No dejes pasar de largo este día sin tener una idea, generar un plan o realizar un cambio positivo. Como el futuro no existe comienza crearlo desde hoy.
El test tradicional de inteligencia no considera el carácter situacional de la inteligencia. La mide como una propiedad fija y abstracta. Sin embargo el rendimiento varía en distintos ambientes físicos o psicológicos. Eres capaz de actuar de maravillas en una actividad e incapaz en otra.
También influye la presentación del problema. Algunos reaccionan bien ante un contexto visual y fracasan en un examen escrito, otros se motivan ante un desafío y se paralizan ante un problema teórico. En lugar de evaluarte por el resultado de un test, es mejor analizarte en el contexto de la acción: ¿reconoces la situación, generas iniciativas estratégicas, modificas procedimientos, ajustas tu conducta o insistes en cambiar la realidad, adoptas nuevas estructuras, influyes en los demás para incentivar el cambio? Resumiendo: ¿eres capaz de crear valor con tus acciones diarias?
La inteligencia situada. Es un tipo de inteligencia flexible. Toda acción se basa en el conocimiento previo pero a veces conviene suspenderlo para explorar el cambio, generar novedades y anticiparse. Dijo Einstein que en épocas de crisis la imaginación supera al conocimiento. La realidad siempre está ahí, pero lo que vale es la percepción. El segundo paso es procesar datos, generar y seleccionar alternativas. El tercero es actuar. La acción inteligente depende del estado de ánimo, del objetivo a preservar, de integrar el saber para poder intuir el futuro. Para Bernard Shaw “el ser razonable se adapta al mundo y el irrazonable adapta el mundo a él. El progreso depende del ser irrazonable”.
Timing. El tiempo limita el análisis del mérito de una acción y de sus efectos, porque apremia o porque el resultado se verá recién a mediano o largo plazo. A veces la conducta es una reacción tipo estímulo-respuesta. Se puede generar una memoria del ambiente para que la acción se sitúe en el recuerdo, o bien recrear un ambiente artificial que propicie la toma de conciencia ante los cambios.
Si p entonces q es lógica, pero si hay varios p, hay que organizar las prioridades.
¿Reactivo yo? Saber reaccionar favorece la sencillez, hace cometer menos errores, necesitar menos recursos y ensayar comportamientos novedosos aprendidos por imitación. El inconveniente es la dificultad de automatizar la variedad de las percepciones que faciliten realizar acciones múltiples.
El agente humano inteligente, puede simbolizar la información sobre el entorno y sobre sí mismo. El problema es planificar bien y la posible inadecuación de sus acciones. En los sistemas intencionales existen deseos y creencias. Generar un razonamiento práctico depende de la percepción, de los objetivos y de qué se hace para alcanzarlos. Como el conocimiento se estructura en creencias, cuando el conocimiento cambia, deben revisarse las hipótesis.
Los deseos suelen ser abstractos y hasta incompatibles entre sí. Hay que ver las intenciones inmediatas, tratar de objetivarlas y planificar su consecución. La inteligencia situacional opera en un entorno, lo filtra con sus creencias y deseos, los interpreta, hace planes y los ejecuta.
Jerarquizar las ideas. Saber cuándo crear, cambiar un plan, abandonar o retrasar un objetivo. El objetivo se analiza cuando fue alcanzado, si se torna imposible, o si perdió sentido. Si se lo revisa demasiado no se trabaja, si se lo revisa pobremente el mundo va en una dirección inalcanzable.
La inteligencia situacional es el arte de dirigir los recursos y las personas. Las fuentes de su sabiduría son la experiencia y la intuición, a las que se suma el análisis. Porque el que se quemó con leche cuando ve una vaca llora. El que dirige debe aprender a ser, a formar su carácter y definir sus valores. Debe aprender a aprender tanto del texto, como de la experiencia y del análisis de los errores. El aprender a hacer y a convivir con situaciones y personas forma parte del aprendizaje in situ, o trabajo de campo y también a posteriori, con el análisis de la acción.
El creactor. El intelectual trabaja con conceptos y con palabras, el hombre de acción con personas y cosas. El creactor crea, conceptualiza y ejecuta. Aprende en clases o simulacros, analizando casos históricos o en la vida práctica. Si estás en el medio de una organización debes atraer a los de arriba, a los de abajo y a sus pares. Para eso debes contemporizar iniciativa, lealtad y normas.
Fomentar el espíritu emprendedor es fundamental, para rodearse de dirigentes capaces sin apelar al poder duro de las amenazas o de la estructura de la organización formal. Es mejor el poder blando de la sugestión, de la atracción por ideales comunes, de la inteligencia emocional y creativa. Trata de aprender lo necesario para liderar. Como dijo Nietzsche no hay hechos, sólo interpretaciones. La misma situación generará alegría o depresión según la posición del observador. Nada es verdad o mentira, todo es según el color del cristal con que se mira. A veces, no hace falta más que eso para rozar la felicidad. Ya lo escribió Borges: “No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso”. Problemas menores, trámites engorrosos, discusiones vanas, enojos y toda la parafernalia, conspiran contra tu equilibrio, y es posible que no te permitan distinguir lo favorable que aparezca hoy, o que dejes escapar, esa cotidiana porción de cielo en la Tierra que se te ofrece, sin que la puedas advertir, siempre ocupado haciendo planes. La felicidad no se alcanza con golpes de suerte, sino con pequeñas cosas. Trata de aprender a aprehender esos instantes.
No desvirtuar las palabras. Las achicamos o las usamos mal. “Facu” es “Facultad”; “doc” es “doctor”, “buen fin de” propone que sábado y domingo sean propicios. Hay que darle sentido positivo al vocabulario sin derrotar a la inteligencia ni empobrecer a la comunicación. La palabra “proyecto” implica algo “hacia adelante”, algo que tiene que suceder. Projectus del latín es “lanzar hacia adelante” ¿Se puede adherir a un futuro incierto? Modelo se usa para esquivar el contenido y el alcance de “programa”: “modus”, suponía manera o medida. Es peligroso que, para intentar darle contenido político, se fuerce el vocablo, para expresar que lo hecho jamás fue contradictorio. Y que el “modelo” tuvo éxito. Bajo la palabra modelo se acude a la despersonalización y al contrabando ideológico en las palabras sin docencia y sin decencia.
Keynes dijo una vez que el modelo debe adecuarse a la realidad, y no la realidad al modelo.
Vivir en el aquí y en el ahora. Sólo por hoy es una idea positiva. Viviendo en el pasado vives de recuerdos. Viviendo en el mañana avanzas con miedo, te preocupas pero no te ocupas. Vivir el momento no es actuar por actuar, puedes hacer o esperar. Crear, innovar, decidir, planear y controlar son actos del presente. El pasado se fue y el futuro no llegó; preocuparte no cambia las cosas. Concentra tu mente en el aquí y en el ahora.
Check list. Es listar las cosas por hacer, reunir tareas pendientes y controlar su avance. Pero ¿estás seguro que te conviene hacerlas? ¿Están ahí porque te cuesta decir que no? ¿O porque te entretiene perder el tiempo sin beneficio alguno? Pensar en lo que debes hacer es menos complejo que evitar lo que te perjudica. Cuando prepares tu Check list elimina de la lista las cosas que no debes hacer.
Este día no se repetirá nunca. Vivir sólo por hoy te quita la carga del pasado y el miedo al porvenir. Pensar mucho en lo que fue o será te aleja del mundo real. Si te concentras en lo que tienes que hacer no inventas falsos problemas. Soñar con maravillas del pasado o con expectativas pomposas, te lleva a la desilusión y la recaída. Vive este día como una experiencia única y positiva.
Ayer, hoy y mañana. Culpas al pasado, temes el futuro, vives insatisfecho y sin rumbo. No puedes borrar el pasado pero sí reconciliarte con él e inventar tu futuro. Ocuparte y vivir en el presente evita preocuparte por lo incontrolable. Disfrutar la vida es saber lo que quieres y ejecutar tu proyecto. Hoy es el día que precisas, ayer y mañana no existen. Por eso presente significa regalo.
Nada es verdad o mentira, todo es según el color del cristal con que lo miras. Tus creencias y actitudes sobre el mundo te impiden hallar tu lugar. Son el lente con el que miras la vida. Si tus gafas están empañadas o sucias, ves al mundo distorsionado o borroso. Para verlo mejor elimina el resentimiento, la negación, la autocompasión y la obcecación. Reemplázalos por la fe, la honestidad, la humildad y la responsabilidad. Ajustando la graduación de tus lentes verás un lugar acogedor. Observa el mundo con tu nuevo punto de vista. Cuando la manzana, que luego se haría famosa, cayó sobre su cabeza, Newton aprovechó para crear la teoría de la gravedad.
No dejes pasar de largo este día sin tener una idea, generar un plan o realizar un cambio positivo. Como el futuro no existe comienza crearlo desde hoy.
*CEO de Ilvem, mail de contacto: horaciokrell@ilvem.com
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