Comienza una sección sobre educación, pero sobre la educación como kit de supervivencia, no como mero acontecimiento escolar. Está elaborada por el equipo de investigación de la Universidad de Padres, lo que significa que no sólo nos interesan los hijos, sino sus progenitores. La finalidad de la educación es generar talento, y el talento lo necesitamos todos –personas, empresas, sociedades– para sobrevivir. Hemos entrado en la sociedad del aprendizaje, en la que todos tendremos que estar aprendiendo continuamente. Sus hijos y usted.
Aprender es el modo que tiene el ser humano para adaptarse al entorno. Cuando el entorno era estable, la época de formación podía terminar al aprender un oficio. Pero en la actualidad, el entorno cambia velozmente, de forma imprevisible, y eso nos obliga a estar aprendiendo siempre si queremos sobrevivir. Dicho así, el futuro parece deprimente. ¡Toda la vida estudiando! Pero no se trata de eso. Aprender no es una condena, sino una de las experiencias cumbres del ser humano. Por eso, si nuestra sociedad desea progresar, si usted desea progresar y que sus hijos progresen, hemos de suscitar en nuestra sociedad la “pasión por aprender”. Usted hará bien suscitándola en su familia, sus alumnos, sus empleados, sus jefes, o en usted mismo.
Es una tarea de prioritario interés social.Tenemos que educar y educarnos para un entorno VUCA, palabra formada con las iniciales de los cuatro elementos que definirán el futuro:variability, uncertainty, complexity, ambiguity. Para conseguirlo, hay que estar muy alerta, buscar información en todo el mundo, detectar tendencias, aprender de quienes lo hacen mejor, aprovechar las oportunidades, y eso está fuera del alcance de los ciudadanos individuales por su complejidad, por el tiempo que exige, por el coste económico. Esta sección puede considerarse un servicio público, porque pretende colaborar al progreso social.
Esperamos que leer esta sección suponga para el lector una “ventaja competitiva”. O dicho de otra manera, usted estará en desventaja si no la lee. Como verá el lector, nos aqueja una cierta megalomanía.
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