucho más “bello y espiritual”, teniendo en cuenta que desde las conversaciones acerca de los sueños se promueve una conversación con el dar, “con la energía creadora que brinda nuevas dimensiones de vida” (Lang, 2000 Seminario-Taller). De ahí que uno de los supuestos básicos desde los cuales se desprende esté enfoque es en la comprensión de los problemas como “sueños frustrados”; esté nuevo acercamiento hacia los conflictos moviliza construcciones más allá de la solución misma de los problemas, resignificando el deseo que hay detrás de tal demanda de modo tal que se potencie el futuro al tiempo en que afloran las “esperanzas y pasiones” (Lang, 2000 Seminario-Taller )
Al respecto Boscolo (1996) señala que un paciente optimista crea posibilidades mientras que uno pesimista construye dificultades crónicas y problemas insuperables. Esto sugiere entonces una conexión entre la postura de optimismo y la capacidad para resolver problemas lo cual nuevamente se sustenta en el lenguaje como constructor de una realidad particular.
Según Lang (2000) cuando se cambia el foco del problema al sueño y se elaboran preguntas que permitan visualizar y profundizar sobre experiencias positivas de éxito, bienestar, felicidad, armonía, seguridad, etc.; experiencias donde el sueño haya sido posible; se transforma la realidad del consultante al mundo de las posibilidades sobre el de los obstáculos y las carencias. De modo tal que la gente confirma desde su experiencia la posibilidad de construir su sueño y la práctica de vida se dirige a dicho fin, desde una búsqueda afirmativa.
Para Lang (2000), el cambio se crea desde la pregunta, en este sentido si la pregunta es ¿Cuándo se sintió inseguro? la persona se sentirá insegura, asumirá una postura emocional de inseguridad y se apropiara de las experiencias de inseguridad en su historia de vida; así mismo, si la preguntas es ¿Cuándo se ha sentido más seguro?. La postura emocional será consecuente con la pregunta, emergerán sus narrativas acerca de la pregunta, y tras una corta o larga experiencia será posible evidenciar algunas de las habilidades que el sujeto tiene para sentirse seguro. De ahí que la pregunta apreciativa se responsabilice por la ventana de posibilidades que abre su pregunta y busque estimular lo positivo.
Cinco teorías del cambio ancladas sobre la pregunta apreciativa
Bushe G. (1999) docente de la facultad de la administración de negocios de la Universidad de Simón Fraser Burnaby, en Canadá; presentó al 18° congreso mundial de desarrollo de organización, en Dublín, Irlanda; cinco vías diferentes de considerar cómo una pregunta apreciativa puede crear cambios en los sistemas sociales. Según el autor, la pregunta apreciativa es una forma de investigación- intervención que estimula la creación de nuevas Teorías, ideas, imágenes; las cuales potencian el desarrollo de un sistema (Cooperrider y Srivastva, 1987). La clave de la pregunta apreciativa es su potencial innovador a la hora de recopilar historias sobre los momentos en que las cosas han estado mejor. Por ejemplo, si el interés es el desarrollo de un equipo, se reunirán historias de las mejores experiencias de equipo que tengan las personas. Si el interés es el desarrollo de una organización, se preguntará por las experiencias máximas en esa organización. Si los liderazgos son nuestra meta, reunimos historias del mejor momento y estilo de liderazgo. Si se trabaja en un contexto clínico y el interés es la relación de pareja, se indagará por las mejores experiencias que como pareja se hayan vivido. Estas historias se conversan colectivamente a fin de crear nuevas ideas o imágenes, que faciliten la construcción del cambio de manera conjunta.
El autor, considera que la pregunta apreciativa es, en sí misma, una metáfora generativa de nuevas ideas e imágenes de cómo cambiar los sistemas sociales. Dado lo anterior, es preciso hacer énfasis en que es necesario tener cautela con su uso, de modo que éste puede ser de robusta utilidad en el momento correcto y en el lugar correcto. De modo tal, que desde un punto de vista práctico, Bushe (1999) afirma que en los sistemas con mayores resentimientos y dinámicas problemáticas, no se tolerará una pregunta apreciativa hasta que se exprese y se atienda el malestar; de modo que se acoja y se valide la indisposición del sistema. De ahí la suspicacia con la que con frecuencia se malentiende el lenguaje apreciativo, los sistemas que están en alto grado de conflicto necesitan ser validados en su necesidad antes de explorar sus imágenes positivos y sus buenos momentos; dado que este malestar represa los buenos momentos y pone al orden del día las narrativas acordes con el momento.
A fin de explorar el uso de la pregunta apreciativa en la promoción del cambio en la construcción social de realidad, el autor desarrolla en primera instancia dos conceptos de Cooperrider que han sido elaborados anteriormente (la realidad como construcción social y la hipótesis heliotrópica) y tres propuestas de su autoría: El diálogo interior de la organización, resolver los dilemas paradójicos, y el proceso apreciador.
La construcción de la realidad: A través de los diferentes estudios, se ha encontrado que una pregunta apreciativa, pueda crear un espacio único, donde a través de la posibilidad de soñar colectivamente, las fuerzas de ridículo y represión cesen temporalmente y emerjan las fuerzas de la esperanza, la creatividad y el optimismo.
La hipótesis heliotrópica: La pregunta apreciativa, busca crear una nueva y mejor imagen afirmativa para el sistema social. Sin embargo, es preciso resaltar que de la calidad y el impacto de la pregunta depende la narración y creación de la imagen afirmativa que el grupo co-crea, es decir, su potencial para cambiar.
El diálogo interior del sistema: Bushe G. (1999) propone la metáfora del conocimiento humano para las organizaciones, sugiriendo que muchas voces diferentes hablando dentro de la mente del uno. Donde algunos integrantes del sistema asumen la función de conciencia, en la mente humana quien asume con frecuencia este liderazgo es la razón. Según Bushe G. (1999) dentro de un sistema, llámese colegio por ejemplo, cuando las personas se sientan a conversar, lo hacen con frecuencia sobre eventos pasados que usan para justificar las interpretaciones y juicios de los sucesos del momento. Estas historias consiguen con el tiempo constituirse con tal veracidad que a través de ellas se modulan las posibilidades del sistema, de modo que terminan demarcando los límites de lo que es y puede ser el sistema. Por tanto, con la pregunta apreciativa se busca cambiar la mirada de una organización a través de movilizar las historias que circulan en el diálogo interior del sistema hacia historias potentes en el pasado donde se descubran habilidades que permitan fortalecer y potenciar los sueños del presente para el futuro.
Según el autor (1999), la clave de este proceso esta en las historias y la vía en que éstas se comunican a otros al interior del sistema. Por esto el impacto de escuchar al otro narrando experiencias de triunfos pasados, que han sido de alguna manera experiencias de todos como unidad- sistema, perturba la dinámica pre-establecida e invita a buscar con mucha curiosidad esas historias positivas que promuevan una imagen afirmativa del sistema como todo y de cada una como parte de él. En este sentido, una de las cualidades de esta estrategia de construcción es encontrar nuevos canales para propiciar un espacio de conversación centrado más que en el problema en las posibilidades y en los propósitos que se anteponen a él. Bushe G. (1999) afirma que dado lo anterior, el entrevistador no es solamente quien transcribe lo que el entrevistado dice, a modo de periodista, más bien, su función se acerca mas al arte del escritor literario, que llena de exquisito lenguaje su narración apara deleitar a quien lo lee. Continuando con la metáfora del dialogo interior, la escritura pasa a ser una construcción colectiva la cual acoge las múltiples voces que matizan con grandes historias la narración.
Resolver los dilemas paradójicos: Bushe, G. (1999) afirma que otro aspecto importante para promover el cambio es la resolución de dilemas paradojales. Según el autor, todos los sistemas humanos, especialmente en las organizaciones, se enfrentan con dilemas paradojales donde se debe decidir por una de dos opciones mutuamente incompatibles. Una salida para resolver estos dilemas, es el desarrollo de nuevas imágenes que promuevan nuevas vías de actuar. De este punto de vista, entonces, la potencia del cambio desde la pregunta apreciativa es la capacidad para ofrecer tales nuevas imágenes; la creación de una imagen que captura la energía de las personas y las alternativas de solución al dilema en el que ellos están atrapados.
El proceso apreciador: Según Bushe y Pittman, (1991) el proceso apreciador es una técnica que potencia el cambio. El proceso apreciador Cooperrider (1991) hace énfasis en que la movilización hacia el cambio se da prestando mayor atención a lo que se desea más que a los problemas. Como una técnica de cambio, el proceso apreciador envuelve Tracking y fanning. Tracking es un estado de la mente donde uno esta en constante búsqueda de lo que más se desea; esto supone que cualquier cosa que se desee existe ya, aún en pequeñas cantidades. Fanning es cualquier acción que amplifique, aliente, y ayude a conseguir más de aquello que se esta buscando.
Conseguir apreciar un sistema y encontrar experiencias pasadas sobre aquello que se desea, requiere un cambio de la "actitud" para aquellos que están acostumbrados a ser críticos o promover la retroalimentación correctiva. Esto se logra con un acto de creencia, a menudo en presencia de la evidencia acumulada en contra, usualmente es mas fácil saber lo que falta, lo que no se quiere, lo que no esta funcionando; cambiar de lente exige un cambio robusto de actitud, exige creer en el otro, en el sistema, en sí mismo, exige responsabilizarse de la construcción y soñar con nuevas posibilidades, exige compromiso y respeto por el otro, exige estar abierto al otro y dejarse mover con él.
Así pues, la pregunta apreciativa potencia el cambio enfocando su atención, sobre lo que esta funcionando, extendiendo aquello que esta bien, maximizando el bienestar.
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