Crearía un perfume que no sólo fuera humano, sino sobrehumano. Un aroma de ángel, tan indescriptiblemente bueno y pletórico de vigor que quien lo oliera quedaría hechizado y no tendría más remedio que amar a la persona que lo llevara, osea, amarle a él, Grenouille, con todo su corazón. "El Perfume" (Patrick Süskind).
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