Una de las herramientas
que casi siempre me acompaña es una pequeña libreta de dibujo en la que
pongo en orden de diario las cosas que rondan la cabeza. Como los
cuadernos de bitácora de los marineros, éstas libretas se han amontonado
a lo largo del tiempo componiendo una pequeña biblioteca fundamental,
de mi lenguaje plástico. De vez en cuando me gusta revisarlas para
retomar ideas abandonadas. A veces un boceto, a veces un trabajo. Desde
trabajos de collage en los que he pegado entradas de cine o papeles
viejos hasta micro dibujos de un momento determinado. Cada dibujo es una
pequeña victoria o derrota de la que aprender.Estas "quick wins" nos
ayudaran a trazar nuevos caminos en nuestros planteamientos creativos.
Si la creatividad es una nueva forma de hacer las cosas de un modo mejor y perdurable en el tiempo, hay que explorar creativamente lo que no conocemos o lo que se escapa a nuestro control. Los sueños contienen muchas de esas herramientas a desarrollar.
Mejor triunfar poco a poco que abordar todo desde el primer planteamiento.
Esto se puede hacer con el cuaderno de bitácora, dónde se puede volcar toda la estrategia a base de dibujos.
Siguiendo un consejo de Mario Alonso Puig, estoy haciendo un pequeño ejercicio de dibujo y retentiva. Consiste en poner en mi mesilla de noche una libreta pequeña y un rotulador. Nada más levantarme por la mañana dibujo algo que represente, del modo mas esquemático posible una de las cosas soñadas durante la noche. Sin grandes detalles ni preciosismos, solamente un icono, un objeto o una viñeta. Al finalizar el mes lo reviso todo y empiezo a redibujar cada uno de ellos en un panel un poco mas grande. Las relaciones entre los 30 dibujos de objetos y cosas sin sentido y la fecha en que han sido realizados me da una especie de biorritmo visual de cómo estoy. Ya lo hicieron los surrealistas como Dalí y Buñuel desde los años de la residencia de estudiantes, y sin embargo me parece un ejercicio de lo más sano y actualizado.
Si la creatividad es una nueva forma de hacer las cosas de un modo mejor y perdurable en el tiempo, hay que explorar creativamente lo que no conocemos o lo que se escapa a nuestro control. Los sueños contienen muchas de esas herramientas a desarrollar.
Mejor triunfar poco a poco que abordar todo desde el primer planteamiento.
Esto se puede hacer con el cuaderno de bitácora, dónde se puede volcar toda la estrategia a base de dibujos.
Siguiendo un consejo de Mario Alonso Puig, estoy haciendo un pequeño ejercicio de dibujo y retentiva. Consiste en poner en mi mesilla de noche una libreta pequeña y un rotulador. Nada más levantarme por la mañana dibujo algo que represente, del modo mas esquemático posible una de las cosas soñadas durante la noche. Sin grandes detalles ni preciosismos, solamente un icono, un objeto o una viñeta. Al finalizar el mes lo reviso todo y empiezo a redibujar cada uno de ellos en un panel un poco mas grande. Las relaciones entre los 30 dibujos de objetos y cosas sin sentido y la fecha en que han sido realizados me da una especie de biorritmo visual de cómo estoy. Ya lo hicieron los surrealistas como Dalí y Buñuel desde los años de la residencia de estudiantes, y sin embargo me parece un ejercicio de lo más sano y actualizado.
Al final se trata de
mezclarlo todo y obtener imágenes. Es una forma de conceptualizar muy
cercana al arte, pero seguro que resulta sugerente trabajando con mayor o
menor detalle.
Creativamente en equipos,
lo propongo como ejercicio de puesta en común. Si una vez a mes te paras
con tu equipo a detectar los sueños de cada uno......no hay quien pueda
hacer un repositorio de imágenes para compartir más potente.
Saludos
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