Hoy me han dado la noticia del fallecimiento de un familiar muy querido por mí. Estaba muy enferma desde hacía ya un tiempo, y por su lucha, pundonor, que siempre nos ha mostrado a toda su familia, ha estado con nosotros mucho más de lo que nos imaginábamos.
La verdad que es una perdida muy importante para toda la familia, el nexo de unión entre todos los componentes de la misma.
Allá donde estés, de mi parte, quiero decirte gracias por todo lo que has hecho por mi, por todos nosotros, por tus sonrisas, tus arroces con leche y tus patatas fritas siempre que iba a visitarte, hacías para mí . Gracias por hacer de mi padre, un ejemplo a seguir, de superación, constancia y esfuerzo.
Es en estos momentos, en soledad, echando la vista atrás, es en los que te das cuenta que muchos días, meses e incluso años, pasamos por la vida, de puntillas. No nos damos cuenta de lo bonita que es la vida.
Estamos pensando en el trabajo, o la falta de él, las 24 horas del día. Preocupados, que no es lo mismo que ocupados, por temas, que si los vemos desde otra vertiente, son una nimiedad comparado con dificultades que están pasando, por ejemplo personas de África, o en este mismo país, con temas de desahucios, mismamente.
Vamos con el piloto automático puesto. Nos levantamos y ya lo ponemos en marcha. Y hay veces, que hasta soñamos con lo que tenemos que hacer durante todo el día siguiente. Nos da miedo, que un momento a otro, una situación, que no tenemos controlada, se adueñe de nuestra vida y no sepamos hacerle frente.
Queremos siempre lo que conocemos, queremos siempre la misma gente, queremos siempre hasta oír descalificaciones de gente que dice que nos quiere, porque no sabemos qué pasaría en nuestra vida, si rompemos con todo ello.
Y mientras la vida sigue pasando.
Exigimos nuestros derechos, exigimos que nos den felicidad, exigimos que nos den lo que sentimos que nos merecemos y mientras tanto la vida sigue pasando.
Es en estos momentos de la vida, con una noticia triste, cuando te das aún más cuenta, que tenemos que quitarnos el piloto automático desde ya . Y ser dueños de nuestra vida.
Dejemos de quejas, dejemos de lamentarnos de que nuestra vida no es aquello con lo que soñábamos de pequeños, dejemos de echar la culpa a los demás de que ellos son los culpables de que no seamos felices.
¡¡BASTA YA DE LAMENTOS, POR FAVOR!!.
¿Haces algo para transformar todo esos lamentos en cosas positivas? Mientras no sea así, no te quejes.
Lloviera, nevara, tuviera mucha comida en el frigorífico o estuviera llena de dolores, siempre tenemos todos ,alrededor una persona, que aún pasándolo peor que nosotros, siempre nos contesta con una sonrisa. Se ocupan que estemos bien cuando estamos con ellos , que dan lo poco que tienen para que cuando estemos con ellos, sea un momento único.
Pero aún así, hay momentos que solamente pensamos en nosotros, mientras otras personas se desviven porque seamos felices, aunque sea con una simple sonrisa.
Dejemos el egoísmo ya de una vez. No vivimos solos en este mundo, ahora no sé cuantos millones de personas somos, pero muchos. Así que no pienses que estás solo y que te mereces para ti solo, el tesoro de Alibaba.
Estamos en esta vida, para mucho más que satisfacer nuestras necesidades. La misión de esta vida, es la de ayudar a los demás con lo que sabes hacer, la de hacerlos felices con esas cualidades que tienes.
Pensamos que la vida juega con nosotros, que nos quita en un momento aquello que sentimos de lo que somos dueños, que nos robo de nuestro lado a esa persona que tanto queríamos. Persona que pensamos que sin ella no seremos felices. Pues tienes dos opciones: o hundirte en el barro y estar siempre quejándote, o a pesar de las circunstancias, seguir siendo aquella persona que tú sabes que eres.
A pesar de las circunstancias, sabes que vales, que eres feliz ya por ser tú mismo, por existir, que todo lo que existe a tu alrededor, es porque has pensado en ello.
Todos tenemos un pase para el otro mundo, no sabemos cuándo, pero mientras tanto, estamos quejándonos, llorando, lamentándonos por miles de cosas. Y mientras tanto, la vida pasa.
Pasa la sonrisa de tus familiares, esos abrazos que te hacen sentirte único, ves la naturaleza crecer, o como con esfuerzo, esos sueños que pensabas imposibles, se acaban haciendo realidad.
Pero el egoísmo, nos hace no ver esos que nos dan los demás desinteresadamente, esos aprendizajes que pensamos que son ínfimos, pero en un momento determinado de la misma, son un gran bastón en el caminar.
Nuestro “ yo-yo y yo…” nos hace perdernos muchos grandes aportes que a veces nos dan personas que solamente están un día en nuestra vida. Pensamos que la vida es malvada, porque nos quita esos mimos que tanto necesitamos.
¿Pero hemos dado nosotros mismos sin ningún por qué a alguna persona que en el fondo los necesitaba?.
Demos más y dejemos de exigir tanto.
Exigimos que los demás sean nuestros, y cuando se van, gritamos a la vida que malvada es. ¿Y por qué no enfocarnos en recordar todo lo bonito que hemos vivido con ella? Nadie somos de nadie, todos acabaremos yéndonos de aquí, pero mientras tanto seamos felices y sonriamos siempre, por favor.
Ya vale de malas caras desde el punto de la mañana.
Malas caras que nos hacen solo ver la tristeza, la perdida y el lamento que pensamos que nos da la vida.. Y mientras tanto la vida pasa perdiéndonos amaneceres, sonrisas, alegrías, pequeños momentos que nos hacen ver que la vida es más bonita de lo que pensamos.
Allá donde estés, gracias por todo lo que he aprendido de ti y del yayo. Nunca lo olvidaré.
Gracias por enseñarme a vivir la vida con una sonrisa en la boca a pesar de la que este cayendo. Gracias por siempre recordarme que la felicidad está dentro de nosotros y no fuera.
Gracias por enseñarme que la vida está en los pequeños momentos y no en las posesiones.
Allá donde estés. Nunca te olvidaré.
GRACIAS.
DEMOS MÁS LAS GRACIAS, DIGAMOS MÁS TE QUIERO, SONRIAMOS MÁS POR FAVOR. SEAMOS MÁS VALIENTES. VIVAMOS LA VIDA. QUIZÁ MAÑANA NO ESTEMOS AQUI. DEMOS MÁS DE NOSOTROS MISMOS Y EXIJAMOS MENOS DE LOS DEMÁS.
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