sábado, 7 de mayo de 2011

Espuelas: “mi motivación no fue hacerme rico; quería cambiar America Latina”

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El uruguayo Fernando Espuelas estuvo en la cresta de la ola de la nueva economía. En 1996 fundó Starmedia y pronto transformó el portal en una obligada referencia con decenas de millones de visitantes en sus páginas y negocios en todos los países de América Latina. Primero captó a inversores de la talla de David Rockefeller, Intel, General Electric Co., entre otros. Después llegó a Nasdaq para capitalizar a Starmedia en US$ 4.000 millones. La caída de las puntocom en abril de 2000 fue el comienzo del fin para la meteórica carrera de Espuelas en la liga mayor de los negocios. Hoy, lejos de los miles de millones de dólares que supo amasar, en diálogo con G&N hace su autocrítica. Pero también habla de su presente en Los Angeles y de su futuro, con varios sueños y algún emprendimiento, inclusive en Uruguay.

-Con la ayuda de la informática, nos volvemos a reencontrar. Todavía recuerdo la fiesta de inauguración de la oficina en Montevideo de Starmedia para América Latina al pie del World Trade Center.

-Cierto, buenos momentos vividos… Ha sido todo una aventura (risas).

-Las puntocom todavía no se han recuperado. ¿Cuál es tu análisis sobre la evolución de las compañías tecnológicas?

-Desde la caída, el mercado de tecnología todavía no se ha recuperado. Mientras aguardaba la conexión estaba viendo los reportes sobre la cotización de la bolsa de tecnología… Nasdaq todavía está al 50 por ciento de lo que estaba en el 2000, así que fue una pérdida de valor dramática. Pero al mismo tiempo, siempre estoy buscando la parte positiva, la posibilidad de aprendizaje sin igual.

-¿Cuáles fueron los aprendizajes?

-Sí, hay material para dos o tres libros (risas)…. Siempre uno de los temas clásicos de la historia es como se repiten los errores. Y uno piense que esa es la forma en que la humanidad se ha ido desarrollando. Y después uno lo vive por si mismo. Hay una tremenda ironía en todo eso. Lo más importante es como una mismo reacciona a algo tan dramático.

-Realmente dramático. Para medir el impacto, ¿de cuánta plata estamos hablando?

-Uno cuando mira Starmedia…. Fueron 4 mil millones de capitalización y 25 millones de usuarios. Cuando uno mira para atrás debe sentir un impacto fuerte. Yo no pude vender ni una acción y mi pérdida personal fue de 500 millones de dólares.

-Después que estalló la burbuja, ¿qué paso? ¿Cómo siguió tu vida?

-Hubo muchos vacíos en este período. Cuando estaba bajando la bolsa, empezaron a vender las acciones y yo tomé la decisión de viajar por el mundo diciendo a todo inversionista que compren las acciones de Starmedia, mientras hablaba con mi corredor de bolsa para no vender las personales. Obviamente no era una decisión financiera, sino de ética personal.

-¿Fue la decisión correcta?

-En su momento uno se cuestiona altamente si fue la decisión correcta, pero tuve mucho apoyo de mi familia y mi esposa, que obviamente sufrió esa situación. Pero debía hacer las cosas bien. Solamente tenés una vida. No tengo que arrepentirme de nada.

-¿Qué te llevó a crear Starmedia?

-La realidad es que mi motivación por empezar Starmedia no fue hacerme rico, sino que quería cambiar America Latina. Había trabajado casi una década en América Latina, y cuando entendí lo que Internet podía hacer, ser una figura estímulo para muchas personas, eso lo que realmente me importaba. Y más allá de Starmedia que sigue siendo una empresa exitosa ejecutando mi estrategia, también se que (risas), ahora ver el éxito de la industria dentro de América Latina y como ha cambiado, lo que ha hecho en Uruguay con todo el sector de exportación de software, logré lo que buscaba y el dinero era solo un accidente de esa visión, no es lo más relevante, aunque suene raro.

-Entonces fue correcto el diagnóstico del desarrollo tecnológico, pero falló el plan de negocios.

-No sé si esa sería mi conclusión aunque entiendo que es posible llegar a esa conclusión. El tema es que la industria estaba dimensionada al tamaño del negocio que existe hoy. Si podemos utilizar una analogía fuimos como los primeros ferrocarriles… Antes que se pueda poner un centavo a alguien para que se suba a tu tren, tenés que poner las vías, comprar tus trenes, poner las estaciones, hacer el marketing para que la gente se baje del caballo y se suba al tren. Y eso estaba condicionado sobre la idea de que iba a ver un crecimiento enorme que lo hubo, a lo que también iba a ver un mercado de capitales que iba a respaldar esa visión. El tema es que cuando en el 2000 empieza lo que es la recesión en EE.UU y la caída de la bolsa empieza con las empresas de telecomunicaciones en Nueva York, se produjo una bola de nieve que empezó a arrastrar a todo lo conectado a la tecnología, y ahí es donde los mercados de capitales, o sea el Nasdaq, fue de 5000 puntos a casi 1000 puntos.

-Primero el estallido de las puntocom, después la crisis estructural de 2008 desencadenada por la burbuja inmobiliaria. ¿Cómo se encuentra la economía de Estados Unidos?

-Yo tuve mi propia gran depresión. Esta crisis obviamente no me impacta de la misma manera. Me impactó fuertemente con otra empresa (VOY) que lancé para crear medios en inglés para hispanos en EE.UU. Llegó un momento que ya no lo podíamos financiar. Cuando intentamos venderla teníamos a tres compradores negociando uno contra otro, y después estalla todo a comienzos de 2008, y fue duro. A nivel personal estoy mejor parado para lidiar con cualquier crisis. Y me dio una oportunidad para hacer algo diferente. Cuando me mudé a los Angeles, en el 2005 –yo viví en Nueva York, mi esposa es de Los Angeles, se crió en Washington y nos conocimientos en la universidad- decidimos hacer un cambio dramático y explorar lo que es vivir en California. No hay el equivalente en Uruguay, pero California y Nueva York son como dos países diferentes.

-¿A qué te dedicas en Los Angeles?

-Inicié un proyecto que me permitía ayudar a cambiar la cultura del “mande” y crear una conciencia cívica en la comunidad latina, y eso me llevó a lanzar el programa de radio con ese propósito muy específico. Lo que no esperaba es que la gente quería este tipo de debate, y se ha dado. Cuestionar a los políticos latinos, criticar su gestión, tocar temas sociales como la iglesia, el aborto, derecho para gays, etc.

¿Desde qué año estás como comunicador?

-Desde el 2008. En el 2005 vine aquí. Hicimos una película, un documental sobre Brasil, muy exitoso, pre nominado para el Oscar. Tuvimos cierto éxito comercial y después vino la segunda crisis, la debacle del 2008.

-¿Cuántos hispanos hay en EE.UU. y qué volumen de negocios movilizan?

-Son 52 millones. Mueven un trillón de dólares. Es más grande que toda América Latina, menos Brasil.

-¿Cuáles son tus números de audiencia?

-Es el programa número 1, el talk show, numero 1 en la tarde de 14 a 17 horas.

-Todos aquellos que te conocen, saben que esta es una etapa de transición. ¿Hacia dónde está enfocado tu espíritu emprendedor?

-Tengo 44 años, sé que puedo ser presidente de Uruguay hasta los 80, pero no soy un nene (risas). Empezar un proyecto, un emprendimiento me divierte muchísimo, pero a mí me fascina lo que estoy haciendo. Ser CEO de una empresa es como ser un pequeño rey, y al despertar cada mañana decidís como va a ser el día, y tus ejércitos van a ser tus cosas, y en esta situación no hay nada similar. Ahora, es al revés, yo estoy ahí y tengo un contacto directo con gente que antes para mí eran parte de una presentación de marketing, era un segmento de consumidores, este otro segmento, pero no gente, son números y uno no se imagina los usuarios, los consumidores, pero ahora tengo contacto diario con gente que tiene vidas muy diferentes a las mías.
La sorpresa mía más grande es que hago shows. El concepto es motivar a la gente a cambiar su vida, buscar sus sueños, hacer cosas que pensaban que no era posible. En mi canal de Youtube, que se llama café espuelas, vas a ver un video.

-Te entiendo, pero hay algún emprendimiento concreto a futuro.

-Yo estoy bastante actualizado en Uruguay a través del diario El País. Cuando yo era chico nadie conocía a Uruguay en Estados Unidos. Y ahora Uruguay es conocido. El Times ha escrito sobre Uruguay tantas veces en estos cinco años, que se ha convertido en un lugar a donde la gente quiere ir. La estabilidad, el hecho que hay cambios de gobierno normal, que los presidentes no cambian la Constitución a su antojo… Aunque esto me da lástima, el contraste con Argentina es un activo muy importante para nuestro país.

-Entonces hay un proyecto

-Sí, de hecho tengo un proyecto enorme en Uruguay que se lo presentamos al gobierno de Tabaré Vázquez. Concebí un proyecto para explotar turísticamente Montevideo, que aún está estancado, pero que tiene como fin proyectar a Uruguay desde el punto de vista turístico. Armé un equipo con súper expertos de Desarrollo Urbano. Yo tengo una visión, pero ellos son los genios. Yo apenas puedo dibujar un círculo.

-Hay reserva sobre la ubicación del proyecto, pero si hablamos de turismo en Montevideo, entonces, me animo a adelantar que está en alguna zona con historia como Ciudad Vieja o la rambla portuaria.

-Presentamos un proyecto para rehacer una buena parte de Montevideo, pero aún está estancado. Hablamos con instituciones muy importantes interesadas en ejecutar, era algo muy factible para ejecutar. Pero hasta ahora no ha salido.

-¿Cuál es el monto de inversión de este proyecto?

-El proyecto se cotizó en 500 millones de dólares, para la recuperación urbana de un proyecto histórico, turístico y cultural. No era simplemente poner un hotel o un casino, sino crear una experiencia. No estamos pensado en algo que esté afuera de la ciudad, que sea para un grupito, sino integrado a la trama urbana, con un gran museo, y otra cantidad de elementos que cuando están juntos se puede atraer a mucho público. Y que sea tanto para el turista como para el uruguayo. Es un modelo de negocio que puede ser financiado tanto por el Banco Mundial, como por inversores privados. También estamos viendo proyectos en Perú y Brasil.

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