Fue Nietzsche quien afirmó: «Quien tiene unporqué para vivir siempre acabará encontrando el cómo». Esta frase, muy repetida a lo largo del tiempo, tiene mucha chicha, mucha enjundia, más de lo que pudiera parecer a primera vista.
Y digo que tiene mucha enjundia, porque ahí reside toda la clave en la consecución de nuestras metas, en el porqué Es el punto de salida. La mayoría de personas no tiene un porqué claro y suficientemente motivador, por eso, a menudo es fácil que el desánimo y la desolación ante la falta de resultados lleven a abandonar.
Muchas veces hemos dicho que no existen metas no realistas, sólo tiempos no realistas. Todo es posible si te das el suficiente, porque en esta vida todo resume en el siguiente esquema: cómo pasar del punto A (dónde estoy) al punto B (dónde quiero estar), y es sólo una cuestión de ensayo y error sin desistir. Pero hay algo previo: el porqué Sabemos científicamente que la pasión en una tarea aumenta la inteligencia y la creatividad, algo esencial para encontrar soluciones y alternativas, o sea, el cómo. Cuando uno quiere realmente algo, la mente se ensancha y ve más, porque el cerebro es un órgano buscador de soluciones cuando tiene una meta muy clara a conseguir.
Muchas veces hemos dicho que no existen metas no realistas, sólo tiempos no realistas. Todo es posible si te das el suficiente, porque en esta vida todo resume en el siguiente esquema: cómo pasar del punto A (dónde estoy) al punto B (dónde quiero estar), y es sólo una cuestión de ensayo y error sin desistir. Pero hay algo previo: el porqué Sabemos científicamente que la pasión en una tarea aumenta la inteligencia y la creatividad, algo esencial para encontrar soluciones y alternativas, o sea, el cómo. Cuando uno quiere realmente algo, la mente se ensancha y ve más, porque el cerebro es un órgano buscador de soluciones cuando tiene una meta muy clara a conseguir.
Uno de los mejores libros que he leído recientemente (hablaré de él más adelante) es Retírate joven y rico del conocido Robert Kiyosaki (@therealkiyosaki) –incluido también en Aprendiendo de los mejores– que se hizo conocido internacionalmente a raíz de la publicación Padre Rico, Padre Pobre donde cuenta la historia real de sus dos padres, el biológico (Padre pobre), con el que vivía y para el que la vida era trabajar para ganar dinero, y el de su mejor amigo (Padre rico), del que aprendió a que el dinero trabajase para él, haciendo suyo el lema de que cuanto más duro trabaja el dinero por ti, menos duro tienes que trabajar por dinero.
Robert Kiyosaki alcanzó a los 47 años la Libertad Financiera (tener ingresos pasivos que cubren tus gastos sin trabajar) en el año 1994 tras nueve años de trabajo intenso, cuando decidió que ese era su objetivo. Cada vez que cuenta su historia (no exenta de muchas dificultades como cualquier logro importante: estuvo tres semanas viviendo en un coche con su pareja Kim, autora de Mujer millonaria), la pregunta que le hace mucha gente es:
– ¿Cómo lo hiciste?
Y él siempre contesta:
– No se trata de cómo. Se trata de por qué. Sin el porqué, el cómo habría sido imposible.
Robert Kiyosaki alcanzó a los 47 años la Libertad Financiera (tener ingresos pasivos que cubren tus gastos sin trabajar) en el año 1994 tras nueve años de trabajo intenso, cuando decidió que ese era su objetivo. Cada vez que cuenta su historia (no exenta de muchas dificultades como cualquier logro importante: estuvo tres semanas viviendo en un coche con su pareja Kim, autora de Mujer millonaria), la pregunta que le hace mucha gente es:
– ¿Cómo lo hiciste?
Y él siempre contesta:
– No se trata de cómo. Se trata de por qué. Sin el porqué, el cómo habría sido imposible.
El propio Robert Kiyosaki, en Retírate joven y rico, relata lo que su Padre rico le decía cuando era joven:
«Muchas personas me preguntan cómo hacer algo. Yo solía decírselo hasta que me di cuenta de que incluso después de haberles dicho cómo hacía algo yo, con frecuencia no lo hacían. Luego me di cuenta de que no es el cómo lograr algo, sino el porquélograrlo lo que es más importante. Es el porqué lo que te da el poder para hacer elcómo».También decía:
«La razón por la que la mayoría de las personas no hacen lo que pueden hacer es porque no tienen un porqué lo suficientemente fuerte. Una vez que encuentras el porqué, es fácil encontrar tu propio cómo para lograr la riqueza. En lugar de buscar dentro de sí mismos para descubrir su propio porqué querían volverse ricos, la mayoría de las personas buscan el camino fácil hacia la riqueza y el problema con el camino fácil es que por lo general termina en un callejón sin salida».No es casual que Padre rico también le dijese a Robert Kiyosaki: «Si te encuentras discutiendo con una buena idea, es probable que quieras dejar de hacerlo». La conclusión es clara: ¿Por qué quieres lograr lo que dices que quieres lograr? Además, es bueno poner los porqués por escrito, porque escribir los porqués genera compromiso y sirve para fijar las metas en el cerebro. Tener una meta en papel ayuda a tener más claro lo que uno quiere, y la claridad es fuerza para el cerebro. Como ya vimos en otro post existe una relación muy directa entre claridad de metas y lo que uno finalmente consigue.
El Doctor Valentín Fuster, autor de La ciencia de la salud, decía en una ocasión: «Lo mejor para dejar de fumar es un infarto». No es casual esa frase, por supuesto que no: cuando uno tiene un infarto elporqué para dejar de fumar (ganas de no morir) es tan grande que uno es muy disciplinado en elcómo.
En el libro de Robert Kiyosaki puedes leer cuáles son los porqués que le llevaron a querer ser rico, y finalmente señala:
«Descubrí, como mi padre rico, que no podía decirle a nadie cómo hacerse rico. Ahora primero le pregunto a la gente por qué quiere hacerse rica. Sin un porqué lo suficientemente fuerte, hasta el cómo más sencillo para hacerse rico será demasiado difícil. Hay muchas, muchas formas de hacerse rico... pero sólo hay unas cuantas razones personales por las que tú quieres hacerte rico. Encuentra tu porqué y entonces encontrarás tu cómo. Como dice el viejo dicho: Querer es poder. Para mí, yo diría que encontrar lo que quería (mi voluntad) hizo que me fuera posible poder lograrlo. Si no hubiera querido, poder habría sido demasiado difícil».
Al ser humano le cuesta mucho cambiar, salir de su zona de confort, y eso sólo es posible cuando elporqué es suficientemente motivador y grande para hacerlo. De otro modo, como apunta el propio Robert Kiyosaki: «Es fácil seguir siendo el mismo. Es fácil no cambiar. Por eso, la mayoría de las personas eligen ser las mismas toda su vida». Cada uno de nosotros estamos obligados a encontrar nuestros porqués, sólo entonces seremos capaces de lograr algo grande.
* Hoy en Libros de Management (@librosdemanagem) puedes ver una Entrevista a Rubén Turienzo, autor de Smile: el arte de la actitud positiva; y una reseña de Los cien errores en el proceso de venta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario