La RAE define a una persona responsable como alguien que pone cuidado y atención en lo que hace o decide.
Una persona responsable es la que responde por las propias acciones, lo que la convierte en dueña de si misma, más firme, segura, estable, y confiable. Casi nada. Veamos cuatro consecuencias de la responsabilidad o de su ausencia.
- Responsabilidad compartida: Si esta persona además responde por acciones ajenas, ojo, se puede ver abocada a un colapso. En un caso así, es conveniente saber delegar, distribuir “cargas”. En consultoría, observamos que saber delegar no es tan fácil como se podría pensar. Al no hacerlo, muchas personas caen en crisis importantes.
- Responsabilidad y liderazgo: El líder de un grupo es el primero que debe cumplir las reglas que él mismo debe imponer y controlar que se respeten. Si esto no es así (y pasa a menudo, desgraciadamente), se cuestiona el modelo de liderazgo hasta llegar a romperse.
- En personal branding, la capacidad de una persona de responsabilizarse de su trabajo, sus acciones y su vida es una cualidad no solo valorada, es indispensable, ya que la confianza se deriva directamente de la responsabilidad:
- Una conclusión: Si eres una persona responsable, puedo confiar en ti. En caso contrario, “there’s no deal” (no hay trato posible).
Y para cerrar, una fantástica frase del pensador existencialista Jean-Paul Sartre que apela a la autenticidad y la responsabilidad : ”Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario