Cuando decimos que alguien “tiene la idea fija”, usamos la frase en tono negativo, para referirnos a una persona que no deja de hablar de cierto tema como si sólo tuviera eso en la cabeza. Hoy se me ocurrió (y lo propongo) que lo veamos de una manera diferente: A veces “tener la idea fija” puede ser positivo.
El post en Red Bull se llama “Tener la idea fija” y estás invitado a leerlo y, si te gusta, compartirlo con gente que te caiga bien (y si no te gusta, con gente que te caiga mal de última… ).
Solemos decir que alguien “tiene la idea fija” usando la frase en tono negativo, para referirnos a una persona que no deja de hablar de cierto tema como si sólo tuviera eso en la cabeza, como si su vida girara alrededor de ese eje. Pero hoy se me ocurrió que lo veamos de una manera diferente, aunque con la misma idea de fondo. Porque viéndolo de ésta manera, tener la idea fija no siempre es negativo, y a veces puede ser muy positivo.
Porque supongamos que por éstos días está arrancando mi año universitario. O arranca mi año laboral después de unas vacaciones. O arranca un proyecto nuevo. O simplemente arranca un mes nuevo, y con él la posibilidad de darle un giro a mi año para que se transforme en uno de esos años que voy a recordar dentro de mucho tiempo como el año en que cambiaron las cosas.
Si lo veo de esa manera, lo que tengo adelante no es simplemente un mes nuevo o un año nuevo, sino que tengo un papel en blanco para arrancar a vivir mi vida durante éste tiempo de la manera que yo decida. Arrancar desde cero, como si lo anterior no definiera quién soy. Desde ahora puedo arrancar a hacer las cosas de una manera diferente, y que sean esas cosas las que definan quién soy ahora.
Para eso es una buena idea tener un objetivo (uno o varios, pero hoy vamos a concentrarnos en uno) fijo y puntual para el momento que estoy arrancando. Por ahí éste año quiero ser más de una manera, o quiero hacer cierta cantidad de cosas. Por ahí quiero mejorar ciertas actitudes, alcanzar ciertos objetivos, sobrepasar ciertos límites. Por ahí es algo que quiero conseguir (material o no) o algo que quiero cambiar. Tengo la chance, porque empiezo de nuevo, y tengo también la posibilidad de plantearme ese objetivo.
Pero una vez que defino cuál va a ser mi objetivo, tengo que tenerlo claro, enfocarme en eso, darle importancia, valor, fundamentarlo en mi cabeza, y seguirlo aunque cueste, aunque se compliquen las cosas, aunque de fiaca, o aunque sea más fácil dejar todo como está. ESO sería para nosotros ahora tener la idea fija.
Tener la mirada puesta fija en ese objetivo, en esa idea, o en ese ideal que queremos alcanzar durante éste tiempo. Que nuestra mirada no se desvíe por tentaciones en el medio, ni por dudas, ni por miedos, ni por gente que nos dice que no lo podemos alcanzar, o que nos recuerda quiénes eramos.
Tener un norte definido de tal manera que cuando todo tambalea, o cuando la vida pega giros inesperados, nosotros sepamos con facilidad para qué dirección hay que levantar la cabeza, mirar, limpiarse el polvo, y empezar a caminar. Eso va a ser para nosotros éste año tener la idea fija. Es tener las cosas claras, los deseos, los objetivos, y los propósitos de nuestra vida.
Para eso es necesario entender que anhelar cosas que ya no tenemos, personas que ya no están en nuestra vida, seguir viviendo de glorias pasadas, o seguir dependiendo de otras personas, cosas, o situaciones externas para encaminar nuestra vida y ser felices, ya no puede ser una posibilidad. Simplemente porque es desviar la mirada de la idea central.
Volver a revisar el Facebook de tu ex-pareja, es desviar la mirada. Seguir pensando “qué hubiera pasado si…”, es desviar la mirada. Seguir quieto sin reacción esperando que “se te dé” la oportunidad de tu vida, en cualquier área que sea que estés esperando, es desviar la mirada.
Si querés algo, enfocalo como objetivo, ponete la idea fija, y andá a buscarlo. Si por algún motivo sabés que no es lo mejor, entonces dejá de mirarlo de reojo, porque desvía la mirada de tus objetivos importantes.
Éste mes que arranca es una posibilidad ideal para reenfocar la vida, para volver a fijar objetivos, para volver a decidir quiénes queremos ser de acá en adelante. Decidamos bien y tengamos la idea fija y la mirada firme, para que no se nos escape la vida en el camino.
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