http://www.emprendedoresnews.com/tips/lo-que-no-se-pide-no-se-puede-mejorar.html
Un examen de PISA mide la relación entre disciplina y conocimiento. Japón, China, Corea, EEUU y Europa occidental muestran una correlación positiva pero Kazakhstan, Rusia, Perú y Colombia no. México, Perú, Chile y Brasil, en América Latina , mejoraron en los últimos años.
El que más progresó fue México y el que menos lo hizo fue Brasil.
Argentina no tuvo variaciones. La disciplina en el aula argentina es la
peor en el ranking mundial.
También detectó, el examen PISA 2009,
una expansión de la desigualdad y la pobreza. La mayor inversión en
educación no se tradujo en igualdad de oportunidades. En ciencias,
matemáticas y comprensión de textos, Argentina se situó en el puesto 58
entre 65 países.
Autoconocimiento. El estudiante
medio desconoce cuán productivo es para estudiar. Se compara con sus
pares y adopta los parámetros de normalidad de su grupo. Prefiere ser
normal que ser mejor. Productividad en el estudio es el coeficiente
entre el tiempo empleado y el esfuerzo realizado con los resultados
obtenidos. Sin productividad ni pensamiento estratégico falla al
planear. Y el que falla al planear planea fracasar.
Hay tests para
medir la comprensión en la lectura, en la escucha, la capacidad de
observación. Investigaciones sobre técnicas de estudio, concentración,
memoria, facilidad de palabra oral y escrita, creatividad, resolución de
problemas y orientación vocacional.
No es bueno leer rápido si lo
que entra por un oído se escapa por el otro, ni distraerse a cada rato.
Estudiar usando la fuerza bruta provoca cansancio y rendimientos
decrecientes.
Se puede mejorar lo que se puede medir. Pregúntele
a un estudiante si conoce su nivel de velocidad y comprensión en la
lectura. Le contestará que no. Esta es la fórmula:
PLM= (palabras
leídas por minuto) = palabras leídas sobre tiempo empleado. Un lector
muy lento lee entre 20 y 50 palabras por minuto. Los mejores lectores
superan las 500 palabras y los aventajan también en comprensión.
No
saber administrar el tiempo impide llegar preparado al día del examen.
No presentarse a rendir se decide días antes de la fecha, lo que revela
una clara pérdida de tiempo.
Los griegos afirmaron la importancia
del autoconocimiento de las fortalezas y debilidades, de las
oportunidades para mejorar y las amenazas de mantener el status quo. El
pensador estratégico sabe dónde está hoy, dónde quiere estar mañana y
qué hará para conseguirlo.
Benchmarking. Así
como el pez es el último en advertir que el agua existe, porque es su
medio natural, el estudiante no advierte sus fallas. Una forma de
mejorar es compararse con modelos de excelencia. El benchmarking es
confrontar con las mejores prácticas:
¿Qué puedo mejorar? ¿Quién
será mi modelo? ¿Qué diferencias nos separan? ¿Cómo cerrar la brecha?
Elegir bien el blanco es crucial, luego hay que seleccionar la ruta
Cuanto
más lo decepciona su desempeño, más rebaja su autoestima. El envidioso
no tiene un deseo genuino de mejorar, quiere ver al otro destruido.
Admitir la superioridad de alguien permite tomarlo como modelo. La
admiración es una fuerza psicológica potente.
PNL, Programación neurolingüística.
La admiración se hace emulación y deseo de igualar al modelo. La PNL
enseña a ver cómo organizamos el mundo en nuestra mente. Usa la
comunicación para crecer, conocer mejor a los demás y conocerse a sí
mismo.
Casi todo se aprende por imitación. Aprender es modificar
la memoria incorporando lo nuevo y adquirir así la capacidad para
enfrentar los desafíos que presenta la vida.
El drama no es copiar
sino imitar malos ejemplos, no saber usar el conocimiento ni
modificarlo, o tener un radar para captar lo que quieren los demás en
vez de hallar la brújula del autoconocimiento para alumbrar el propio
camino.
La PNL permite copiar a los ganadores y la destrucción
creativa mejorar eliminando los defectos. Lo más importante es pasar de
la imitación a la innovación y a la invención. Es la diferencia entre
creatividad bohemia e innovación aplicada. Los japoneses, después de la
2da guerra mundial, copiaron los productos que fabricaba EEUU, los
mejoraban, bajaban su costo y luego se los exportaban. Así se
convirtieron en la 2da potencia mundial.
Cambiar de método. Einstein definió la locura como querer mejorar pero seguir haciendo lo mismo.
La diferencia entre los cerebros de alto y bajo rendimiento no está en
el hardware, que es similar, sino en el software que lo hace
funcionar.
En la década del cerebro -1990-2000- las neurociencias
pudieron observan al cerebro mientras piensa. Sus avances no fueron
aprovechados por la educación.
Si resucitara un maestro del siglo
xix podría dar sus clases sin problemas. El niño aprende naturalmente,
antes de ingresar a la escuela, allí se le enseña artificialmente.
Se
empieza a morir cuando se deja de aprender, vivimos aprendiendo. No
basta con saber, hay que saber hacer. Resulta difícil desaprender malos
hábitos, de tanto repetirlos se automatizan las conexiones neuronales.
Se aprende menos viendo o escuchando que haciendo y corrigiendo errores.
Con la capacidad de hacer no se nace, se hace. El hacedor ejecuta lo
que otro no puede o no quiere. Las claves son el entusiasmo y la
voluntad.
Inteligencia múltiples. Si alguien
comprueba su bajo rendimiento suele visitar al médico, pero eso no se
soluciona con pastillas. Si va al psicólogo advertirá que el
psicoanálisis requiere mucho tiempo. La mejor alternativa es aprender
cómo funciona su cerebro y saber utilizarlo. Hay que descubrir al genio
interior que nos habita, como descubrió la la teoría de las
inteligencias múltiples. Cuando la vocación emerge se debe desarrollar
la energía, integrándola con inteligencias complementarias: emocional,
creativa, estratégica y social. Poder inteligente es querer con
eficacia.
Séneca decía que no hay vientos favorables para el que no sabe a dónde quiere llegar.
Sin neuróbica -entrenamiento mental- el hombre es la cenicienta de
las neurociencias. Ciencia sin conciencia en ceniciencia. El mejor
laboratorio mental debería ser el aula.
La materia prima esencial. Noruega
tiene el fondo soberano más grande del mundo. Convierte la materia
prima de sus recursos naturales en materia gris. El populismo dice
repartir la riqueza pero es una fábrica de pobres. La educación es la
industria pesada de un país, ya que fabrica los ciudadanos del futuro.
No
es la gente el problema, los ciudadanos de países populistas triunfan
en el mundo. No es el tamaño del país. Japón importa todo, no tiene
recursos naturales y su pequeño territorio es una fábrica flotante.
Suiza no tiene cacao y produce el mejor chocolate, los mejores relojes y
es la caja fuerte del mundo. No es la historia. Países antiguos como
Egipto eternizan la pobreza y otros de 150 años como Australia son
ricos. Es la educación. Finlandia hace 10 años dijo: somos pobres,
debemos educar e igualar oportunidades. Hoy tiene el 3% de pobreza
infantil, corrupción cero y lidera en educación. Es la ideología. China
progresó cuando la cambió: no importa el color del gato sino que cace ratones.
La
maldición populista es la maldición de los recursos naturales. La
materia prima clave de un país es la materia gris, la que sólo se hace
valiosa con una buena educación. Mirar sólo a corto plazo puede matar al
largo plazo. Como el futuro no existe, debemos inventarlo.
Para medir aquello que quiere mejorar, visite www.ilvem.com
Dr. Horacio Krell. Director de Ilvem. Dicta conferencias gratuitas sobre cómo optimizar la inteligencia. Su mail de contacto es horaciokrell@ilvem.com
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