La vida tiene sus buenas y malas noticias, pero estas segundas hay que saber cómo transmitirlas,no para minimizar su impacto (una mala noticia siempre es una mala noticia), sino sobre todo para ser más eficaz en la gestión de lo que implique. Digerir uno previamente la noticia, prepararse y pensar cuidadosamente el mensaje, así como el entorno donde transmitirlo son algunas claves, que expliqué en Las Mañanas de RNE. A continuación verás todo un decálogo para poder comunicar malas noticias con buenas maneras.
- Prepara el encuentro y escríbelo para no perderte y dejar nada por el camino. Los primeros pensamientos sobre lo que vamos a decir, no son los más objetivos, por ello es fundamental la preparación.
- Busca el mejor momento (dónde, cuándo, cuánto) y dedica el tiempo necesario. Olvídate de las prisas.
- De uno en uno (poco a poco, un mensaje cada vez). Las personas necesitamos tiempo para asimilar lo que reciben nuestros sentidos y más cuando es una noticia que nos afecta.
- Empieza con algo positivo. Mima la entrada. No me refiero a dar una buena noticia antes, la típica técnica del sándwich aquí no funciona. Se trata de hacer sentir a la persona cuidada, por ejemplo apagando el móvil, preguntando si está a gusto o necesita algo…
- Describe concretamente la noticia, sin juicios, sin adjetivos y sin calificativos. Deja libertad al otro para que califique la noticia como quiera, y se pueda sentir libre. Tenemos varemos distintos y lo que para mí es horrible, para ti puede no serlo tanto.
- Implícate en la comunicación, explicando cómo te afecta a ti. Aquí comparte cómo te sientes. Si nos cuesta dar la noticia, si nos ha afectado, si estamos tristes…
- Ten empatía con el otro. Empieza por dejar un silencio para observar cómo está la persona que recibe el mensaje y para darle tiempo a procesar la información o a hacer alguna pregunta. Después describe lo que ves: “Entiendo que tú estés sorprendido, te haya asustado, tengas miedo…”.
- Comparte o no con el otro la responsabilidad en la acción. Si procede, habla de cómo vais a hacer a partir de ahora. Si no te corresponde, ayúdale a pensar sobre las acciones que tiene que hacer a partir de ahora.
- Si no sabes cómo proceder, pregunta siempre “¿Qué necesitas ahora?”.
- Y si el 9 no funciona, ofrece alternativas, ideas para apoyarle en ese momento o más adelante. Muéstrate disponible.
Fuente imagen: empresariados
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