El 29/9 es el Día Mundial del Corazón. 3 de cada 10 personas sufren enfermedades cardíacas graves. 32% fuma, 44% tiene hipertensión, 17% alto el colesterol, 35% es obesa, 57% no hace actividad física, 73% no come frutas y verduras y el 9% sufre diabetes.
En el VIII Simposio de Neurociencias organizado por Fleni en Buenos Aires, Deborah Gustafson, de la Universidad de Nueva York, dijo que los factores de riesgo para el corazón son los del cerebro. Obesidad, sobrepeso e inactividad son perjudiciales como la pereza mental. El intelecto activo produce una reserva cognitiva que controla la enfermedad. Las neuronas sanas neutralizan a las enfermas. No hubo casos de Alzheimer en ajedrecistas famosos. El estilo de vida saludable es bueno para el corazón y para el cerebro.
Psicoescanner. Es un detector que mide la vulnerabilidad a la presión y ante situaciones de estrés, con 100 preguntas sobre la forma de ser: el humor, el tiempo dedicado a los amigos, expresión de las emociones, tendencia al perfeccionismo, causas de enojo. Todo para ubicar los resortes ocultos de la conducta. Este cara a cara con la forma de tomarse las cosas, se hace ante un detector de mentiras: ¿Cómo controla el enojo?¿Cuál es la receta? Saber que uno es un “reactor tenso”, viene bien para saber manejarse. Le piden relajarse, porque la tensión resta velocidad. Que respire, que lleve el aire al abdomen y lo largue por la boca. Falta la prueba física. Entra una doctora con un balde de agua helada y le dice que sumerja una mano para provocarle estrés. A los 40 segundos, hará un esfuerzo para aguantar 20 más. Al final de la sesión, le entregan el informe de su percepción sobre su vida, basado en las 100 respuestas que antes respondió.
Los problemas de salud son también educativos por falta de prevención. Hasta que no llega un infarto no se actúa. Son enfermedades silenciosas, cuando uno se entera ya está enfermo.
Muchos factores de riesgo son modificables. La evaluación determina el estado de salud cardiovascular que es la 1ra causa de muerte en el mundo. Para cambiar la tendencia, hay que trabajar sobre tabaquismo, colesterol e hipertensión. Fumar incrementa 6 veces el riesgo de tener un ataque cardíaco y 3 veces el riesgo de ACV. La precoz detección impide que progresen hacia formas severas. La prevención hace al corazón sano. El miocardio es su músculo y se alimenta con las arterias. Su súbita obstrucción lleva a la muerte de un sector. Es importante conocer la rigidez arterial, ya que en algunos casos el dolor se tolera y no se sospecha, lo que puede llevar a confundir el diagnóstico.
Para minimizar los riesgos se debe contemplar: Colesterol Total: menos de 200mg/dl. Total de Triglicéridos: menos de 150mg/dl. Glucemia: menos de 100 mg/dl. Presión arterial normal: 140/90 mm Hg. Índice de Masa Muscular (IMC): entre 18 y 25 Kg/m2
Una forma de crear conciencia es el control obligatorio antes de iniciar una actividad aeróbica. Mejor es prevenir que curar. Antes de hacer deporte, por ejemplo, se requiere un examen clínico y traumatológico, electrocardiograma, ergometría y ecocardiograma,
Escuela para padres. Los ejemplos corrigen mejor que las reprimendas, decía Voltaire
Hay que retomar ciertos valores para recuperar la identidad, un pueblo sin identidad está llamado a desaparecer. Hay que respetar las tradiciones, convivir en armonía; inculcar en el adulto la responsabilidad paterna, que transmitan a sus hijos que su vida es muy importante y deben amarla. Educar con amor, que empieza por el amor por uno mismo.
Es esta época de jóvenes armados, borrachos, drogados, niños de la calle, desamparados, explotados o niños despóticos, consumistas, mimados y consentidos, ¿por dónde empezar?
El pediatra de los años 50, Benjamin Spock, en, (Tu hijo. Enciclopedia de los padres), fue “el padre de la tolerancia”. Quiso quebrar el autoritarismo en la crianza, llevando a los padres a una actitud más permisiva. Pero hoy “los pedagogos son: la TV, la publicidad, el cine, el deporte, la música, la política y los espacios de celebridad que ellos definen. A esto se deben el descontrol y las enfermedades: droga, alcohol, obesidad y violencia.
El tema de los límites es la clave. Lo más difícil del mundo es enseñar. Es más rico un lugar para compartir las angustias que el padre tiene con sus hijos, que leer un libro de autoayuda.
A nuestros abuelos se le decía autoritarios, porque coartaban libertades y la educación se basaba en la obediencia. Sin embargo, eran coherentes. Aunque tenían actitudes criticables.Jaime Barylko, lo dijo: “El que sea padre, la que sea madre, debe jugarse e intervenir con firmeza. Es tu hijo, es tu responsabilidad y sin retornar al autoritarismo rígido y cruel hay que vivir la vida con racional equilibrio. El que crece en un ámbito de amor y de límites, de cooperación y confrontación a la vez, crece fuerte y con confianza en sí mismo”.
El adolescente necesita que sus padres no sean adolescentes. El tema son los límites, pero también el del amor. La violencia está más allá de la clase social. Hay un punto medio para educar entre el respeto por los valores y el respeto por uno mismo. Para transformar esta realidad invertida con respecto al pasado, donde los padres temen a sus hijos. Escuela para padres implica tomar conciencia, humildad y una apertura de la mente y del corazón.
¿Pero quién educa? En la educación no están los mejores y funciona como el contenedor de los frustrados. El problema es más que una buena idea, lo que se necesita es un cambio hacia la inteligencia social que es la aplicación externa de la inteligencia emocional.
Inteligencia país no es sumar inteligencias individuales sino organizar la vida pública para desarrollar el capital institucional. Es la forma en la cual el Estado gestiona las capacidades para promover el bienestar. La inteligencia social creó productos sabios como el lenguaje y la cultura de los cuales se nutre la inteligencia. Los países inteligentes gestionan, descubren y resuelven problemas, fomentan la creatividad, alcanzan metas importantes, aprovechan los talentos estimulando su interacción. Hay que implantar valores de libertad, igualdad y solidaridad, una enseñanza obligatoria, gratuita, laica, de calidad. El desafío comienza por la igualdad de oportunidades. La solución es hacer de la educación una política de estado.
El idioma del corazón. Dice Edith Santoro, profesora de educación física, especializada en rehabilitación en agua, que le dijeron los médicos. Su hijo, Francisco, era un prematuro extremo, su pronóstico era oscuro, pero ella sabía que tenía un hijo con vida y lo defendió.
A los 2 meses de internación tuvo hidrocefalia: su cabeza quedó agigantada. Sólo podía mejorar llegando a 2 kilos de peso y podrían operarlo. Una neonatóloga le dijo: “Lo mejor que le puede pasar es morirse esta noche”. Pero decidí vivir al margen de los diagnósticos. Le contesté: “¡Yo creo en la neuroplasticidad y sobre todo en el amor!” Ante semejante frialdad fui a comprar pañales. Le hablé a Francisco, convencida que podría entenderme. Le dije vas a vivir. Con el padre hicimos una cadena de energía. Nos agarrábamos las manos y con los ojos cerrados, pasábamos energía de una mano a otra y hacia él. Una tarde su lengua apareció húmeda y rosada, y me invadió una alegría indescriptible. Ese fue su OK como diciendo: ¡Mamá, te entiendo! Francisco fue colocado en una cuna, como cualquier bebé, le quitaron el respirador y la sonda. Vinieron las sesiones de kinesiología, las operaciones, la estimulación temprana, la terapia de rehabilitación. Es curioso. Cuando estudiaba Educación Física, elegí una materia optativa para ayudar a niños con problemas. Es como si me hubiera entrenado para este presente. Francisco subió de peso, toleró la leche materna. Cuando cumplió 2 años, me dijo: Hola… con o. Le pregunté queriendo reafirmar esa comprensión tan avanzada para su edad ¿Y qué otra palabra empieza con o? Oveja respondió. Pensé que las certezas drásticas pueden dar seguridad a un médico, quitarle ansiedad, pero coartan las esperanzas, la fe, las ilusiones. Tanta seguridad frustra la “acción”, sanadora. Yo no quería que Francisco fuera una profecía autocumplida, como cuando repetimos que un niño se va a caer y al final el niño cae.
Las mamás sabemos que un hijo entiende el idioma del corazón. Eso es lo que salvó a Francisco, no un milagro. Necesitamos el contacto madre-hijo, el afecto que hace sanar. Si nos conformamos con lo que está, se acabó el cambio. Ho tiene 4, hace 2 que recita el abecedario, sabe la dirección de su casa, recuerda su DNI, cuenta hasta 100 en inglés, conoce los colores y las figuras geométricas. Se destaca por su dicción, reconoce las letras por su nombre y fonemas. Lee palabras en mayúscula. Habla algo de inglés y hasta sabe palabras en holandés que aprendió de su padre y se comunica con sus abuelos por Sykpe. Mi hijo, ese que sería una planta es hoy un nene feliz, carismático, creativo, sociable. Me concentro en sus avances y no en las limitaciones que aún padece. Ahí pongo el acento. Mi hijo ya se para contra la pared y ahora los profesionales afirman: ¡Este chico va a caminar! Yo redoblo la apuesta: Así que preparados, listos y atájenlo si pueden.
Por ese palpitar. Las cualidades del corazón tienen formato inteligente. Las emociones llegan al corazón, antes que el cerebro se entere, porque su campo electromagnético es superior. Su sistema nervioso autónomo facilita observar, aprender y memorizar. El cerebro que acepta las razones del corazón mejora su rendimiento. Las emociones generan una coherencia que mejora el aprendizaje y el control de la enfermedad. Un poder inteligente vincula el querer con la eficacia, coordina presión, ritmo respiratorio, cardíaco y ondas cerebrales. Coordinando respiración e imaginación logra tranquilidad y el placer.
Para Pascal: “el corazón tiene razones que la razón no entiende”. Hoy que las conocemos hay que humanizar la medicina educando con la teoría de las inteligencias múltiples. El error es creer que información es sabiduría, ésta depende del conocimiento y la experiencia. Es válido decirle “no” a la obesidad y al sedentarismo, pero hay que decir un “sí” más fuerte, a la asociación cerebro-corazón con la brújula del autoconocimiento. La sociedad de consumo incentiva el radar de las “neuronas espejo” para que imiten a los ricos y famosos.
Primero el corazón. Proyectos magnéticos brindan inteligencia a la pasión y alejan del triste destino de durar. Poder interior y estado de flujo surgen activando el cuerpo calloso, el haz de fibras nerviosas más extenso del cerebro que comunica los hemisferios para que trabajen en forma complementaria. Las técnicas orientales separan el corazón de la razón. Pero se puede meditar pasiva o activamente, aquietar la mente o agitarla para generar ideas.
Einstein donó su cerebro a la humanidad. No era la computadora biológica de un genio, su fortaleza era la conectividad. No valía por su peso sino por cómo lo hacía funcionar. Neuro plasticidad es la capacidad cerebral de autoformateo. Einstein era maestro de la conexión. Como el niño es el padre del hombre la educación debe conciliar el querer con la eficacia, cerebro frío y corazón caliente. Sus frases: “nunca descubrí nada con mi hemisferio racional”, “la imaginación es más importante que el conocimiento”, “el arte llega a verdades profundas por el camino más sencillo“, demuestran la alianza estratégica entre el corazón y el cerebro, entre el arte y la ciencia. Sus métodos están hoy al alcance de los que creen en cuerpo sano en mente sana para el crecimiento personal. Lo prioritario es el rumbo: “No hay vientos favorables para el que no sabe a dónde quiere llegar”.
La medicina hizo posible llegar a la cuarta edad, esa que va de los 80 a los 100 años, edad clave para acceder a la sabiduría y transmitirla a las generaciones en formación. Es importante llegar allí con el cerebro y el corazón contentos. Así es como el futuro del hombre ya no será el geriátrico sino la biblioteca nacional.
Dr. Horacio Krell es el CEO Ilvem. Dicta conferencias gratuitas sobre métodos que optimizan la inteligencia. Mail de contacto horaciokrell@ilvem.com
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