Los emprendedores son aquellos que mezclan dosis de ilusión, riesgo y pasión por lo que hacen. Sin ellos, las innovaciones que a priori parecían más alocadas no hubieran llegado nunca a la sociedad.
A menudo en Think Big os hemos hablado de un abanico variado de consejos para emprendedores. Sabemos que no es fácil. Que muchas veces, en la búsqueda de ideas creativas, de apoyo logístico o financiación, aquellos que se arriesgan se sienten solos. Emprender no es una tarea sencilla. Este es el principal motivo por el que organizamos iniciativas como Talentum o Wayra, para servir de lanzadera a todos aquellos que tenéis una idea. Porque con ella podéis cambiar una parte del mundo.
Sin embargo, los emprendedores se caracterizan por una forma de ser única. Su capacidad para reinventarse. Y es que cuando te ves en la situación de continuar a pesar de un fracaso, dos o tres, es más que necesario coger fuerzas y retomar las ideas con más energía, si cabe.
En otras palabras, contar con un plan de negocio no significa saber solo cómo llevar una idea al mercado. También supone tener una estrategia personal sólida, que nos ayude también a superar los malos momentos. En ese sentido, resulta interesante la lectura de un artículode James Ogilvy, en el que comparaba las formas estratégicas que podemos adoptar con la filosofía existencialista de Sartre.
Podemos resumir este artículo de Ogilvy en cinco puntos básicos de la conocida comoestrategia existencialista, a la que también podríamos denominar como la hoja de ruta de cualquier emprendedor que luche por (sobre)vivir:
- Saber decir ‘no’. ¿Qué fácil suena, verdad? Somos personas finitas, y no podemos hacer millones de cosas a la vez.
- Arriesgar demasiado. Nadie es tan grande como para no caer, y ‘volar sin motor’ suele causar accidentes e imprevistos, algo con lo que tienen que contar aquellos que deciden apostar por el emprendimiento.
- Definir los intereses principales, y organizarse y planificarse de acuerdo con ellos. No todo es importante, ni nada es lo más imprescindible del mundo.
- Utilizar las experiencias pasadas es un plus que no debemos olvidar. Las competencias que hayamos aprendido antes sin duda son un buen punto de apoyo en nuestro trabajo.
- Ser auténticos y atreverse a reinventarse una y otra vez. Quizás el factor más difícil, pero el que nos diferencia del resto de emprendedores y de ideas innovadoras.
Ideas parecidas a las que propone Graham Jones en esta guía publicada en Harvard BusinessReview, en la que podemos encontrar varias de las características que resumen a los emprendedores. Una de ellas es ser capaces de resistir altos niveles de presión. Y es que como dice Jones, es imposible llegar arriba si no podemos manejar situaciones difíciles, donde los nervios y el estrés se mezclan en un cóctel explosivo.
Pero no solo se trata de superar este tipo de estados, también de no fijarse objetivos a corto plazo, sino tratar de mirar más allá. Algo que implica una de las paradojas que mencionábamos en nuestra estrategia existencialista: saber decir que ‘no’, aprender a planificarnos con nuestras experiencias pasadas y definir qué es lo que realmente lo que nos interesa y qué no.
Concluye Jones en HBR que lo complejo no es llegar a la cima, sino saber mantenerse. Y de eso saben mucho nuestros emprendedores, que están luchando contra viento y marea en la situación de crisis económica en la que nos encontramos. Por ello, en ese tipo de reinvenciones personales (y profesionales), resulta llamativo citar algunas de las innovaciones más arriesgadas.
Una de ellas es la que en los últimos días proponen en Kickstarter, una iniciativa de crowdfunding de la que ya os hemos hablado anteriormente. Se trata de una idea extraña: reinventar la rueda, aunque solo sea para monopatines. Como vemos en el siguiente vídeo, la idea sería crearuna rueda que tuviera a la vez forma de cubo, de círculo y de serpiente. Increíble, ¿no es cierto?
Otra de las ideas que pueden servirnos de inspiración cuando comenzamos a emprender es la propuesta por un científico que marcó un antes y un después en la historia de la investigación. Nada más ni nada menos que Isaac Newton, quien hace varios siglos propuso la famosa idea de las puertas para gatos y perros. Quizás en su momento aquel proyecto fue tachado de estrambótico, pero, ¿funcionó?
Esa es la pregunta que toda persona debe hacerse si quiere convertirse en emprendedora. ¿Funciona? ¿Servirá de algo? Los miedos y dudas hay que dejarlos de lado, siempre que eso implique que apostaremos por nuestro proyecto. Una mezcla de riesgo, locura y sentido común han de ser combinados como ingredientes perfectos de todo emprendedor. Como fue Nikola Tesla en su momento, un inventor que se opuso a todo y todos para hacernos nuestra vida mucho más sencilla y cómoda.
El responsable de que la electricidad llegara a nuestras casas es hoy el protagonista de la cita célebre con la que acabamos el post. Porque el presente y el futuro son nuestros, así como la energía y entrega que depositemos en ambos:
Let the future tell the truth, and evaluate each one according to his work and accomplishments. The present is theirs; the future, for which I have really worked, is mine.
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