Buscamos en las etiquetas, la procedencia de la carne, el precio de la ropa que buscamos, si el producto es Light o no, si no están dando garrafón con la copa que hemos pedido,… más y más etiquetas. Y luego nos gusta etiquetar a las personas, a las primeras de cambio, éste es feo.. Éste es gay, éste es un creído… éste es un incompetente… éste me pone…
Más y más etiquetas..
Y aquí es donde viene la incoherencia que he observado.
No nos gusta que nos etiqueten a la primera de cambio, porque ya creen que saben quiénes somos, solo por unas simples impresiones.
Nos quejamos, gritamos que no nos etiqueten, pero nosotros desde bien entrada en la “madurez”, buscamos una etiqueta con unas ansias increíbles.
¿Qué etiqueta buscamos imprimirnos en la piel?
SER 100% FELICES, como el algodón.
Desde pequeños nos hablan de la felicidad. “ Tú de mayor tienes que ser feliz.. Sólo quiero que mis hijos sean felices en lo que hagan… Sólo quiero hacerte feliz, ¿Quieres salir conmigo?…”. Y llegamos a la madurez y nos “atiborramos” a libros como “No dilates tu felicidad, como ser feliz y no mirar con quien, la felicidad está dentro de tu interior, la felicidad y tú…” y cientos de títulos más…
Si triunfaran estos libros, de los cuales, reconozco que alguno que otro me he leído en mis principios, la sociedad, ¿NO SERÍA DIFERENTE?
Y como bien dice una persona de la que aprendo continuamente, “Estamos viviendo en una sociedad gris. La gente tiene cara triste por mucho que lean estos libros”.
Me gusta mucho relacionar la felicidad, con la libertad.
Buscamos la libertad desde pequeños. Queremos que nos dejen salir hasta más tarde, queremos irnos a hacer el Erasmus como nuestros amigos, queremos una moto como tiene el líder de nuestros amigos….
Y lo que en el fondo queremos, es progresar, tener la libertad que anhelamos, sentirnos dueños de nuestra vida.
Lo que queremos desde pequeños, hasta cuando nos vamos para allá arriba, es ser nosotros mismos. Sentir que somos nosotros mismos y no lo que dicen los demás que somos.
Tenemos siempre el afán de superarnos, de buscar el porque hemos venido aquí, el romper las cadenas de nuestros padres, de la sociedad, que nos digan que No podemos…. Buscamos constantemente algo mejor de lo que estamos viviendo en esos momentos.
Y eso, en la madurez se llama, FELICIDAD.
La libertad, la felicidad, nos impulsa a crecer, a superarnos, a conocernos de verdad.
Todos buscamos la libertad emocional, profesional, sentimental… Todos buscamos en algún momento de nuestras vidas, ser nosotros mismos.
Pero todos buscamos algo con unas ansias increíbles, que nosotros mismos, y los demás, nos ponen la pierna encima para que no levantemos cabeza.
¿O es que tú mismo no tienes miedo a ser feliz? ¿O es que tú mismo te auto-saboteas con tus pensamientos diciendo que será imposible conseguirlo? ¿O es qué tú mismo te da miedo hasta pensar que podrías conseguirlo?
Y ya no hablemos de la sociedad. Todos buscan la felicidad, pero todos intentan boicotear que los demás la consigan. Y si lo hacen, empieza el deporte nacional, la envidia.
¿Cómo lo intentan? Con cosas como: “Déjate de locuras, eso es imposible, déjate de tonterías, nunca podrás llegar a serlo, déjate de sueños imposibles, que estas muy bien cómo estás…¿Quién te ha metido esas ideas?.. No te llevarán a ningún lugar…”
Y mientras tanto VIVA cursos de felicidad, VIVA libros de la felicidad, y VIVA congresos de la felicidad…. ¿Para qué? ¿Para qué cuando salgamos pensemos que eso está muy bien pero que aunque queramos, no lo conseguiremos o es casi imposible?
Nos estamos auto-saboteando nosotros mismos, en algo que en el fondo, sabemos que queremos, que nos pertenece, nuestra felicidad, nuestra libertad.
Y además, para colmo, nos dicen que vivimos en una sociedad, en la que reina el libre albedrío, y sin embargo, por ejemplo, para montar una empresa, hay leyes que ya nos están coartando nuestra libertad.
¿Me lo explican?
Pero lo que hace que tengamos una sociedad “gris”, es el discurso que tenemos que ser 100% felices. Tenemos que ser felices en todas las aéreas de nuestras vidas, que nosotros somos los creadores de nuestro destino y éxito, que nosotros podemos con todo, que todo está en nuestras manos…
Y eso es…… ¡¡MENTIRA!!.
¿Por qué? Porque no somos dueños de todo lo que pasa a nuestro alrededor, no podemos tener todo controlado… y como siempre pasa, siempre viene alguien a “última hora” y nos jode todo. O la vida misma, cuando pensábamos que íbamos a conseguir nuestra felicidad, nuestra libertad.
¿Y qué hacemos? Tirar la toalla para siempre. Aunque vamos a “eventos” de felicidad, adquirimos libros y de vez en cuando, soñamos con esas ilusiones que se han esfumado… lo único que pensamos que “MEJOR SEGUIR LA CORRIENTE PORQUE ESO DE LA FELICIDAD, NO EXISTE”.
Esos dogmas de fe, que tenemos que ser 100% felices y que sino nuestra vida, es una mierda, esta provocando eso, vidas de desilusión, desmotivación y grises.
Buscamos la felicidad, la libertad, nuestra esencia, en todos los ámbitos de la vida, en el amor, trabajo, amistades…y cuando no la encontramos, a las primeras de cambio, pensamos que ya será algo imposible, decir eso que somos REALMENTE FELICES.
Si realmente queremos ser felices al 100%, o nos volvemos budistas, o dejémonos de tonterías, porque según lo que nos dictaminan los gurús de la felicidad o la sociedad, es imposible.
Nosotros mismos, porque nos dejamos y los demás, nos desenfocamos de lo que es la verdadera felicidad.
¿Y qué es la Felicidad?
1.- Olvídate de la definición de felicidad que tienes, porque ya en sí misma, no contiene nada de la misma. Deja de intentarlo una y otra vez, porque tú mismo sabes que no da resultados. Y recuerda, la felicidad, no es un concepto que tienes que conseguir, es un estado.
2.- Mírate al espejo. Esa persona que crees que no es feliz, ya lo es. ¿Desde cuándo? Desde que eras pequeño, cuando no te importaban las circunstancias, los dimes y diretes, solo te impulsaba una cosa, tu pasión por vivir… Ya eras feliz… ¿Pero qué ha pasado hasta ahora? ¿Por qué no lo eres?
3.- Nos han enseñado que esas ideas, conceptos nos harán felices. Pero no nos han enseñado a no apegarnos a las mismas, porque cuando pensamos que alguien nos hará felices, también viene a la mente, que nos hará sufrir si la perdemos. Queremos ser felices pero a la vez tenemos miedo a perder esa felicidad.
Nada ni nadie puede ser motivo de nuestra felicidad. Tú ya eres feliz dentro de ti.
4.- Nunca serás 100% feliz, porque cuanto más tienes, más querrás. Al menos si sigues este modelo que nos han impuesto..
Dejemos de acaparar cosas y luego preguntarnos si somos felices, porque estamos equivocados así. Primero sintamos la felicidad dentro de nosotros y el resto viene por añadidura.
LA FELICIDAD ES LA VIDA, NO EN LA FORMA EN LA QUE OCURRE LA MISMA. LA FELICIDAD NO ES UNA SENSACIÓN, ES SABER QUE EXISTES.
Ser feliz no es difícil, solamente tienes que ser consciente de ti mismo. Del mayor regalo que tenemos, el presente, tu presente, eso es la felicidad.
¿Estás dispuesto asumir que ya eres feliz?
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