El 21 de septiembre es el Día Mundial del Alzheimer, enfermedad incurable, progresiva e irreversible que ataca la memoria, la identidad, la conducta, la capacidad y altera el envejecimiento. Marjie tenía lapsus mentales. Al medir la proteína beta-amiloide el diagnóstico fue Alzheimer. El deterioro aparecerá luego. El caso retomó el debate ético: ¿conviene saber que tiene esta enfermedad si no hay terapia? El proceso es imparable pero la capacidad de diagnóstico crece.
20 años antes de manifestarse el mal surgen marcadores clínicos. A los factores de riesgo hay que controlarlos. Una enfermedad vascular, lesiona también los vasos sanguíneos del cerebro.
Lo que aumenta la vulnerabilidad es la pérdida de sustancia gris y blanca. Sin embargo, hay personas con atrofias importantes que no desarrollan síntomas clínicos. Los fenómenos que afectan al cerebro crean vulnerabilidad y la enfermedad empieza antes. Los pacientes pierden la iniciativa para organizar su tiempo libre y sus actividades recreativas, en especial las culturales.
Al principio el paciente advierte problemas y limita su actividad para que nadie se dé cuenta. Cuando avanza la enfermedad pierde conciencia y sus familiares no quieren exponerlo a la vergüenza. Así limita su vida social, estimula menos su cerebro y acelera el deterioro.
La alarma es una clara disminución de la memoria comparada a un tiempo atrás: preguntas reiterativas, dificultad para aprender, olvidar eventos o citas, desorientarse en lugares conocidos, problemas de comunicación, para manejar los gastos, para razonar, resolver problemas, etc.
Proteger las neuronas intactas. Prevenir antes que aparezcan los síntomas es más importante que reparar a las dañadas, antes que se evidencien clínicamente. El desafío es detectarlos cuanto antes y desarrollar drogas que modifiquen la biología en la etapa inicial. Adoptar un estilo de vida “cerebro saludable” reduce el riesgo. Mantener la mente activa con desafíos, dieta saludable, actividad física y vida social son factores que potencian la protección y la reserva cognitiva en la vida adulta.
Hay que controlar la presión arterial, colesterol y lipoproteínas, glucosa en sangre, ácido fólico, vitamina B12, la obesidad y no fumar ni beber alcohol en exceso. Aunque los factores de riesgo, como edad y predisposición genética, están fuera de control, existen estrategias preventivas.
Las proteínas que controlan el desarrollo de la visión después del nacimiento juegan un papel clave. Se estudian su efecto en el cerebro, señaló Carla Shatz, de la Universidad de Stanford. Estas proteínas LilrB2, presentes también en los roedores, pueden amalgamarse con proteínas beta-amiloides, cuya acumulación en el cerebro es una característica de la enfermedad de Alzheimer. Los beta-amiloides sofocan las sinapsis e impiden a las neuronas comunicarse. En el estudio se suprimió la producción de proteínas LilrB2 en el cerebro y se redujo la pérdida de memoria. Sin las proteínas LilrB2, las sinapsis resistían los efectos adversos de los beta-amiloides.
Este descubrimiento es un aporte muy útil para el Alzheimer, que manifiesta una acumulación anormal de proteínas en el cerebro, inflamación y variedad de cambios celulares. La mayoría de los tratamientos buscan eliminar las placas beta-amiloides, hasta ahora, sin mucho éxito. El proceso comienza mucho antes de la aparición de las placas, incluso ante la ausencia de ellas, los beta-amiloides dañan las células cerebrales y las delicadas conexiones entre ellas.
Gimnasia corporal. Mediante neuroimágenes se miden las materias gris y blanca, el volumen cerebral y se comparan con el estado físico cardiorrespiratorio. Hay una poderosa relación entre mala salud y atrofia cerebral. Una mayor reserva cerebral consigue enfrentar mejor la enfermedad. Mover el cuerpo es un antídoto contra las plagas modernas: la obesidad, el sedentarismo y el estrés.
Se calcula que si una persona camina bastante o practica running, tiene mayor volumen cerebral y menor incidencia. A mayor gasto calórico, mayor volumen cerebral. El oxígeno es el alimento del cerebro y surge de la actividad aeróbica, que libera agentes químicos sanadores.
Poco se sabe de la gimnasia mental. Se deja operar al cerebro en piloto automático como si pudiera enfrentar solo la dura tarea de vivir y progresar. Esta fórmula no funciona. La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro de formatearse a sí mismo con el aprendizaje y de crear redes neuronales que reflejan los cambios que produce el aprender, practicar, entrenarse, trabajar y jugar.
No conozco ajedrecistas de alta competición con Alzheimer. Ningún maestro de ajedrez lo sufrió. Es un tema que la medicina debe explorar. Algo hace el ajedrez en las neuronas que lo practican para que no pueda ingresar en su mente; dijo Oscar Panno, maestro internacional argentino.
La ciencia de la educación atrasa. Los avances neurocientíficos no bajan a la educación. No se educa la neuroplasticidad para formatearla con la experiencia, ni se enseña gimnasia mental en la escuela. Educación y Ciencia no miran en la misma dirección. El aula debe ser el laboratorio para prevenir en vez de curar. Los ajedrecistan usan partes ocultas del cerebro. Los amateurs usan el precuneus, del lóbulo parietal, los profesionales llegan al núcleo caudado, en el centro del cerebro. Gimnasia mental preventiva y vida creativa combaten patologías cerebrales. Lo psicosomático de cualquier enfermedad, hace que, en la relación mente-cuerpo, influya la psicopedagogía. El efecto placebo explica como un fármaco inocuo cura, simplemente porque se cree en que lo hará.
Hubo una fuerza dentro de mí y mi cuerpo redescubrió su vitalidad y fluidez”, afirmó la monja Marie Simon-Pierre al recordar cómo el mal de Parkinson desapareció sin explicación científica y que atribuyó a la milagrosa gestión del papa Juan Pablo II.
En el Imperio romano la expectativa de vida era 22 años, a comienzos del siglo XX, 50, hoy ronda los 80. Esto permitió detectar las dolencias propias de la tercera edad. La práctica mejora su rendimiento como un músculo que se ejercita: fundamental en la niñez, imprescindible en la vejez. La ejercitación mental combate la rutina que repite actividades donde el cerebro se siente cómodo.
El auge del sudoku (una cuadrícula para completar con números del 1 al 9) es llamativo. El rompecabezas es un juego muy útil. Concentrarse en formas y colores moviliza al hemisferio derecho, con el diseño y la secuencia lógica se estimula el izquierdo. Ejercitar el cerebro aumenta su reserva sináptica -la conexión entre neuronas- que protegen del deterioro cognitivo.
Quienes poseen una vida intelectual activa tienen menos probabilidades de enfermar.
Factor de protección. Relacionando el estado cerebral y los activadores neuronales del aprendizaje se desarrollaron métodos que potencian la función cognitiva. En la Universidad de Bristol aislaron el neurotransmisor que refuerza el aprendizaje y la memoria. Imitar el efecto de la acetilcolina en receptores específicos facilita cambios neuronales para lograr mejores tratamientos.
La actividad intelectual sostenida mantiene la conexión y la hace más eficiente, porque las sinapsis crecen con mensajes e intercambios y aumenta el número de receptores. Lo que no se usa se pierde.
La persona que optimiza su cerebro aumenta su reserva sináptica que la protege del deterioro.
Una neurona aislada en el cerebro aunque sea importante no tiene el poder asociativo. Pero si se conecta con otras, multiplica su fuerza por los contactos que las otras poseen. El tejido del cerebro se parece al de la sociedad, cuanto mejor es el tejido social mejor será el mundo en que vivimos.
Mente sana en cuerpo sano. El estilo de vida debe ser amigable con el cerebro. Hay que comer bien. Pescado, vegetales y frutas ayudan a mantener las neuronas y a más fuertes conexiones. Evitar el estrés y los estados de ánimo negativos, al igual que trastornos de sueño y fatiga crónica. Conviene dedicar tiempo al ocio y relajación, y buscar ayuda cuando sea necesario. El contacto social es fundamental. Hay que llevar un estilo de vida sano, sin abusar del alcohol y el tabaco, realizar actividad física periódica, mantener una actitud relajada, disfrutar de la vida, mantener una amplia gama de intereses, hobbies y relacionarse con personas de menor edad.
La reserva cognitiva explica cómo, ante cambios neurodegenerativos similares, los individuos varían en la severidad del deterioro. Inteligencia, trabajo, hábitos dietéticos, actividades placenteras, educación temprana y actividad intelectual; son componentes activos de la reserva cognitiva.
Una rana puesta a calentar a fuego lento se muere porque no advierte el cambio. El cerebro decae de igual modo, la rutina termina por matarlo. Giuseppe Verdi sobre el secreto de su longevidad creativa, dijo: “toda la vida busqué la perfección pero nunca la puede hallar”.
Entrenamiento preventivo. No todos construyen un cerebro creativo en su trabajo, por eso deben realizar una gimnasia mental que estimule para aprender a emprender y a transitar nuevos caminos.
Todos podemos beneficiarnos con estos ejercicios
Otro ejercicio es “Disminuye la edad de tu cerebro” mejora el rendimiento. Siga estas reglas:
1. Acceda a http://flashfabrica.com/f_learning/brain/brain.html 2- Haga click en ‘start’;3. Memorice la posición de los números y clickee los círculos, partiendo del número menor al número mayor.
4. Al final del juego aparecerá la edad de su cerebro.
Los juegos tienen el formato del desafío. El benchmarking es un modelo de observar, compararse e intentar superar a los mejores. La sensación de desafío es la clave de cualquier actividad cerebral estimulante y productiva. Los invito a acompañarnos en este juego que incluye velocidad de lectura, comprensión, memoria, concentración, tacto y motricidad. Una vez que obtenga resultados mejores cópielos y envíelos a para participar activamente.
Desafíos diarios. La estimulación mental, hablar dos lenguas, viajar, hacer puzzles, tocar un instrumento son herramientas de combate. Aprenda algo nuevo todos los días. Regule el estrés. El estrés corroe la mente y el cuerpo y produce una hormona que perjudica al cerebro. La meditación, el yoga, el arte o la jardinería son formas de controlar el estrés.
Lawrence Katz y Manning Rubin (2000), revelan que Neuróbica, o la “aeróbica de las neuronas” es una nueva forma de ejercicio cerebral, proyectada para mantener al cerebro ágil y saludable, creando nuevos y diferentes patrones de actividades de las neuronas en el cerebro.
El 80% de nuestro día a día, está ocupado por rutinas, que reducen el esfuerzo y esconden un efecto perverso: limitan al cerebro. Para contrariar esta tendencia, es necesario practicar ejercicios “cerebrales”, que hacen a las personas pensar solamente en lo que están haciendo, concentrándose en esa tarea. El desafío es hacer todo aquello contraria a la rutina, obligando al cerebro a un trabajo adicional. Por ejemplo: ¿cuál es el primer número desde el punto de vista alfabético? Si pensó en el cero, está equivocado, siga practicando. Algunos de los ejercicios son:
Use el reloj en el brazo contrario. Cepíllese los dientes con la mano contraria. Camine hacia atrás, vístase con los ojos cerrados, estimule el paladar y el olfato con cosas diferentes, vea las fotos al revés, mire la hora, en el espejo, cambie de camino para ir y volver del trabajo.La idea es cambiar la rutina. Haga cosas diferentes con su cerebro derecho ¿Qué tal si comienza ahora, cambiando de mano en el manejo del Mouse y continua navegando con la otra?
El ejercicio más completo para rejuvenecer el cerebro es la lectura, potenciada con el método de leer con ambos hemisferios cerebrales, perfecciona la percepción porque la vista recibe grupos de palabras con sentido propio, sintetiza conceptos y los convierte en imágenes. Esto diferencia a la gimnasia mental -dirigida por un método- de la basada en la fuerza bruta- que conduce al cerebro quemado-. Borges dijo: “somos lo que somos por lo que leemos”. La época actual está poblada de analfabetos funcionales -personas que sabiendo leer no leen por falta de ganas o de tiempo-.
El 80% de nuestro día a día, está ocupado por rutinas, que reducen el esfuerzo y esconden un efecto perverso: limitan al cerebro. Para contrariar esta tendencia, es necesario practicar ejercicios “cerebrales”, que hacen a las personas pensar solamente en lo que están haciendo, concentrándose en esa tarea. El desafío es hacer todo aquello contraria a la rutina, obligando al cerebro a un trabajo adicional. Por ejemplo: ¿cuál es el primer número desde el punto de vista alfabético? Si pensó en el cero, está equivocado, siga practicando. Algunos de los ejercicios son:
Use el reloj en el brazo contrario. Cepíllese los dientes con la mano contraria. Camine hacia atrás, vístase con los ojos cerrados, estimule el paladar y el olfato con cosas diferentes, vea las fotos al revés, mire la hora, en el espejo, cambie de camino para ir y volver del trabajo.La idea es cambiar la rutina. Haga cosas diferentes con su cerebro derecho ¿Qué tal si comienza ahora, cambiando de mano en el manejo del Mouse y continua navegando con la otra?
El ejercicio más completo para rejuvenecer el cerebro es la lectura, potenciada con el método de leer con ambos hemisferios cerebrales, perfecciona la percepción porque la vista recibe grupos de palabras con sentido propio, sintetiza conceptos y los convierte en imágenes. Esto diferencia a la gimnasia mental -dirigida por un método- de la basada en la fuerza bruta- que conduce al cerebro quemado-. Borges dijo: “somos lo que somos por lo que leemos”. La época actual está poblada de analfabetos funcionales -personas que sabiendo leer no leen por falta de ganas o de tiempo-.
Renovarse es vivir. La autodestrucción creativa evita la pérdida de flexibilidad que nos rige de manera silenciosa. Para lograr las cuatro re: rejuvenecer, renacer, reinventar y revolucionar, hay que atreverse a dejar lo que ya no es, para que crezca lo que puede ser. Siempre que se gana se pierde algo; siempre que se cierra una puerta se abre otra. Algo debe andar mal en los ciclos humanos: cuando ganamos en experiencia perdemos en imaginación. Como propone Quino:
La vida fluye mal. Debe ser al revés. Uno debe morir primero. Luego, vivir en un asilo de ancianos hasta que te rajen cuando ya no eres tan viejo. Entonces empiezas a trabajar por 40 años hasta que sos lo suficientemente joven para disfrutar de tu jubilación. Fiestas, parrandeadas, alcohol, salís con mujeres o tipos, qué se yo; hasta que estás listo para entrar en la secundaria. Después vas a la primaria, eres un niño que se la pasa jugando sin responsabilidades de ningún tipo. Luego serás un bebé, irás de nuevo al vientre materno, pasarás los últimos nueve meses de tu vida flotando en líquido amniótico, hasta que tu vida se apague en un tremendo orgasmo. Esto sí que es vida
El arte y la vida social. La ausencia de espacios recreativos para pacientes motivó un programa en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, con visitas guiadas para personas con Alzheimer. El equipo del Instituto Ineco de Buenos Aires acudió al museo Malba. Las guías del museo fueron entrenadas en una técnica de estimulación cognitiva llamada “reminiscencia”, que se emplea para la memoria. Las personas con Alzheimer tienen afectada la memoria de hechos recientes, no la de lo que sucedió hace mucho tiempo. La idea es hacer pie en los recuerdos que se conservan para ir trayéndolos a la actualidad. Así se estimula la memoria reciente empezando desde muy atrás.
Asociando recuerdos lejanos y recientes se teje una red que orienta al paciente en su realidad actual. Se toman como punto de partida fotos de hace 60 años atrás, para asociar el recuerdo de la ciudad de antaño que guardan los pacientes, con recuerdos más recientes y cotidianos.
Al interactuar durante la visita al museo, los pacientes y sus familiares se sienten conectados. El familiar lo ve en una actividad diferente a la que está acostumbrado, en la que se libera, se expresa y actúa libremente en un espacio protegido. El paciente recupera la motivación y la autonomía, estimula el pensamiento y las asociaciones entre diferentes funciones cognitivas.
En Suiza construirán un lugar especial donde se recreará el ambiente de los años 50 del siglo XX, época en donde la mayoría de los afectados eran jóvenes, llenos de energía. Según el proyecto, los adultos con Alzheimer se mudarán a ese ‘pueblo’ donde todo será como era en su juventud. Se planea contratar 500 empleados: jardineros, peluqueros, camareros, carteros, cuya tarea principal consistirá en recrear la atmósfera adecuada y ofrecer comodidades a sus futuros habitantes. Creen que en un ambiente así vivirán el resto de sus vidas más felices. El proyecto tendrá un costo de 20 millones de euros pero no se sabe cuánto les costará a los ancianos volver al pasado.
La epidemia del siglo xxi. Hay que crear conciencia de un problema con gran impacto social. El factor de riesgo mayor es la edad, muy grave para la salud pública por el envejecimiento progresivo de la población Se calcula en 36 millones los enfermos en el mundo, 66 para 2030 y 115 en 2050. El número es mayor considerando a sus familiares. El 20% vive solo o con su cónyuge. El 80% de los cuidadores son familiares. La tarea es extenuante, pueden sufrir estrés crónico o depresión.
Un estudio en EEUU señala que la enfermedad crece y a los 85 años, la mitad de la población tendría la enfermedad. Después de los 95 años, sólo el 4% mantiene su capacidad cognitiva y estar cognitivamente normal es lo anormal. Vivimos una etapa única en la humanidad. Millones de personas llegarán a los 95 y podrían ser los sabios que faltan en la comunicación intergeneracional. Es un recurso que estamos malgastando. Nosotros somos la generación intermedia, que pagará el precio para que las siguientes entiendan que pueden protegerse cambiando el estilo de vida.
No es necesario recurrir a cosas mágicas o caras, hay un remedio muy barato. Es un concepto simple y de sentido común: Si no crees en la educación prueba con la ignorancia.
Dr. Horacio Krell CEO Ilvem. Dicta conferencias gratuitas sobre métodos que optimizan la inteligencia. Mail de contacto horaciokrell@ilvem.com
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