“Se pueden ganar más amigos en dos meses si se interesa uno en los demás, que los que se ganarían en dos años si se hace que los demás se interesen por uno.”
No puedes concentrarte en lo que dices si hay mucho ruido de fondo ¿Verdad? Pues resulta que no podrás ser un buen negociador si careces de esta característica: ser un buen escucha.
En este post te compartiremos una serie de técnicas que tal vez te parezcan obvias, pero que ayudarán a maximizar tus resultados en la negociación.
Cierra tus ojos por un instante y trata de recordad el título de este post. ¿Te acordabas o has tenido que volver a leerlo? Si no has sido capaz de acordarte, piensa que con la escucha ocurre lo mismo: si no te concentras, no asimilarás todos los detalles de lo que estás leyendo o escuchando. Es algo en lo que todos tenemos que trabajar. Sorprendentemente, existe un gran número de maneras de concentrarte y mejorar la escucha. Aquí tienes algunas de ellas:
- Desea escuchar: esto te será más fácil una vez te hayas dado cuenta de lo útil que es la escucha para el proceso de negociación.
- Comprende: debes estar atento no sólo a las palabras, sino también al significado que se esconde detrás de ellas.
- Se un buen conversador: esto no significa hablar mucho sino escuchar mucho, demuestra tu atención y retroalimenta la conversación con tus opiniones.
- Reacciona: permite que los demás vean que has escuchado y comprendido lo que han dicho y que te interesa. Realiza señales de asentimiento, pequeños gestos y comentarios, esto reforzará la confianza del otro.
- Escucha sin hablar: salvo para expresar que sigues la conversación, no puedes hablar y escuchar al mismo tiempo. No interrumpas.
- Sé empático: ponte en la piel del otro y asegúrate de que realmente comprendes su punto de vista.
- Comprueba que has entendido lo que escuchaste: cuando haya algo que no entiendas, pregunta en el momento. Es peligroso hacer interpretaciones. Formula las preguntas sutilmente y nunca digas: “no te estás explicando bien”.
- Concéntrate: no permitas que tu teléfono, ni ninguna otra cosa te distraiga. (Además es de muy mala educación)
- Mira a la otra persona: no hay nada que se asocie más rápidamente al desinterés que no ver a la persona. El contacto visual es esencial.
- Anota los puntos importantes: escribe lo que oyes para retener los puntos clave. Recuerda que más vale la más pálida de las tintas que la más brillante de las memorias.
- Evita los personalismos: no permitas que la imagen que tienes de alguien distorsione el mensaje o te impida tratar con esa persona si tienes que hacerlo.
- Evita dar negativas: si comienzas la negociación con claros signos de desacuerdo, aunque sea una mirada de desdén, puedes hacer que la otra persona se cierre de plano y la negociación fracase.
Consejo: resuelve todas tus dudas en el momento.
#AbrazoEmprendedor
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