http://www.emprendedoresnews.com/tips/el-circulo-de-la-vida.html
Fin
de año. Qué momento propicio para un examen de conciencia: ¿estamos
liderando nuestro destino o, como ovejas, seguimos a otros sin saber
adónde van? ¿Cuál es el sentido de lo que hacemos? La vida es una obra
de arte que se construye revisando los logros. Sentirse
bien depende de factores externos pero sobre todo de uno mismo. Enfocar
la percepción sobre la mitad llena o vacía de la botella produce
efectos distintos.
Un proverbio afirma: mente sana en cuerpo sano,
si uno se enferma el otro también lo hará. El pensamiento positivo
atrae endorfinas, drogas que el cerebro fabrica y que brindan salud,
belleza y bienestar. Pensar en negativo produce neurotransmisores
tóxicos.
No da lo mismo sentir gratitud que pena, dedicar el
tiempo libre a la familia que a ser un adicto al trabajo, comprometerse
con metas y asumir los desafíos que, como dijo Lennon, dejar que la vida se nos pase mientras seguimos haciendo planes.
Vísteme despacio que estoy apurado. La
sociedad de consumo invita a correr siempre detrás la última novedad y a
no tener tiempo para disfrutarla. La paradoja es que promueve la
insatisfacción. Solemos comparar la actualidad con los ideales o con los
sueños del pasado. Vivamos ahora nuestra única vida, el futuro es
incierto y el pasado no regresará.
Pasa algo raro con el progreso,
genera al mismo tiempo inequidad, privación y sacrificio. Lo que tienen
de todo menos a sí mismos adoran una tecnología sin ética, modelos
económicos para crecer sin importar cómo y consumir no importa qué.
Creen que uno es lo que tiene y ansían todo lo que el poder les permita
tener. Encerrados en su egoísmo, viven muy cómodos, piensan sólo en
ganar y se olvidan que viven con otros seres.
Todo cambia. Cambia
la comida, la moda, los compañeros, el mobiliario, el paladar y el
anfitrión. Pero uno vuelve a tentarse siempre con nuevos manjares,
aunque más no sea por curiosidad. Al extraer bienes de los males los
podemos hacer jugar a nuestro favor.
“El rey león” narra la historia de Simba, un cachorro de león, hijo del Rey Mufasa. Simba cree
que ha matado a su padre, y huye hacia la selva, donde conoce a Timón y
Pumba. Junto a ellos, Simba ve la vida de otra forma, hasta que decide
volver a su pueblo y plantarse cara a cara con su tío Scar que había
desplazado a su padre del poder.
La rutina tiene
mala prensa, viene de ruta, de camino. Debemos elegir uno o crear otro,
sabiendo a dónde vamos. Hay preguntas creativas y estratégicas: ¿dónde
estaba hace un año?¿dónde estoy?¿ dónde querría estar dentro de un año?¿
cómo y con quién lo haré? Lo esencial es saber a dónde vamos, sin
conocer el destino no existen vientos favorables.
Listas de gratitud.
Anote diez cosas por las cuales podría agradecer. Eso lo llevará a
recordar dónde comenzó. Si sólo asume los deseos para el año que vendrá,
olvidará lo que el pasado le dejó. El futuro se construye con lo que
tenemos, nada crece de la nada, así como los árboles tienen sus raíces,
la adversidad también ayuda a aprender.
Cuando la arenilla la
penetra por error, la ostra segrega una sustancia que la envuelve y la
termina convirtiendo en la perla que todos admiramos. La ostra hace de
la intrusa una parte de sí, la adapta a su naturaleza. Una ostra que no
fue herida no produce perlas.
Resiliencia es salir fortalecido de
la adversidad. El resiliente comprende lo que le pasa, descubre sus
fortalezas, cree en un futuro mejor, construye redes de apoyo, acepta
metas desafiantes, confía en alcanzarlas, usa sus recursos y tiene una
estrategia.
El tiempo: ese gran escultor. Festejamos
el paso del tiempo pero querríamos detenerlo. El tiempo no se detiene.
Volvemos cada año al lugar de los festejos, pero lo hacemos desde otra
posición. Habría que preguntarse si le estamos dando sentido a nuestra
vida para que deje su huella de manera de hacer del mundo un lugar
mejor.
Miguel Angel decía que quitaba el sobrante de la roca para que naciera la figura.
Lo mismo hace el tiempo. Cada repaso, cada brindis nos permite
descubrir al genio interior. Si emergerá de la piedra o si, por el
contrario, escapamos de la obra del gran escultor.
Como a Simba,
el tiempo nos alcanza como recuerdo, como algo o alguien que se acerca,
por lo que se recupera o se perdió. Una tarea se inicia y otra termina,
un proyecto se inaugura y un plan culmina. No deberíamos ausentarnos de
este mundo sin completar el ciclo. Naveguemos confiados en la corriente
temporal, aprendamos el arte de vivir.
El cuerpo envejece porque
es tiempo, como todo lo que existe. Aunque existiera la vida eterna,
seguiríamos dominados por el tiempo. Podemos adaptarnos, pero nunca
negarlo.
Formas violentas o maníacas de festejo pretenden negar al
tiempo, escaparle en lugar de remar tras sus misterios. Heráclito dijo
que nunca nos bañamos dos veces en el mismo río. Ninguno será
el mismo la segunda vez. El tiempo es el río donde pesco, lo veo y
descubro su proximidad. La corriente fluye, la eternidad permanece y no
deja de fluir. Cultivemos la paciencia, la dedicación, recojamos los
frutos, volvamos a escuchar a quienes no oíamos, agradezcamos. Como Simba, vivimos en ciclos, como puntos en el círculo de la vida.
Todo
ocurre tan veloz y erráticamente que no podemos anticipar lo que
vendrá, por eso se precisan la moral y los valores. La moral comprende
lo que es bueno para todos, nos recuerda que es imposible la
supervivencia solitaria. Los actos morales le dan sentido a la condición
humana. El que gane solo su juego obtendrá la soledad en un mundo
destruido.
Como dijo Gandhi: ojo por ojo y nos quedaremos todos ciegos.
El futuro no existe. Debemos inventarlo. Su
materia prima, la materia gris, se hace más valiosa cuando la educación
la convierte en la industria pesada que fabrica ciudadanos.
Es inteligente el que sabe lo que quiere. Empowerment
es la fuerza espiritual que nace de la misión, la visión es la imagen
motivadora que nos atrae y nos dirige. Al inventar el futuro la
imaginación lo escenifica, la inventiva asocia las variables, la
creatividad produce las ideas, la innovación las convierte en acto. La
iniciativa importa: Platón dijo que el comienzo es lo que más vale del trabajo. La diferencia es ser arrastrado o liberarse. Para Victor Hugo son las ideas y no las máquinas las que dirigen el mundo. El emprendedor cambia el orden causal de la naturaleza, su deseo es la causa que da forma a sus ideas.
La educación debe sistematizar participativamente los futuros deseados de todos, con proyectos desafiantes, todavía no muy claros, pero que enseñan a entrever más que prever.
Entonces
la intención pone en tensión creativa el futuro que nos empuja con la
realidad actual que nos detiene. La voluntad se dirige al fin. Crear es
el proceso que va desde imaginar un futuro hasta construirlo. Futuro:
es anticipar la configuración del deseo. Deseo: es el motor del cerebro
que pone en movimiento la intención. Un sueño sin acción genera
frustración. Como dijo Walt Disney si lo puedes soñar lo puedes hacer.
La educación afecta las relaciones entre la gente: si quieres que se peleen ofréceles un hueso, si quieres que cooperen pídeles que construyan un camino.
En el Museo de Historia de Nueva York un cartel dice: “El mundo no es un legado de nuestros padres sino un préstamo que nos hacen nuestros hijos”.
Un mundo sustentable construye su futuro asociando libertad, igualdad y creatividad.
Dr. Horacio Krell. CEO de Ilvem contacto horaciokrell@ilvem.com
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