https://trabajocolaborativoenred.wordpress.com/2015/08/29/un-post-sonado/
Como sabéis, ordenar los recuerdos que tenemos de los sueños, cuando ello es posible, es bastante complejo, arriesgado, y – por qué no decirlo- inútil-. De todas maneras los ingredientes del sueño son los siguientes:
1- El escenario era una calle poco transitada, en una ciudad no reconocible, en una de esas tardes de sol y de calor veraniego aplastante. Yo me encontraba sentado delante de la puerta de una casa de planta baja observando la calle.
2- En esto estaba cuando se me aparece el gran Alfons Cornella, el cual me explica la diferencia entre innovación incremental y disruptiva. Es un tema que tengo bastante claro pero, viniendo de él, lo escucho con total atención.
A continuación desaparece Cornella, y al ponerme de pie para despedirlo, me doy cuenta de que no llevo los pantalones puestos. Por suerte, a mi lado, encuentro en una bolsa de plástico de supermercado unos pantalones bermudas azules que me los pongo inmediatamente.
Hasta aquí el sueño. Llevo varios días haciendo actividades manuales y, aún sin pretenderlo, la imaginación vuelve, una y otra vez, al sueño en busca de su sentido (o sinsentido).
No soy muy dado a interpretaciones freudianas, pero en este caso y como me veía escribiéndolo como post, voy a intentar hacer alguna interpretación. Vayamos por partes:
A- Alfons Cornella. Es un referente para nosotros, en el programa Compartim. De hecho fue uno de los primeros ponentes invitados a las sesiones de divulgación de hace ya ahora 10 años en el CEJFE. Quizás, la confirmación de su presencia para el próximo 1 de diciembre en el acto de celebración de los 10 años del programa Compartim, sea una de estas extrañas conexiones. Por cierto, el tema de su conferencia será innovación y aprendizaje. Compartirá cartel con Nuria Oliver la responsable de I + D de Telefónica España. También aprovechó para decir que contaremos con una gran mesa redonda con invitados especiales que en un próximo post explicaré.
B– Innovación disruptiva e incremental. Ya hemos hablado de ello en anteriores post. Fruto de esta reflexión hemos rebajado, con el tiempo, las –desmesuradas – expectativas que teníamos depositadas en lo que las comunidades de práctica podían aportar en entornos tan reglados cómo son las organizaciones públicas. También, es verdad, que hemos delimitado bien cuáles son los ingredientes para su sostenibilidad. Creo que el elemento soñado de disrupción, que en un periodo inicial pensábamos que podían ofrecer, creo, que no se puede cumplir. Hay que decir, en su descargo, que el peso de la cultura institucional marca de forma muy acusada las aportaciones de las comunidades, pero, también – y es la otra cara de la moneda-, permiten su supervivencia en entornos jerarquizados y segmentados. Al final, va a ser que la principal razón de su subsistencia consistirá en lo que ya era al inicio su razón de ser: un gran soporte para el aprendizaje compartido.
C– El tema de los pantalones. Esto ya, si os parece, pertenece al área oscura propia de los sueños, y que ni yo mismo me atrevo a descifrar . Además, nunca he sido fan de las teorías freudianas, y por tanto, me niego a comentar. Considerémoslo una anécdota veraniega;).
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