Después de ver una conferencia sobre atención plena (mindfulness) y sus beneficios en el cerebro humano, una frase ha estado rondando en mi cabeza durante los últimos días: buscar comodidad en la incomodidad.
Y precisamente reflexionaba sobre esta, cuando vino a mi mente un recuerdo:
Yo tenía alrededor de 13 o 14 años. Mi pasión era jugar al tenis y entrenaba a diario en la academia del club. En aquel entonces no había nada que yo disfrutará más que pegarle a la pelota con la raqueta. Sin embargo, dentro del grupo de jóvenes que entrenábamos había un compañero con el que a nadie le gustaba pelotear; llamémosle Juanito.
Juanito tenía muy poco control y entonces solía tirar la bola por todos lados haciéndonos correr como locos e impidiéndonos tomar ritmo (algo que suele ser muy frustrante para los tenistas). Era así, que cada vez que el entrenador decía “Juanito y José Manuel cancha 4”, yo me afligía automáticamente y pasaba a sufrir ese momento del día que tanto disfrutaba.
Cuando me tocaba entrenar con Juanito yo me enojaba con él, me enojaba conmigo mismo, con el entrenador e incluso, ya en un estado de ánimo irritable, con otros compañeros o con mis hermanos y mis padres al llegar a la casa después de la academia.
Pero un día algo cambio; sin querer queriendo entendí que no podía seguir tomando esa actitud cada vez que me tocará entrenar con Juanito y entonces decidí cambiar mi enfoque. Para mí era claro que con él no podía intentar tomar ritmo pasando cien bolas por arriba de la red, pero quizá había otra forma de practicar que fuera de beneficio para los dos: ahora cada vez que me tocará pelotear con Juan mi objetivo no sería la consistencia sino la movilidad. En otras y más simples palabras, con él intentaría llegar a todas las bolas.
A partir de ese momento no solo deje de frustrarme cuando entrenaba con este compañero sino que ahora me era divertido correr de lado a lado para llegar a una pelota y a su vez esto me ayudaba a mejorar mis aptitudes.
La aceptación es un elemento primordial relacionado con la actitud hacia la práctica de la atención plena. “Significa ver las cosas como son en el presente. Es mostrarse receptivo y abierto a lo que se siente, se piense y se vea, aceptándolo porque está ahí y en ese momento”. Y aunque en aquel entonces yo no tenía ni idea de lo que se trataba el mindfulness, ese pequeño cambio de perspectiva por sí mismo me permitió aquietar la mente, que esta dejará de divagar en la irritabilidad, me permitió enfocarme más en el entrenamiento, practicar la paciencia, ceder al control de que todo tenía que salir a la perfección para yo pudiera disfrutar de la práctica y me permitió dejar de juzgar el desempeño de Juan que, a fin de cuentas y como yo, solo quería hacer lo que más le gustaba.
Curiosamente, o no tanto, esas características que acabo mencionar también son actitudes fundamentales hacía la atención plena. Así que ya lo sabes, si deseas cultivar una mente que te permita alcanzar tu máximo potencial para lograr tus objetivos, pero sobre todo una mente más ecuánime y feliz, puedes comenzar por buscar comodidad en la incomodidad.
A partir de este recuerdo y en algunas circunstancias como en el tráfico, en la fila del banco, al correr de subida e incluso al pensar en mis pendientes y problemas he intentando modificar mi enfoque como lo hice aquella vez y es debo decir que es impresionante que un poco de
perspectiva puede cambiarlo todo.
perspectiva puede cambiarlo todo.
José Manuel Guevara S.
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