miércoles, 26 de junio de 2013

maneras de emprender

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013/06/26/5-maneras-de-emprender-imprescindibles-para-remontar-nuestra-situacion-123713/
5 maneras de emprender imprescindibles para remontar nuestra situación
Bajo el nombre de Generación Creativa (Ariel) se enmarca la nueva serie de libros que impulsados por la Biblioteca UP intentan abordar el tema de la creatividad desde diferentes ámbitos. El filósofo José Antonio Marina y el economista Santiago Satrústegui abordan en uno de los primeros volúmenes de la colección, La creatividad económica, de qué manera el campo económico también puede beneficiarse de la creatividad y de la innovación. A continuación reproducimos un fragmento de dicho libro. 

El verbo "emprender" está de moda. La Unión Europea ha recomendado que todos los sistemas educativos se encarguen de desarrollar la competencia de "aprender a emprender". No se refiere a enseñar a ser empresarios, sino a algo más amplio: a tomar la iniciativa, a definir el propio futuro, a enfrentarse a los problemas. Es un modo de entenderse como sujeto. Lo contrario de emprender es depender. La OCDE, a través de su proyecto DeSeCo (Definition and Selection
of Key Competences), finalizado en 2005, define esta competencia como "la capacidad de los individuos para controlar su vida de forma responsable y con sentido, ejerciendo un grado de control sobre sus condiciones de vida y de trabajo". La acción autónoma es necesaria para participar eficazmente en la sociedad y para progresar en las diferentes esferas de la vida. Hoy día, las posiciones (los roles) sociales no están tan bien definidas como en épocas anteriores; es necesario en cierto modo crear la identidad personal y el significado vital; se requiere además una orientación hacia el futuro. En los contextos actuales en que vivimos es muy necesaria la capacidad de convertir las necesidades y los deseos en actos de voluntad, consistentes en tomar decisiones, hacer elecciones y dirigir la acción.

Por su parte, el Programa Educación y Formación 2010 de la Comisión Europea, y dentro de éste, el Grupo de Trabajo B (Competencias Clave), define el espíritu emprendedor (entrepreneurship) como "capacidad para provocar uno mismo cambios (componente activo) y habilidad para aceptar y apoyar cambios producidos por factores externos (componente pasivo)". Incluye la aceptación del cambio, asumiendo la responsabilidad de las propias acciones (positivas o negativas), marcando objetivos y alcanzándolos y teniendo motivación para lograr el éxito. Conlleva el conocimiento de oportunidades existentes con el fin de identificar las más adecuadas para los propios proyectos personales, profesionales y/o de negocios. Las destrezas que conforman esta competencia son: 

a) Destrezas para planificar, organizar, analizar, comunicar, hacer, informar, evaluar y registrar. 

b) Destrezas para el desarrollo e implementación de proyectos

c) Habilidad para trabajar de forma cooperativa y flexible como parte de un equipo.

d) Ser capaces de identificar las virtudes (o puntos fuertes) y debilidades de uno mismo.

e) Habilidad para actuar con decisión y responder de forma positiva ante los cambios.

f) Habilidad para evaluar los riesgos y asumirlos de la forma y en el momento necesarios.

Por supuesto, reconocemos la necesidad de fomentar esta competencia, que forma parte de la creatividad general que todos necesitamos para sobrevivir. Pero en este libro vamos a limitarnos a comentar una de las especializaciones de ese componente general del talento: la que se aplica al mundo económico.

Lo que se necesitan son grandes profesionales interdisciplinares en aquellas carreras que estarán en auge en los próximos deceniosSería cruel e injusto decir a las personas en paro que deben ser emprendedores, diseñar su futuro y aumentar su capital educativo y laboral cuando bastante tienen con sobrevivir. En el momento actual, y posiblemente en los años venideros, el gran problema no va a ser elegir la profesión, sino, simplemente, encontrar un trabajo. Hace unos años, Jeremy Rifkin publicó un best seller titulado El fin del trabajo. Proponía como solución la expansión del tercer sector (la economía social), porque habíamos entrado en la sociedad "postmercado". Creemos que se dejó llevar por suwishful thinking. En 2011, Lynda Gratton —catedrática de la London Business School, fundadora del Hot Spots Movement, elegida por The Times y por el Financial Times como una de las personalidades más relevantes en el mundo delmanagement— publicó Prepárate: el futuro del trabajo ya está aquí. Su discurso nada tiene que ver con el de Rifkin. Piensa que cada persona debe aprender a desarrollar y gestionar su capital intelectual. En los últimos años —dice— se ha predicado, con cierta precipitación, que las empresas necesitaban generalistas. Gratton dice que eso no es verdad. Lo que se necesitan son grandes profesionales interdisciplinares en aquellas carreras que estarán en auge en los próximos decenios. Insiste en la profundidad, no en la extensión. Insiste además en la autopromoción, es decir, en invertir en crear y cultivar las credenciales que nos aseguran nuestra buena incorporación al mercado de trabajo. El segundo consejo que da es que conviene cambiar de competidor aislado a enlace innovador. En otras palabras, relacionarse. El sociólogo Mark Granovetter se ha hecho una pregunta sorprendente: ¿Dónde consigue empleo la gente? Comprobó que no se daba a través de las redes fuertes (familia, amigos), sino de las redes débiles (amigos de la familia, amigos de amigos, o amigos de amigos de amigos). Lo explicó en un famoso artículo titulado The strength of weak ties. La solución que da Gratton para el empleo se compone de capital intelectual + redes sociales. Sin duda está influida por su puesto de profesora en una prestigiosa escuela de negocios, porque lo que pretenden conseguir esas instituciones —igual que las grandes universidades— es desarrollar ambas cosas: una buena formación y una nutrida agenda telefónica. 

En este punto de nuestra argumentación a favor de la creatividad queremos llamar la atención acerca de la necesidad de que todos los agentes del campo económico —empresarios, políticos, consumidores, empleados, economistas, educadores, etc.— consideren que uno de sus objetivos es "inventar trabajos". The Economist acaba de titular en portada: "Generation jobless: The global rise of youth unemployment". Se trata de un tema angustioso. Nos parece interesante y revelador que en ese mismo número se hagan una escandalosa pregunta: ¿Pueden los economistas comprender a la gente? Las soluciones son difíciles, pero en el caso del paro, estamos seguros de que la solución tiene que venir del desarrollo concertado de una quíntuple creatividad: 

— Creatividad para crear puestos de trabajo (empresarios).

— Creatividad para inventar el propio puesto de trabajo (autoempleo).

— Creatividad para preparar el futuro laboral (educación).

— Creatividad para reciclarse y aprovechar las oportunidades (reeducación).

— Creatividad para aumentar el capital social de su comunidad, del que todos los ciudadanos recibirán benefi cios indirectos.

Son cinco maneras de emprender, y las cinco son imprescindibles para remontar las adversas circunstancias en que nos encontramos.

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