Para que una empresa sea innovadora no basta con tener alguna iniciativa en el campo de
la innovación o usar la palabra “innovación” como eslogan de la empresa. A lo que se debe
apuntar es considerar a la innovación como una herramienta que permite a las corporaciones conseguir sus objetivos estratégicos.
Así al menos opina Jeffrey Baumgartner, un experto en creatividad e innovaciónen el
mundo de los negocios. Desde el blogInnovation Excellence, el autor del libro “The Way of the Innovation Master”, repasa las siete características esenciales de compañías innovadoras.
1. Una estrategia única y relevante
La característica más definitoria de una empresa verdaderamente innovadora es tener una
estrategia única y relevante. Todos sabemos a qué se dedican y que hacen compañías como
Apple, Facebook o Google. Eso es porque tienen una estrategia clara y la siguen de forma
implacable.
Una organización innovadora puede ser pequeña, no conocida globalmente, pero es posible que
sus directivos, empleados y clientes tengan una idea clara de la estrategia de la compañía. Si una empresa no tiene una estrategia definida y única, no va será innovadora. Si su estrategia es vaga, debería cambiar esa situación cuanto antes.
2. La innovación es un medio para alcanzar los objetivos estratégicos
Muchas empresas altamente innovadoras no ven la innovación como un fin, sino como un medio
para el logro de los objetivos estratégicos.
Así como una buena cámara es una herramienta esencial para que el fotógrafo tome imágenes profesionales, la innovación es una herramienta esencial para el logro de objetivos estratégicos.
De hecho, si nos fijamos en las páginas web de las compañías más innovadoras del mundo, no anuncian entre trompetas la innovación sino, más bien, su visión corporativa.
3. Los innovadores son líderes
La innovación ofrece una cosa fundamentalmente: el liderazgo de mercado. Cuando las empresas utilizan la innovación para alcanzar sus objetivos estratégicos, es inevitable que asuman el
liderazgo en sus mercados. Por desgracia, esto no siempre se traduce en ser el más exitoso y
rentable.
Amazon ha sido un innovador, pero tardó años en hacer rentable a la empresa. Cord fue una
de las compañías de automóviles más innovadoras, pero la empresa nunca tuvo mucho éxito financieramente y quebró en 1938.
Por el contrario, innovadores como Apple y Google han sido un éxito financiero, como resultado
de su innovación. En resumen, los innovadores son líderes, pero los líderes no siempre son
rentables.
4. Los innovadores desarrollan las ideas
La mayoría de las empresas tienen una gran cantidad de empleados creativos con un montón de ideas. Algunas de esas ideas son relevantes para las necesidades de esas empresas. Sin
embargo, una cosa que diferencia a los innovadores de los aspirantes a ello es que los
innovadores desarrollan esas ideas. Las empresas menos innovadoras hablan más acerca de las ideas que de su desarrollo.
5. El fracaso es una opción
El elemento más crítico de la cultura empresarial de una empresa innovadora es que se da a los empleados la libertad y el estímulo para que fracasen. Si los empleados saben que pueden fallar
sin poner en peligro sus carreras, estarán más dispuestos a emprender proyectos arriesgados e innovadores que ofrecen grandes posibilidades potenciales para sus empresas.
Por el contrario, si los empleados creen que ser parte de un proyecto fallido tendrá consecuencias profesionales, evitarán cualquier riesgo. Más importante aún, si los altos directivos recompensan
con prontitud el fracaso, los empleados serán más propensos a evaluar los proyectos con
regularidad y abandonar aquellos proyectos con escaso futuro.
Sin embargo, en las empresas donde el fracaso no es una opción, los empleados a menudo
insisten en proyectos que fracasan, invirtiendo cada vez más recursos con la esperanza de que el proyecto finalmente tenga éxito. Cuando no lo hace, las pérdidas son mayores y las reputaciones
se arruinan. Como resultado, las empresas que recompensan el fracaso, fallan menos que aquellas que lo rechazan.
6. Entornos de confianza
Hay mucho riesgo en la innovación. Ideas muy creativas suenan, a menudo, como tonterías. Si los empleados temen hacer el ridículo, no van a compartir estas ideas. Del mismo modo, si los
empleados tienen temor al participar en proyectos que fracasan, no lo harán.
Si los empleados no confían entre ellos, van a estar siempre protegiéndose. Si temen que los
gerentes roben sus ideas y las presenten como suyas no las compartirán. Por el contrario, si los empleados saben que pueden correr riesgos razonables sin miedo, estos empleados pueden ser creativos, ponerlas en práctica e impulsar la innovación en la empresa.
En resumen, la creatividad y la innovación se desarrollan cuando las personas de una organización confían unos en otros y en su organización.
7. Autonomía
Junto con la confianza, la autonomía individual y del equipo es un componente clave de la innovación. Si das a ambos metas claras junto con la libertad de encontrar su propio camino para alcanzar esos objetivos, se crea un terreno fértil para la innovación. Pero, si los administradores vigilan estrechamente a sus subordinados, ahogarán la creatividad y el pensamiento individual necesario
para la innovación
Lo más importante es que si usted contrata a personas inteligentes, capaces, creativas y les da libertad para resolver problemas, lo harán. Y, al hacerlo, ayudan a que prospere la innovación en la empresa.
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