http://www.emprendedoresnews.com/notaR/administracion_de_las_emociones-9716-20.html
Administrar las emociones es darle inteligencia a la pasión. Y
administrar, en sentido amplio es conseguir que se hagan las cosas que
se desean conseguir.
La reacción ante los hechos es polivalente, intelectual y emocional.
Es razonable, como quien se detiene ante un semáforo o irracional como
la ira destructiva ante la frustración, el temor que hace huir ante el
primer obstáculo, o el impulso de sentirse mentalmente perdedor. Hay
que dominar la administración de las emociones.
Hay que disociar un Yo observador de uno mismo. La inteligencia
emocional es cambiar las respuestas automatizadas y evitar las
obsesiones que condicionan las respuestas.
Hay que posesionarse de las emociones positivas confrontando la
imaginación y la voluntad con el deseo de apertura hacia el cambio de
actitud ante los sucesos.
En ciertas ocasiones no conviene dejar vagar a la imaginación, sino dirigirla.
Imagine una tabla de 20 centímetros de ancho colocada entre dos
edificios de veredas opuestas y a la mayor altura posible. Cierre los
ojos mientras visualiza la situación. Imaginar la caída le causará
pánico. Pero si ahora ve la tabla ubicada sobre el piso, caminará por
ella sin preocuparse.
La voluntad de hacer se debilita por una imaginación negativa. El
vértigo es causado por la atención dirigida a la caída, que, a pesar
del esfuerzo de voluntad, se transforma en acto.
Las emociones positivas producen bienestar, claridad mental, y actúan
como una forma de terapia interna, basada en la gimnasia mental y
emocional de los hermisferios cerebrales.
Sobre el poder de la autosugestión Emile Coué recomendaba que todas
las mañanas se recitara una frase positiva: “en todos los sentidos me
siento mejor y mejor”.
Método Coué: se basa en repetir frases, de forma continua, como si se
recitaran, hasta que la idea penetre al subconsciente, entonces es
cuando actúa. Ejemplo:"Cuando uno sufre un dolor, por cualquier causa
que sea, basta para mitigarlo o hacerlo desaparecer, con repetir,
rápidamente y sin tomar aliento: Ya pasa, ya pasa, ya pasa. Como
relajación será útil para muchas personas, si bien el resultado no
siempre lo será. Según Coué: "Es mejor no saber de dónde viene el mal
y hacer que desaparezca, que saberlo y conservarlo".
Método Durville: Este sistema es opuesto al anterior, que potencia de
forma pasiva al subconsciente. Este método utiliza los elementos
superiores de nuestro espíritu de una forma consciente, nos queremos
curar y nos curamos:
"Para conseguir algo más que esta mejora transitoria, lo que precisa
es tener fe en su propio poder, desarrollar sus fuerzas innatas
mediante un entrenamiento apropiado, tener confianza en el éxito
final, que debe aparecérsenos innegable. Es necesario decir: Quiero
curar, y quererlo de verdad, sabiendo que la fuerza está en nosotros.
Iimaginarse ser ya la persona que será, una vez curado. La voluntad de
vivir es un poderoso revivificante".
Control emocional: Hay técnicas que perfeccionan la administración de
las emociones:
Actuar en sentido contrario al impulso primario contando hasta 10. La
acción actúa sobre la emoción. Si reímos algunos minutos alteramos la
tristeza del estado anterior.
Apreciar de otra manera , la actitud frente al suceso es más
importante que el suceso mismo. Siempre se pueden encontrar aspectos
positivos en lo negativo.
Descubrir la idea perturbadora, su razón de ser, su intensidad, la
relación o asociación con otras ideas; hasta llegar a la disociación
del hecho con esa causa perjudicial.
Oponer la tendencia contraria, un desenlace diferente al que se había
establecido.
Vivir emociones positivas, sumergirse en un baño de “emocionabilidad
productiva”.
Ejercicio de pasaje. Enseña a pasar de un estado de recepción al de
emisión para acceder a un estado emocional desde otro cualquiera.
Suponga que emite ira. La ira, como emoción negativa, irrita y fatiga
y disminuye la claridad para pensar. En ese momento, usted puede
concentrarse en un detalle del rostro de la persona o de su vestimenta
y dejar que penetre en su interior pasivamente. Esto le evitará emitir
odio y le permitirá percibir tranquilidad.
Círculos de atención. Concentre su mente en una idea que le interesa y
no deje que nada lo interrumpa. Mantenga su mente ahí durante un
minuto. Ahora abra su mente durante, afloje la atención para que
aparezcan libremente ideas asociadas con la principal. Elija la más
interesante y concéntrese en ella, sin dejar que nada lo interrumpa
durante un minuto. Ahora afloje la atención, relaje la mente y deje
que aparezcan libremente ideas asociadas con la principal. Continúe
hasta que el tema se haya enriquecido lo suficiente, mediante el
intercambio entre la concentración y la meditación. Al terminar haga
un diagrama con las ideas cómo si se tratara de la organización de un
posible discurso. Porque de eso trata la administración de las
emociones: de darle inteligencia a la pasión. Y administrar, en
sentido amplio es conseguir que se hagan las cosas que se desean
conseguir.
Dr. Horacio Krell. CEO de ILVEM horaciokrell@ilvem.com
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