Según el Dr. Martin Seligman, uno de los investigadores más influyentes en el campo de la Psicología Positiva, los optimistas prosperan en la vida más que los pesimistas sencillamente porque se esfuerzan más durante más tiempo. La clave de su éxito reside en los estilos explicativos: la manera como nos explicamos a nosotros mismos lo que nos va aconteciendo, ya sea bueno o malo, buscado o evitado, afortunado o infortunado.
En su obra clásica, Aprenda optimismo, Seligman explica que las personas optimistas reaccionan ante la adversidad desde una presunción de poder personal. Sienten que el fracaso es temporal, ligado a circunstancias particulares y puede superarse con el tiempo gracias al esfuerzo y al cultivo de las habilidades personales.
Por el contrario, las personas pesimistas reaccionan ante la adversidad desde una presunción de indefensión personal. Sienten que el fracaso es permanente, generalizado a toda su vida y debido a sus propias incapacidades, por lo que no podrá superarse hagan lo que hagan.
Esta diferencia en cómo unos y otros se explican lo que les acontece causa un profundo impacto en sus vidas. Cuando el optimista fracasa, responde imaginándose cómo puede hacerlo mejor la próxima vez. Cuando el pesimista fracasa, asume que no hay nada que pueda hacer al respecto y abandona.
Cambia tu forma de explicarte el mundo y cambiará tu forma de vida.
Aprende a evaluarte a ti mismo.
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