Debe ser bastante humano eso de quejarnos de nuestro trabajo, del proyecto en el que trabajamos o incluso el departamento en el que desempeñamos nuestras funciones. El nuestro siempre es el peor, el más desagradable y, por supuesto, en el que más se trabaja. Debe ser que nuestros compañeros han sido tocados por alguna gracia divina que les permite vivir como marajás de la India. Los nuestros sí son proyectos complicados, duros.
Hay que ser tremendamente respetuoso con los demás. No solamente es muy fácil valorar el trabajo que desempeñan desde fuera (y, muchas veces, desde la mala leche). Y, aunque sea así, aunque realmente los demás no estén trabajando en proyectos complicados como el nuestro, debería hacernos recapacitar positivamente al respecto. Puede que estemos ahí porque tenemos las capacidades, los valores, la madera como para poder asumirlos. Y, si no es así, quien tiene un problema, y grave, es nuestro management.
Atentos al siguiente corto de Pixar, titulado Partly Cloudy.
Podemos tener envidia de los proyectos de los demás, del trabajo que desempeñan. Y, sí, objetivamente, puede que los nuestros sean más complicados. Pero los proyectos complicados salen adelante gracias a personas valiosas, que tienen las hechuras para hacer que sean un éxito5. Puedes elegir entre una vida cómoda o aportar todo el valor que tienes dentro. Y sentirte orgulloso por ello.
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