lunes, 3 de septiembre de 2012

LA MUJER Y LOS PANTALONES (EN DIEZ MOMENTOS)

George Sand: La escritora George Sand (1804-1876) fue la precursora en el uso feminino del pantalón. Siendo una niña tiró su corsé a una barrica de vino y ya en su juventud comenzó a vestir como
 un hombre. Un comportamiento que ella inscribe dentro de la tradición familiar: su madre y su tía habrían hecho lo mismo cuando eran jóvenes por falta de dinero. Además, para callejear y atiborrarse del mundo como deseaba debía caminar mucho y largo tiempo. Los vestidos y zapatos condenaban a la mujer al sedentarismo. El traje masculino refleja también sus compromisos políticos. "Sólo tengo una pasión, la idea de igualdad", escribe en 1848.

Alice Marble: El deporte desempeña un papel esencial en la popularización del pantalón femenino: influye sobre las prendas de la calle e inspira a la moda. La tenista Alice Marble, en 'shorts', gana el Campeonato Nacional de Tenis Femenino de Estados Unidos en 1936. Pero en esta década, fuera del ámbito deportivo o la playa, el pantalón aún sigue estando mal visto: la masculinización del vestir alude más o menos explícitamente a la homosexualidad.

Marlene Dietrich (en la foto) es la primera actriz en probar el poder erotizador del pantalón. Desde 'Marruecos' (1930) utiliza el esmoquín en cada una de sus películas como un símbolo del poder que se alía con el dinero y la masculinidad. Pero también lleva pantalones en su día a día. De hecho, en 1933 el prefecto de políca de París le advierte de que la hará abandonar la ciudad si llega vestida con patalones. Ella rehusa aparecer con falda y finalmente el prefecto decide regalarle un brazalete en vez de expulsarla.

Las obreras de la IIGM: El uso del pantalón se extiende a la población general por razones prácticas durante la II Guerra Mundial. La mujeres tienen que incorporarse como obreras en fábricas de armamento, talleres navales y aeronáuticos, y allí adoptan la vestimenta más cómoda y segura (y aconsejada por las autoridades): pelo recogido y pantalones. También aparecen con pantalones en las películas y carteles de propaganda bélica.

Isabel II: La entonces princesa Isabel de Inglaterra se fotografía durante la II Guerra Mundial vestida con un mono del Auxiliar Territorial Service del ejército británico mientras cambia una rueda. En el trabajo, las razones prácticas hacen que el pantalón esté totalmente aceptado. Pero en la vida cotidiana y en las revistas de moda, la falda prevalece.

Audrey Hepburn: Durante la década de los cincuenta, Audrey Hepburn encarna mejor que nadie el nuevo estilo de la mujer moderna. Exhibe un aire masculino y femenino al mismo tiempo, una combinación aceptable en unos tiempos todavía muy puritanos. Es la embajadora ideal del pantalón femenino, que lleva con zapatos planos y el pelo corto. Su estilo, imitado por numerosas admiradoras, influye mucho en la aceptación del pantalón.

Yves Saint Laurent: El pantalón femenino no aparece en la alta costura y en el pret a porter hasta 1960, pero a partir de entonces su éxito será clamoroso. El diseñador que lo aupará a la categoría de prenda estrella dentro del armario femenino fue Yves Saint Laurent, que en 1966 lanza el esmoquin femenino. Herramienta de poder para sus clientas e icono incontestable de su firma. El diseñador considera, no obstante, que "la libertad y la igualdad no se comprar con un calzón", sino que "son un estado de ánimo".

Jane Fonda: A finales de los años sesenta y principios de los setenta, lo vaqueros, como los que lleva la actriz Jane Fonda durante un mitin en la Universidad de Carolina del Sur, se convierten en la primera prenda "mixta". Constituyen un emblema del movimiento revolucionario en los campus, del rechazo a la guerra de Vietnam, de la lucha de los negros por sus derechos civiles y del resurgimiento del feminismo. Con el estilo hippy, los 'jeans' experimentan un difusión masiva entre ambos sexos. Como en 1920, pero al revés, la moda capilar acerca a ambos géneros y el armario masculino se feminiza.

Mujeres trabajadoras: En la década de los ochenta y noventa, la libertad de indumentaria entre las mujeres parece asentada en Occidente, pero aún quedan algunos sectores profesionales, especialmente aquellos en los que se requiere uniforme, donde el pantalón tardará aún bastante tiempo en convertirse en una opción. Las azafatas de tierra de Air France, por ejemplo, pueden optar por el pantalón desde 1980; las de aire, no conseguirán hacerlo hasta 2005. En Alitalia (en la foto) tendrán que esperar a 2006 para tener derecho a utilizarlo.

Angela Merkel: Aún cuando las mujeres consiguen formar parte de los gobiernos y de las cúpulas directivas empresariales, el que se vistan como sus iguales masculinos no es aceptado con facilidad durante décadas. Hoy, la causa del pantalón está ganada por las políticas como Angela Merkel, canciller alemana, que viste sistemáticamente esta prenda con una única excepción: las ceremonias nocturnas.

Los textos pertenecen a una galería fotografica publicada el día de hoy por el diario El País y publicamente accesible en el siguiente enlace:http://cultura.elpais.com/cultura/2012/04/03/album/1333452212_301062.html#1333452212_301062_1333452710  





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