Todos hemos querido vengarnos alguna vez de una persona. Y si tú no has tenido esos pensamientos, MIENTES.
Cuando queremos venganza, queremos que nos restituyan nuestro ego, que ha sido dañado. Es el mayor de nuestros bienes, nuestro ego y clamamos la mayor de las venganzas.
Estas situaciones son como cuando alguien se separa. Le preguntas a uno, le preguntas a otro y tú sacas otra conclusión diferente a la que los dos . Los que uno piensan que ha sido el peor de los daños, el otro piensa que no ha sido para tanto. Pero mientras tanto, la sed de venganza, sigue ahí.
Estan luchando nuestros egos , por mucho que la situación haya sido pequeña. Y con los egos, llegar a un acuerdo, a un termino medio en la percepción de la situación, es algo inconcebible.
Nunca estaremos de acuerdo en la relación entre daño y castigo, seamos asi de claros, y todo por nuestros egos dañados.
Y como nos han enseñado que la venganza es un plato dulce, y somos muy golosos en esos momentos, pues a por la VENGANZA.
¡¡CRASO ERROR!!.
Es algo dulce cuando la estamos pensando. Cuando parecemos Anibal Lecter, y olemos lo que ocurriría cuando pongamos en marcha nuestro plan maléfico. Se nos cae la baba como Homer Simpson con sus Donuts, cuando pensamos cuanto sufrirá esa persona cuando pongamos en marcha la venganza.
Disfrutamos como unos críos, y hasta nos sale la risa maléfica.
¿Pero de verdad somos felices cuando lo ponemos en marcha? Yo creo que NO.
No creo que nos haga sentirnos mejor, ver a la otra persona sufrir de la manera que tenemos pensado . Creo que la satisfacción es solamente a corto plazo, porque siempre he pensado que lo que cosechas a lo largo de tu vida, siempre acabas recogiéndolo. Y si eres vengativo, la cosecha no será muy rica que digamos.
Todos hemos querido vengarnos de nuestro jefe, de nuestra ex, de nuestros hermanos, y luego cuando los hemos visto sufrir por nuestra venganza o cualquier cosa que les haya podido pasar, somos los primeros que acudimos en su ayuda.
La venganza, nos hace ser más victimas, en vez de aceptar que ha pasado, solucionarlo y seguir adelante.
Estamos gritando a los 4 vientos lo que nos ha pasado, lo malvados que han sido los demás con la putada que nos han hecho, lo mal que lo estamos pasando y el daño que estamos sufriendo. Queremos que se una gente a nuestra lucha contra el daño que estamos sufriendo, y cuantas más personas seamos, más daño haremos.
Más y más victimismo en vez de aceptar y tirar para adelante.
En vez de perdonar a la persona, que nos haría escaparnos de las emociones negativas que estamos sintiendo y que no son nada buenas para nuestra salud… Gritamos como los Hermanos Marx: “ Más madera”.
En vez de preguntar: ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? Lo que queremos es Sangre, Ira y Lucha.
Creo que la misión que pensamos que tiene la venganza, es re-convertir a ese castigador, que se de cuenta de lo que ha hecho y que vuelva al buen cauce.
¿Y crees que si te vengas, volverá a la buena senda? Sabes que no, porque aunque así fuera, ¿Qué te puede aportar esa persona a partir de ahora? ¡¡NADA!!.
Gastamos energía tontamente, que podría ser productiva en otras áreas. Pero lo que pasa, que eso de perdonar, eso no es “cool”, mola ver a la gente sufrir.
Perdonar, pensamos que es “bajarnos los pantalones”, que solamente lo hacen los “buenos cristianos” con eso de la otra mejilla.
Nos mola ser como el de la película “Al revés”, la IRA, cuando un imbécil nos da por detrás con el coche, o nuestro equipo ha perdido por 4 vez consecutiva. Se nos hincha la vena, como María Patiño, y no vemos contra quien ni contra qué nos estamos enfrentando.
En ese momento solamente pensamos en una cosa; VENGANZA.
No promulgo que seamos unos buenos cristianos, ni unos locos como en “ Un día de furia”. No digo que pongamos la otra mejilla siempre que pase algo, porque acabaremos con una cara más roja y grande que un balón de baloncesto, pero tampoco, coger siempre una escopeta , cuando sintamos que nuestro orgullo ha sido dañado.
¿Qué hacer?
Cuenta hasta 10, o hasta 1.000. Pero algunas cosas en caliente, son mejor no hacerlas. Otras SI. Eso que tú piensas, pillín.
En caliente hacemos y decimos cosas, que no sentimos, solamente con la intención de JODER a la otra persona. Y PUNTO. Lo que sale por nuestra boca es rabia, querer hacer daño , querer sentirnos restituidos por el dolor sufrido… queremos estar por encima de la situación, de la persona….
En definitiva, somos unas victimas de nuestro EGO, y nunca llevara a nada bueno . Paremonos, y veamos por la ventana, QUÉ ha ocurrido, PORQUE ha pasado lo que ha pasado y COMO podemos seguir adelante.
¡¡Si, en esos momentos de calentón, no piensas con la cabeza, sino con otra cosa , seamos claros!!. Pero es mejor pasar del tema en cuestión, que no meterte en la boca del lobo sabiendo que el mordisco será peor, que aceptar el momento.
Todos hemos querido vengarnos en algún momento de nuestra vida por algún motivo. TODOS. ¿Pero que ganamos? Somos nosotros quienes más sufrimos, como he dicho anteriormente. Nuestra mente gasta en energía en algo que para la otra persona, quizá lo haya hecho sin ninguna intención. En algo que si lo vemos desde otra perspectiva, no valdría la pena ni dedicarle ni 4 segundos.
¿Qué hacer con esa energía?
.- VETE A CORRER
.- GRITA EN UN PARTIDO DE FUTBOL
.- VETE AL CONCIERTO DE TU GRUPO FAVORITO Y GRITA.
.- GRITA HACIENDO EL AMOR CON TU PAREJA
.- COGE UN SACO Y DALE GOLPES CON LA FOTO DE LA PERSONA EN CUESTIÓN.
Grita, haz lo que sea, pero da rienda suelta a ese energía en algo productivo, en algo que te satisfaga y te deje tranquilo, porque la venganza, por mucho que pienses, solo produce inconvenientes a la larga en tu vida e indigestión.
¿Qué vas a hacer cuando tengas ganas de venganza en tu vida?
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