Empieza un nuevo año, y con él empieza una etapa en la que nos prometemos cosas que a veces cumplimos y a veces no. Pero es demasiado cliché hablar que prometemos cosas que no cumplimos, creer que uno es original criticando esa actitud, y demás. Así que no hablemos de hablar de cosas. Hablemos de hacer. Y ya que estamos empezando el año (y que todos tenemos ese clima de planes y proyectos nuevos que trae el año nuevo), hablemos de empezar.
Si estás armando tu lista de objetivos para el 2013, o si no te interesan esas cosas porque “la vida hay que pensarla y aprovecharla todos los días, no sólo en año nuevo”, entonces también hoy (dijiste todos los días) es una buena oportunidad para empezar a empezar. Estas son 8 cosas que podés empezar a hacer hoy mismo, aprovechando el inicio de año:
1) Empezar a ahorrar plata. Ya sea para algún proyecto puntual, para cumplir algún sueño, para comprarte algo que te gusta, o simplemente para cuidar una partecita de lo que ganás por cualquier imprevisto que pueda haber en el futuro. Cada uno conoce sus ingresos, sabe cómo quiero usarlos o cómo no, y sabe hasta qué punto es lógico guardar y guardar plata simplemente “porque sí”. Pero teniendo eso en cuenta, por ahí sea un buen hábito empezar a cuidar mejor la plata, aprovecharla mejor (que no se trata de gastar más o menos, sino de gastar más significativamente), y guardar una parte pensando en el futuro.
2) Empezar a planear los objetivos para tu vida más claritos. Incluso los “sueños imposibles” o las cosas que imaginás sin ningún objetivo puntual cuando tu cabeza vuela en algún ratito libre. Escribilas, buscales la vuelta, pensá en qué necesitarías tener o hacer para que se hagan realidad. Sin presión, probalo aunque sea como un juego o un ejercicio para mantener la cabeza despierta, trabajando, fresca y creativa. Tanto las ideas “voladas” como las más factibles, escribilas, planealas, trabajalas un poco en la cabeza. Dejá de querer cosas en el aire para tu vida, y empezá a decirle a tu cabeza puntualmente qué querés. Así tu cerebro solito va a ir empezando a encontrar ideas, soluciones, y caminos para ir derecho a ese sueño.
3) Empezar a probar más cosas nuevas. No es necesario que sean drogas alucinógenas o experiencias cercanas a la muerte. En 2013 dale a tu cabeza y agregale a tu vida un puñado de experiencias nuevas cada tanto. Salí a lugares que antes no salías, probá comidas nuevas, leé libros nuevos, mirá películas diferentes a las que solés ver, escuchá nueva música, conocé gente nueva (o conocé mejor a la gente “vieja”, con interés genuino), aprendé a hacer cosas nuevas, practicá algún nuevo deporte o disciplina. No tiene que ser algo gigante, pueden ser cosas chiquitas, pero con más frecuencia. Dale a tu cerebro, a tu corazón, o a tu cuerpo algo de variedad, para que se entretenga, se mejore, o se divierta un poco.
4) Empezar a viajar. Ni siquiera tengo que ponerme a enlistar todos los beneficios que puede traer a tu vida el hecho de viajar. Es un refresque para la cabeza, para el corazón, para la vida. Trae creatividad, nuevas experiencias, nuevas ideas, te llena de energías, te hace ver las cosas de maneras nuevas, y a mi por lo menos me pasa a veces que ya quiero volver a aplicar eso que aprendí o que reflexioné a mi vida diaria. Si tenés la posibilidad, viajá. Algunos dicen (y comparto) que es la mejor inversión.
5) Empezar a usar mejor el tiempo. Por ahí el cambio de año (y cómo todos siempre estamos de acuerdo que el anterior “se pasó volando”) sirva para que notes que si no te organizás el tiempo, la vida pasa y vos a veces te quedás mirándola pasar. No es necesario hacerlo de manera obsesiva y súper estructurada, pero buscar la forma que personalmente mejor te quede para aprovechar mejor los días, las horas, las esperas del banco, los viajes en colectivo, los ratos libres, o hasta los días de trabajo, puede ser MUY beneficioso para tu año, para tu lista de sueños, y para tu vida en general. Y no cuesta tanto como parece una vez que le agarrás la mano.
6) Empezar a valorar lo que tenés. Las cosas que tenés, la vida que tenés, la casa que tenés, el trabajo que tenés (estoy seguro que tenés alguna queja al respecto, pero tenés un trabajo del que quejarte al menos, ¿no?), y sobre todo las personas que tenés alrededor. No dejes que el apuro de todos los días te haga dejar de valorarlos, ni que la rutina te haga dejarlos afuera de tus días por completo.
7) Empezar a ser más libre del drama, la envidia, el odio, y demás asuntos pestilentes. A veces sólos nos enroscamos leyendo cosas que no queremos leer, viendo cosas que no queremos ver, escuchando cosas que no queremos escuchar, o saliendo con gente que nos tira para abajo, nos hace mal, nos mete en medio de chismes, odio, envidia, o drama innecesario. Y a veces es mejor mantenerse al margen de esas cosas. Si no me suma a mi, ni le suma realmente a nadie… ¿para qué me estoy metiendo? ¿No es una pérdida de tiempo y energía que podría estar usando en mejorar mi vida y la de la gente a mi alrededor?.
8) Empezar a conocer otras maneras de vivir la vida. Aunque sea por pura curiosidad, no necesariamente para copiar todo lo que veas. Para conocer, para saber que existe, para exponerte a ideas nuevas, a pensamientos nuevos, a maneras diferentes de hacer las cosas. Por ahí algo te termine sirviendo y lo puedas aplicar a tu experiencia personal y todo.
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