“Crear un futuro positivo comienza con la conversación humana. La inversión más simple y más poderosa que cualquier miembro de una comunidad u organización puede hacer para la renovación es empezar a conversar con otra gente como si las respuestas importaran”. William Greider
Cuando emprendes de verdad, no contemplas el fracaso. Todo empieza con un sueño. Te imaginas un escenario que te emociona lo suficiente como para dejar la vida por conseguirlo. Es como cuando te casas. En un principio es para toda la vida. Tiene un punto de locura, de inconsciencia. El fracaso no entra en los planes, ni tan siguiera se considera.
Así que nunca pongas todas sus esperanzas en la idea. Lo importante no es la idea, sino la forma de la idea. Sólo podrás averiguar esto, hablando y mostrando tu idea al mayor número de personas posibles. No te centres en qué vas a vender, sino por qué los clientes te van a comprar. A toda idea le corresponde una forma que la hace ganadora y también un modelo de negocio que la vuelve viable. Ambas cosas son relevantes. Hay que tener flexibilidad y humildad para modificar la idea cuando las circunstancias así lo aconsejen. Receta para el fracaso: pensar que de la idea depende el éxito.
Entonces sucede que las creencias incorporadas como verdades por el inconsciente, tienden a perpetuarse (sobre todo en la infancia, hasta los cuatro años aquellas sendas neuronales que se usan con más frecuencia sobreviven con mayor rigor, esto sugiere que los hábitos establecidos en la infancia tienen una significación notable en cuanto al potencial del adulto) a menos que las veas y decidas revisarlas conscientemente. Así estas creencias son resultado de una sugestión, de la aceptación de un hecho dramático como verdad irrebatible, porque en ese momento eras demasiado pequeño para poner ese mensaje en tela de juicio y rechazarlo o redefinirlo.
Si te dijeron que triunfarías y eso fue aceptado por tu inconsciente, quedaste programado para ello.
El inconsciente busca dar salida directa, respuesta directa a estas verdades aceptadas aunque vayan en contra de tu deseo de hoy. Además el inconsciente trabaja de día conduciendo tus percepciones e interpretaciones y de noche a través de tus sueños.
Tu parte conciente sólo está activa cuando realmente estás lúcido, muy despierto, lo cual se da con menor frecuencia.
Por tal razón, el inconsciente es mucho más poderoso que el conciente por su poder perseverante y de actividad constante sin cansancio ni desgate. Todo lo que has vivido está registrado en él, por lo que su volumen de información y conocimiento es inimaginable.
Por lo tanto, si queremos realmente cambiar nuestra vida, tenemos que revisar y reprogramar nuestro inconsciente de modo que queden neutralizados los condicionamientos que hoy actúan de una manera limitadora y que dificultan la realización de nuestros deseos.
La gran herramienta de revisión de condicionamientos y de transformación es la imaginación.
Mi imaginación es la herramienta que dispongo para reeducar a mi inconsciente. Comprender este hecho en profundidad tiene grandes implicancias para la redefinición de la vida. Con el lenguaje de la imaginación se llega al inconsciente. Porque el inconsciente se cierra en banda al lenguaje de las imposiciones y las órdenes, de los castigos y el despotismo, incluso el lenguaje de la imposición por la voluntad. El inconsciente en su proceso de reeducación y cambio no admite el ¡¡tienes que!, ¡o del debes!, su lenguaje es suave y amable, es el lenguaje del corazón, el lenguaje de los niños pequeños. Hablando este lenguaje es posible llegar a él y redefinir los significados que hoy nos condicionan.
Si consigo vincular mi consciente con mi inconsciente conseguiré tener a mi servicio al aliado más poderoso que pueda imaginar, porque el segundo se pondrá al servicio del primero.
Voy por tanto a comunicar con mi inconsciente para iniciar un proceso de toma de conciencia y de redefinición de significados.
Los relatos personales son el cemento de las relaciones humanas. Estructuramos las relaciones afectivas en términos narrativos. Son nuestros relatos los que nos hacen generar empatía y capacidad de conexión emocional con los demás. Un relato es un puente.
La neurociencia ha demostrado que nuestra atención busca patrones narrativos en el caos de estímulos informativos que nos inunda cada día. Tenemos sed cognitiva de relatos. Un relato logra captar un modo de atención de tipo proyectivo. Nos ponemos en la piel de su protagonista. Por eso logra poner en funcionamiento ambos hemisferios cerebrales: sentimos y analizamos, y ambas operaciones las detona un relato. Por eso un relato es altamente contagioso desde el punto de vista cognitivo.
Las conversaciones son la forma más importante de trabajo
Manejarse en la nueva economía no requiere sólo cambiar de programas, sino de forma de pensar.
“Las conversaciones son el modo en que los trabajadores descubren lo que saben, lo comparten con sus colegas y en el proceso crean nuevos conocimientos para todos. En la nueva economía, las conversaciones son la forma más importante de trabajo”. Alan Webber
“El desarrollo del lenguaje ha sido como el descubrimiento del
fuego. A través del lenguaje creamos el mundo. Vemos el mundo que
describimos”. Joseph Jaworsky.
El propósito de la comunicación es expresar pensamientos, ideas y sentimientos a otros, de tal forma que ellos lo entiendan. En latín, la palabra original es communicare, que significa hacer común o transmitir. La clave para una buena comunicación tiene poco que ver con la dimensión de su vocabulario, y mucho que ver con su habilidad para transmitir su significado a otros. Para incrementar el éxito del negocio, usted debe mejorar sus habilidades de escuchar y escribir. La comunicación efectiva cubre un amplio rango de habilidades, entre ellas hablar, sus relaciones personales mejorarán con habilidades de comunicación efectivas.
"A través del relato de historias, las personas crean y comunican la estructura moral, el sentido de lo que es bueno y que vale la pena sostener y los temas que crean un sentido de identidad compartida. Una identidad co - construida y fundada en estos factores es valiente, cooperativa y contagiosa". F. Barret y R. Fry
"Principio Narrativo: al tejer historias creamos vínculos. Las historias revelan los valores más profundamente asentados que dan textura a una cultura generadora de fortalezas y éxitos". F. Barret y R. Fry.
Comunidad emocional
Una Comunidad es un grupo o conjunto de individuos, seres humanos que comparten elementos en común, tales como un idioma, costumbres, valores, tareas, visión del mundo, edad, ubicación geográfica, estatus social, roles. Por lo general en una comunidad se crea una identidad común, mediante la diferenciación de otros grupos o comunidades (generalmente por signos o acciones), que es compartida y elaborada entre sus integrantes y los socializa. Generalmente, una comunidad se une bajo la necesidad o meta de un objetivo en común, si bien esto no es algo necesario, basta una identidad común para conformar una comunidad sin la necesidad de un objetivo específico.
En consecuencia un emprendedor se forma en una comunidad de emprendedores.
Sin comunidad, las frases:
“alcanza la cima, prepara tu proyecto, reúne a tu equipo, participa, crea tu propia empresa”, son frases “sin sentido”.
Por sentido, se refiere a que no mueven, no apasionan, no inspiran, pues así nadie “descubre” su necesidad de logro. Además se ve que los que emprenden son unos jóvenes vestidos de traje oscuro y resulta que la chica (adolescente) admira y quiere salir el sábado con un chico que se pinta el pelo de verde.
Entonces el emprendimiento es para tipos grises que se parecen a ese señor de 60 años, con corbata y tiradores y del que dicen que paga mal a sus empleados; en conclusión, no se quiere ser como él.
La invitación central es, “sean el ser que deciden ser”. La autenticidad primero. El ser siempre es una decisión y el tener una consecuencia. El que es, hace y luego recién tiene.
Lo que se debe construir es una comunidad de personas conectadas con su pasión y a las que se les develen sus angustias y poner esperanza para esas angustias. Emocionalmente hablando, emprendimiento es “necesidad de logro” o sea angustia con esperanza. “Me angustia, enoja, molesta lo que está pasando y tengo la esperanza de cambiarlo”. En consecuencia me pongo en acción, emprendo. Lo que me angustia, enoja, molesta puede ser cualquier cosa. La calidad de un servicio, la inexistencia de un producto, la falta de un comportamiento, etc. Si me molesta que maten ballenas y tengo esperanza de aportar a que esto no suceda, formo Greenpeace o me enrolo con ellos y desarrollo la acción de cuidar una ballena y enfrentar a los barcos.
De pronto en alguna conversación de esta comunidad de angustiados por las ballenas aparecerá el propósito de conseguir financiamiento y alguien preguntará ¿por qué no hacemos un plan de negocios?
Primero es la angustia que deriva en la necesidad de logro y la pasión, después el plan de negocios.
Emprender es un acto pasional. La pasión puede consumir y energizar, inspirar y entusiasmar, rejuvenecer y animar. Puede hacer que tu espíritu desborde y tu persona entera vibre de excitación. Sin pasión sólo existes. Careces de chispa. La pasión enciende tu vida para que valga la pena ser vivida.
La pasión es energía
Para salir de la inercia, de tu zona de comodidad se necesita pasión. Todo proyecto o misión que te propongas, sólo le llegará su tiempo y el éxito será su destino si es inducido por tu pasión.
La pasión es lo que te mantendrá en ruta hasta que llegue ese tiempo.
Sin esa fuerza conductora es fácil abandonar el barco antes de llegar a puerto. El fracaso es el abandono prematuro, la pasión es lo que te sostiene hasta que logras llegar a destino.
La pasión supera obstáculos
Así como un tornado es imparable, la pasión supera cualquier intento de bloquear su curso. La pasión no tiene límites que la contengan, por lo que toda actividad movida por ella, sorteará los obstáculos y continuará sin descanso al éxito.
La pasión es positiva
El miedo y la pasión te afectan por igual. El miedo paraliza, la pasión te fortalece y te mejora todo el tiempo, acercándote a tu objetivo, de tal forma que el viaje se disfrute tanto como llegar al destino.
La pasión tiene muchas formas
Hay pasiones que queman y consumen o silenciosas y plenas de determinación. Entre ellas hay infinitas…, pero no importa cuál es la que te mueve, sino cuán auténtica es. Porque todas te llevan y no avanzas si ella falta.
Identifica tu pasión, aprende a reconocerla y a aprovechar la ilimitada fuente de inspiración, motivación y determinación que te ofrece.
La pasión es más fuerte, más profunda y mucho más potente que los deseos y esperanzas. La pasión te mantiene inquieto, impaciente, enojado y molesto hasta que no logras lo que quieres. La pasión genera esfuerzos sobrehumanos para lograr tus objetivos. Si logras apasionarte, tienes garantizada tu utopía personal, cualquiera ella sea y dondequiera que esté.
La pasión es contagiosa
¿Alguna vez has estado junto a una persona apasionada?, ¿has sentido la energía y excitación que irradia su presencia?, ¿has percibido cómo moviliza su propia existencia?
Así es como la pasión contagia.
Cuanto más fuerte la pasión, más toca otras vidas. No es casual que los líderes más exitosos en los negocios, la política, los deportes, el arte o la guerra, sean las personas más apasionadas.
La pasión te asegura que vivas, no sólo que existas. La pasión le da magia a tu vida. Después de todo, como sostiene Jeffrey Mazza “la vida no es caminar hacia la muerte con la intención de llegar a la tumba en un cuerpo bien preservado y sin machucones, sino transitar por un camino de emociones, usando todas tus fuerzas, transpirando, riendo, desgarrado y gritando, la pasión es la música del alma, la música de los Sueños”
Rafael Rubio
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