Sus creadores afirman que paliaría la degeneración fisiológica y psicológica que condicionan la calidad de vida de los menores con problemas de movilidad
El exoesqueleto se acoplará al tronco y las piernas de los menores
Un aparato que permite volver a moverse a los niños con paraplejias. Un grupo de investigadores ha lanzado una campaña de crowdfunding –micromecenazgo– para financiar un exoesqueleto biónico compuesto por diez motores y una batería de litio recargable que ayudaría a los niños con problemas de movilidad por afecciones neuromusculares, parálisis cerebral, espina bífida o lesión medular. [Aquí puede colaborar con el proyecto]
Los promotores del dispositivo, desarrollado por la compañía Marsi-Bionics en colaboración con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y presentado en el Centro de Automática y Robótica de este organismo, han lanzado una campaña para financiar su proyecto, dirigido a niños de 3 a 14 años, y que todavía se encuentra en fase de prueba.
La compañía ha lanzado este intento de financiación a través de internet para hacer realidad su proyecto con el objetivo de que, finalmente, pueda llegar a comercializarse y ayudar a las familias que lo necesitan. Pretende recaudar unos 150.000 euros para "impulsar el interés público y privado, y de esta manera demostrar a grandes inversores que hay una gran masa social que lo apoya", ha declarado el director general la compañía, José Ignacio Barraqué. Además, la empresa desea generar un volumen de pedidos suficiente para la reducción de "los futuros costes de producción".
Los exoesqueletos cuestan unos 50.000 euros
Los creadores estiman que los dispositivos tendrían un coste aproximado de 50.000 euros y estarían disponibles en diversos modelos que dependen del peso y la edad del niño, desde las órtesis de una sola articulación -indicadas para personas con una rodilla activa- hasta las completas, que se sujetan desde el tronco hasta el pie. "Necesitamos personas que estén interesadas en participar activamente en la compañía comprando participaciones y, si se consiguen al menos 100.000 euros en el capital social, será más fácil acceder a financiación pública", ha añadido Barraqué.
La investigadora del CSIC y socia fundadora de Marsi-Bionic, Elena García Armadas, ha afirmado por su parte que "habrá familias que estén dispuestas a pagar 50.000 y otras que no, por lo que pretendemos que se posibilite unsistema de copago con algún tipo de cobertura sanitaria, que las familias paguen por el uso del dispositivo y no sea una compra total".
El lanzamiento del producto incluiría un plan de renovación del modelo y de actualización de la tecnología usada a medida que el niño vaya creciendo. García Armadas ha añadido que "trabajamos con enfermedades de tipo degenerativo, por lo que con cada niño hay que hacer un estudio, debemos tener un robot que se adapte a la sintomatología del menor".
En el exoesqueleto biónico colaboran otras entidades, como el Hospital Ramón y Cajal de Madrid o el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, cuyo prototipo ya pasó la "prueba de concepto" en una niña tetrapléjica de 9 años en abril de 2013. Sus creadores afirman que de llegar a fabricarse paliaría la degeneración fisiológica y psicológica que condicionan la calidad de vida de los niños afectados de paraplejia.
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