Ernesto Sirolli ha pasado 30 años ayudando a la gente a encontrar los recursos que necesitan para iniciar negocios y hacerlos prosperar. Él y la gente que ha entrenado han sido instrumental en el lanzamiento de más de 40.000 empresas en 250 comunidades y 25 países. La curiosidad, el compromiso y la voluntad de pasar el tiempo en algunos de los lugares más remotos de la tierra le han dado una visión inusual en lo que los empresarios de éxito hacen bien. Por encima de todo, aconseja a los líderes empresariales a callar y escuchar.
Fotografía de Amber Bracken
De hecho, "¿Quieres ayudar a alguien? Cállate y escucha "fue el título de la Sirolli TED Talk en 2012 originalmente leída en TEDx regional en las zonas rurales de Nueva Zelanda, su presentación se ha publicado en el sitio web principal de TED y recibió casi 2 millones de visitas, con lo que la atención mundial a su trabajo.Hablando en un fuerte acento italiano, y en su tono característico de la simplicidad irónica, Sirolli relató sus primeras experiencias trabajando para una ONG italiana especializada en el desarrollo económico. Después de obtener sulaurea di dottore en ciencias políticas de la Universidad de Roma-el más alto grado de posgrado ofrecido en Italia en el momento-partió a principios de 1970 llenos de idealismo para trabajar en comunidades pobres de Argelia, Costa de Marfil, Kenia, Somalia y Zambia.
"Todo lo que tocamos, nos mató", dice, evocando la risa un poco nerviosa de la audiencia de TED. "Cada proyecto que hicimos, todos y cada uno de ellos, no." Él describe, por ejemplo, cómo su equipo decidió enseñar a los zambianos a cultivar alimentos en el hermoso valle fértil donde siempre habían vivido como pastores, pastoreando animales pero plantar nada . El equipo de las semillas importadas de Italia-los tomates y el calabacín, pero los locales no parecían interesados. El equipo trató de pagar dinero, pero había poco en el valle disponibles para comprar. Por último, la ONG comenzó a importar whisky y la cerveza con el fin de convencer a los hombres en los campos. "Seguimos pensando, lo que está mal con esta gente?"
Pronto se hizo evidente. Los tomates aparecieron en las vides, enormes frutos de ruptura que ponen los cultivos italianos más abundantes a la vergüenza. Los miembros del equipo eran alegres, pero a la mañana siguiente se despertaron para encontrar cada una de las plantas ido. Hipopótamos habían invadido desde el río y comenzado hartarse. Los italianos corrieron a decirle a los zambianos lo que había sucedido. "Por supuesto", dijeron las personas. "Es por eso que no nos plantamos en el valle."
" ¿Por qué no nos lo dijiste? "pidió a los italianos.
"Porque nunca se preguntará," fue la respuesta.
La experiencia fue dolorosa. "Pensé que nosotros, los italianos eran buenas personas, y me pregunté cómo podríamos ser tan inadecuados", dice Sirolli. "¿Fue por estos" resultados "que habíamos enganchado a la comunidad sobre el whisky y la cerveza? Así que empecé a mirar en otros proyectos que se habían hecho en África-por el Inglés, los americanos, los franceses-con la esperanza de obtener ideas. Y me di cuenta, al menos, nos alimentamos los hipopótamos. Otros proyectos de millones de dólares acaba de dejar basura detrás. En todas partes he visto el mismo problema: Nuestros esfuerzos bien intencionados fracasaron porque no escuchamos a la gente que estábamos tratando de ayudar ".
Empresarios Desafiando al Exito
La historia de las experiencias de Sirolli en África se le dice en su libro, Ondas del Zambezi: Pasión, Emprendimiento, y el renacimiento de las economías locales (New Society Publishers, 1999). Ahora se utiliza como texto en muchos cursos de desarrollo comunitario y económico, Ripples presenta tres ideas esenciales sobre el desarrollo económico. En primer lugar, todas las ideas de desarrollo eficaces deben provenir de la población local en lugar de "expertos", no importa cuán bien intencionados o informados podrían ser estos expertos. En segundo lugar, la mayoría de los esfuerzos para motivar a la gente es inútil; más bien, los que tratan de ayudar a las empresas locales tienen que esperar hasta que los empresarios piden ayuda, y luego conectarlos con los recursos que necesitan. Y en tercer lugar, los empresarios nunca deben ser alentados a actuar aisladamente en sus sueños, ya que al hacerlo aumentará sus posibilidades de fracaso y hacer que se cuestionen sus propias capacidades.
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